El Ego y la mente
analítica
Nota realizada por el Prof. Jorge Olguín.
Sabemos que el ego es el fruto de la mente reactiva, pero
este queda agazapado como un enemigo oculto, aún cuando
la persona está analítica.
No voy a hablar en esta nota sobre los efectos de la mente
reactiva, puesto que quiero analizar al ego en toda su
magnitud, incluso cuando la mente se halla totalmente
analítica.
El rol de los engramas es hacer de la persona un ser
totalmente autómata, incapaz de analizar algo.
Es el impulso instintivo el que lleva el timón.
Pero cuando los engramas son clarificados y la persona está
limpia de ellos, acecha otro enemigo que no permite al
espíritu elevarse: el protagonismo.
Aun no teniendo engramas, la persona tiene complejos de
culpa, es susceptible, posee baja autoestima, se cree
superior, cuestiona todo, se ofende, trata de imponer sus
ideas, no permite una opinión distinta de la suya, se vuelve
hipócrita, llega a ser depresiva, puede estar eufórica, o
introvertida. Y hay muchos más estados de protagonismo o
roles que puede desempeñar una misma persona, incluso
estando analítica, sin engramas.
Esos roles de protagonismo están dados por el ego, la fuente
de todo lastre espiritual. El ego también genera dramas de
control, buscando (para dominar) crear complejos de culpa
en los demás mediante roles de víctima.
Por otro lado, es obvio que cualquier persona libre de
engramas y con un ego ingobernable, es fácil que vuelva a
estar reactiva. Y así el campo está fértil para que se
implanten nuevos engramas.
Los efectos nocivos del ego pueden ser erradicados con la
técnica de Psicointegración. (1)
Reitero que no voy a hablar de los efectos posteriores de la
mente reactiva. Sí voy a decir que donde el ego se halla
integrado no tienen cabida los engramas.
Sé que es muy difícil integrar el ego pero, por lo menos,
hay que tratar de lograr que el porcentaje que queda
buscando roles o generando dramas de control, sea el
menor posible.
(1) Psicointegración: Técnica creada por el
Prof. Jorge Olguín a partir de psicología
transpersonal.
El Ego y la mente
reactiva
Nota realizada por el Prof. Jorge Olguín.
Ya había dicho que el ego es el fruto de la mente reactiva,
pero también comenté que éste queda agazapado como un
enemigo oculto, aún cuando la persona está analítica.
Sabemos que el rol de los engramas, otro de los frutos de la
mente reactiva, es hacer de la persona que los posee, un
ser totalmente autómata, incapaz de analizar algo, puesto
que el impulso instintivo lleva el timón.
También dije que cuando los engramas son clarificados y la
persona está limpia de ellos, acecha otro enemigo que no
permite al espíritu elevarse: el protagonismo.
El profesor Carlos Azagra define al Ego de esta manera:
"El Ego es un elemento hábil, sagaz, rebuscado, muy
inteligente, experto en el arte de las representaciones,
en el teatro de la convivencia humana.
Es el mejor "actor" creado por la evolución.
Posee una imaginación frondosa y puede interpretar
el rol del ser más desdichado de la Tierra con la
misma firmeza y convicción con que minutos más tarde
representará al más feliz"
El protagonismo es la cara externa del ego, que busca
subsistir a toda costa, creando mecanismos de defensa:
1) Se apega a los roles, pero no a las ideas. De esa manera,
no se aferra a los afectos. Pero, por otro lado, hace que
la persona sufra de trastornos obsesivos.
2) Los conflictos producidos por los engramas, como la
ansiedad, los condicionamientos, la baja estima y los
impulsos que son reprimidos, el ego los transforma en
síntomas somáticos que afectan el sistema nervioso. Esta es
otra de las facetas del rol de víctima.
3) Desplaza las emociones originales para no debilitarse y
las transfiere de la persona original a otro sustituto más
aceptable.
Este comportamiento, la psicología freudiana lo toma
como fobia.
4) A veces, la mente reactiva, obliga al sujeto a adoptar
actitudes concretas, ideas y afectos opuestos a los que tiene.
5) El ego logra que la persona se identifique con sujetos
como si fueran un espejo, adoptando patrones individuales
que imitan a los de otro individuo admirado.
6) Lo que la persona rechaza en uno mismo, lo que no
termina de aceptar en su propio ser, lo rechaza incons-
cientemente y lo atribuye a otros seres de su entorno.
La psicología freudiana lo denomina Proyección y explica
así que los propios anhelos, deseos o temores, son
desplazados hacia otras personas.
7) Otro de los mecanismos de defensa hace que las
personas a las que el sujeto ama, odia o teme, sean
incorporadas simbólicamente dentro del ego y así éste
asume el rol de esas personas.
Es lo opuesto de la Proyección.
8) La persona se niega a reconocer factores que pueden
llegar a perturbarla.
9) La persona justifica conductas que censuraría en otros.
10) A veces el sujeto retorna a patrones más infantiles
de pensamiento para evadir simbólicamente un entorno
hostil.
11) Toda crítica la puede tomar como agresión y modifica
su conducta de modo que hasta puede alterarse de forma
considerable.
PARTE 2
Nota realizada por el Prof. Jorge Olguín.
Querido profesor: Quiero tocar un instante el tema de los
engramas, para que el mismo quede aclarado en forma
definitiva. Sabemos que son el fruto de la mente reactiva
y quedan grabados a nivel celular como si fueran órdenes
hipnóticas. Mediante la técnica llamada Auditación esos
"implantes" pueden ser removidos. Sucede que hay
engramas que están muy afianzados. Recuerda que los
engramas son registros grabados en la mente reactiva de
un incidente que le ocurrió a la persona en su pasado y
que contenía dolor e inconsciencia. El engrama, en
realidad, es una imagen mental que contiene, además de
dolor e inconsciencia, una amenaza real o imaginaria
contra la supervivencia. No está al alcance de la mente
analítica como experiencia porque el engrama se recibe
cuando la persona está inconsciente. El engrama es
la única fuente de aberraciones y de enfermedades
psicosomáticas.
Eso quedó aclarado. Ahora, la pregunta es: ¿Por qué el
EGO también es un fruto de la mente reactiva si actúa
aun estando la persona analítica?
PARTE 3
Estimado consultante: Las encrucijadas son bellas porque, al
resolverlas, se aclara más el panorama de "lo oculto". No
hay contradicción al decir que el Ego también es un fruto
de la mente reactiva, aunque TRABAJE estando la persona
analítica, pues ese fruto puede actuar aunque su fuente no
esté activada. Es independiente de la mente reactiva. ¿Por
qué? Porque la mente reactiva se maneja por impulsos o
automáticamente (recuerda que hay dos mentes reactivas),
y el ego se maneja (a veces) analíticamente. Ejemplo:
Cuando planifica algo en forma malévola. Porque el
planificar no tiene nada que ver con un impulso interno o
con una acción automática, por ende, el ego "es el fruto
independiente de la mente reactiva" y después recoge
(como un simbionte) información de la mente analítica.
Con respecto a los engramas, es cierto, son solo
mecanismos de reacción. En cambio, los Yoes son
inteligentes, por eso reafirmo que el ego saca información
de la mente analítica, aun siendo fruto de la mente reactiva.
La mente analítica "actúa" y la mente reactiva "reacciona".
El ego actúa o reacciona, depende el caso.
PARTE 4
Apreciado consultante:
Quiero referirme a algunos ejemplos donde se notan los
roles de dramatización del Ego. Habla sobre lo que la
persona dice y lo que en realidad quiere decir:
-Solo Dios sabe lo que yo estoy pasando- más toda la
gente a la que la persona le contó el problema...
-No quisiera que ésto te pasara a tí- ojalá te pasara para
que sufrieras lo que yo sufro...
-¿A tí qué te importa? El que sufro soy yo- aunque tú
no sufras, no te voy a dejar tranquilo, pues quiero
compartir mi sufrimiento...
Y así, infinidad de ejemplos.
También quiero referirme al sentido de posesión que tiene
la persona egoica:
-Fijate, me vaciaste la azucarera- la persona que
dramatiza, aparentemente, no consume azúcar...
-Vamos a tener un hijo- la señora explica que la
hija está embarazada... (¿O están embarazadas ambas?)
-Me dejaste sola- le reclama la esposa al cónyugue que
ha fallecido. Lamenta más su soledad que la muerte de
la otra persona.
La persona que tiene Ego siempre quiere ser protagonista,
es absolutamente incapaz de ponerse en lugar del otro.
Todo lo evalúa desde su exclusivo punto de vista y
rechaza rotundamente cualquier otro punto de vista que no
sea el suyo propio.
PARTE 5
Querido profesor: Mi pregunta se refiere a si el Ego es un
adjetivo o un sustantivo. ¿Por qué inquiero sobre esto?
Porque, por un lado, dices que el ego es el fruto nefasto de
la mente reactiva y por el otro, también actúa en forma
independiente. ¿Es el perfume de la flor o es la flor en sí
misma? ¿Es un aspecto negativo del ser espiritual o un
ente protagonista por sí mismo?
¿Hay un ego pequeño como una cualidad negativa del Ego?
Si estudiamos las distintas afirmaciones, recuerda que el
gran filósofo Descartes caratula al Ego como una sustancia
cuando dice: cogito ergo sum (pienso, luego existo), o
sea: Yo soy una cosa que piensa, que duda, que quiere...
Al sustancializar el Yo, daría la impresión que Descartes
buscase cimentarlo sólidamente, pues substancia es lo que
es por sí (per se) y no necesita de otra cosa para subsistir.
Pero no es así, pues Descartes renuncia al solipsismo
del Ego (de solup ipse, sólo yo mismo) y lo pone como
una cualidad negativa creada por Dios, pues solo Él es
causa sui (causa de sí) y únicamente a Él le corresponde
verdaderamente la categorización de substancia.
Obviamente, esto no es tan así, profesor, puesto que el
Absoluto no es solo substancia... es eso y mucho más,
es el TODO.
PARTE 6
Estimado consultante: Analicemos el Ego. ¿Es una conducta?
¿O es el resultado de esa conducta? ¿Es un rol en sí
mismo? ¿O crea diversos papeles protagónicos?
En realidad es ambas cosas: Es la flor y también es el
aroma, es un acto y es la consecuencia.
Tú pensabas que el ego era la cualidad negativa del Ego.
No hay dos Egos... hay un solo ego y diversos Yoes. Lo
que tú mencionabas como Entidad es el Yo Superior, que
es nuestro Thetán (el 90% del espíritu que queda en su
plano cuando estamos encarnados) y que nos orienta en
forma permanente.
El ego es el ente o la entidad fruto de la mente reactiva,
que siempre está centrado en sí mismo.
Ese ego quiere protagonizar y ser servido.
También es el aspecto negativo del ser espiritual, donde
domina el egocentrismo y la exaltación extrema de la
propia personalidad, hasta considerarla como el centro
de la atención.
La persona dominada por el protagonismo posee Mente
egoica, donde el ego no está integrado y cada uno de los
Yoes se turna en el mando y es el amo absoluto, conforme
a su rol (de víctima, de sabio, de loco, de irascible, de
pacífico, etc). El ejemplo sería el de una orquesta donde
se halla ausente el Director y entonces a cada momento
toma la batuta y la dirige uno de los ejecutantes, ora el
violinista, ora el pianista, ora el tenor, etc.
Los diversos Yoes
PARTE 7
Querido profesor: ¿Qué sería del Conocimiento sin el Debate?
La esencia de la comunicación es la comprensión y no puede
haber comunicación si cada uno de los interlocutores no
sabe de qué está hablando el otro. Y para saber exactamente
esto es necesario que cada interlocutor conozca la definición
o el concepto de cada palabra que vierte el otro.
Estuve cavilando un poco y he pensado si no sería mejor, en
lugar de decir que el Ego es el fruto de la mente reactiva,
hablar del Ego como el fruto de la mente egoica. Esto lo
comento porque llegué a la conclusión que el Ego es un
mecanismo del mismo nivel que el de la mente reactiva.
Recuerda que ésta solamente funciona cuando la mente
analítica está desconectada, total o parcialmente, y en
cambio el Ego actúa aun cuando la persona está analítica.
O sea, mi cuestionamiento es: ¿Cómo puede entenderse que
una persona tenga Ego cuando su mente reactiva, que es su
fuente o causa, no funciona? Sería tanto como decir que la
luz proviene de una lámpara apagada. Por eso, si hablamos
del Ego como un mecanismo o entidad independiente de la
mente reactiva (aunque sea a los efectos prácticos) el
concepto sería más claro. Y ese protagonismo quedaría
dependiendo de la mente egoica.
Para concluir mi razonamiento: de la mente egoica surgen
los Yoes, que son inteligentes, y de la mente reactiva salen
los engramas, que son simplemente mecanismos de
reacción.
PARTE 8
Querido profesor:
Fíjate que en artículos anteriores se habló de dos mentes
reactivas. 1) la mente reactiva automática y 2) la mente
reactiva impulsiva. Ahora, debido a esas definiciones, te
hago las siguientes acotaciones: En la anterior técnica y la anterior
técnica la mente reactiva y los engramas están bien delineados.
Toman a la mente reactiva como un mecanismo estricta-
mente de supervivencia y si decimos que hay dos mentes
reactivas estaremos diciendo también que hay dos mentes
ocupadas en la supervivencia. Esto puede producir mucha
confusión porque la mente impulsiva no tiene nada que ver
con la supervivencia. ¿Por qué afirmo esto? Porque
mientras la mente reactiva automática tiene su base en los
engramas, la mente reactiva impulsiva tiene su base en las
emociones. Y sabes que un impulso es un deseo o motivo
afectivo que induce a hacer algo de manera súbita, sin
reflexionar. Y solo el "reflejo automático" tiene que ver
con la supervivencia.
PARTE 9
Apreciado consultante, respondo a tus dos comentarios:
Con respecto al primero, te reitero que el ego es un ente
independiente de la mente reactiva y puede funcionar aun
estando dicha mente desactivada. Con respecto al segundo,
la mente reactiva no actúa racionalmente, pues se basa
en impulsos instintivos. Eso ya lo expliqué en un artículo
que está en la sección Notas. Sabemos que todo el mundo
posee mente reactiva. No hay ningún ser humano que esté
libre de ella o del contenido aberrativo de su banco de
engramas.
Sin entrar en la teoría espiritual, la cual dice que el
espíritu fue creado con mente reactiva para que éste
aprenda a vencer sus impulsos y así, pueda entrar en
el camino evolutivo, vamos a ver la mente reactiva
desde otro ángulo. El ser humano tiene millones de
años desde sus comienzos como homínido y la mente
reactiva era necesaria para sobrevivir pues, al basarse
en impulsos, permitía a ese hombre primitivo huir en
lo inmediato de los peligros (un tigre dientes de sable,
un megaterio, etc) o atrapar a la presa al instante de
verla. Como su mente poseía un cerebro de 500 cm.
cúbicos, no estaba capacitado para razonar en el
sentido abstracto, por eso primaba lo impulsivo
sobre lo meditado. No había que decidir, había que
obrar... y la mente reactiva obraba, sin pensar.
Esa es la mente reactiva impulsiva y ya ves
que sí actúa a favor de la supervivencia.
Lamentablemente, en el presente, solo es causa de
disgustos pues, al no reflexionar, empuja al sujeto a
hacer cosas de manera súbita y agresivamente.
PARTE 10
Querido profesor: Tú hablas que la mente impulsiva también
es un mecanismo de supervivencia, cosa que acepto. Pero
también es un mecanismo de supervivencia la mente que
llamamos analítica, cuando está trabajando a pleno. Pues
el razonamiento es la herramienta más importante para
sobrevivir.
Estimado consultante: Estoy de acuerdo con tus palabras. Y
ahora deseo expandirme sobre el concepto de mente
egoica. Es la mente cuyo Ego aún no está integrado y,
como dije antes, cada uno de los Yoes se turna en el
mando y es el amo absoluto por un tiempo, conforme a su
rol (de víctima, de inquisidor, de susceptible, etc).
La persona que ha logrado integrar su Ego, sin embargo,
no está libre de reincidir, porque los Yoes están a la
expectativa, listos para tomar nuevamente el mando.
Un ser humano que está "despierto" va a estar alerta de
sus Yoes", para no volver a caer en determinados roles.
La vigilancia debe ser constante. Facilita la tarea saber
que los Yoes quedan integrados cuando el espíritu deja
de pensar en sí mismo y eso se logra con vocación de
Servicio.
PARTE 11
Estimado consultante: Deseo dejar aclarado el tema del Yo
Superior. Sabemos que ese Yo es el Thetán o el 90% de
nuestra alma que está en el plano espiritual que corresponde.
Y ya sabemos que no siempre el Thetán tiene el Ego
integrado. Entonces... ¿Cómo puede orientarnos si nuestro
Thetán también tiende a protagonizar? Mi respuesta es que
aun teniendo Ego, siempre va a tener menos apego que el
ser encarnado y, de alguna manera, lo podrá guiar.
Otra inquietud, profundizando sobre la influencia del Ego
en la mente y el cuerpo: Si a una persona se la hipnotiza y
se le implanta una sugestión hipnótica (recuerda que la
sugestión hipnótica es un engrama) cuyo contenido sea, por
ejemplo, éste: "Cuando despiertes, cada vez que yo me
toque la corbata ("reestimulador") te vas a sentir agotado",
una vez que la persona esté consciente, cuando observe
que el operador se toca la corbata, la invadirá un cansancio
que no podrá explicar. Ya sabemos que los engramas se
pueden implantar cuando el sujeto no está analítico, por
ejemplo, durante una operación quirúrgica. Un médico
puede decir a un colega: -Salí con tal persona, pero no pasó
nada. ¡Me quiero morir! - Y automáticamente, la mente
reactiva de la persona operada (que está inconciente) capta
esa orden hipnótica que la puede inducir posteriormente a
un intento de suicidio.
Los engramas también atrofian la conducta, las costumbres,
el carácter, etc. Algo similar ocure con los efectos del Ego,
pero este, a su vez, potencia los engramas depositados en
la mente reactiva.
La anterior técnica tiene un método de Auditación que elimina dichos
engramas y la persona queda 100% clear, o sea, libre de
dichos engramas. Pero, en realidad, no es tan así. Nadie
puede ser clear 100% teniendo Ego.
Ese protagonismo crea un lastre e impide que el sujeto sea
libre de verdad. A medida que pasa el tiempo, los efectos
van siendo más desvastadores y la persona se va deterio-
rando, no solo en la parte psíquica, sino también en lo
físico.
Se han hecho estadísticas y se comprobó que muchas
personas que han padecido los efectos nefastos del Ego,
en la vejez están más deterioradas que aquellas que no lo
sufrieron.
Doy el ejemplo del Gran Maestro Jiddu Krishnamurti, que
dió conferencias hasta sus 90 años, con una lucidez mental
extraordinaria.
Dejo en claro que no están contempladas en este ensayo
las enfermedades comunes (ya sean físicas o mentales).
PARTE 12
Querido profesor: Primero quiero tocar el tema de la persona
clear. Pienso que hay que dividir el clear en "clear
permanente" (el que no tiene Ego) y "clear fluctuante" (el
que todavía no ha integrado el Ego y por eso, aún siendo
clear no está excento de recaer). Recuerda que el Ego
siempre está acechando y te doy el ejemplo del Maestro
Jesús, cuando halló en el Templo de Jerusalén a diversos
comerciantes y cambistas, y haciendo un azote de cuerdas,
los echó a latigazos, volcando luego las mesas con las
monedas y rompiendo las jaulas de las palomas. El Ego
hizo que el Maestro perdiera el control de sus actos,
aunque la causa haya sido noble.
El otro tema es que has hablado de la Integración de los
Yoes en un Yo Superior. De esa manera se acomodan los
roles y la persona deja de ser protagonista. Mi pregunta
es: - ¿Qué es "acomodar los roles"? - Porque antes de
tratarme con Psicointegración, a menudo tomaba el
mando mi "Yo susceptible" y ante cualquier cosa que
me dijeran y que a mí no me gustara, reaccionaba de
mala manera. Ahora, obviamente, no... pero noto que
este Yo susceptible está siempre al acecho. Si me aflojo,
aflora. Ahora bien, no creo que podamos decir que este
Yo susceptible lo tengo "en prisión", sino más bien que
mi Yo Superior lo mantiene "no susceptible". ¿Y qué rol
cumple ese Yo u otros yoes cuando están integrados?
Y lo mismo cabe decir de cualquier rol, por ejemplo, el
rol de víctima. ¿Cuando el Ego está integrado, qué pasa
con el rol de víctima? ¿Qué función cumple ahora
dentro de la mente integrada?
PARTE 13
Apreciado consultante:
Respondo entonces a tu inquietud sobre el rol de los
Yoes cuando el Ego está integrado. La respuesta es simple
y fácil de entender: No hay roles, solo afán de Servicio.
El protagonismo queda de lado, pues la persona que no
está dominada por el Ego solo piensa en Dar a los demás.
Con la integración de los Yoes se llega al Yo Superior,
pero si no te convence la expresión, pues piensas que el
Tehtán también puede tener Ego, defino al resultado de la
técnica de Psicointegración como eliminación del rol
protagónico de los diversos yoes y la formación de una
"Consciencia trascendental". En esa instancia el espíritu
está a pleno. Obvio que los yoes siguen al acecho, pero
la Consciencia tiene el control (con Amor) de los roles...
¡Y estos no afloran! No hay dramatizaciones, no hay rol
de víctima, pero... ¿Por qué? ¡Porque la persona no está
pensando en sí misma, sino en el otro! Si piensas en Dar,
no puedes dramatizar para llamar la atención... ¡porque
no vas a querer llamar la atención!
PARTE 14
Querido profesor: Permíteme volver a la pregunta de la
parte 5, donde inquiría sobre algo que deseo repasar.
Esto es muy concreto. Así como existe la rosa, existe su
perfume. La rosa es la causa y el perfume, su efecto.
¿Donde ubicarías al Ego, hipotéticamente, como la rosa o
como el perfume? Sé que lo hablamos antes, pero te
lo pregunto de nuevo para confirmar si el Ego es un
mecanismo como el de la mente reactiva, al mismo nivel,
en cuyo caso sería una entidad o, por el contrario, el Ego
es como el perfume, en cuyo caso sería simplemente una
consecuencia o un aspecto de la mente reactiva.
Cuando hablamos de la rosa, estamos hablando de un
mecanismo que exhala una fragancia. y cuando hablamos
del perfume estamos hablando de una consecuencia o
una cualidad de la rosa-mecanismo.
Por otro lado y visto desde la parte espiritual: ¿Cómo se
logra integrar el Ego?
PARTE 15
Apreciado consultante:
Si te respondiera de manera ligera, te diría que el Ego
es la rosa (causa) y los Yoes protagonistas serían el
el perfume (efecto). Entonces... ¿Es el Ego una entidad?
Sí, pues es un mecanismo que crea roles de control. Su
"fragancia" serían las dramatizaciones.
Pero también se puede considerar al Ego como una
consecuencia, puesto que es un fruto de la mente reactiva.
También debo aclarar que es independiente de la misma,
pues es capaz de "actuar" analíticamente, aunque casi
siempre obra impulsivamente.
Con respecto al Ego integrado, esto se logra cuando
dejamos de ser protagonistas y la palabra YO queda
relegada por las palabras TÚ o NOSOTROS.
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