Nota del 21/11/2022. Por la Maestra Kar-El.

Cálida reflexión de Kar-El acerca de quienes somos, donde estamos y hacia donde debemos ir. Nuestra actitud, nuestro camino a andar será fructífero si sabemos adónde vamos, si sabemos qué hacer y cómo hacerlo, y si tratamos de hacerlo bien. Generalmente hacemos, pero debemos hacerlo bien.

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Kar-El: Bienvenidos, esto es un mensaje para aquellos que me llaman Kar-El.

Quería decirles que antes de amar a todos, porque muchas veces hablamos del amor y siempre resaltamos que primero de todo hay que amar a Dios y luego a nuestros hermanos, pero parece que no se comprende muy bien este concepto que es, en apariencia, bastante claro.

Antes de poder amar tenemos que aprender a no odiar, tenemos que no tener sentimientos negativos hacia nadie ni siquiera hacia aquellos que podríamos considerar nuestros enemigos o aquellos que nos han lastimado. Debemos elevarnos y ver objetivamente, antes de amar hay que aprender a no odiar, a no tener rencor, a no tener envidias, a no tener sentimientos que no son dignos de seres elevados. Debemos aprender a gobernar nuestras emociones.

Las emociones están aquí para indicarnos lo que nos está pasando en ese momento, lo que sentimos en ese momento, pero en base a esto tenemos la posibilidad de tomar una actitud o la otra o varias quizás. Nosotros elegimos.

No debemos dejar que la vida nos pase, sería mejor ser nosotros los que pasamos por la vida. Y pasar por la vida dejando huellas significa que desde el lugar donde estamos podamos cambiar aquello que está a nuestro alcance. Y aquello que no está a nuestro alcance, bueno, no seamos tan egoicos como para pensar que cada uno de nosotros lo puede cambiar todo. Habrá otros o Dios enviará a otros que hagan eso. Pero si cada uno hiciera su parte este mundo sería mucho mejor.

Sin embargo es imposible pensar que vamos a evolucionar todos espiritualmente en determinada etapa, en determinado momento. Este mundo es como un campo, como una gran siembra donde cuando se levanta la cosecha algunos granos van a servir y otros no, serán para que coman los cerdos. La paja será separada, podrá servir para otra cosa. Pero la cosecha no va a ser el resultado de todo lo que he sembrado, será el éxito de algunas cosas que sí fueron fructíferas. Nosotros somos un poco así.

¿Y por qué estamos en un gran huerto? Porque ese mundo real, que nosotros vemos como real, es simplemente una línea temporal que el mundo, si quieres llamarlo suprareal o verdaderamente real, el mundo donde el tiempo y el espaciotiempo es infinito y se vive en la eternidad. En ese mundo los que lo habitan no la pueden pifiar porque si nosotros pudiéramos entrar así, en este momento, con todos los errores humanos que todavía tenemos por pulir y corregir convertiríamos el cielo y la eternidad en un infierno.

Entonces, tomemos a este mundo como... como una prueba necesaria. Ojalá pudiéramos todos elevarnos, ojalá toda la humanidad pudiera elevar su conciencia, todos juntos. Pero si ni siquiera podemos vivir todos juntos en armonía, ¿cómo podríamos elevarnos todos juntos?

En esta gran huerta que es el mundo, las cosechas son pequeñas y van de cuenta gotas, y muchos harán el bien pero también muchos harán el mal. Pero esos que hacen el bien sigan mirando lo que están haciendo y dando ejemplo a los demás. Dejad de señalar a los que están haciendo las cosas mal, dejad de odiar a los que están haciendo las cosas mal. Ahora bien, nunca perdáis el sentido de justicia, sed justos. Ser justo no es señalar, ser justo no es juzgar al otro. Empiecen a dar el ejemplo.

Pero para poder hacerlo primero debéis transformarse cada uno en una gran lumbrera. Eso es lo que hace falta. Y yo espero de todos vosotros lo mejor, espero lo mejor que puedan dar, lo mejor de cada uno de ustedes. Y nunca, pero nunca os desalentéis.

Estaré con todos vosotros, no importa donde estén, yo los voy a encontrar y estaremos cerca.