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Sesión con el Maestro Ruanel, 1/2/12 |
Médium: Jorge Olguín. Entidad que se presentó a dialogar: Maestro Ruanel.
Habló del asesinato de Robert Kennedy y sobre asesinos programados, así como también sobre extraterrestres en la Tierra en general.
Jorge Olguín: Vamos a hacer una sesión con el Maestro Ruanel para que pueda dar datos sobre el asesinato de Robert Kennedy, previa la lectura de una nota por parte del interlocutor.
Interlocutor: El asesinato de Robert Kennedy, senador de los Estados Unidos y hermano del también asesinado presidente John Kennedy, tuvo lugar poco después de la medianoche del 5 de junio de 1968 en Los Ángeles, California. Oficialmente, el único asesino fue un joven inmigrante palestino de veinticuatro años de edad llamado Sirhan Sirhan quien, hasta hoy en día, permanece encarcelado por el crimen cometido. Como ocurriera con la muerte de su hermano el asesinato de Robert Kennedy y las circunstancias en torno a ello han desatado una gran variedad de teorías conspirativas, particularmente en relación a la existencia de un segundo ejecutor. Cuatro horas después de las votaciones de California Kennedy proclamaba su victoria en las primarias demócratas y se dirigió a dar una conferencia de prensa en el salón de los embajadores del Hotel Ambassador -sito en el distrito Mil-Wilshire de Los Ángeles- pero no llegó porque mientras atravesaba la defensa del lugar junto a su guardaespaldas, surgió de pronto Sirhan y comenzó a disparar un arma que, posteriormente, se identificaría como un revólver calibre veintidós Iver-Johnson Cadet. Minutos más tarde llegaron los paramédicos y lo condujeron al Central Receiving Hospital, distante a una milla, llegando en estado preagónico. Kennedy había recibido tres disparos: una bala disparada a una distancia de una pulgada -2,54 centímetros- penetró por detrás de su oreja izquierda, dispersando fragmentos en su cerebro. Las dos penetraron por la parte trasera de su axila derecha, y una salió por el pecho y la otra se alojó en la parte trasera del cuello. A pesar de la extensa neurocirugía aplicada en el Good Samaritan Hospital para extraer la bala y fragmentos de hueso en el cerebro, Kennedy moriría a la 1 hora 44 minutos de la mañana, casi veintiséis horas después de ser baleado. Otras cinco personas también recibieron heridas graves, pero todas sobrevivieron. Sirhan Sirhan era un acérrimo antisionista. Un diario suyo encontrado en su domicilio durante un registro rezaba: "Mi determinación de eliminar a Robert Kennedy se torna cada vez más en una obsesión inamovible. Robert Kennedy debe morir. Robert Kennedy debe ser aniquilado. Robert Kennedy debe ser asesinado. Robert Kennedy tiene que ser asesinado antes del 5 de junio de 1968”. Se ha sugerido que el día del asesinato es significativo, pues se corresponde con el aniversario primero del primer día de la Guerra de los Seis Días entre Israel y sus vecinos árabes. Cuando Sirhan fue apresado por la policía encontraron en su domicilio un artículo periodístico que versaba sobre el apoyo de Kennedy a Israel. En el juicio Sirhan testificó que comenzó a odiar a Kennedy luego de leer dicho escrito. Esta pretendida interpretación de su móvil ha sido, sin embargo, criticada duramente por considerarse una simplificación que no toma en cuenta los profundos conflictos psicológicos de Sirhan. Durante el juicio, los abogados defensores intentaron basar sus argumentos en demostrar una capacidad de discernimiento disminuida de su defendido, mientras éste intentó confesar su culpa y se consideró a sí mismo responsable en varias ocasiones. Sirhan testificó que había asesinado a Kennedy "con veinte años de premeditación", a pesar de haber afirmado desde su detención que no recordaba los hechos. El juez no aceptó esta confesión y fue desestimada posteriormente. Sirhan fue declarado culpable el 17 de abril de 1969 y seis días después fue sentenciado a muerte. Posteriormente, en 1972, la sentencia fue conmutada por privación perpetua de libertad, luego de que la Corte Suprema de California, basada en el caso California vs Anderson, invalidara todas las penas de muertes pendientes que fueran impuestas antes de 1972. En 2006 a Sirhan le fue negada la libertad condicional por trigésima ocasión y actualmente se encuentra confinado en la Prisión Estatal de California, en Corcoran. Las preguntas fundamentales en este caso son, por supuesto, si además de Sirhan existieron otros tiradores. Y esto lo digo porque hay testimonios de una pareja donde él fue identificado como un hombre rubio y ella vestida de color blanco con lunares negros, a la que alguien le habría oído decir "disparamos contra el senador" aunque otros dicen que lo que dijo es "dispararon contra el senador" y no "disparamos...". También corroboraría esta tesis el hecho que, según unos investigadores, existieron trece disparos cuando en realidad la pistola de Sirhan sólo tenía un cargador con capacidad para ocho disparos nada más. Hay mucho debate sobre esto. También nos queda la intriga, después de la sesión sobre el estrangulador de Boston, si también aquí el psiquiatra William Joseph Bryan programó hipnóticamente a Sirhan. A diferencia del caso del estrangulador de Boston donde Bryan actuó solo, aquí, en el asesinato de Robert Kennedy, habría existido una conspiración para asesinarlo. La pregunta obvia es cuál es el motivo. Busqué antecedentes sobre el psiquiatra Bryan y su eventual responsabilidad en el asesinato pero como todo esto está en inglés no lo pude tener claro. Parece que se lo indica como quien programó hipnóticamente a Sirhan, o por lo menos se sospecha de él. Ya sabemos que programó hipnóticamente a los cinco asesinos en el caso que se conoce como 'El estrangulador de Boston'. Al parecer, según lo que he leído, Bryan fue asesor en la película en la que el actuó Sinatra, llamada “El Candidato Manchuriano”. ¿Hay alguna relación? Ésta es otra aparte que queda pendiente con el asesinato de Luther King. Esto lo escribí para tenerlo en cuenta. Sirhan estuvo internado en un hospital debido a un accidente y sus familiares y amigos dijeron que salió de allí totalmente cambiado. Cabría la pregunta de qué le sucedió, o si le sucedió algo raro además del accidente. Además, hay testigos que contradicen el informe oficial de que Sirhan disparó contra Robert Kennedy a dos o tres centímetros de su cabeza y que, por lo menos, había una distancia de treinta centímetros o más. La pregunta clave es si alguna de las balas que disparó Sirhan fue la que mató a Kennedy, programado o no como asesino.
Jorge Olguín: Antes de canalizar a Ruanel explico que hubo un remake de la película de Frank Sinatra incluso mejor llevada que la de éste. Ignoro hasta qué punto puede ser una persona sometida a un tipo de hipnosis latente, la cual, a veces, levantas un teléfono, escuchas una voz y automáticamente entras en trance. Ignoro hasta qué punto eso es real o no. Humildemente desconozco eso. Creo que es más ficción que otra cosa.
Interlocutor: Y eso podría suceder si la hipnosis está realizada o implantada, las órdenes hipnóticas con dolor -si no hubiera dolor eso sería discutible-, pero la programación de asesinos se hace con dolor y entonces es lo que potencia. También podría ser la idiosincrasia de cada víctima, llamémosle así. O sea, que podría ser.
Jorge Olguín: Comienzo la canalización.
Ruanel: ¿Qué tal? ¿Cómo estás?
Interlocutor: ¿Cómo le va, Maestro? Ya está incorporado, veo. Bueno, acá tenemos este asunto -que usted lo sugirió la vez pasada- de si el psiquiatra Bryan estaba conectado y/o relacionado con el asesinato de Robert Kennedy.
Ruanel: Hay un matrimonio que nunca fue involucrado, Mike y Mary Larson, los famosos rubios que tú has relatado, que fueron los autores directos del asesinato.
Interlocutor: ¿Estaban programados hipnóticamente?
Ruanel: No, en absoluto. Directamente había una complicidad con alguno de los agentes de seguridad.
Interlocutor: ¿La CIA estaba involucrada?
Ruanel: Sí, como también estuvieron involucrados en el caso del hermano mayor John Fitzgerald.
Interlocutor: ¿Cuál fue el motivo de su asesinato? Porque tiene que haber un motivo…
Ruanel: El motivo es que directamente no les convenía la presidencia de esta querida persona.
Interlocutor: ¿Por alguna razón especial o varias?
Ruanel: Varias. La persona acusada y condenada tenía un arma en la mano pero fue todo preparado puesto que no había disparado su arma, no tenía el famoso test de la pólvora en los dedos. O sea, que todo eso fue implantado después. Y sí, esta persona acusada y condenada fue inducida hipnóticamente por el psiquiatra que tú has mencionado.
Interlocutor: La pregunta clave es: ¿Ocasionó los disparos de este hombre, de Sirhan, la muerte de Kennedy?
Ruanel: No, no llegó a disparar. Él no disparó.
Interlocutor: ¿No disparó?
Ruanel: No. Dispararon Mike y Mary Larson.
Interlocutor: ¿Cuántos disparos de esa pareja fueron?
Ruanel: Trece. Siete del varón y seis de la mujer.
Interlocutor: ¿Y cómo el cargador de Sirhan estaba vacío?
Ruanel: Eso lo hicieron después. Es muy fácil: le cogen la mano, le hacen disparar contra algo y automáticamente queda para que le hagan el test de la pólvora.
Interlocutor: ¿En el lugar de los hechos?
Ruanel: No, era muy comprometido hacerlo allí. Directamente se lo llevaron.
Interlocutor: O sea, ¿Sirhan tenía el cargador completo de su arma?
Ruanel: Sí.
Interlocutor: ¿Y por qué no disparó?
Ruanel: La idea de él no era disparar sino amedrentar.
Interlocutor: ¿A pesar de que había sido programado hipnóticamente?
Ruanel: A pesar de haber sido programado hipnóticamente para amedrentar. Fíjate lo ilógico que es que se planificó muchísimos años atrás. Si tú lo piensas de una manera coherente, muchísimos años atrás ni remotamente se pensaba en Robert Kennedy como candidato a nada. O sea, es demasiado ilógico que haya escritos de años atrás induciendo a... Eso fue escrito adrede, posteriormente.
Interlocutor: Con la cuestión de la hipnosis acá estamos viendo que no es tan poderosa la inducción hipnótica.
Ruanel: No. Reitero: En ningún momento fue preparado el acusado condenado para matar. Fue preparado para accionar, y hasta allí llegaba.
Interlocutor: Entonces, ¿todos los disparos de los que se habla fueron de estas dos personas?
Ruanel: Del matrimonio Larson.
Interlocutor: O sea, ¿este matrimonio sería, simplemente, fanático? Porque usted dice que no fue programado hipnóticamente.
Ruanel: Fanáticos, no. Directamente trabajaban encubiertos.
Interlocutor: ¿Y pertenecían a la CIA?
Ruanel: Pertenecían a una agencia secreta. Pero no eran fanáticos para nada, de ninguna facción oriental.
Interlocutor: Este hombre, Sirhan, ¿sigue en prisión siendo inocente?
Ruanel: Sí. Correcto.
Interlocutor: Parecería que estaría todo aclarado.
Ruanel: Sí. Nosotros, como espíritus, tenemos la misma limitación que vosotros en cuanto a perspectiva de ver el futuro pero sí podemos, de alguna manera, sacar conclusiones de que hubiera sido mejor presidente y con mayores proyectos económicos y pacifistas que su hermano John.
Interlocutor: Desde ya que en algún universo alterno él no fue asesinado.
Ruanel: Y tuvo una reelección.
Interlocutor: Pero eso es otra historia. Tenemos que ocuparnos de nuestro universo. Aquí, Jorge, estaba planteando hace unos minutos que no está seguro -yo tampoco lo estoy- de si alguien programado hipnóticamente con dolor, con tortura, es capaz de reaccionar y caer en trance simplemente con una llamada telefónica. ¿O eso es de ciencia ficción? ¿Depende de la idiosincrasia y de la profundidad de la hipnosis?
Ruanel: Tiene que ver con la idiosincrasia de la persona y también tiene que ver con la profundidad de la hipnosis pero se han dado casos de soldados americanos torturados en China donde no está el famoso efecto 'secuestrador-secuestrado' y sí que hay una especie de empatía con el jefe chino que se muestra amable y le da cigarrillos al prisionero torturado.
Interlocutor: ¿Usted se está refiriendo al Candidato Manchuriano?
Ruanel: Correcto. Ese tipo de casos son reales y pueden ser programados para matar a candidatos, a presidentes o senadores americanos.
Interlocutor: Está bien. Maestro, ¿hubo muchos asesinos programados de esa manera? Por ejemplo, el que disparó contra el Papa, que no lo mató pero disparó. No recuerdo cómo se llama esta persona. Y con Luther King, también...
Ruanel: Sí. Y fíjate que hay casos americanos...
Interlocutor: ¿Esos dos han sido programados?
Ruanel: Han sido programados. Y fíjate que hay casos americanos de muertes de senadores a manos de oficiales que tienen medallas al valor y en estos momentos están siendo investigados por agentes femeninas del FBI porque sospechan de esas personas que siguen haciendo una vida normal con esposa e hijos. Y, sin embargo, hay otros que están acusados y condenados por la muerte de senadores cuando han sido soldados americanos con medallas al valor. Pero están siendo muy discretamente investigados por agentes femeninos del FBI.
Interlocutor: Está bien. Como tenemos sesiones de Psicoauditación yo terminaría aquí, si a usted le parece, con una pregunta que es bastante delicada, la cual no sé si hacerla. ¿Usted sabe a qué me refiero?
Ruanel: Hazla, por favor.
Interlocutor: Hay sospechas de que existen extraterrestres infiltrados entre nosotros. Uno se preguntaría cómo harían para pasar desapercibidos. Por ejemplo, Nicola Tesla era extraterrestre y pasaba perfectamente desapercibido. Pero si están infiltrados así, si eso es cierto o no es cierto o hay que descartarlo completamente. Personalmente, creía que no había este tipo de infiltraciones, salvo esporádicamente...
Ruanel: ¿Sabéis cuál es error vuestro? Que siempre que se habla de extraterrestres pensáis en grises cuando hay un altísimo porcentaje de Homo Sapiens en muchísimos planetas donde haya una calidad de atmósfera para poder tener un sostenimiento de vida de vuestra raza.
Interlocutor: Pero, como Nicola Tesla, no sé si él sabía que era extraterrestre. ¿Sabía Tesla que era extraterrestre?
Ruanel: No, él no lo sabía.
Interlocutor: ¿Pero habrá muchos como Nicola Tesla en el planeta Tierra?
Ruanel: Nicola Tesla lo sospechaba por muchas palabras que escuchó de su padre pero lo tomaba como...
Interlocutor: ¿Pero su genialidad era de su espíritu más del decodificador?
Ruanel: Exacto. Por más genialidad que tenga una entidad espiritual suprafísica siempre debe haber un decodificador acorde en el ser encarnado.
Interlocutor: Esto está claro. Pero no se olvide de responderme si hay extraterrestres infiltrados. Es importante porque si hay diez o veinte es como si no existieran. Tenemos ocho mil millones de habitantes. Pero ¿cuántos extraterrestres hay? ¿Cien mil?
Ruanel: No, mucho menos. Puede haber ocho mil.
Interlocutor: ¿Distribuidos en todo el mundo?
Ruanel: Sí. Y algunos con cargos.
Interlocutor: ¿Algunos con cargos?
Ruanel: Cargos políticos. Otros son cargos económicos.
Interlocutor: ¿Y de qué planeta provienen?
Ruanel: De distintos planetas, no son de un solo planeta.
Interlocutor: ¿Pero están "conspirados"? ¿Están en conspiración o conviven con nosotros simplemente? La pregunta no es al estilo extraterrestre de Nicola Tesla sino que me refiero a extraterrestres que estén a propósito infiltrados para...
Ruanel: Entiendo. No es que hayan venido de bebés sino directamente con un promedio similar a veinticinco o treinta de vuestros años han venido a hacer fortuna y a tener un poderío económico. No buscan, de alguna manera, por ahora, apoderarse de ningún Gobierno, pero, como tienen un conocimiento mayor de muchas cosas, tienen la posibilidad de estar en puestos clave.
Interlocutor: ¿Pero se reúnen en cónclave?
Ruanel: No. No necesariamente. O sea, me parece muy torpe levantar sospechas hasta tal punto. Se pueden reunir perfectamente en un banco de Central Park, en Manhattan, lleno de personas caminando como si nada.
Interlocutor: ¿Pero desde el punto de vista de su planeta, de su raza? ¿O simplemente como entretenimiento?
Ruanel: No. Desde el punto de vista de su planeta, de su raza. Y hay en este momento seis razas amigas, compatibles, que directamente planifican buscar puestos de poder.
Interlocutor: ¿Es como para temer o no?
Ruanel: No, no por ahora.
Interlocutor: Bueno. ¿Lo dejamos ahí y seguimos la próxima con el tema, si le parece?
Ruanel: Seguimos en contacto.
Interlocutor: Hasta luego, Maestro.
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