Índice

Johnakan - Instinto

Grupo Elron

 

Sesión del 04/08/2015

Médium: Jorge Olguín.

Entidad que se presentó a dialogar: Johnakan-Ur-El

 

Johnakan profundiza en la realidad de la Creación apuntando que toda actividad dentro de ella procede de un plan previamente programado de manera que ningún elemento de esta Creación escapa a una función planificada. Desde el ser más simple hasta el más complejo y desde lo físico hasta lo suprafísico todo cumple una función más allá de su eventual libre albedrío.

 

Sesión en MP3 (1.089 KB)

 

Entidad: Estoy comunicado aquí con vosotros para contaros, en este caso, qué sucede con las unidades biológicas desde la más elevada conceptualmente hasta la unicelular.

Comencemos hablando sobre las pasiones. Diréis: "Pero eso ya lo has dicho, es un derivado del ego que a su vez es un fruto de la mente reactiva que impulsa al ser humano a tal o cual cosa, a sentir deseo, apetito, a necesitar".

Alguna vez un estudioso dijo que hay especies que viven porque se adaptan. ¿Qué las impulsa a adaptarse? ¿Qué las impulsa a ser como son? ¿Por qué el mamífero depredador ataca al mamífero indefenso, un león a una cebra, un guepardo a una gacela? Es instinto.

Me diréis: -Bueno, por algo tenemos cerebro. El cerebro de alguna manera es "inteligente" y hace que tengamos ese instinto heredado de nuestros antecesores.

 

Muchos años atrás hemos dicho que aquel homínido prehistórico se manejaba únicamente por impulsos, era mente reactiva pura, mente reactiva impulsiva, sí. Si divisaba un animal depredador no tenía tiempo de pensar, su mente reactiva impulsiva lo hacía huir de inmediato. Hasta que con el tiempo él y su tribu fueron desarrollando distintas armas para poder defenderse, ya había un ápice de mente analítica. Pero volviendo a esa mente reactiva impulsiva, la podéis llamar instinto. Bien.

Vosotros, seguramente, habréis visto un vídeo de una ameba fagocitándose uno o dos paramecios. ¿Instinto? Una unidad biológica unicelular no tiene cerebro.

 

Alguna vez un escritor estudioso escribió un libro llamado "El gran diseño", como que el Absoluto, nuestro Padre, no sólo diseñó el Universo sino también las unidades biológicas donde encarnar.

Retrocedamos nuevamente, volvamos a la ameba. La ameba con sus seudópodos rodea al paramecio, lo envuelve y prácticamente lo licua digiriéndolo. Hay algo grabado en su ADN, en su genética que le hace hacer eso. Y el paradigma es que ahí no hay diseño alguno. No. La cadena de ADN y de ARN no es diseño, es un programa. Si la genética es un programa esto significa que nosotros estamos programados. ¿Va en contra de nuestro libre albedrío cuando estamos encarnados? Podemos elegir, podemos obrar pero es intrínseco el necesitar, el desear, el tener apetito, el tener impulsos. La mente analítica también es un programa: el programa de contenernos, de evitar esos impulsos. Quizás en las mentes complejas no se note tanto la programación, los animales se aparean, se alimentan, defecan,

 

Cuanto más pequeña es la unidad biológica, cuanto más "básica" es la unidad biológica es más sencillo darse cuenta, ahora que lo sabéis, de que ese "instinto" -también entre comillas "instinto"- es un programa. Porque no hay ningún erudito que haya dicho antes que la vida unicelular se alimenta una de la otra porque está programada para hacerlo, recordemos que a su manera los animales pequeños son seres mínimamente pensantes y los seres unicelulares directamente no son pensantes.

 

¿Os habéis preguntado muchísimas veces qué impulsa a una ameba a alimentarse?: Porque está escrito en sus genes. Está bien, la palabra no es escrito, es programado. Entonces, no somos el gran diseño, somos el gran programa, aunque le pese al erudito que escribió ese libro.

En lo macro el Universo mismo es un programa, la duración de cada estrella hasta que se le acaba el combustible nuclear, la duración de cada especie, que se ya se ha develado muchos años atrás, todo es un programa. Pero lo más importante es poner énfasis en que todas las unidades biológicas están programadas para tal o cual cosa. Y reitero, cuanto menos complejas son más sencillo es darse cuenta de que hay un programa dentro. Y al revés, cuanto más compleja es una unidad biológica, por ego, por suficiencia -la unidad pensante más compleja de este mundo, el homo sapiens- su orgullo le va a impedir reconocer que es un ser programado al igual que la ameba, aunque parezca que hay tamaña distancia. Y no, todo está programado.

 

Seguramente nosotros, como seres suprafísicos conceptuales también estamos programados. De no ser así, ¿por qué esa necesidad de querer encarnar, de sentir la brisa sobre el rostro, de querer gozar de los cinco sentidos físicos?

De nuevo me diréis: "¿Y qué hay con los seres suprafísicos menos conceptuales?". Bueno, su programación suprafísica también los impulsa a encarnar. ¿O acaso no se dio la oportunidad que hasta la ameba tiene su espíritu encarnado en un 10%? El espíritu de una ameba es apenas conceptual, casi nada conceptual, sin embargo encarna. Entonces, en el mundo suprafísico tampoco hay diseño, hay programación. Eón no es el Gran Diseñador sino el Gran Programador.

 

Gracias por escucharme. Hasta todo momento.

Johnakan Ur-El.