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Únicos, no especiales
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Únicos, no especiales. 15-10-2015 Por Jorge Raúl Olguín.
Único es ser distinto pero no especial. El universo contiene muchos otros planetas también únicos pero también tan especiales como el nuestro. Único, distinto entre la diversidad de mundos con distintas condiciones ambientales. Nuestro mundo alberga vidas que no podrían vivir en otro.
Jorge Olguín: Os quería comentar que somos un planeta único. No confundáis único con especial, único en el sentido de que tenemos un satélite bastante grande en relación con su planeta -no digo que sea un planeta doble como en el caso de Plutón y Caronte, que su tamaño es muy similar- pero un satélite tan grande, de alguna manera, afecta al planeta en cuanto a las mareas, su órbita alrededor de su planeta, tiene la misma cantidad de días que el periodo menstrual de la mujer. Hay muchos exoplanetas tipo Tierra y los científicos son tan ingenuos, por así llamarlos, o infantiles, que festejan el haber encontrado un mundo muy, muy similar a Sol III a quinientos años luz cuando aún no hemos llegado a Sol IV, Marte, que está apenas a tres minutos luz en su punto más cercano, tres minutos luz. Va a pasar bastante tiempo para que la tecnología de este mundo, si es que la raza sobrevive, pueda llegar a otros mundos potables con atmósfera similar a la terrestre, con la misma presión atmosférica para que el ser humano se adapte, porque Marte, Sol IV, casi carece de oxígeno, su atmósfera muy tenue, es de dióxido de carbono. Hay satélites con una enorme posibilidad de vida en los gigantes gaseosos, Júpiter, Saturno, pero no vida humana al igual que en otros mundos. Nosotros, ya sea por una información incompleta -no digo equivocada, incompleta, de los científicos o bien de muchos escritores de ciencia ficción, en la década del cincuenta del siglo XX- nos imaginábamos a marcianitos verdes con un metro de altura con antenitas. A partir de Roswell la humanidad se pensó que todos los seres de otros mundos eran grises. Hay un tema que seguramente los Maestros no nos han comentado, los grises no son asexuados. En los dibujos o en las fotos falsificadas se los ve desnudos y asexuados, lo cual no es cierto. Pero hay mundos con una presión atmosférica absolutamente distinta, con una temperatura absolutamente distinta, con características diferentes pero la vida es tan, como podría decirlo con palabras, tan fecunda que aparecen en los lugares más hostiles. Hay una ley -en realidad no hay una ley, yo lo digo, yo, Jorge Olguín lo digo-, cuanto más hostil es la región, el mundo, el planeta, la vida es más pequeña, seres unicelulares o multicelulares pero pequeños. La vida compleja, ya sea humana o vegetal, en mundos muy hostiles es poco probable, eso no significa que no se desarrollen otras formas de vida también inteligentes, inconcebibles, indescriptibles a nuestro entendimiento, a mí entendimiento. En nuestro propio planeta nosotros podemos morir ahogados y si sacas un pez fuera del agua también muere porque sus branquias respiran el oxígeno a través del agua. Incluso hay peces que no precisan el oxígeno. Hay un pez llamado betta que los pones en una pecera sin el aparato que burbujea para dar oxígeno al agua. Ya hemos comentado que hay bacterias que resisten 400 grados Celsius de temperatura por lo cual el paradigma de Pasteur de hervir el agua a 100 grados y mata a todo germen no es cierto. De todas maneras sí elimina a la mayoría, no hay que dejar de hacerlo. Voy a explicar para que se entienda, antes de terminar esta pequeña sesión, qué es una zona habitable visto -aclaro-, visto desde el punto de vista humano. Una zona habitable es aquella en que el planeta disponga de la temperatura adecuada, tipo Tierra. Por ejemplo, ese mundo que descubrieron a quinientos años luz no está a ciento cincuenta millones de kilómetros de su estrella como nosotros del Sol, está quizás el doble de distancia. ¿Por qué? Porque está en una enana roja pero que desprende más temperatura. Entonces se llama zona habitable a aquella cuyas características le permitan sobrevivir a seres humanos. O sea, siempre lo vemos desde nuestra óptica. Por ejemplo la estrella Aldebarán, su zona habitable está más allá de los mil quinientos millones de kilómetros, diez veces o más la distancia de la Tierra al Sol, porque si estuviéramos a ciento cincuenta millones de kilómetros moriríamos abrasados, cocinados. Para que se entienda lo que es zona habitable humana o tipo humana. Capaz que también valga para los grises. Pero seguramente hay otras razas que se van adaptando a otras presiones atmosféricas, a otra composición atmosférica, a otra temperatura y les sería imposible vivir en un ambiente terrestre. Para ellos su zona habitable es distinta a la nuestra, ellos mirarán con sus telescopios espaciales, con sus telescopios infrarrojos y verán otros sistemas estelares, su zona habitable será distinta a la nuestra, más cerca o más lejos a su estrella de acuerdo a su composición física. Por eso somos únicos, porque aparte son muy pocos los mundos que coincidan en tener una luna grande en comparación con su planeta que crea las mareas, un planeta que tenga una inclinación como para tener cuatro estaciones y muchísimas cosas más. Yo no soy científico, no podría dar especificaciones. Somos únicos pero no especiales, pero somos tan infantiles que como en este momento no tenemos las posibilidades ni siquiera de llegar a un mundo a tres minutos luz y aunque en la próxima década quizá lo hagamos, de ahí a terraformarlo, o no, ni siquiera sé si estaremos como raza. Por último, pensamos en terraformar el cuarto planeta cuando estamos destruyendo el tercero con el efecto invernadero, talando selvas, bosques, contaminando las aguas, haciendo guerras desde hace miles de años. De verdad que a veces me pongo a pensar, muy seriamente me pongo a pensar, pero muy seriamente, hay grandes músicos ante los que me inclinaría y me sacaría el sombreo, grandes pintores, grandes matemáticos, genios de la biología, genios de la informática y a su vez tan infantiles... No ellos, otros. Tuve un debate con una conocida filósofa que me respondió algo que tiene razón. Yo le comentaba que el descubridor de una vacuna que salva miles de vidas tiene el mismo ADN que aquel que fabrica bombas que mata a millones de vida. Y me dijo: -Sí, es cierto, Jorge, pero tienes que tener en cuenta esto: Los factores externos. Esto no significa que por tener el mismo ADN todos seamos iguales, hay infinidad de factores externos y acá no estamos hablando del espíritu ni nada por el estilo, estamos hablando directamente del ser humano. Y es cierto, tiene razón la señora filósofa, son los factores externos. Obviamente que esos factores externos -esto es mío-, tienen que estar acompañados por una predisposición porque si no hay una predisposición, por más que yo sea criado en un ambiente negativo no significa que yo copie ese ambiente y mi vida luego se transforme en algo negativo y mi conducta sea tal. Podría seguir haciendo comentarios pero era esto. Gracias.
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