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Charla sobre la vida. 3/6/12

Grupo Elron

Comentó que no todos tenemos el mismo punto de vista sobre los mismos temas y que, por tanto, nuestras opiniones pueden ser hasta encontradas, aun cuando nos mueva la búsqueda de la verdad. Y que esto ocurre con las entidades del plano físico y las de los planos suprafísicos.
Las entidades Maestras y de Luz pueden y deben esmerarse en difundir mensajes libres de cualquier error o ambigüedad, debido a la interpretación y al horizonte que cada uno tiene.

 

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Jorge Olguín: Voy a tocar el tema de la vida. De la vida física y de la vida suprafísica. Comienzo con la vida física.

En la vida física he conocido personas que hacen el bien. He conocido políticos que hacen el bien, he conocido senadores, diputados en países supuestamente avanzados que tienen ideales y, sin embargo, están enfrentados aun teniendo ideales porque los ideales pueden ser distintos en ambas personas o en gran cantidad de personas. Un ideal no tiene que tener necesariamente un común denominador; puede haber distintos horizontes, un horizonte para cada ideal. Entonces, las personas pueden no acordar. Y eso sucede siempre y es normal que así sea porque la diversidad de opiniones y el debate enriquece a todos.

Si la diversidad de opiniones quedara solamente en eso y no hubiera un debate o confrontaciones amistosas no enriquecería porque quedaría en opiniones aisladas y nada más. En la vida suprafísica es exactamente lo mismo. En ningún momento se afirmó que unos seres sean más inteligentes que otros porque no se baja o sube de nivel por inteligencia, ni por conocimiento, ni por experiencia sino por intención, por actos o concepto hostiles, por roles de ego. Ahora bien, se entiende, es lo que se ha dicho siempre, que generalmente una entidad de Luz suprafísica va a tratar de emitir opiniones que estén de acuerdo con la verdad. El tema es, ¿con qué verdad? Porque, al fin y al cabo, una entidad suprafísica no es Dios, que es omnisciente; una entidad suprafísica es limitada, menos limitada que el ser encarnado, obviamente, pero limitada al fin y puede tener su punto de vista y puede emitir su opinión conceptual, como nosotros seres encarnados emitimos nuestra opinión, y podemos equivocarnos. Como cuando votamos por determinado político y ese político nos defrauda, cuando elegimos una pareja y esa pareja no es lo que era o de repente tenemos un amigo y ese amigo no es lo que era y nos defraudan.

Porque somos falibles. Y es correcto que así sea, correcto en el sentido de que, al ser falibles, justamente buscamos el camino de la superación, no todos, porque algunos se quedan cómodos en su sillón.

En el mundo suprafísico es exactamente lo mismo. Hay entidades que opinan sobre determinado tema y, si bien la pasión abarca el plano 2 del error y el plano 3 de la superación no abarca el plano 4 ni el plano 5, plano Maestro y plano de Luz, porque la pasión es parte del ego porque es emoción pura. De alguna manera, a veces, indirectamente, es lo que supongo obnubila a veces determinado razonar. Y sabemos que el preconcepto es juzgar antes de tiempo; el preconcepto es un prejuicio. ¿Puede tener prejuicio una entidad de Luz, siendo que una entidad de Luz es 100% objetiva? No es para nada subjetiva porque habría una contradicción en mi forma de expresar. Lo objetivo no puede tener contradicciones porque está describiendo el hecho tal cual es. Sin embargo, sí hay preconceptos en lo objetivo porque podemos tener distintas miradas.

Acaso no está el cuento de los elefantes, que tocas las patas de una mesa y uno dice: "Es una columna"; el otro dice: "es un árbol", y así sucesivamente, porque, al no verlo, se manejan únicamente por el tacto. Pero las entidades de Luz no son ciegas conceptualmente, no pueden confundirte. ¿Entonces por qué emiten una opinión con la cual otra entidad de Luz puede no concordar? Porque tendrán su punto de vista conceptual, es lo que entiendo. Sucede que a veces hay -como sería la palabra- errores de concepto muy grandes como, de repente, no sé, opinar sobre un partido político o sobre una idea o sobre una filosofía o sobre determinada religión, afirmando determinada cosa. Y, luego, viendo objetivamente aquello sobre lo que se ha afirmado vemos que no es tan así. Entonces, ¿qué sucedió? ¿La entidad tuvo un falso punto de vista o exageró en su cometido? Pero cómo puede exagerar una entidad que es objetiva porque si fuera subjetiva formaría parte del ego y no estaría en un plano de Luz. Entonces, acá hay una pieza que no encaja en el rompecabezas; por lo menos a mí no me encaja en el rompecabezas, salvo que esa entidad no esté en un plano de Luz.

Entiendo de que hay personas encarnadas en el plano físico que en vida han sido malos padres, malos esposos, malos amigos, mala gente en una palabra y, sin embargo, al desencarnar, han estado en un plano maestro 4 o en un plano de luz 5 por las obras que ha dejado: una vacuna que salvó miles de vidas, una enseñanza filosófica que le enseñó a pensar a muchos, etc., pero es como que te queda cierta urticaria en el pensamiento, diciendo tanto pesa en el platillo de la balanza la obra por cómo piensa la persona. Entiendo que sí. He leído en alguna enciclopedia historias de músicos, de descubridores de vacunas, de inventores, de escritores, de pianistas muy conocidos que en su vida personal eran un poquito más bajo que malos y, sin embargo, están en un plano alto por lo que han dejado.

Quizá sea también ego buscar el meollo a todo, buscar el defecto a todo, porque, al fin y al cabo, digamos que, como dijo mi thetán Johnakan hace casi una década y media, nadie te sube ni te baja de nivel, o sea, que es automático de acuerdo a tu actitud, a tu intención, etc. ¿Quién soy yo como 10% para rebatir eso o para incomodarme eso? Si una ley inherente a Dios, ya explica, dice o está estipulada que pesa más en la balanza un legado que lo que hizo la persona en vida, bueno, por algo será. También tendrá que ver cuánto pesa el legado y cuánto pesa el acto hostil de la persona en vida. Supongo que si hay personas que en vida fueron criminales por más legado que hayan dejado van a estar en un plano del error, pero no me quiero desviar del tema.

Vuelvo al comienzo, la vida física y la vida suprafísica. Yo he conocido gente de poder, he conocido jueces, he conocido senadores y he conocido diputados personalmente, ex-presidentes he conocido personalmente, incluso los he abrazado. No voy a dar nombres pero hablo de un ex presidente argentino al que conocí y abracé y era una muy buena persona. Sin embargo, en su política se equivocaron muchísimo y hay otros que antagonizaban con él -que también eran buenas personas- y, sin embargo, políticamente eran enemigos irreconciliables.

Entiendo que en el plano suprafísico no pasa eso porque es como el famoso dicho que el águila puede visualizar mucho más allá que la hormiga por la altura que tiene pero visualizar más allá no siempre significa ser objetivo, digamos que hay cosas que hay que reverlas y tener una segunda opinión. Por ejemplo, yo, de repente, quizá me tenga que operar -es un decir- y voy a un médico cualificado y el médico me dice "sí, tal y tal cosa" y de repente pido una segunda opinión y el segundo médico me dice "no, no hace falta operarse, tomando determinado comprimido, usted se salva de la operación". Y esto que estoy contando me ha pasado en la vida real a mí hace unos años atrás, que un médico me quería operar por un tema vesical y otro médico directamente, con preparados magistrales, me ha salvado de la operación, y el otro médico era bueno y el otro médico, también era bueno.

Yo no tengo una seguridad de que -y es mi manera de pensar y prefiero decirlo y no ser hipócrita- de que en los planos suprafísicos los maestros sean infalibles y nunca se equivoquen; pueden equivocarse, ok, pero de equivocarse a emitir un juicio equivocado sobre una filosofía, sobre una tendencia grupal ya es distinto porque ahí entra lo subjetivo -como ya dije antes- y me reitero, no porque me olvide de lo que dije anteriormente sino porque yo mismo estoy tratando de encontrar las respuestas mientras hago este monólogo y, honestamente, en este momento no encuentro la respuesta. Y no tiene que ver con la decodificación, en absoluto, no tiene nada que ver. Mi interés, como ser humano en esta encarnación, es tratar de difundir los mensajes que sirvan, que sean útiles, que sean importantes para unir, no para criticar, para desunir. Obviamente, que si a mí me preguntan o a mi Yo Superior le preguntan qué opina de una religión terrorista obviamente que voy a estar 100% en contra pero cuando se trata de cosas muchísimo más leves creo que hay que tener cierta amplitud de criterio y he notado en algunas entidades -y ahora no me toméis como crítico- suprafísicas que no son amplias de criterio, no las veo amplias de criterio. Quería comentar eso, nada más. Yo simplemente soy una unidad biológica encarnada que trata de hacer las cosas bien y es como que es una regla inversa. Se piensa que ahora es más fácil que hace 2000 años porque ahora tenemos más mecanismos de difusión –televisión, radio, internet, móviles, wifi, bluetooth- pero también tenemos mucha gente que se alimenta de distintas corrientes, tenemos muchos maestros. Lo traduzco al español: tenemos muchos generales y no tenemos soldados. Todos quieren dirigir la tropa pero cuantos más generales tengamos menos tropa va a haber, cuantos más dirigentes haya menos obreros va a haber, cuantos más maestros haya menos discípulos va a haber. Entonces, no se puede enseñar lo que aún no se ha aprendido. Se trata de eso, de que muchos tratan de enseñar lo que aún no han aprendido porque, directamente, como se ha dicho tiempo atrás, muchos son loros y esta ave simpática llamada loro su decodificador no razona lo que dice sino que directamente repite con sus cuerdas vocales lo que escucha del humano, pero no lo razona. Y da la impresión de que las cosas se tienen que razonar. Hay que apoyar lo que haga bien y, entendiendo de que en el plano físico no somos perfectos ni mucho menos, tenemos que tener el coraje de reconocer los errores. Yo mismo me equivoco diariamente pero tenemos que tener la voluntad de enmendar esos errores estando encarnados. Si nosotros, estando encarnados, buscamos enmendar los errores -primero reconociéndolos- entiendo que en el plano suprafísico les va a ser más fácil.

Pero es mucho más difícil transmitir un mensaje hoy que hace 2.000 años atrás. Antes te subías a una montaña y te escuchaban 30 personas; ahora te puede escuchar 30 millones pero, como hay tantos maestros, cae en saco roto el mensaje. Antes los 40 o los 50 que te escuchaban te escuchaban con pasión, con deseos de aprender, con deseos de ser ilustrados, con deseos de tratar de imitar a aquel que daba el mensaje. Hoy no buscan imitar, hoy buscan cavar una fosa y tapar al que da el mensaje porque cada uno trata de dar el suyo; digamos que es una lucha de egos. En aquella época ni había este tipo de egos; había otros tipos de egos. Por ahí te cortaban el cuello por nada. Era otra época más salvaje pero menos hipócrita, por lo menos no en la vida común de las aldeas. En los templos eran hipócritas. Por algo mi maestro dijo: - Ay de aquellos que se rasgan las vestiduras. Esto significa hacer teatro -amo a Dios, amo a Dios y me rasgo la ropa-. No, no basta con eso porque después vas a la calle y le pateas el tarro con las monedas a un mendigo y le desparramas las monedas en el piso, cuando 15 minutos antes te rasgaste las vestiduras. Eso no sirve. Hay que alentar la unidad y no competir. Está perfecto tener ideas propias porque si todos van en pos de una cabeza se olvidan de pensar por su cuenta porque la cabeza piensa por ellos. No, está mal eso. Las personas tienen que pensar por sí mismas y debatir. Debatir no es competir. Debatir pero no dejar de pensar porque si no se mal entiende. Se puede pensar sin ser todos maestros y aportar. Compitiendo no se aporta; se aporta si se compite en un deporte pero no si compito en querer ser más. Entonces, lo importante es aportar.

Dos borricos

Cuando era chico -y esto capaz que ya lo conté en una oportunidad- me regalaron un libro donde había dos mulos atados -o dos borricos- con una soga de dos metros y a cada lado había una parva de heno para comer a 4 metros de distancia. Y cada burro tiraba para un lado y obviamente que no llegaban porque tenían fuerzas iguales y ninguno comía. De repente se miraron y se les prendió la lamparita, se unieron y fueron los dos a comer de una parva. Y cuando la terminaron fueron los dos a comer de la otra y la terminaron porque, en lugar de cinchar cada uno por su lado, se unieron y pudieron comer ambas parvas. O sea, que aportaron ideas. Se trata de aportar.

Igual queda un tema pendiente, que queda inconcluso: ¿cómo una entidad de Luz puede ser subjetiva si lo subjetivo es ego?

"Solo sé que no sé nada", dijo aquel gran filósofo de rostro para nada sabio pero con una sabiduría inmensa, cuyo su discípulo dejó sentado en diversos libros porque él no escribió nada.

No se me ocurre decir más nada.

Gracias.