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Debate 10/6/06

Grupo Elron

 

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Diálogo-debate entre Karina y Jorge Olguín 10 – 06 – 06

 

Jorge Olguín: Siempre hago hincapié en que en todo lo que se haga es importante el equilibrio. Y que los extremos son negativos, para un lado o para el otro. Así como el extremo que busca el libertinaje es algo absolutamente rechazable, también la extrema pobreza era algo que el propio Schopenhauer, el filosofo alemán, había dicho: “Huid de los demasiado puros que como el agua destilada no son potables”. Pero vos habías dicho que nunca la extrema pureza puede ser mala, porque la extrema pureza es de Dios. Seguramente, Schopenhauer y yo mismo, Jorge Olguín, nos referíamos en realidad no a la extrema pureza sino a aquellos que se disfrazan de censores, aquellos que no son realmente puros, sino que con un disfraz egoico se visten de puros y buscan señalar con el dedo a todos. Me refería a eso. Entonces para hacer un pequeño repaso y que los consultantes queden con su idea clarificada. El equilibrio, el centro, es el camino correcto. Los extremos siempre van a ser lo irritable, no negativo. Cuando yo me refiero a la extrema santidad, bienvenida sea. Esa santidad de la madre Teresa, esa santidad que tiende la mano, esa santidad que vibra con el corazón del otro al unísono. Lo reprochable, lo recalcable negativamente es estar en la acera del censor, el represor, el que en psicología sería el Super Yo. Aquel religioso que vistiéndose de extrema pureza te mira como diciendo, “tu eres un pecador y tu no estas ni siquiera al alcance de mi mirada, ni siquiera al alcance de mi respiración.

Karina: Ni siquiera Dios hace eso.

Jorge Olguín: ¡Por supuesto que no! ¡Por supuesto que no! Porque Dios está tanto en el ser más elevado, como puede ser la madre Teresa en el siglo XX o Krishnamurti, como en el ser más malévolo, buscando despertar su conciencia. ¡Claro que no! Eso es lo que yo quiero que quede entendido. Si desearía, si me gustaría que pudieras hacer una reflexión con respecto a Dios, con respecto al Todo, con respecto a la Nada… Lo que salga de dentro de tu corazón.

Karina: Bueno, estoy de acuerdo con vos acerca de lo que acabas de explicar. Digamos, una cosa es la absoluta, la plena santidad, la santidad del amor. Esa es la correcta, porque esa es la que viene de Dios. Entonces si viene de Dios y es solamente amor, sólo nos puede dar enseñanza y nunca represión. Porque la represión no es del amor, por lo tanto no es de Dios. Así que tenemos que rechazar todo lo que no nos permita ejercer el libre albedrío. A todo lo que nos enseñe, y a partir de esa enseñanza podamos reflexionar y tomar un camino amoroso, bienvenido sea. Por eso es importante que para poder ejercer el libre albedrío que tengamos conocimiento de las cosas, amplitud de criterio, y que tengamos nuestro corazón que bebe de ese amor de Dios. Dejemos que ese amor absoluto, que cada uno de nosotros como seres humanos tenemos un pedacito de el adentro nuestro, permitámosle que crezca. 5:00 Seamos de la religión que seamos. Yo siempre pensé que las religiones eran escuelas. Pero te digo que es un pensamiento que lo tengo desde muy chica, surgen teorías que… ¿por qué tantas religiones? Si al fin y al cabo Dios es uno solo. El Creador es uno. Yo tomo las religiones como que son distintas escuelas. Lo que pasa es que en realidad las distintas escuelas han surgido de las enseñanzas de distintos Maestros. Para algunos Maestro es Buda, para otros fue Jesús, etc. Digo etcétera porque no estoy tan puesta en las religiones del mundo. Y en definitiva, bueno, vengamos a tomar el mensaje de amor de cada uno de aquellos Maestros, pero seamos amplios de criterio. Yo creo en el amor y en la enseñanza de Jesús, pero también creo que Buda ha enseñado muchas cosas muy aprovechables.

Jorge Olguín: Si como el desapego. Quisiera en este momento hacerte una pregunta y voy a hacer una breve reflexión. Si tu eres madre y ves que un hijo tuyo sufre, ya sea por una herida física, por una herida moral, por una herida psicológica, por un engrama, por roles del ego, por lo que fuera, entiendo, poniéndome en tu mente, en tu alma, en tu corazón que tu vas a sufrir tanto o más que el, por tu rol de madre, por tu rol de hermana espiritual de ese hijo que tienes, ¿no? Bien, entiendo humildemente, obviamente estoy convencido de ello y en eso si que nadie me va a apartar de esa forma de creer, de que si Dios es padre de todos nosotros y nos ama con un amor mucho más infinito, que ni siquiera podemos llegar a imaginar nosotros, su sufrimiento al ver nuestro sufrimiento es inconmensurable. Entonces mi pregunta es, ¿qué opinas de aquellos santos o santas de la antigüedad que se herían para agradar a Dios? O lo que hacen hoy mismo algunos en las Islas Filipinas que se laceran en la época de Pascua para agradar a Dios, pensando que Dios los va a querer más si se hieren, si se sacrifican, si ayunan… ¿Cuál es tu pensamiento con respecto a eso?

Karina: Yo creo que como en muchos casos el hombre siempre desvirtúa las enseñanzas, a pasado con Jesús, a pasado con lo que hablabas hace un rato que hablabas de la Iglesia en una grabación anterior. Siempre el hombre desvirtúa, porque no es amplio de criterio y termina dando por hecho algo que el piensa y por no permitir al otro, al discípulo tener libre albedrío le impone una idea, y le dice que todo lo que no es como el dice es incorrecto.

Jorge Olguín: Y así fue como…

Karina: Yo lo que te podría decir es que si Dios es todo amor, Dios nos permite el libre albedrío. Porque nos ama infinitamente. Aquel que te permita, que te enseñe, que te permita el libre albedrío, entonces estamos hablando de que, ahí estamos viendo una lucecita, una lucecita de un amor puro. Todas aquellas enseñanzas que te censuren o que te castiguen, no surgen del amor.

Jorge Olguín: O que te persiguen…

Karina: No es el pleno amor. Y cuando estamos hablando del caso de estos santos que se lastimaban así mismos para agradar a Dios. ¡Qué equivocados que estaban esas personas! ¿Sabes cuantos santos habrá, que realmente son santos y que jamás se dieron a conocer? Porque la santidad busca amar y ayudar y no busca ser reconocido. 10:00 La santidad no solamente la vamos a encontrar en todos aquellos que están calificados como santos. Tratar de ser santos, a parte de que nunca vamos a ser santos porque solamente es puro y perfecto Dios, pero, ¿por qué no aspirar a la santidad? Aspirar a la santidad significa el tratar de ser lo más puro que podamos, en nuestros actos, en nuestros pensamientos… Esa pureza, esa intención de ser cada vez mejor es grata.

Jorge Olguín: Es muy importante para que los consultantes se vean más clarificados aún, que si bien una persona aspira a la santidad, al servicio, no busca trascender, no por ello no vamos a difundir los mensajes. Si por ejemplo me decís estas hermosas palabras que quedaron ahora grabadas, que no fueran difundidas, sería estéril…

Karina: No hablo de que no sean difundidas las palabras. Al contrario, las palabras…

Jorge Olguín: De amor…

Karina: …de amor deben ser difundidas. Yo lo que no estoy de acuerdo es con levantar altares o hacer estampitas acerca de: “¡Oh, esta persona es santa!”. Sólo Dios sabe si ha sido santo o no.

Jorge Olguín: Por supuesto, por supuesto.

Karina: En cuanto a si las personas que aspiren a tener una vida cada vez más perfecta se lastimen, eso de lastimarse así mismo, el auto sacrificio, es totalmente equivocado. Si yo fuera madre, bueno en realidad si soy madre, si yo estuviera cruzando la calle con alguno de mis hijos y de repente viniera un auto. Y yo en ese instante, si pudiera pensar en un solo segundo, que bueno, que empujando a mi hijo no importa que me arrolle el auto, pero yo lo salvo. Ese sacrificio es válido. Porque yo…

Jorge Olguín: Porque no es un sacrificio estéril.

Karina: Estoy dando mi vida para salvar a un ser amado. Lo que es estéril es lastimarse, estar encerrado en un convento y estar caminando sobre piedras o sal como se usaba antes, o lastimarse, lacerarse a uno mismo para agradar a Dios. Eso es totalmente patológico.

Jorge Olguín: O que tu me vengas pidiendo ayuda y que yo te diga: "Oh, pero no importa hermana, mañana ayunaré por ti. ¿Y a ti de que te sirve que yo ayune? O mañana caminaré sobre brasas por ti. Ese es el sacrificio que no solamente para mi es estéril, sino que lo veo ilógico y no le voy a poner otros epítetos porque a alguno le podría sonar ofensivos, porque por ahí pueden estar susceptibles muchos de los que escuchen esta grabación. Simplemente quiero decir que en una nota que tengo en mi página web de Instituto Akira, www.jorgeolguin.org, explico la diferencia entre el servicio y el sacrificio. Y, obviamente me quedo con el servicio. El servicio con gozo, el servicio sin ningún tipo de obligación, el servicio que Dios aprueba porque es lo que nos hace evolucionar…

Karina: Creo que se ha distorsionado mucho la palabra sacrificio. La palabra sacrificio desde "me voy a lacerar para que Dios este contento", es totalmente equivocado y patológico. El voy a dar, hay una persona que tiene hambre, de nada sirve decir yo ayuno mañana por ti. Lo más lógico es: "Ven hermano, tengo solamente un pan. Partámoslo por la mitad".

Jorge Olguín: Pero eso no es sacrificio, eso es servicio.

Karina: Eso es servicio.

Jorge Olguín: Eso es servicio.

Karina: Si yo tengo que sacrificarme, como te di el ejemplo del auto hace un rato, o digamos que yo empujaba a mi hijo para salvarlo, sabiendo que me iba a agarrar a mi el auto, pero que lo salvaba a el, es un sacrificio válido.

Jorge Olguín: Claro…

Karina: Eso no es servicio, es un sacrificio válido.

Jorge Olguín: Pero te voy a dar un ejemplo de un sacrificio no válido. Y esto lo pueden escuchar, incluso, las personas de toda religión. Había una joven que era ferviente creyente de María y equivocadamente admiraba más seguramente la imagen que representaba la estatua, que María espíritu. Y para aquellos que no conocen Buenos Aires se camino desde Adrogué que esta en un extremo sur del gran Buenos Aires hasta San Nicolás, que es en la parte norte del gran Buenos Aires. Y son kilómetros y kilómetros de caminata, para ver una imagen de lo que en ese momento la Virgen María. 15:00 Un reportero, un periodista de un canal de televisión le preguntó: "¿Y tu por qué has hecho esta caminata?" Y dice: "Porque la Virgen merece mi sacrificio." Mi pregunta siempre fue, una pregunta hacía mi mismo. ¿Ni siquiera se ayudo así misma? Seguramente si, ayudo a fortalecer su fe, y eso no lo censuro para nada, porque a parte no esta en mi censurar, muy bien lo de esa niña si ha caminado todo eso, y quizá por un efecto placebo le ha fortificado su fe y el día de mañana tiene logros. Lo negativo de la nota es que muchos de los miles de televidentes que la habrán visto piensan que si caminan 30 kilómetros, un tío se va a sanar, una madre va a mejorar tal síntoma… ¿Se entiende a dónde yo quiero llegar?

Karina: ¿Cuántas horas camino esa mujer?

Jorge Olguín: Habrá caminado, seguramente, 12 horas.

Karina: ¿No hubiera sido más provechoso si hubiera estado 12 horas prestando servicio a un comedor dónde hay muchos niños o a un hospital dónde tantas personas están internadas sin familiares?

Jorge Olguín: Por supuesto que si. Eso es lo que yo quiero trasmitir a los consultantes.

Karina: Aprovechemos nuestras ideas.

Jorge Olguín: No me malentiendan aquellos que son religiosos ortodoxos, no estoy invalidando ninguna postura, simplemente estoy eligiendo que le es más útil al otro. Porque si yo voy a servir a Dios y a Dios no lo puedo tocar,lo puedo sentir, no con mi cuerpo sino con mi alma, pero no tocar con mis manos. La única manera de serle útil a Dios, es serles útil a ustedes, a vosotros, a los que me escuchan. Entonces yo voy a ser más útil, que esa niña que vino de ese lugar llamado Adrogué, voy a ser más útil en una escuela dando útiles o bancos o pizarras, en un hospital leyendo aunque sea un libro a un enfermo, o donando sangre, o a un comedor llevando comida que yo no use, o a un albergue llevando ropa vieja…

Karina: ¡Eh, eh! ¡Ojo! No solamente tenemos que dar lo que no nos sirva, tratemos de compartir, porque eso no sería servicio.

Jorge Olguín: Por supuesto, por supuesto…

Karina: Tratemos de dar no lo que no nos sirve, el alimento que no comemos, la ropa que nos resulta vieja y fea.

Jorge Olguín: No, no, no. Correcto, correcto. Gracias por la interrupción. El propio Maestro Jesús dijo: "Es más noble lo que hace la anciana que da dos monedas, al rico que da una bolsa llena de monedas porque le sobra". Tienes razón en eso y es correcto. No solamente la ropa vieja, también compartir lo que sea de aprecio para uno. Y es muy oportuna tu interrupción porque de repente tengo un libro muy valioso de un autor que adoro, y de repente lo correcto es dártelo para que compartas esa lectura conmigo. Si yo ese libro no lo doy, entonces te estoy mezquinando la enseñanza de ese autor. Es muycorrecto eso, es correcto, si, si.

Karina: Con eso no vayamos al otro extremo de vaciar nuestra nevera y de dejarlos sin comer a nuestros hijospara dárselo a los pobres. Y eso lo has aclarado en muchas oportunidades.

Jorge Olguín: Doy un ejemplo y con esto terminamos…

Karina: Seamos equilibrados, compartamos en toda la medida que nos sea posible.

Jorge Olguín: Tengo un ejemplo. Había un templo frente a la casa de una señora que tenía cuatro hijos. Y ella tenía un tazón, grande, lo que en algunos países se llama bol, con arroz. Y pasó una mendiga y le dio envuelta en una bolsa de plástico todo el arroz. Sería casi 1 kilo. Estamos hablando de un poco más de 2 libras. Y luego se lo comentó al que era el que dirige el templo de enfrente, de la acera de enfrente. "He hecho una obra de caridad". "No, no has hecho ninguna obra de caridad, hermana. Porque has dejado sin comer a tus cuatro hijos. Y a parte no has comido tú tampoco. ¿No hubiera sido mucho más fácil que comieras tú, tus cuatro hijos y la anciana mendiga en la mesa de seis, y hubierais compartido el arroz entre seis? 20.21 Entonces, aún la misericordia tiene que ser equilibrada. No comparto lo de aquellos santos que dan todo y se quedan ellos desnudos. ¡Partamos la capa en dos! Yo me llevo una mitad y tú te llevas la otra mitad y nos abrigamos los dos con el 50% de la capa. De todas maneras, todas estas palabras que hemos dicho, son un granito de arena pequeñito, comparado con la sabiduría del Eterno. Pero bueno, si aunque sea suma un milímetro, un centímetro, una pulgada, con eso nos damos por satisfechos. Que sume un poquito más de conocimiento y que el conocimiento bien aplicado se transforme en sabiduría.

Karina: La evolución del ser humano va a ser efectiva cuando aprendamos a ser optimizadores, cuando tus palabras en la posteridad, bueno que hayan tomado tus palabrasy que hayan tomado las palabras constructivas de otra persona, y de otras y otras. Y que ese conocimiento se lo pasen a sus hijos y que estos adopten nuevas ideas optimizadoras para aplicarlas a su propia vida y así ir evolucionando y pasar ese conocimiento a sus hijos y así progresivamente. ¡Esa va a ser la evolución del ser humano! Y eso es lo que Dios espera de nosotros.

Jorge Olguín: Y bueno, por último, quería hacer un comentario, agregando algo de mi mismo, sobre el tema del respeto. El respeto es parte del amor. El respeto es tener en cuenta al otro, el respeto es no dejar al otro de lado, el respeto es estar pendiente, y como dije en varias charlas, estar pendiente no significa ahogar, estar pendiente no significa atosigar, significa simplemente ver que le falta al otro y reconozco que muchas veces no estamos pendientes del otro. Aún estando con la pancarta de la espiritualidad. Muchas veces, ese pequeñito rol del ego que todavía nos asoma, asoma su naricita, a veces nos hace tambalear y no estamos pendientes.

Karina: Estar pendiente. Estemos pendientes. Estaremos pendientes cuando aprendamos a ponernos en el lugar del otro, "¿cómo se sentiría mi hermano si yo hago esto?" Aprendamos a ponernos en el lugar del otro. Y eso es amor.

Jorge Olguín: Y eso es el verdadero amor. Si uno esta en el lugar del otro, jamás va a discutir. Va a gozar debatiendo. Y aunque no lleguen a un acuerdo, se van a seguir RES-PE-TAN-DO. (Risas) ¡Qué eso es lo más hermoso! 23.31

FIN DEL DEBATE