Índice |
El juicio del mono |
por Jorge Raúl Olguín. El juicio del mono. La razón, si no está reñida con la espiritualidad, no puede ser desestimada. Cómo se explican que hace dos mil quinientos años, con un aparato similar al sextante actual, un chino haya calculado la circunferencia del planeta Tierra en 40 mil kilómetros (similar a la medición actual por satélite) y dos mil años después se pensara que el planeta era cúbico como un dado o plano como una hoja de papel. El retraso se logró mediante una falsa religión que, en lugar de espiritualista, era absolutista. Este prólogo da pie a una pequeña historia de la vida real, donde una fe mal entendida se enfrentó a la ciencia. En el año 1925, en un pequeño pueblo de Tennessee, Estados Unidos, llamado Dayton, un profesor enseñaba biología en el secundario del lugar. El hombre tenía 24 años y se llamaba John Thomas Scopes. A comienzos del mes de julio se encontraba explicando la teoría evolucionista de la raza humana y dos policías entraron al aula, colocándose contra la pared del fondo. Scopes se perturbó y le pidió a sus alumnos que se retiraran del curso. Los policías le pidieron al profesor que los acompañe hasta la droguería del pueblo. En el lugar se encontraban el metodista George Rappalyea y otras personas importantes de Dayton. Rappalyea encaró directamente a Scopes, exclamando: - Estuvimos hablando entre nosotros y yo expliqué que nadie podía explicar biología sin enseñar la evolución. - Así es - Scopes asintió, intrigado. Rappalyea tomó un libro de uno de los estantes de la droguería, que en Dayton también funcionaba como almacén de ramos generales, y le preguntó al joven profesor: - ¿Es este el libro del cual enseñaba? - Era el tomo de Biología Cívica, de Hunter. Scopes asintió nuevamente. - Entonces cometió un delito - le dijeron y sin más aclaración, lo llevaron a la prisión local. John Scopes estaba atónito, sin entender el atropello. Era una historia reciente, pues a principios de 1925 los parlamentarios de Tennessee, sancionaron una ley que prohibía la enseñanza de la evolución natural, una teoría desarrollada por Charles Darwin en su libro "El origen de las especies". O sea, para ellos era delito decir que el ser humano evolucionaba de especies inferiores y que el chimpancé era el pariente más cercano en la escala zoológica. Para los creyentes eso podía llevar a "perversiones morales", pues la enseñanza estaba en contra de la Biblia. "Oficialmente", el hombre fue creado por Dios y siguió por los siglos de los siglos tal como es en la actualidad. El joven John Scopes no podía entender su situación, pues estaba en prisión por enseñar ciencia, que era su trabajo. Las autoridades del pueblo consiguieron que asumiera el rol de fiscal de la acusación William Jennings Bryan, un fundamentalista religioso. Hacía 30 años que Bryan no ejercía el derecho, pero tenía el antecedente de haber sido tres veces candidato a la presidencia de los Estados Unidos. Cuando Bryan llegó a Dayton fue recibido con una banda de música y con cánticos religiosos. Otros portaban carteles que decían: "Scopes, arderás en el infierno". Para la defensa se propuso primero al escritor H.G.Wells, pero éste no aceptó y luego apareció en escena Clarence Darrow, de 70 años, el abogado más famoso del país. El se ocupó de la defensa de Scopes. Bryan calificó al juicio como "una lucha entre la evolución y la cristiandad" y dijo que Darrow era "el mayor ateo" del país. Clarence Darrow y William Jennings Bryan frente a frente durante el juicio. La prensa bautizó el caso con el nombre que lo identificaría para siempre: "El juicio del mono". Bryan probó con el testimonio de los alumnos que Scopes enseñaba la teoría de Darwin y eso constituía una violación a la ley de Tennessee. Darrow propuso como testigos a diversos científicos, los que dirían que la ley era injusta, pues no se podía tomar a la Biblia, que es un texto religioso, como si fuese un libro de ciencias. El juez, que también tenía su mente atrofiada por el fanatismo, consideró irrelevantes las declaraciones de los científicos y rechazó algunos de esos testimonios por considerarlos impertinentes. Pero Darrow derrotó a Bryan en su propio terreno, llamándolo a declarar como el mayor experto en temas bíblicos. - ¿Todo debe ser interpretado en forma literal en la Biblia? - le preguntó Darrow. - Así es - respondió Bryan. Darrow le mostró una piedra, inquiriendo: - ¿Qué edad cree que tiene esta piedra? La ciencia dice que puede tener millones de años. -Tiene menos de 6.000 porque el obispo de Usher fijó la fecha de la Creación el 23 de octubre del 4004 a.C. a las 9 Hs. -¿Hora del este o del oeste? - Bryan se puso perplejo y Darrow continuó: - Dígame... ¿El primer día tuvo 24 horas? - La Biblia dice que fue un día. - Según la Biblia, Dios no había creado todavía el Sol. Por lo tanto... ¿Puede decirme como sabía que el día duraba 24 horas? ¿No podía durar un mes, un año, o millones de años? - No lo sé. Mi impresión es que fueron períodos. - Bueno, si los llama períodos... ¿Podrían haber abarcado mucho tiempo? - Tal vez. Podrían haber abarcado millones de años - Bryan bajó los ojos, apesadumbrado por haber tenido que admitir eso y sus seguidores quedaron pasmados. Clarence Darrow pidió un veredicto de inmediato. La radio transmitió a todo el país que, en 8 minutos, el jurado declaró a Scopes culpable. El juez lo multó solo con cien dólares, para evitar presiones, y el profesor quedó libre. Era el martes 25 de julio de 1925. Cinco días más tarde, Bryan falleció al agravarse su diabetes. El 14 de enero de 1927, la Corte del estado redujo la multa de Scopes a solo un dólar y aclaró que no era conveniente prolongar ese caso tan extraño. La ley no se aplicó más. Darrow murió en 1938, a los 83 años. Scopes enseñó ciencia toda su vida, falleciendo en 1970. Hubo otras polémicas. En 1968, en el estado de Arkansas, una profesora de biología, Susan Epperson, usó en una escuela de Little Rock, un libro de texto que incluía la teoría de Darwin y las autoridades educativas decidieron echarla. Epperson fue a la justicia y la Corte Suprema le dio la razón, declarando en ese momento: "La prohibición fue producto del fundamentalismo religioso de los años 20. Arkansas tiene derecho a determinar los contenidos de la enseñanza en las escuelas públicas, pero eso no le da derecho a prohibir una teoría científica. Hacerlo es violar la libertad de expresión, que está en la primera enmienda de la Constitución". Pero en 1999, el estado de Kansas decidió suprimir cualquier mención sobre la teoría del Big Bang, la edad de la Tierra y la teoría darwinista de los programas de las escuelas públicas.
Portada del video "Heredarás el viento", basado en el caso del profesor Scopes. La película fue protagonizada por Spencer Tracy, Fredic March y Dick York. |