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Reflexiones |
Nota del 23/11/2021 de Jorge Olguín. Se habla de que crecemos en tecnología pero retrocedemos como sociedad, cada vez estamos más alejados, más desunidos, casi ya no se comparte. También se habla de que la falta de conocimiento lleva a improvisar y propagar temas y datos que se recogen de otros sin filtrarlos. Ello conduce a una cadena de errores donde cualquiera puede decir cualquier cosa y muchos lo aceptan como verdad por falta de criterio.
Jorge Olguín: Nosotros, los seres humanos, somos duales porque en determinado momento nos creemos los reyes del universo. Es más en la antigüedad se pensaba que este era el único mundo con vida inteligente. Algunos científicos incluso refutan la teoría de que hubiera mundos habitados. Nos creemos los dueños de todo, los reyes de la creación. Pero hay movimientos espirituales que minimizan al ser humano en dos de varios aspectos: Cuando hablan de extraterrestres hablan de hermanos mayores quizá no por lo avanzados tecnológicamente sino por lo avanzado internamente. O sea, que nosotros seríamos los hermanos menores. Por otro lado, también es como que nos desmerecemos a nosotros mismos como raza diciendo como que somos salvajes, como que crecimos en tecnología pero que en nuestra parte espiritual hasta incluso hemos retrocedido. No batallamos con espadas, con arco y flechas, nuestra tecnología se ha ocupado de batallar por nosotros.
El Absoluto dice que somos un gigantesco jardín de infantes. No solamente los Maestros de Luz, hay escritores de ciencia ficción, que seguramente deben tener una supuesta mediumnidad, que dicen que el ser humano es atípico, es raro, como que va avanzando y a su vez va retrocediendo. Las comunidades van igualando hacia abajo. Estos escritores de ciencia ficción hablan de un Gobierno Mundial en un futuro o en otros mundos, supuestamente. En la Tierra es al revés, países que se independizan, o quieren independizarse. Como en el caso de Escocia e Inglaterra, que Escocia deseaba separarse del Reino Unido. Cataluña del resto de España. Y entre idiomas, lenguajes, dialectos ya no se cuentan por cientos, se cuentan por más. En la misma Italia por ejemplo, en la parte del sur se habla un tipo de dialecto que quizá los italianos de Milán no lo conocen. Es como que somos separatistas.
En el gran Buenos Aires hay lo que se le llama Partidos, son comunidades manejas por Intendentes, lo que en otros países se llamaría alcalde o Mayor, y hay partidos tan grandes que se dividen en dos. Entonces, se dividen en regiones, se dividen en países, se dividen en municipios, se dividen en intendencias y si bien ya no damos la vuelta al mundo en 80 días, como la novela de Julio Verne, ahora la podemos dar en horas la vuelta al mundo. Dentro hay un continente donde hay países que hablan el mismo idioma, castellano por ejemplo, hay palabras que son directamente de cada comunidad, de cada región, de cada país. En otras partes del mundo es imposible entender el lunfardo argentino. Lunfardo se le llama al idioma callejero que se usa generalmente en los tangos, en las milongas, en esa música de baile que es una atracción turística mundial. Pero Chile, Uruguay, Méjico, Perú, Colombia, Venezuela dentro de su idioma castellano tienen modismos que otros países no los entienden. O sea, que vas a un país donde se habla tu propio idioma y vas a pedir un sándwich, lo que en español se conocería como emparedado y hay una forma especial de pedirlo en cada país. Lo mismo que el Hot Dog, la salchicha, que en Buenos Aires por haber sido la primera marca se conoce vulgarmente como pancho.
En verano, nosotros, en el verano austral que sería diciembre-enero, comemos una ensalada fría de papas, zanahoria, mayonesa y se le corta una picada de pollo frío y se le llama 'mayonesa de ave'. En Chile se le llama 'ave mayo', es una diferencia mínima pero hay una diferencia. Nosotros en el idioma lunfardo, a la plata, al dinero le llamamos callejeramente guita, a los zapatos tamangos, al sombrero fungi. Eso es un lunfardo. Lengue al pañuelo que lleva al cuello el guapo del novecientos. Son modismos de cada país. Esto significa que a pesar de estar cercanos, porque para ir de una región a otra ya no viajamos 6 meses en carreta, bastan con dos horas en avión y sin embargo daría la impresión que la cultura fuera distinta, la forma fuera distinta, todo fuera distinto.
Estamos arraigados hasta en los deportes al punto tal de ser enemigos acérrimos de otros países por un deporte como el fútbol. Y no hace falta ir tan lejos, dentro de un mismo país, en el caso de Barcelona y Madrid, que por lo menos hay una disculpa porque están en distintas ciudades, pero Boca y River están en la misma ciudad.
Retrocedemos en cuanto a sociedad. Para la gente de la calle es como que se han perdido códigos. Para la gente más elevada se han perdido principios. Entonces cuando leemos una novela de ciencia ficción donde se habla de unión mundial, de unión planetaria... ¡si ni siquiera tenemos unión familiar! Cuando hablo de unión familiar no hablo de papá, mamá e hijos, hablo de cuñadas, cuñados, primos, padre, madre, suegros que se reúnen en una gran fiesta y siempre hay alguno que termina dando la nota y provocando una discusión o un cambio de palabras.
Todo eso tiene que ver con el ego, todo eso tiene que ver con la manera de ser. Conozco gente estudiosa del tema, incluso gente que estudia temas avanzados, gente que se adscriben a órdenes, a distintas órdenes donde enseñan cómo trabajar internamente y que tienen años de antigüedad trabajando consigo mismo y no pueden dominar su ego, no lo integran, porque es más fuerte que ellos. No lo integran.
La misma Psicointegración, a la que yo considero la técnica más avanzada para integrar los roles puede fallar, porque la última palabra la tiene la persona. A la persona no se la puede 'obligar' a ser tolerante, a ser coherente, a ser altruista, eso sale de la persona porque uno debe respetar el libre albedrío del otro. Entonces es como que hay una ironía, una cómica ironía, imaginándonos como los reyes del universo, los amos, a imagen y semejanza de Dios, los únicos. Pero por otro lado nos sentimos pequeñitos cuando hablamos de los Hermanos Mayores, porque hay otros hermanos que nos van a conducir, porque generalmente en las escuelas esotéricas o supuestamente espirituales o pseudo-espirituales que enseñan no hacen razonar al discípulo, al alumno, al estudiante, no; le hacen aprender de memoria. Y van repitiendo de memoria y esos, que a su vez se reciben de maestros, también les enseñan a otros de memoria. Y como les enseñan de memoria se repite como reguero de pólvora un grave error, como cuando nos enseñan que nos comunicamos con los pleyadianos. Porque no tienen ningún conocimiento científico de astronomía e ignoran que el sistema de la Pléyades, donde hay 7 estrellas principales, pero hay muchas más, son estrellas en formación de ‘apenas’ cien millones de años contra cinco mil millones de años que tiene el Sol. No hay sistemas planetarios en las Pléyades, por ende, no hay pleyadianos.
Pero eso es usar el sentido común. Como esta bola que corre últimamente donde se habla de que la Tierra hueca. Primero que para que un planeta tenga gravedad tiene que tener masa, o sea, peso, porque la gravedad no es una fuerza es una torsión espacial. El planeta lo que hace es como si el espacio fuera una red, pesa y es como que dobla esa red. Si la Tierra fuera hueca no tendría la masa que tiene. Por eso en la Luna, que es más pequeña, pesamos mucho menos que en la Tierra. La teoría de la Tierra hueca salió de una novela de Edgar Rice Burroughs -el autor de Tarzán de los Monos-, de un mundo llamado Pellucidar donde había un Sol interno, algo que físicamente es imposible. Entonces, para aquellos pseudo-esotéricos es muy fácil transmitir lo que escuchan, pero no lo filtran: lo escuchan y lo mandan. No lo filtran.
Aparte, el ser humano no tiene noción real del tamaño del Universo. El universo tiene hipotéticamente noventa y un mil millones de años luz de extensión. Capaz que ya llega a los ciento diez mil millones de años. Esto significa que se expande a siete u ocho veces la velocidad de la Luz o más, porque el Universo actual tiene una antigüedad de trece mil setecientos millones de años. O sea, que el Sol, con cinco mil millones de años, puede ser una estrella de segunda o tercera generación incluso. Y la estrella más cercana que tenemos a nuestro Sol, que es Próxima Centauri donde hay un conjunto de tres estrellas, con la nave más rápida se tardaría más de setenta mil años. Sí, setenta mil años. Tengo dudas si hace setenta mil años estaba el homo sapiens sobre la Tierra. Setenta mil años, con nuestra tecnología actual, solamente en llegar a cuatro años y un cuarto luz, y nuestra galaxia tiene aproximadamente cien mil años luz de extensión. Andrómeda, la galaxia vecina, está a dos millones de años Luz.
Uno a veces piensa "¿Y entonces como puede haber extraterrestres que nos visiten?". Una hipótesis es que el espacio tienes ‘branas’ -o membranas- donde las naves computarizadas tengan unos ordenadores tan especiales que puedan detectar esas brechas, por así llamarlo, y acortar camino de la misma manera que un ser bidimensional, que está parado sobre una hoja de papel para ir al otro lado tendría que dar toda la vuelta mientras que un ser tridimensional la traspasa y pasa al otro lado en un segundo. Hipotéticamente sería un pasaje cuatridimensional para llegar a años luz de distancia con esos ordenadores que detectan esas pequeñas brechas. Y no estoy hablando de agujeros negros porque en este momento tengo dudas de que un agujero negro te lleve a un agujero blanco a miles de años Luz por una sencilla razón: porque nunca se ha hablado de agujeros blancos y porque la mayoría no tiene ni idea de lo que es un agujero negro. Si piensan que es un gigantesco túnel que te lleva a vaya a saber dónde, como el agujero de conejo al país de las maravillas de Alicia, están equivocados. Un agujero negro simplemente es una enorme masa colapsada más pesada incluso que una estrella de neutrones y que es tal la curvatura de espacio, tal, tal, tal que tiene una gravedad tan grande que ni siquiera la luz puede escapar de ese agujero negro. Pero no es un túnel al otro lado, es una curvatura espacial donde no puedes ver más allá de ese horizonte de sucesos. Entonces basta de pensar que una nave se mete por un agujero negro y va a parar al otro lado: no sale, no sale. El agujero negro puede hasta fagocitar soles enteros, se los come, los devora en ese pozo gravitatorio.
Cuando hablamos de que somos los reyes de la creación dejémonos de decir sandeces porque todavía no sabemos si de aquí a seis, siete u ocho años -o quizá un poco más- no resolvemos el tema de los gases que envenenan la atmósfera y que los gobernantes no lo entienden porque no se ponen de acuerdo- el planeta va a colapsar. Y no nos vamos a quedar sin planeta, el planeta se va a quedar sin nosotros y vamos a ser historia como lo son en este momento los dinosaurios.
Es todo.
Interlocutor: Y sí que es verdad que la teoría esta, una vez que la mente se me va por cualquier lado y pensaba en el tema de Roswell y la nave que cayó, la agarraron y ganaron en tecnología, y esa tecnología sirve para contrarrestar cualquier ataque de los Langars, ¿no?
Jorge: Sí, incluso trabajan con tecnología reversa. En este caso porque directamente pudieron copiar el campo energético. Pero la de Roswell no es la única nave, hay otras naves que han caído.
Interlocutor: En Rusia también.
Jorge: En Rusia también, y trabajan con tecnología reversa. Es más, hay una novela rusa que se llama Picnic Extraterrestre, que la novela, lo que hace -esto lo comenté en alguna ocasión- disfraza la realidad, porque hay cosas que pasaron.
Interlocutor: Lo cuentan como novela.
Jorge: Y al contarlo como novela, la gente ya lo toma como que es una ficción novelada. Encontraron algo que se llama "vacío", que es como una especie de... ¿viste donde se guardan las tres pelotitas de tenis, el cilindro donde se guardan las tres pelotas de tenis? Bueno, encontraron algo que tiene un borde de un lado, un borde del otro y al medio nada. Pero no se pueden unir esos bordes. Entonces lo llamaron vacío, un vacío. Y encontraron otro aparato con una forma distinta a la que conocemos nosotros, que era un arma. Entonces obviamente un ser humano, científico, medianamente o altamente cualificado sabe que si hay un arma que desconoce no debe apretar botones, no debe tocar palancas porque no se sabe que va a pasar con esa arma, si dispara rayos o te llena de radiación, no sé. La cuestión que uno tocó algo de esa arma sin querer y le desapareció medio brazo, de golpe, así, ¡Tac! Le desapareció medio brazo. Y la otra parte, el muñón que tenía, no le sangró.
Interlocutor: Quedó cicatrizado.
Jorge: Quedó cicatrizado de inmediato pero le voló medio brazo. Entonces uno se acordaba del chiste que nosotros hacemos siempre, de darle a un simio un arma cargada. Tengo vídeos donde unos soldados, para divertirse, le dieron al chimpancé no un arma, una metralleta. De alguna manera el simio tomó la metralleta, puso el dedo en la cola del disparador, lo que comúnmente la gente le llama gatillo, y empezó a disparar. Y no sé si lo habréis leído alguno pero salieron todos corriendo porque el mono con la metralleta empezó a disparar para todos los lados. Él no se hizo nada pero yo no sé si habrá matado alguno. O sea, el simio es simio pero los estúpidos eran los humanos.
Interlocutor: Y se quisieron burlar, encima.
Jorge: Sí. Y los estúpidos eran los humanos. Entonces volviendo a Picnic Extraterrestre, el hombre no sabía y tocó ese aparato y le desapareció medio brazo.
Interlocutor: Estaba pensando en eso. Qué casualidad que justo cayó la nave y la agarraron y uno se puede defender de los Langars gracias a eso.
Jorge: Sí.
Interlocutor: Lo que pensaba si no fue a propósito el que los extraterrestres- digamos más éticos- que combatieron contra los Langars dejaron que la nave se quede ahí para que uno la recoja y pueda...
Jorge: No, sería demasiada casualidad. Yo creo que han caído por determinada razón y bueno, se apoderaron de esa tecnología.
Interlocutor: Pero qué casualidad que cayó esa nave y nos sirve para ello, porque podríamos tener una invasión y...
Jorge: Yo podría hacer más preguntas, preguntas a mí mismo, y que no tendría respuestas. Y tampoco me quiero meter en tema de política porque es un tema comprometido. Si de repente determinado país tiene en este momento tecnología para colocar en las naves esos campos energéticos que ni siquiera un arma nuclear los perfora, como se vio en la película Día de la Independencia, Independence Day, el 4 de Julio, que hay una similitud con los Langars, es prácticamente una película calcada de los Langars, que fue cuando entraron con un virus...
Interlocutor: Se meten en la nave.
Jorge: ...y destruyeron con ese virus el ordenador de la nave y le sacaron el campo de energía y las hicieron trizas a todas las naves. Bien. Esos países que tienen esa -porque no me interesa ni siquiera dar nombres- esa tecnología, ¿por qué no la utilizaron para defender sus edificios? Hubo edificios que han volado. ¿Por qué no las utilizaron?
Interlocutor: Podrían defender la ciudad.
Jorge: Una ciudad entera podrían defender con campo energético. Entonces, ¿por qué no lo utilizaron? El escéptico va a decir "Entonces la teoría de Olguín no es cierta, la hipótesis de que tienen esos campos". Evidentemente tendrán otras razones, razones de política, razones de poder. Siempre hay que buscar la alternativa, no decir ‘es mentira o es falso’.
Interlocutor: Obvio. No van a dar a conocer toda la tecnología que tienen, se la guardan para sí.
Jorge: Sí, por alguna razón determinada. En lugar de compartirla mundialmente, como se puede compartir una vacuna o como se compartió el ácido acetilsalicílico, la famosa Aspirina.
Interlocutor: Porque si van a proteger una ciudad de ellos, todo el mundo va a decir "¡Ah! pero nosotros queremos arreglar la Tierra. ¿Por qué no la comparten?". Si no lo dices ya no hay ningún problema.
Jorge: Hay infinidad de razones. Pero eso es lo que quería comentar. Ya habrá otras reflexiones.
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