Índice

Psicoauditación - Adanel

Grupo Elron
Sección Psicointegración y Psicoauditación - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección

Si bien la Psicoauditación es la técnica más idónea para erradicar los engramas conceptuales del Thetán o Yo Superior de la persona, la mayoría de las veces se psicoaudita a thetanes que habitan en planos del Error y sus palabras pueden no ser amigables y/o oportunas para ser tomadas como Mensajes de orientación, algo que sí se da cuando se canaliza a Espíritus de Luz o Espíritus Maestros.
El hecho de publicar estas Psicoauditaciones (con autorización expresa de los consultantes) es simplemente para que todos puedan tener acceso a las mismas y constatar los condicionamientos que producen los implantes engrámicos.
Gracias a Dios, esos implantes son desactivados totalmente con dicha técnica.


Atte: prof. Jorge Olguín.

 

 

Psicoauditación del 15/8/07

Médium: Jorge Olguín.

Entidad que se presentó: Maestro Adanel.

Habló sobre algunas circunstancias problemáticas actuales. Relató una vida en Méjico donde tenía diversos dones, pero unos problemas familiares le generaron engramas que le condicionaban. Dio diversos mensajes.

Sesión en MP3 (1.696 KB)

Estoy comunicando con el plano físico detallando distintos momentos, detallando distintas circunstancias.

No tienen idea de lo hermoso que es la percepción total del mundo espiritual, donde veo espíritus con anhelos, anhelos de encarnar, anhelos de crecer, anhelos de sentir de nuevo el plano físico, y son espíritus maestros y sin embargo están con esa visualización que me la hacen llegar a mi campo conceptual con una gentileza tremenda para que uno como thetán pueda experimentar el goce de esos espíritus que van a ser nuevas personas, nuevos roles si se quiere en el plano físico.

 

Pero mi parte encarnada tiene bastantes altibajos, en su campo psicosomático, en su campo en su campo áurico, en su campo mental. Hay terceras personas que influyen negativamente, terceras personas que son bastante, bastante manipuladoras; terceras personas que son bastante, bastante “castradoras”, por buscar un término puntual.

 

Me ha pasado en una vida pasada algo similar que me causó engramas de sentirme con el cuerpo atado como que no podía salir adelante. Estaba encarnado como varón en lo que es la zona de México cerca de lo que es el lugar llamado Cancún -de veraneo-. Sucede que hace un par de siglos atrás era otra la expectativa. Estaba a kilómetros del mar, me llamaba Francisco Ibáñez y era muy capaz; tenía sueños premonitorios permanentemente, es como que podía leer la mente de la otra persona. Yo sé como thetán que en plano físico no existe la telepatía, pero seguramente yo como thetán le mandaba a mi parte encarnada una orden mental o una transmisión sobre lo que podría suceder. No era adivinación porque la adivinación no existe, era una orientación, y acertaba, acertaba. Fijaos vosotros que en los andes del sur de América hay un ave llamada cóndor que vuela hasta la altura de las altas cumbres, y tiene una visión tan grande, tan grande, que la oveja desde el llano no la tiene. Esa es la visión que yo siempre le he transmitido a mi rol encarnado, pero se han encargado siempre en su entorno de cercenársela.

 

En esa encarnación en México había perdido mi padre de muy joven, a los cuatro años, y mi madre una persona de muy poco carácter, se había casado con… con un hombre bastante, bastante despótico, bastante, bastante despótico, Leopoldo Guerrero. Era una persona que siempre iba con armas, era una persona que nunca supo muy bien qué tipo de trabajo hacía. Se comentaba en el pueblo que prestaba dinero con grandes intereses, y cuando no se lo devolvían mandaba a sus matones a apalear a la persona. Yo sentía un desprecio tremendo por el que era la pareja de mi madre, -para los de afuera el padrastro, para mí la pareja de mi madre-, y… sentía como que me cercenaba, sentía como que me trataba de manipular, y como yo no me prestaba a sus juegos, él hubiera querido que yo sea su ayudante para explotar a la pobre gente que pedía miserables préstamos y que después no tenía cómo devolverlos y el hombre se quedaba con sus bienes, yo no me prestaba a ese juego, por eso era tal mi desprecio. Pero a su vez me sentía atado, atado, completamente cercenado. Y uno de mis engramas que arrastro, uno de mis grandes engramas es que a veces hoy en este presente encuentro como que no tengo todas mis fuerzas, y me encuentro como… como cojo y como manco, como que no puedo ejercer todo mi dominio de expandirme tanto en conciencia como en labor, y siento como que mi 10% no es entendido por todo el mundo, y eso aísla, ¡claro que aísla!, ¡aísla muchísimo!, ¿cómo no va a aislar?

 

El gran amor, el gran amor es lo que mi 10% no pudo conseguir en esa vida, el tener alguien que le comprendiera, porque conoció a una joven María Antonia que parecía buena, pero era muy básica. No comprendía sus inquietudes, no entendía cómo mi 10% quería tener alas, volar, ver más allá como el cóndor de Los Andes del país del sur. Obviamente que él trató de forzar esa relación, de tratar de sacarle jugo, pero cómo le sacas jugos a una roca, si tuvieras las suficientes fuerzas para apretarla la harías polvo; cómo le sacas jugo a una persona que no quiere aprender, que es necia a tus palabras, que hace oídos sordos a tus orientaciones, y que encima te maltrata y te trata de manipular, y que admira lo que hace tu padrastro: mira cómo está él económicamente y mira cómo estás tú muerto de hambre ¡no tienes nada!, y te lo hecha en cara. ¿Cómo te sientes tú?, con engramas de desprotección, con engramas de soledad, con engramas de no comprensión, con engramas de falta de diálogo, con engramas de soledad; con engramas de incapacidad porque no te dejan abarcar más.

 

He notado en esa vida muchísima gente hostil, muchísima gente hostil, muchísima… (suspiro) Y en esta vida también la noto, hay mucha gente hostil que me arroja vibraciones negativas, que me trata de cortar caminos, que no me deja salir adelante, que me está afectando la parte física, que hasta mi campo áurico se decae. ¿Qué debo hacer?, los Maestros ascendidos dicen: al mal hay que irradiarle luz, luz, ¡claro que lo hago!, claro que lo hago, como thetán lo hago y también le digo a mi 10% encarnado que la mejor herramienta es el amor; pero entre nosotros en secreto, cuántas veces esa mente impulsiva que está atada, presa de nuestra voluntad, quiere salir y soplarnos al oído ¡oh!, pero desquítate, desquítate, ¡cuántas veces! Y uno por esa ética, esa diplomacia como decís vosotros en el plano físico, nos hace atar las manos, aunque esa no es la solución tampoco, la solución es elegir el amor. Pero hay tanto dolor de esa vida, y a veces por esas situaciones que pasamos en ésta, por esas injusticias que pasamos, de que no podemos alcanzar nuestros anhelos esos engramas pasados vuelven otra vez a surgir con los actos hostiles de los cuales somos víctimas, vuelven otra vez a surgir. Entonces lo más importante, lo más importante es seguir luchando con las herramientas que tenemos: el amor, la tolerancia, la comprensión, pero por sobre todas las cosas y a pesar de todo lo que penséis, ¡soy un espíritu fuerte!, soy un espíritu fuerte, y le voy a transmitir esa fortaleza a mi 10% para que de alguna vez pueda triunfar y pueda salir adelante ¡porque lo va a lograr!

 

Vosotros tenéis una anécdota de ese país de oriente llamado Japón donde había una rama gigantesca de roble y el nieto le decía al abuelo mirando por la ventana, en tono de burla: mira abuelo, ese junco parece fuerte y sin embargo cae un poco de nieve y lo dobla. En cambio mira al roble, mira qué fuerte, abuelo, lástima que no podemos encarnar en árboles, porque me gustaría ser roble y no junco, ¿tú qué dices? ¿qué me aconsejas abuelo? Y el abuelo Figoro, le dice: vete a dormir y mañana en la mañana hablamos. Al día siguiente cuando el nieto se levanta lo primero que hace es ir a ver a su abuelo y mira por la ventana. ¿Y qué ve de día?, ve que el junco está fuerte y el roble estaba quebrado. ¿Qué pasó? Nada querido nieto, es muy simple, a veces se vence cediendo, y es lo que hizo el junco; en cambio el roble con toda su fortaleza como no cedió, acumuló, acumuló, acumuló, acumuló más nieve hasta que se quebró. ¡No quieras ser roble, se junco! Puedes vencer al otro cediendo, se magnánimo y trabaja con humildad. Eso es lo que quiero aplicar para mi vida, tanto en la vida espiritual como en la vida del 10% encarnado; pero el peor enemigo del ser encarnado son las creencias, los dogmas, las doctrinas, y pensar de una manera arcaica. Hay que tener equilibrio en todo, ese es el secreto

 

¡Estoy muy bien! (suspiro).

 

Gracias por escucharme.