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La desaparición del teniente Bello
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“ MÁS PERDIDO QUE EL TENIENTE BELLO" ....................................... El teniente Bello fue un precursor de la aviación chilena, que la mañana del nueve de marzo de 1914 inició un vuelo sin destino. El gobierno, por medio de todas sus fuerzas, y el pueblo se dieron a la búsqueda, pero todo fue inútil. Chile se estremeció de intensa emoción y angustia por las características de la desaparición. El Teniente Bello simplemente se desvaneció en el aire junto con su avión. Esta pérdida la tiene latente el pueblo chileno, el cual utiliza esa metáfora como símbolo de su enigmática desaparición. El biplano Sánchez Besa "Manuel Rodríguez" en que desapareció el teniente Alejandro Bello, el 9 de marzo de 1914.
A principio del siglo XX los científicos podían quedarse perplejos y no lograr explicar las desapariciones de personas, barcos o aviones en el aire, pero ya en el Tercer Milenio esa perplejidad es injustificable. Tampoco los objetos o las personas se desvanecen a causa de que el Mago Merlín, o alguno de sus bromistas discípulos, siguen haciendo de las suyas… Cuando alguien se esfuma en el aire, o es una abducción extraterrestre o por azar pasó a través de una puerta dimensional.
La desaparición del famoso explorador Coronel Percy H. Fawcett también se debió a que pasó a través de una puerta dimensional. Más información en “Fawcett, su última aventura”.
"LA NIÑA DE LAS PERAS" Una pequeña de la misma edad que la de la figura desapareció en 1905, en la Isla de Tenerife, a través de una puerta dimensional, reapareciendo medio siglo más tarde con la misma edad...
La desaparición de los célebres aviadores Amelia Earhart y Antoine Saint Exupéry (autor de El Principito) no se debió a una puerta dimensional, sino que directamente fueron abducidos por extraterrestres. Más información en “Aviadores abducidos”. |
UN PASE A OTRO MUNDO
¿Qué le ocurrió al teniente Bello? Estimado profesor: Uno de los misterios más insondables de mi país, Chile, y que enluta a nuestra aviación, es la misteriosa desaparición del teniente Alejandro Bello el 9 de marzo de 1914, del cual no se encontraron rastros ni tampoco de la máquina. Los únicos que pueden develar el misterio son, indudablemente, los Maestros de Luz. Todo el pueblo chileno se los agradecerá. Eustaquio P.
RESPUESTA Apreciado Eustaquio: La desaparición del famoso aviador, quien ha dado origen a la famosa frase "más perdido que el teniente Bello", en realidad no es ningún misterio, sino miopía científica. Si un piloto sale con su avión de la localidad A para llegar a la localidad B y ambos desaparecen a mitad de camino y nunca más se encuentran sus restos, hay que deducir con toda lógica que fue abducido, como ocurrió con Saint Exupéry y Amelia Earhart, o pasó por una puerta dimensional y fue a parar a otro mundo. Y eso es lo que sucedió con el teniente Bello, simplemente pasó por una puerta dimensional. No podemos pensar que personas, barcos o aviones, pueden desvanecerse en el aire así como así y menos aún creer infantilmente que la vida es un cuento de hadas, donde existen magos Merlín que hacen desaparecer cosas con sólo pronunciar unas palabras mágicas. Transcribo seguidamente en forma escueta, para aquellos lectores que no los conocen, los antecedentes de la desaparición de este aviador, según extracto de Historia aeronáutica de Chile, 1950.
El lunes 9 de marzo de 1914 fue un triste día para la historia de la aviación militar por el desaparecimiento del teniente Alejandro Bello y el poco afortunado fin que tuvieron las pruebas para optar al título de piloto militar de los tenientes Ponce y Torres, y del sargento Menadier. El capitán Avalos dispuso para ese día la realización del triángulo Aeródromo-Culitrín-Cartagena-Aeródromo, que el año anterior habían cumplido sin mayor inconveniente los primeros alumnos egresados de la Escuela de Aeronáutica de Lo Espejo. De entre los raids cercanos al aeródromo, éste era el más sencillo y el menos expuesto, porque contaba en todo el recorrido con numerosos lugares favorables para el caso de un aterrizaje forzado. Al teniente torres correspondió ser el primero en despegar, a las 05:30 horas, con rumbo a la costa. A medida que fué avanzando se encontró con una espesa bruma, que lo hizo descender cuando creía encontrarse en las proximidades de Cartagena. Ante la imposibilidad de observar tierra, resolvió tomar nuevamente altura y dirigir su Bleriot de 50 HP. hacia el este, en busca del aeródromo de Lo Espejo. Después de volar sobre las nubes, sin orientación alguna, durante tres horas, logró llegar afortunadamente al valle central, aterrizando en la Escuela de Aeronáutica, donde comenzaba a temerse por su suerte. Allí se encontró con sus compañeros Bello y Ponce, quienes después de haber emprendido, con diferencias de minutos, la primera etapa del triángulo, empezando por Culitrín, se vieron obligados a regresar a Lo Espejo por malas condiciones atmosféricas. Al aterrizar en el aeródromo, Bello rompió su avión en una acequia que cruzaba la cancha. en vista de este percance, el capitán avalo dispuso que Bello ocupara el Sánchez Besa nº 13 Manuel Rodríguez, del sargento Verscheure, quien, por orden de Avalos, había permanecido en la Escuela sin desarrollar la prueba de sus compañeros, que le correspondía ese día. A las 09:30 hrs. Ponce y Bello solicitaron autorización para iniciar nuevamente sus recorridos, a lo cual accedió el capitán Ávalos, en vista de que en Lo Espejo l tiempo se presentaba favorable y los aviadores poseían, a su juicio, una buena experiencia por haber aprendido a volar en Francia. En su segunda tentativa lograron llegar a Culitrín a las diez y diez y media de la mañana, respectivamente. Mientras tanto, el sargento Menadier, que había salido conjuntamente con Torres en dirección a Cartagena, piloteando un Breguet de 80 HP:, se había visto obligado a regresar, por la neblina, sufriendo su avión una falla de motor, que lo hizo tomar tierra en el cerro Lonquén, en tan difíciles condiciones, que el aparato resultó casi totalmente destruido, salvando ileso el piloto. Po lo avanzado del día y por temor al viento que soplaba, el teniente torres optó por aplazar hasta la tarde la reiniciación de su vuelo desde Lo Espejo. A las 17:30 hrs., volvió a despegar con rumbo a Cartagena, pero como tardará en tomar altura, fue sorprendido por la obscuridad, sin alcanzar al punto de destino, debiendo aterrizar, completamente extraviado en Mallarauco, donde causó desperfectos considerables al Bleriot que piloteaba. Con éste, sumaban tres los aparatos destruidos en el día, debiendo agregarse, todavía, el Sánchez Besa de Bello, que jamás logró ubicarse. Ponce y Bello habían permanecido en Culitrín, donde almorzaron; en espera de que amainara el viento sur, lo cual ocurrió a las 16:00 hrs., más o menos. Una vez probados los motores de sus respectivos aparatos, ambos pilotos partieron desde Culitrín, con rumbo a Cartagena, con diferencia de cinco minutos: Bello a las 16:54 y Ponce a las 16:50 hrs., a fin de cumplir el recorrido juntos, y considerando las diferentes velocidades de los aviones que tripulaban. En estas condiciones de vuelo se hizo, manteniéndose siempre a la vista de dos aviadores. al sobrevolar los cerros de la costa, fueron sorprendidos por una densa capa de nubes bajas, que obligó a los raidistas a tomar una mayor altura. Cuando creyó encontrarse en las proximidades de Cartagena, Ponce observó que su compañero comenzaba a descender por un pequeño claro, entre las nubes, resolviendo seguirlo hasta donde fuera posible. Muy pronto perdió de vista a Bello, y como estimara peligroso continuar descendiendo con la escasa visibilidad, que a cada momento se reducía más, Ponce optó por volver a tomar altura en su Breguet, logrando salir sobre las nubes, al cabo de algunos minutos de ascenso a través del claro por donde había bajado. Luego de dirigir su aparato rumbo al este, y cuando empezaba a temer acerca de la suerte corrida por el compañero de sus afanes de encontrar Cartagena, con tan mala visibilidad, tuvo una gran satisfacción al comprobar que Bello volaba delante de él, sobre las nubes, en el mismo rumbo suyo. Sin dar mayor importancia a la situación, Ponce continuó volando a la vista de Bello, cuyo aparato alcanzaba a divisar como un punto, proyectado contra la Cordillera de los Andes. Cerca de las 19:00 hrs., en atención a que la bencina se agotaba, el teniente Ponce resolvió buscar un potrero favorable para aterrizar. Cuando tocó tierra, después de evitar una viña, corrió algunos metros, deteniéndose el aparato sin sufrir daño alguno a pesar de las deficientes condiciones del terreno. Gran sorpresa tuvo Ponce cuando las personas que acudieron al sitio del aterrizaje le manifestaron que se encontraba en Buin, a 14 kilómetros al sur de San Bernardo. El aviador estaba seguro de haber descendido en las proximidades de Lo Espejo, lugar que no pudo ubicar por la oscuridad y la bruma. Luego de los primeros cambios de impresión con el numeroso público, Ponce preguntó por Bello, declarando haberlo visto hasta el último momento volando delante de él. Sin embargo, pasaron los minutos, las horas, llegó el nuevo día, y de Bello no se recibieron noticias concretas desde ninguna parte. No se tomaron medidas inmediatas de búsqueda, por haberse informado falsamente que el teniente Bello había aterrizado en las proximidades de Llo-Lleo. Sin embargo, al no encontrarlo comenzó la búsqueda del aviador perdido en la zona de Melipilla, Llo-Lleo, San Antonio y Cartagena, como asimismo en el mar, para lo cual la superioridad militar solicitó cooperación de la Armada. La aviación militar exploró durante diez días a pesar de las dificultades provocadas por la neblina y las escarpadas montañas, arriesgando muchas veces la vida de los pilotos que los buscaron. Cuanto indicio o rumor se propaló acerca del hallazgo de Bello, resultó falso y debió aceptarse como una evidencia la consumación de una nueva tragedia que cubrió de luto a la aviación militar. La desaparición de Bello ha permanecido como un misterio indescifrable. Dondequiera que haya caído, su espíritu vive en el recuerdo de quienes reconocieron en su muerte, un ejemplo puro de inmolación al deber. El domingo 29 de marzo de 1914 se verificó en el patio de la Escuela Militar una imponente ceremonia fúnebre, en homenaje a las dos primeras víctimas de la aviación militar, como una exteriorización del sentimiento profundo pesar que embargaba al Ejército y al pueblo entero de Chile, por la pérdida de los tenientes Mery y Bello.
Transcribo al pie, asimismo, los diálogos que sostuve sobre esta cuestión con Ruanel, donde el Maestro no deja ninguna duda sobre lo que sucedió con este aviador. Bienvenido al club. Un fuerte abrazo.
sesión del 11/4/05
Médium : Jorge Olguín. Entidad que se presentó a dialogar : Ruanel. Interlocutor: Maestro, quisiera pasar ahora al caso de la desaparición aparentemente misteriosa, a mediados de la segunda década del Siglo XX, de un aviador chileno, el teniente Bello. Ruanel: El teniente Bello no se estrelló ni se perdió, ni nada parecido, simplemente desapareció por una puerta dimensional. Interlocutor: ¿Y desencarnó? Ruanel: No, no desencarnó. Fue a otro mundo. Interlocutor: ¿Al pasado o al futuro? Ruanel: Ni al pasado ni al futuro, sino simplemente a otro mundo de este mismo tiempo. Interlocutor: Entiendo. Ruanel: Dentro del mismo planeta Tierra hay puertas dimensionales como agujeros de gusano, a través de las cuales se puede pasar a otros mundos. Son vórtices y hay infinidad de ellos. Además, cualquier persona que investiga puede saber que si el avión iba por ejemplo de Santiago a Arequipa, al desaparecer a tal distancia de estos puntos, los restos deberían encontrarse indiscutiblemente en determinado lugar, y si no los encuentran. Interlocutor: Tienen que pensar que desapareció por alguna puerta dimensional. Ruanel: Obvio. Los aviones no desaparecen en el aire. Interlocutor: ¿Con qué se encontró el teniente Bello al traspasar esa puerta dimensional? Ruanel: Simplemente se encontró con un mundo de este mismo presente que queda a 300 años luz, cuyos habitantes manejan puertas dimensionales para pasar a otros mundos. Interlocutor: ¿Pero el teniente Bello pasó de casualidad por esta puerta dimensional o fue de alguna manera atraído o abducido? Ruanel: Pasó de casualidad. Interlocutor: ¿Aterrizó en ese planeta? Ruanel: Sí, por supuesto. Interlocutor: ¿Con qué tipo de habitantes se encontró? Ruanel: Con Homo Sapiens Sapiens , muy parecidos al terrestre. Interlocutor: ¿Lo recibieron bien? Ruanel: Si, porque son seres avanzados, tranquilos. Interlocutor: ¿Tienen naves espaciales? Ruanel: No, directamente se manejan con puertas dimensionales. Interlocutor: ¿Por qué no le permitieron volver? ¿Había alguna dificultad para ello? Ruanel: No, podrían haberlo hecho regresar fácilmente, pero sabían que el teniente Bello iba a hablar y consideraron que no convenía que en la Tierra supieran de ellos. Interlocutor: ¿Fácilmente? Ruanel: Lo que quiero decir es lo siguiente: en este planeta Tierra las puertas dimensionales son invisibles, son como aros energéticos, pero en ese mundo las puertas son visibles y tienen formas. Interlocutor: ¿Cómo que tienen "formas"? Ruanel: Si, tienen formas porque las han encerrado en formas de aros energéticos, los cuales manejan por computadoras similares a las terrestres y así pueden ir al mundo que elijan. Interlocutor: ¿Es decir que en lugar de trasladarse en naves espaciales lo hacen a través de esas puertas dimensionales? Ruanel: Correcto. Es algo parecido a lo que hicieron hace miles de años de atrás en Egipto los seres de Orión 3. Interlocutor: Entiendo. ¿A ese planeta también se puede ir "por afuera", es decir, por los llamados "worm" o agujeros de gusano? Ruanel: Si uno tuviera la capacidad tecnológica para recorrer 300 años luz, sí. Interlocutor: Pero usted dice que los habitantes de ese mundo no la tienen. Ruanel: No, no la tienen. Interlocutor: ¿Las puertas dimensionales tienen alguna relación con los agujeros de gusano? Ruanel: Tienen una composición parecida y los físicos de ese mundo los aprovechan. Interlocutor: ¿Qué adelanto tienen con respecto a nuestro planeta? ¿Mil años por ejemplo? Ruanel: No pasa por un adelanto, sino porque se especializaron en las puertas dimensionales más que en otro tema, nada más. El planeta Tierra es uno de los pocos mundos que avanza al mismo tiempo en varias cosas. Avanza en física cuántica, avanza en genética, avanza en filosofía, avanza en pintura, avanza en música. Interlocutor: ¿Cómo se llama ese planeta? Lo pregunto para saber si figura en nuestras cartas astronómicas. Ruanel: Se llama Cortex. Interlocutor: ¿Cómo el cortex cerebral? Ruanel: Sí, igual. Interlocutor: ¿Figura en nuestras cartas astronómicas? Ruanel: Sí, se encuentra en la Constelación de Virgo. Una de las estrellas que forman esta Constelación es precisamente Cortex, que está aproximadamente entre 300 y 320 años luz. Interlocutor: ¿La puerta dimensional por la que pasó el teniente Bello es similar a la que los científicos de Bellatrix hicieron pasar al Boeing que se iba a estrellar en el Pentágono? Ruanel: Sí, y similar también, como ya dije, a la que hicieron en Egipto los seres de Orión 3. Interlocutor: Creo que este tema ya está agotado, y si usted así lo considera lo doy por terminado. Ruanel: De acuerdo.
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