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El Incidente Manises
Grupo Elron

 

Los extraterrestres tienen predilección por el planeta Tierra, no solamente porque abducen impunemente a sus ingenuos habitantes para experimentar con ellos, como en el caso de "Las muertas de Juárez", que algunos atribuyen a la Mafia (?), sino porque es rico en minerales, en variedad de climas y de zonas, y descontando, por supuesto, que se dan el gusto de preñar a nuestras mujeres para luego llevarse a sus crías...

LA NOCHE MÁS LARGA

Juan José Benítez

Reedición del libro "Incidente en Manises"

 

 

 

La historia conocida

EL CASO MANISES: ATERRIZAJE DE EMERGENCIA EN VALENCIA

Lugar: Entre Palma de Mallorca y Valencia
Fecha: 11 de noviembre de 1979
Resumen: La cercanía de un ovni a un avión comercial obligó a su comandante a desviarse de su ruta y aterrizar de emergencia. Más de cincuenta personas, desde tierra, observaron también las evoluciones del misterioso objeto y, más tarde, un caza del ejército trató inútilmente de abatir al intruso.
Autoridades implicadas: Ejército del Aire, EVA 5, Aeropuerto Manises, Aeropuerto de El Prat

Estudios de Antena 3 Radio
2 de marzo de 1984

No pude disimular una expresión de sorpresa después de escuchar aquella cinta que poco antes había llegado a los estudios de Antena 3 Radio. José Luis Villanueva, director del espacio "Usted a las 7", la había obtenido inesperadamente de un sobre anónimo dirigido a la atención del programa. Su contenido era sobrecogedor: conversaciones entre pilotos y éstos con las torres de control de varios aeropuertos en relación a un suceso bien conocido por los ufólogos: El incidente Manises. Su remitente se había encargado de borrar cualquier pista que permitiera identificarle. Había borrado los nombres que aparecían en la cinta pero, con la voz apagada por algún paño, daba detalles y horas vitales para autentificar aquella cinta. ¿Quién y Por qué habían filtrado esa grabación a la opinión pública? La incógnita quince años después sigue sin respuesta pero, sin duda, contribuyó a que el Ejército del Aire se manifestase públicamente sobre el suceso y admitiera estar llevando a cabo una investigación oficial. Esta es la película de los hechos:

AEROPUERTO DE SON SANT JOAN
11 de noviembre de 1979

El JK297 despegó de Palma de Mallorca tras efectuar su escala. El Super Caravelle de la compañía TAE (Trabajos Aéreos y Enlaces) procedía de Salzburgo y viajaba con destino a Tenerife. A los mandos del avión se encontraba el comandante Javier Lerdo de Tejada, con catorce años de experiencia y más de 8.000 horas de vuelo. En la cabina viajaban también Ramón Zuazu, como segundo piloto y Francisco Javier Rodríguez, como mecánico del avión. Obedeciendo el plan de vuelo Lerdo de Tejada se situó a 23.000 pies de altura para, a continuación, tomar contacto con la torre de control de Barcelona quien les acompañaría hasta las inmediaciones de Alicante. El cielo estaba completamente despejado, con buena visibilidad y sin apenas viento. Fue poco después de comunicar con Barcelona cuando percibieron una extraña comunicación en el canal de emergencia; un SOS. Pero aquella señal no identificada parecía proceder de alguien que desconocía el morse. Su origen se estimaba en algún lugar situado a 40 millas al noroeste de Valencia, justo en la trayectoria del vuelo del TAE. El comandante apagó las luces del habitáculo para prestar mayor atención al exterior y, entonces, el mecánico del avión pudo divisar dos extrañas luces rojas a la izquierda del avión . Miró su reloj: eran las once y ocho minutos. Aquellas potentes luces parecían haber salido de la nada y se dirigían con celeridad hacia el avión. La tripulación del TAE estaba a punto de vivir los minutos más tensos de sus vidas. -Barcelona, JK297 -JK297, dígame. -¿Puede confirmarnos si tenemos algún tráfico próximo a nosotros, a nuestra izquierda, aproximadamente a cuatro o cinco millas? La cabina quedó en silencio por unos segundos, sólo se escuchaba el zumbido de los reactores. -297, negativo. No hay tráfico notificado.- informó, al fin, control Barcelona. Lerdo de Tejada entendió entonces que se encontraba frente a un OVNI. En los días posteriores los tripulantes del TAE sabrían, por la prensa, que diversas personas fueron testigos del acontecimiento desde tierra. En Fornalutx, una aldea cercana a Sóller, el contactado mallorquín Pep Climent pudo fotografiar, incluso, el impresionante objeto. De hecho Climent había decidido hacer caso a la intuición de otro célebre contactado, Juan Coll quien aquella tarde estaba inquieto porque sentía una presencia OVNI. "Pude ver como una gran luz salía por detrás de las montañas y se dividía en varios fragmentos", explicó más tarde.

RIESGO DE COLISION

El OVNI seguía aproximándose y Lerdo de Tejada decidió, entonces, comprobar si aquello que les perseguía era inteligente. Ascendió a 28000 pies para dejar atrás aquellas luces pero, inexplicablemente el objeto aceleró mucho más rápido que el avión y se situó a menos de media milla, a unos 700 metros. El objeto tendría unos 200 metros de diámetro y viajaba a una velocidad desconcertante. Durante ocho minutos subió y bajó de altitud como jugando con el Super Caravelle. El pasaje, a pesar de todo, permanecía ajeno al acontecimiento. Sólo dos mujeres, situadas en el lado izquierdo del avión notaron la presencia de las luces sin darles mucha importancia. Esta tranquilidad contrastaba con la tensión de la cabina. Las imprevisibles maniobras de aquellas luces ponían a prueba los nervios de la tripulación y, además, hacían peligrar la integridad del vuelo así que Lerdo de Tejada puso rumbo a Valencia. En Barcelona pronto se dio la voz de alarma. Por primera vez en la historia de la aviación española un OVNI obligaba a desviar la ruta de un avión comercial.

INTERVIENE LA DEFENSA AÉREA

Mientras en el Centro de Operaciones de Sector, donde se sitúa el radar de Pegaso, en Torrejón de Ardoz, Madrid, el operador radar no salía de su asombro. Pese a localizar sin dificultad la traza del avión la pantalla del radar no reflejaba rastro alguno del misterioso objeto. El oficial de aviación, que contemplaba aquella escena ordenó entonces un nuevo chequeo del espacio aéreo y, en contacto con Escuadrón de vigilancia Aérea de Benidorm, conocido con las siglas EVA 5, logró distinguir hasta cinco objetos volando entre los nueve mil y los once mil metros. Ahora no había duda, el TAE estaba siendo perseguido por varios OVNIS. El director accidental del Aeropuerto de Manises, Miguel Morlán, pudo observar también el misterioso objeto luminoso, situado a 30 grados sobre el horizonte al sur-Este del aeropuerto. Poco después de que el TAE tomara tierra tres luces que no eran detectadas por el radar se aproximaron a las instalaciones. Cerca de cuarenta personas pudieron verlas sin ayuda de instrumento alguno. Debían de ser tan potentes como las luces anticolisión de un avión. Así lo interpretaron los ingenieros de pista quienes, pensando que se trataba de un avión, procedieron al encendido de las luces de la misma. Finalmente, a las dos de la madrugada el capitán Fernando Cámara despegaría a bordo de un caza Mirage F-1 del ejército para interceptar el objeto. El avión, en pocos minutos, localizó sobre la vertical de Valencia una luz extraña pero, a pesar de que viajaba a 1000 kilómetros por hora, no consiguió disminuir la distancia con aquel objeto. La luz cambiaba de color y estaba situada a la izquierda de la Luna que ahora se encontraba majestuosa en la bóveda celeste. Al llegar a Valencia, Cámara solicitó incrementar su velocidad a 1.4 de Mach, es decir, a velocidad supersónica. Era la única forma de disminuir la distancia entre aquellas misteriosas luces y el moderno caza de combate. Fue entonces, al aproximarse, cuando distinguió una forma como de un tronco de cono del que emanaba la luz. El capitán notó, también, unas extrañas interferencias. Se parecían a la que días antes había detectado al sobrevolar los buques de la sexta flota norteamericana en unas maniobras en el Mediterráneo. Tampoco aquel objeto daba señal de infrarrojos, es decir, no emitía ninguna fuente de calor. Debía de propulsarse por alguna energía desconocida. Después de una hora y media de persecución estéril y a riesgo de no tener suficiente combustible Cámara puso rumbo a la base. La aventura había terminado. Once meses más tarde el diputado socialista Enrique Múgica formularía en el congreso de los diputados tres preguntas al gobierno que supondrían una investigación oficial. Era la primera vez que el gobierno reconocía la existencia del fenómeno OVNI aunque dieciocho años después, estas preguntas sigan todavía sin responder. La investigación del juez informador supuso requisar a punta de metralleta los negativos fotográficos de los testigos mallorquines además de interrogatorios a los pilotos civiles y militares y comprobaciones meteorológicas así como la invervención de aviones americanos. Ninguna de ellas dio frutos y, hasta hoy, se ignora quien violó nuestro espacio aéreo obligando aterrizar un avión de pasajeros.

 

 

La historia verdadera

VISITA RUTINARIA DE EXPLORACIÓN

La verdad sobre el caso Manises.

Estimado profesor: Desde el año 1979, en España, lugar donde vivo, existe una polémica por el avistaje de luces, presuntamente de Ovnis, por un avión de la desaparecida compañía TAE. Pero resulta que parece ser que un investigador llamado Fernández Peris pudo averiguar que las luces observadas por la tripulación eran, en realidad, las llamaradas de las torres de combustión de la refinería de Escombreras (Cartagena).

Esta persona habla también de la existencia de una fuerte inversión de temperatura y de que el piloto se ofuscó ante esas luces y por eso tomó la decisión de aterrizar de emergencia.

Me gustaría saber si han averiguado algo sobre este caso tan polémica donde ya nadie sabe en qué pensar.

Magdalena R.

RESPUESTA

Apreciada Magdalena: En principio te digo que la opinión de Fernández Peris es disparatada, porque las luces avistadas provenían realmente de Ovnis e incluso han sido fotografiadas, no solamente por el piloto del caza que salió a "perseguirlos", sino también desde tierra.

La Fuerza Aérea española sabe positivamente que no eran máquinas terrestres, por más dudas que puedan existir en los investigadores, que tratan de llenar el vacío de su ignorancia con cualquier cosa.

Además, se hizo mucha alharaca por una visita rutinaria de extraterrestres a nuestro planeta, algo que hacen desde tiempos inmemoriales.

Y esperando que no se me tome por blasfemo, voy a parafrasear al Maestro Jesús para aplicarlo a estas visitas rutinarias de extraterrestres: "¡Tanto tiempo hace que estamos con vosotros y aún no nos habéis conocido!".

Bienvenida la Club. Un fuerte abrazo.

Nota: Te transcribo los diálogos que tuve con el Maestro Ruanel en la sesión del 26/6/04, donde se trató el tema.

Interlocutor: Ahora quedó todo clarísimo. Y paso sin perder más tiempo al caso que se ha dado en llamar "Incidente Manises", que resumo para que quede grabado: Un avión de la compañía aérea TAE, despega del aeropuerto de Son Sant Joan de Mallora con destino a Tenerife. Después de veinte minutos de vuelo los pilotos reciben una extraña señal de socorro que no pueden comprender y seguidamente aparecen sorpresivamente unas luces rojas a la izquierda del avión y empiezan a revolotear alrededor de él haciendo maniobras imposibles para cualquier máquina terrestre.

Ésta es, en resumidas cuentas, toda la historia. Obviamente, después hubo toda clase de conjeturas sobre el incidente, pero hasta ahora, por lo menos oficialmente, nada se sabe en concreto.

Ruanel: En principio, la llamada de auxilio fue de personas que estaban en tierra y estaban siendo atacadas por vándalos.

Interlocutor: ¡Pero entonces esa llamada de auxilio no tiene nada que ver con esas luces!

Ruanel: Por supuesto que no, se han unido cosas distintas. El avistaje de las luces y la escucha de la llamada de auxilio no tienen ninguna conexión entre sí.

Interlocutor: Obviamente la llamada desde tierra fue hecha por radio y las ondas fueron captadas por pura coincidencia por la radio del avión.

Ruanel: Correcto.

Interlocutor: ¿Y qué eran esas luces?

Ruanel: Eran naves extraterrestres.

Interlocutor: ¿Cuántas había?

Ruanel: Había cuatro naves pequeñas, que fueron las que avistaron al comienzo, y una nave madre.

Interlocutor: ¿Qué tamaño tenía la nave madre?

Ruanel: Aproximadamente 2 Km.

Interlocutor: Relativamente pequeña. ¿De dónde provenían?

Ruanel: De Beta Centauro III.

Interlocutor: ¿Se trata de una raza belicosa como la de Orión III?

Ruanel: No, a ese extremo no, pero como se trata de una raza poco desarrollada espiritualmente tampoco se puede decir que sean "santos".

Interlocutor: Entiendo la ironía. ¿Eran de los Grises?

Ruanel: No, eran tipo humano, delgados, altos, espigados, pero nada que ver con esas pinturas que hacen algunos ufólogos de extraterrestres tipo "comandante Ashtar", mostrándolos radiantes.

Interlocutor: ¿Pasarían desapercibidos si caminaran entre nosotros?

Ruanel: Pasarían como personas raquíticas, con peinado tipo cepillo y el rostro muy bronceado.

Interlocutor: ¿Algo así como un color cobrizo?

Ruanel: Parecido.

Interlocutor: ¿Y la altura?

Ruanel: Los más pequeños de 1,60 m. ó 1,70m. y los más altos cerca de 2 m.

Interlocutor: Bueno, en este sentido la variedad de su altura es similar a la del hombre terrestre.

Ruanel: Así es.

Interlocutor: ¿Qué estaban haciendo? ¿Turismo?

Ruanel: Es muy raro que los extraterrestres vengan a la Tierra como turismo. Estaban en misión científica de exploración.

Interlocutor: ¿En definitiva toda la historia de este asunto es que aparecieron cuatro Ovnis que revolotearon alrededor del avión y luego se fueron?

Ruanel: Así es, no hubo ningún contacto directo. Existió una persecución por un caza, pero obviamente fue inútil porque las naves lo eludieron con toda facilidad. No obstante, el piloto logró sacar fotos de los Ovnis y de la estela que dejaron.

Interlocutor: Esas fotos, entonces, son absolutamente reales.

Ruanel: Así es.

Interlocutor: ¿Desde tierra sacaron fotos también?

Ruanel: Sí, pero no son tan nítidas como las que sacó el piloto del caza.

Interlocutor: ¿Se ve con claridad que son Ovnis?

Ruanel: Se ven como luces.

Interlocutor: Desde el punto de vista de los militares españoles, ¿saben la verdad?

Ruanel: Saben que no son naves terrestres.

Interlocutor: ¿Es decir que saben concretamente que fueron Ovnis?

Ruanel: Así es. En la Fuerza Aérea tienen tres legajos sobre el caso.

Interlocutor: ¿Están ocultos como "alto secreto"?

Ruanel: No están catalogados así, simplemente están, pero no los dan a conocer. En este sentido actúan como casi todos los países ante los avistajes de Ovnis.

Interlocutor: Entiendo. ¿Y Benítez, que escribió un libro sobre el incidente?

Ruanel: La mayoría de los libros de este autor son novelados. Benítez pone muchas cosas de su imaginación y de cada incidente sencillo hace toda una historia.

Interlocutor: ¿Entonces este asunto, en definitiva, es algo tan rutinario e intrascendente como los Ovnis recientemente avistados en México?

Ruanel: Es que la mayoría de los asuntos que tratamos en sesión son, en el fondo, rutinarios. Están los extraterrestres que abducen para experimentar anatómicamente, los que abducen para extraer sangre y crear anticuerpos para beneficio de su propia raza, los que abducen para extraer órganos para injertarlos a quien los necesite de su propia especie, los que abducen para embarazar a mujeres terrestres.

Interlocutor: ¿Y el hijo?

Ruanel: Se lo llevan.

Interlocutor: ¿Nunca se lo dan a la madre?

Ruanel: No, nunca.

Interlocutor: ¿Estamos hablando de sexo normal o de un implante de óvulos?

Ruanel: No, nada de implantes, han tenido relaciones sexuales directamente.

Interlocutor: Obviamente estamos hablando de organismos más o menos similares o compatibles.

Ruanel: Por supuesto.

Interlocutor: ¿Las mujeres terrestres se han prestado voluntariamente a esas relaciones sexuales?

Ruanel: No, porque por lo general está dopada y ella después no sabe lo que le ha sucedido realmente.

Interlocutor: Pero sabe que algo le sucedió aunque sin poderlo precisar.

Ruanel: Así es.

Interlocutor: ¿No les importa las consecuencias posteriores que pueda tener la mujer?

Ruanel: Para nada.

Interlocutor: Para concluir con el Incidente Manises, ¿hay algo importante para agregar?

Ruanel: No, importante no. Estos extraterrestres vinieron simplemente a explorar. Lo que ocurre es que le Tierra tiene mucha variedad de minerales, tiene muchísimos climas.

Interlocutor: ¿Pero acaso todos los planetas no tienen muchísimos climas?

Ruanel: No todos los planetas tienen estaciones tan marcadas como aquí, primavera, verano, otoño e invierno, a causa de la inclinación del eje de rotación. Hay mundos que tienen un invierno polar permanente y otros un verano muy caluroso también permanente.

Interlocutor: ¿Es decir que no hay muchos planetas que tengan inclinado el eje de rotación?

Ruanel: No, no hay muchos. Y por eso muchos extraterrestres vienen a investigar. Les llama mucho la atención la variedad de climas, con su lluvias, sus sequías. Los intriga más que un quasar.

Interlocutor: Concretamente, entonces, los extraterrestres vienen aquí por la variedad de climas, por la variedad de estaciones, por la variedad de minerales.

Ruanel: Y también por la variedad de zonas. Fíjate que en la zona media ecuatorial hay desiertos como el del Sahara y selvas como la del Amazonas.

Interlocutor: ¿Y en otros planetas esto no hay?

Ruanel: No con la variedad que existe aquí.

Interlocutor: ¿Usted diría que la Tierra es un planeta privilegiado?

Ruanel: En este sentido, sí.

Interlocutor: ¿Damos por terminado el tema del Incidente Manises o habría algo más que aclarar?

Ruanel: No, esto es todo.