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Jesse Marcel investiga
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A principios de Julio de 1947 un incidente ocurrió en el desierto de Roswell, en Nuevo México. Mucha gente ha oído hablar de la caída del OVNI de Roswell, pero muy pocos personas saben los detalles del acontecimiento. El relato del incidente del UFO fue tomado de expedientes públicos, de la información proporcionada por el Museo Internacional del UFO y del lanzamiento de prensa para el "Encuentro UFO 1997.
En la tarde del 3 de julio de 1947, Dan Wilmot y su esposa se encontraban sentados en el pórtico de su negocio cuando vieron un objeto brillante que se movía a través del cielo a más de 500 millas por hora. Wilmot observó que dicho objeto apareció del sureste y desapareció al noroeste. Divulgó su avistamiento inusual al expediente del diario de Roswell.
También a principios de Julio, W.W. (Mac) Brazel, el capataz del J. B. Foster Ranch cabalgaba por las tierras del rancho para comprobar sus ovejas después de una noche tempestuosa de truenos intensos. Mac Brazel descubrió entonces una cantidad grande de deshechos dispersados a través de uno de los pastos del rancho. El hombre tomó algunos pedazos que se hallaban desparramados, mostrándolos a algunos amigos y vecinos, entrando luego en contacto con el sheriff George Wilcox del condado de Chaves. Sospechando que los materiales descriptos por Mac Brazel se pudieran conectar con operaciones militares, el sheriff Wilcox notificó a las autoridades en el Campo del aire del ejército de Roswell (posteriormente retitulado el Walker AFB) para que intervengan en el tema.
El Mayor Jesse Marcel, oficial de la Inteligencia del Grupo de Bombarderos 509, estuvo implicado en la recuperación de los restos que fueron transportados inicialmente al Campo del Aire del ejército de Roswell. El 8 de julio el Daily Record de Roswell registró con título de tapa una historia donde revelaba que los restos de un platillo volante habían sido recogidos en un rancho del área.
Cuando entrevistaron a Jesse Marcel, éste divulgó que esos restos habían sido trasladados desde Nuevo México a la base aérea de Wright-Paterson en Daytona, Ohío.
El Coronel Guillermo Blanchard, comandante del Grupo 509, dió la noticia de que los restos de un disco volador estrellado habían sido juntados en un campo de Roswell y llevados a un hangar de dicha base.
Mas tarde una segunda noticia de prensa fue publicada por iniciativa de la oficina del General Roger Ramey, comandante de la Octava fuerza aérea de Texas, al poco tiempo de la primer noticia. Esta noticia desmentía categóricamente lo dicho en la primera y explicaba que los oficiales del Grupo 509 habían identificado incorrectamente un globo meteorológico y su reflector de radar como un disco volante estrellado.
Pero no se puede tapar el cielo con las manos. Mucha gente había participado de los hechos...
La funeraria de Ballard en Roswell tenía un contrato para proporcionar la ambulancia y los servicios del mortuorio para el ejército de Roswell y estuvo recogiendo supuestos restos de cuerpos en una ladera, cerca del campo. Glenn Dennis, joven empresario de pompas fúnebres que trabajaba para las funerarias de Ballard, recibió varias llamadas telefónicas del oficial mortuorio en el campo del rancho para informarle que estaban recuperando unos restos y le preguntaron acerca de la disponibilidad de ataúdes herméticos, que fueran pequeños y estuviesen bien sellados, para sus recomendaciones en la preservación de los cuerpos que habían sido expuestos a los elementos por varios días. Dennis, con su curiosidad despertada, pensó que había varios cadáveres de niños, muertos en un accidente de aviación. Visitó el hospital al ponerse el sol y fue escoltado fuertemente dentro del edificio. Este comportamiento incitó más la curiosidad del joven Glenn, que tenía relaciones con una enfermera del establecimiento. Al querer curiosear más, fue obligado a irse y citó a su novia al día siguiente en un café. La enfermera había entrado al quirófano durante las autopsias realizadas y le contó nerviosamente a Dennis que vió "... varios cuerpos no humanos pequeños... ". Se los bosquejó en una servilleta y Dennis guardó los dibujos de los humanoides, intentando tranquilizar a la chica.
A los pocos días, sorpresivamente, transfirieron a la enfermera a Inglaterra.
El 9 de julio, el expediente del diario de Roswell reveló que los restos habían sido encontrados en el J.B. Foster Ranch. Mac Brazel, que había divulgado su hallazgo al sheriff del condado de Chaves, fue citado por alguien del ejército y en un programa radial se desdijo de lo que había comentado antes, apoyando la versión del globo aerostático.
En los días siguientes virtualmente cada testigo de los restos de la caída del aparato volador y cada testigo de la recuperación de los restos fue transferido precipitadamente para desaparecer de la faz de la tierra. Esto condujo a las suspicacias que un acontecimiento extraordinario era el tema de un encubrimiento deliberado del gobierno.
El oficial de Información Pública Walter Haut, emitió un comunicado de prensa acerca del incidente que conmovió al mundo.
"Como oficial de relaciones públicas, para la base del 509 Grupo de Bombarderos, recibí una llamada del comandante, Cnel. William Blanchard. Me dijo muy específicamente lo que deseaba que se dijera en el comunicado de prensa: el hecho que poseíamos restos de un platillo volador estrellado a unos 120 km. al noroeste de Roswell, y que las piezas habían sido traídas a la oficina del alguacil por un hacendado de la región. También me dijo que el mayor Marcel, máximo oficial de inteligencia de la base, llevaría el material al Campo Aéreo Fort Worth, del Ejército, y se lo entregaría al brigadier general Roger Ramey, nuestro comandante superior. Blanchard también dijo: Asegúrese de llevar la declaración en la mano. Entréguela a todos los medios de comunicación".
Camino a la base aérea, Jesse Marcel se detuvo en su hogar a las 2 AM, y mostró unas piezas extrañas a su esposa y su hijo de 11 años, Jesse Marcel Jr. Les dijo que lo que estaban observando pertenecían a un platillo volador.
La información llegó por telegrama y periódicos. Llamadas de todo el mundo comenzaron a llegar a Roswell. En menos de 2 horas, el General Clemence McMullen, en Washington, llamó al Coronel, Thomas DuBose en Fort Worth. McMullen ordenó a Thomas DuBose que le dijera al Comandante de la octava fuerza aérea, General Roger Ramey, que ocultara toda la historia del platillo volador y que creara una historia para encubrirla. Luego, en una conferencia de prensa dirigida por el General Roger Ramey en Fort Worth, se dijo que lo accidentado cerca de Roswell era un globo meteorológico, no un platillo volador. Jesse Marcel fue obligado a posar para las cámaras de la prensa, con un típico globo meteorológico. Al dia siguiente, la asociación de prensa publicó un boletín mundial, el cual decía que la historia del platillo era simplemente un globo meteorológico.
Pero ahí no terminó la historia de las entidades humanoides con grandes cabezas. Un individuo que estaba cuidando la puerta de entrada del aeropuerto militar notificó que un camión cargado con hielo seco entró por la noche en la base. El propósito del hielo era, posiblemente, el de preservar los cuerpos hasta el momento de emprender nuevos análisis. Los humanoides quedaron encerrados en un gran recipiente en uno de los hangares de la base. Después de ser cubiertos con hielo, los restos fueron enviados inicialmente a Fort Worth, y luego a Wright Field en Dayton, Ohio, donde con toda probabilidad pasaron un intenso análisis biológico.
Tuvieron que pasar cerca de 45 años para que los testigos hablaran abiertamente del caso. Inez Wilcox, esposa de George Wilcox, le contó a su nieta, Barbara Dugger, que la familia recibió amenazas de muerte para mantener en secreto el incidente Roswell.
En 1979, Jesse Marcel fue entrevistado con respecto a su papel en la recuperación de los restos y él dijo que en el ´47 había tenido en sus manos un material que no pesaba nada, que no se quemaba y tampoco podía rallarse. Tampoco pudieron traspasarlo con los taladros más duros. Y eso que el material no era más grueso que el papel de estaño en un paquete de cigarrillos. Incluso comentó que intentaron hacer una abolladura en su superficie con un martillo pistón de 16 libras, sin hacerle mella. Los oficiales que habían sido colocados en el campo de Wright en Dayton, Ohio (donde los restos fueron tomados) a la hora del incidente han apoyado las demandas de Jesse Marcel, pero también el hombre fue víctima de burlas de otros compañeros, acusándolo de tener una frondosa imaginación.
Remontándonos a aquella época, cuando Marcel llegó a la base se encontró con los restos de un globo para experimentos del tiempo, que reemplazaban a las piezas originales que él había tenido en sus manos. El General Roger Ramey lo obligó a sacarse fotos con esas piezas en sus manos.
Se comenta que en el ´79 se reunieron Jesse Marcel y Glenn Dennis, y este último le mostró unos bosquejos, similares a los que le había hecho esa novia enfermera en el ´47... pero Dennis no admitiría eso ante otras personas.
El Dr. Jesse Marcel, Jr., de once años de edad cuando ocurrió el incidente, acompañó a su papá durante los esfuerzos de la recuperación. Años después, el hijo de Jesse Marcel ha llegado a mostrar algunos dibujos detallados de jeroglíficos similares a los símbolos que él vio en la superficie de uno de los restos.
El Dr. Marcel atestigua regularmente sobre su creencia de que un UFO de un cierto tipo se estrelló en Roswell. Habrá quienes crean y quienes no... pero él sabe que todo fue cierto.
Ver "El incidente Roswell"