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Percy H. Fawcett, su última aventura
Grupo Elron

 

PERCY HARRISON FAWCETT

Ni siquiera el rey de los escapes, el mago Harry Houdini, hubiera podido imaginar una desaparición tan espectacular

JACK FAWCETT Y RALEIGH RIMELL

SELVA DEL AMAZONAS

RÍO AMAZONAS

 

 

 

La historia conocida I

por JUAN PEDRO MOSCARDÓ

publicado en  Libertalia

PERCY H. FAWCETT


Percy Harrison Fawcett nació en 1825 en Devon, Inglaterra. Desde joven se enroló en el ejército, para el que serviría durante varios años en Ceilán. Más tarde trabajaría para el servicio secreto, -sin dejar la milicia-,  en el norte de África. En 1906 recibió el encargo de la Royal Geographical Society para comandar una expedición encargada de delimitar las fronteras entre Bolivia y Brasil. Durante tres años estuvo cartografiando la región y cuando el encargo llegó a su fin, Fawcett abandonó el ejército y prosiguió las exploraciones financiándolas por su cuenta o con el patrocinio de diversos periódicos. Así, sus expediciones tuvieron bastante eco en su país natal debido a los peligros que arrostraba (tribus hostiles, peligrosos animales, naturaleza salvaje, orografía, accidentes, hambre, etc.) e incluso en un relato suyo de un viaje a las colinas Ricardo Franco se inspiró Arthur Conan Doyle para localizar su famosa novela El mundo perdido. En total encabezó siete expediciones a las selvas sudamericanas entre 1906 y 1924, con un breve paréntesis a causa de la I Guerra Mundial, ya que el coronel regresó a Inglaterra para luchar. 

     En los últimos años Fawcett había estudiado mucho la arqueología de la región. Así surgiría su interés por una gran y antigua ciudad perdida que estaba convencido de poder hallar en las junglas brasileñas. Aparte de viejos relatos y dudosos indicios el coronel creía en la existencia de esa ciudad, -que denominaría "Z"-, a causa de un ídolo de piedra negra, con misteriosos signos esculpidos, que le había regalado el escritor y también aventurero, sir H. Rider Haggart. Tras adquirir un mapa antiguo de la zona del aún poco conocido Mato Grosso, al SO de Brasil, en el que aparecía una ciudad sin nombre, Fawcett decidió organizar la que sería su última expedición.

     El coronel siempre había tenido problemas en sus viajes para encontrar compañeros fiables. Pero esta vez le acompañarían su hijo mayor, Jack, y un amigo de éste, Raleigh Rimell. Fawcett siempre había preferido los pequeños grupos, que pudieran valerse por sí mismos y podrían ganarse más fácilmente la confianza de las tribus nativas y evitar así los ataques. Planeó la ruta con sumo cuidado y, sabedor del peligro que afrontaría, dejó dicho que si no regresaban no debía enviarse ninguna otra misión de rescate.

     El 29 de mayo de 1925, desde el campamento bautizado Caballo Muerto en el Mato Grosso, Fawcett enviaría un postrero mensaje a su esposa. Despidieron (con sus cartas) a los porteadores que les habían ayudado hasta allí y se adentraron solos en territorio desconocido. Eso fue lo último que se supo de ellos, ya que desaparecieron en la selva y nadie más les volvió a ver de nuevo.

    A partir de ese momento en Inglaterra, -aunque también en otros lugares-, se vivió una auténtica fiebre por hallar a los exploradores desaparecidos, atizada por los diarios que supieron hallar su particular Eldorado. Así, y en contra de los deseos del propio Fawcett, durante más de veinticinco años se organizarían numerosas expediciones de socorro.

    Surgirían a partir de entonces abundantes rumores, como el que situaba a un anciano blanco errante por las selvas y no faltaron testigos que afirmaban haber visto a Fawcett en la región de Minas Gerais y otras. 

    En 1928 el comandante George Dyott, al mando de una de aquellas marchas, indicó su convencimiento de que el coronel inglés y sus compañeros habían sido asesinados por los calapos, una tribu de la zona. Dos años después, el periodista Albert de Winton contactó con los propios calapos y corroboró la tesis de Dyott. Pero a Winton también le iba a engullir la jungla y jamás regresaría. Igual suerte correría el suizo Stefan Rattin, que había vuelto del Mato Grosso en 1932 y perjuraba que había hallado a Fawcett al norte del río Bamfin, aunque era prisionero de una tribu. Con el fin de liberar al coronel y probar sus afirmaciones organizó otra expedición a la selva pero nunca más se supo de él.

Con las sucesivas desapariciones, el convencimiento de la familia de la supervivencia del coronel, y el papel de los periódicos, la fascinación de la opinión pública iba en aumento. Se sostuvo que las tribus le mantenían prisionero como un trofeo prestigioso, cualquier resto de brújulas, valijas o botas eran indicios para seguir la pista del coronel y circularon leyendas sobre indios blancos, posibles descendientes de los exploradores perdidos.

    Nuevas expediciones se dirigieron al Mato Grosso sin poder confirmar nada hasta que ya en 1951, el brasileño Orlando Vilas Boas dijo que un cacique calapo aseguraba haber asesinado a los exploradores y conocer el lugar donde estaban sus restos. Vilas Boas se llegó a fotografiar con un cráneo, -que afirmaba era el de Fawcett-, para terminar con una nueva historia que sugería que el coronel en realidad había encontrado un fabuloso reino perdido al estilo de El Dorado y se había quedado allí, bien por la fuerza bien por propia voluntad. 

    La leyenda de la misteriosa desaparición de Fawcett continuó viva durante décadas y hasta en fecha tan reciente como 1996 se organizó la última expedición conocida en busca de las huellas del coronel. Pero René Delmotte y James Lynch tampoco pudieron llegar muy lejos porque una tribu indígena les retuvo durante varios días amenazando con matarles. Al final pudieron salvar las vidas pero perdieron el equipo valorado en 30.000 dólares.

    Después de setenta años de su desaparición, la jungla aún se muestra muy peligrosa para los que se aventuran a intentar seguir los pasos del intrépido y evanescente coronel Percy H. Fawcett. 

 

 

 

La historia conocida II

Enlace a la página

LA CIUDAD PERDIDA DE MATTO GROSSO

LA ULTIMA AVENTURA DEL CORONEL FAWCETT

Año de 1925. Los rotativos del mundo entero, con grandes titulares, anuncian la desaparición de la expedición organizada por el Coronel Percy Harrison Fawcett en la misteriosa región de Matto Grosso, en el corazón del Brasil en busca de "LA CIUDAD PERDIDA".

El Coronel Fawcett, oficial retirado del Ejército Británico, antiguo luchador de la India, explorador de las fronteras de Bolivia y Brasil, experto en recorrer toda clase de selvas y terrenos, había escrito su última carta a su esposa desde el lugar llamado "Puerto del Caballo Muerto". En ella decía: "Si no volvemos, no deseo que organicen partidas de salvamento...Es demasiado arriesgado. Si yo, con toda mi experiencia, fracaso, no queda mucha esperanza en el triunfo de los otros. Esa es una de las razones de por qué no digo exactamente hacia donde vamos... Ya sea que pasemos y que volvamos a salir de la selva, que dejemos nuestros huesos para pudrirse en ella, una cosa es indudable: la respuesta al enigma a la antigua Suramérica... y quizás el del mundo prehistórico... será encontrada cuando se hayan localizado esas antiguas ciudades y queden abiertas a la investigación científica. PORQUE LAS CIUDADES EXISTEN...DE ESO ESTOY SEGURO!..."

Estas fueron sus últimas palabras. Desde entonces no se supo más de él ni de su hijo Jack ni de Raleigh Rimmel, el amigo de éste que era el tercer miembro de la expedición.

Después de luchar con muchas dificultades para organizar su partida, un buen día, con todo el equipo listo, salen de Río de Janeiro en febrero de 1925 persiguiendo una quimera que para él era una realidad...LA CIUDAD ZETA, llamada así por la última letra del alfabeto, la ciudad perdida en la selva, donde estaba "el fuego que nunca se apaga".

Artículo completo en este enlace...

 

 

La historia verdadera

MÁGICA DESAPARICIÓN

La última aventura de Percy Fawcett.

Estimado profesor: Uno de los misterios más insondables en los anales de los viajes de exploración lo constituye la desaparición del coronel Fawcett junto con su hijo Jack y un amigo de la infancia cuando buscaba una supuesta antigua ciudad perdida, que estaba convencido de encontrar en alguna parte del Amazonas.

Lo curioso es que durante los años posteriores a su desaparición surgieron varias personas sensitivas que dijeron haber recibido mensajes telepáticos de Fawcett en los que afirmaba estar bien y sin problemas de ningún tipo.

Gustavo R.

RESPUESTA

Apreciado Gustavo: Verdaderamente, la desaparición del coronel Fawcett, su hijo y su amigo en la selva del Amazonas es un tema apasionante y aquí se demuestra una vez más que muchas veces la realidad supera a la ficción.

Ni siquiera Harry Houdini, el famoso mago rey de los escapes, pudo imaginar una desaparición tan espectacular.

Pero nada mejor que transcribirte los diálogos de la sesión del 26/6/04 donde Ruanel develó el misterio.

Bienvenido al Club. Un fuerte abrazo.

Interlocutor: . Aquí tengo algo agendado desde hace bastante tiempo y es la misteriosa desaparición del explorador coronel Percy H. Fawcett en las selvas amazónicas junto con su hijo Jack y otra persona llamada Raleigh Rimell. Sucedió en 1925. Fawcett buscaba una especie de "Ciudad Perdida", que estaba seguro que existía. Lo curioso es que nunca se encontraron sus restos y el misterio de lo ocurrido llega hasta nuestros días sin que nadie pueda tener el menor indicio de lo que ocurrió, y ello a pesar de que se hicieron varias expediciones en su búsqueda.

Ruanel: La ciudad que él buscaba existía, pero en otra dimensión.

Interlocutor: ¿Usted me está diciendo que encontraron una puerta dimensional y penetraron por ella?

Ruanel: Así es.

Interlocutor: ¿Y los tres desaparecieron?

Ruanel: Correcto.

Interlocutor: ¿Y qué es lo que encontraron?

Ruanel: Una civilización similar a la de los aztecas.

Interlocutor: ¿Y simplemente decidieron quedarse allí?

Ruanel: Así es. Todos murieron en ese lugar.

Interlocutor: ¿Ninguno quiso volver a nuestra civilización?

Ruanel: No, prefirieron quedarse allí. Incluso el hijo de Fawcett se casó con una nativa de ese lugar y formó una familia.

Interlocutor: ¡Es fascinante!

Ruanel: Tú lo ves como fascinante, pero en realidad es algo rutinario, nada del otro mundo, porque esas aberturas dimensionales existen y muchos han pasado por ellas. En el futuro se descubrirá la forma de trasladarse a voluntad, igual que se descubrirá la forma de pasar a los universos paralelos.

Interlocutor: Bueno, pero esas personas las encontraron de pura casualidad. ¿Fawcett también encontró la abertura por azar?

Ruanel: No, él lo sabía.

Interlocutor: ¡No lo puedo creer!

Ruanel: Fíjate que él dejó dicho que no lo buscaran porque sabía que al pasar por la abertura dimensional su búsqueda iba a ser inútil.

Interlocutor: ¿Ésa es la razón de que despidieran a los porteadores? Esta conducta de Fawcett asombró mucho a los que investigaron su desaparición, particularmente porque eran necesarios para el éxito de su misión.

Ruanel: Él no quiso involucrar a los porteadores en esa aventura. Además, no los necesitaba para pasar por la abertura dimensional.

Interlocutor: Obvio. ¿Ya habían decidido que no regresarían?

Ruanel: En ese momento aún no habían decidido nada porque no sabían con exactitud con qué se encontrarían.

Interlocutor: ¿Su hijo y la otra persona sabían la verdad?

Ruanel: Por supuesto.

Interlocutor: Hay otra cosa que intrigó a los investigadores y son los datos de las coordenadas que él dejó y que no concordaban para nada. La intriga se debe a que Fawcett era muy minucioso cuando anotaba datos y esa falta de precisión no se relacionaba para nada con él. ¿Acaso quiso ocultar su propósito de esta forma?

Ruanel: No, lo que ocurrió es que cometió un error porque debió hablar de vórtices y al no hacerlo confundió a los investigadores que no pudieron imaginar que Fawcett se estaba refiriendo a una abertura dimensional.

Interlocutor: Ahora entiendo. Curiosamente, una de las preguntas que tenía agendada para hacerle es si alguien que pasara a otro lugar por una abertura dimensional podría quedarse en ese otro lugar sin ningún problema y vivir y morir allí. La pregunta quedó, pues, respondida con lo que le sucedió a Fawcett y a sus acompañantes.

Ruanel: El receptáculo está muy agotado. Haz una última pregunta.

Interlocutor: Preferiría concluir aquí la sesión porque quiero pensar un poco en esta aventura de Fawcett y aclarar las dudas que surjan en la próxima sesión, porque este tema, que aunque a usted le parezca rutinario, para mí sigue siendo fascinante, aun sabiendo la verdad de lo sucedido.

Ruanel: Los dejo con toda mi Luz.

Interlocutor: Hasta luego, Maestro, y gracias.

 

 

Dudas sobre Fawcett y la abertura dimensional.

Estimado profesor: Después de leer el interesante artículo sobre el explorador Fawcett y su enigmática desaparición, me surgieron las siguientes preguntas: ¿En qué consistía exactamente esa "puerta dimensional"? ¿Cuál era su aspecto? ¿Sigue existiendo en la actualidad? ¿La ha descubierto alguien más? ¿Cómo descubrió su funcionamiento? ¿Tenía Fawcett instrucciones detalladas de su funcionamiento por alguien que ya había cruzado por la puerta? Un fortísimo abrazo. Su amigo,

Juan E.

 

RESPUESTA

Apreciado Juan: Las preguntas que me hiciste se las trasladé a mi Guía espiritual Ruanel en la sesión del 13/7/04, que seguidamente te transcribo y que te aclararán todas las dudas.

Un abrazo.

Interlocutor: Lo primero que quiero hacer es concluir con el tema del explorador Fawcett, ya que quedaron algunas preguntas pendientes. ¿En qué consistía esa puerta dimensional por la que pasó a otro lugar junto con su hijo y un amigo?

Ruanel: Es como una especia de abertura que hay en todos los mundos, donde los planetas tienen campos magnéticos que de alguna manera forman vórtices energéticos que pueden hacer que se cree una "singularidad".

Interlocutor: ¿No entiendo bien eso de "singularidad"?

Ruanel: Hay distintos tipos de singularidad. Hay físicos del Siglo XX que le llamaban así a situaciones donde estaban exentas las leyes de la física normal, como la singularidad del agujero negro, donde se puede cortar camino a otras galaxias.

Interlocutor: Entiendo.

Ruanel: En este caso puede haber singularidades espacio-temporales, donde se puede viajar al pasado, o puede haber incluso singularidades que son más especiales donde se puede viajar a otros universos paralelos.

Interlocutor: ¿Con alguna técnica especial?

Ruanel: No, sin técnica de ningún tipo.. Lo que sucede es que son puertas que ni siquiera se notan.

Interlocutor: ¿Pero no habría alguna forma de detectarlas?

Ruanel: Algunas sí por medio de la brújula porque la aguja gira como loca.

Interlocutor: ¿Y Fawcett cómo la descubrió?

Ruanel: Lo descubrió porque vio alteraciones en el campo magnético.

Interlocutor: ¿Fawcett ya lo había averiguado antes o lo supo en el momento de pasar por la puerta dimensional?

Ruanel: Él ya lo sabía y fue ex profeso a pasar por ella. Pero lo que no sabía era con qué se iba a encontrar.

Interlocutor: ¿Fawcett hizo algún intento previo antes de arriesgarse a pasar por la abertura?

Ruanel: No, porque no es algo que uno pueda introducir la cabeza y ver lo que hay del otro lado. Pasó directamente.

Interlocutor: Entiendo. ¿Dónde se ubica una puerta dimensional?

Ruanel: En un camino puede haber un atajo en la espesura y el viajero de pronto, sin darse cuenta, se encuentra en otro lugar completamente distinto.

Interlocutor: ¿Existe aún esa puerta dimensional?

Ruanel: Sí, por supuesto.

Interlocutor: ¿Y cómo es que no la han encontrado otros exploradores?

Ruanel: Porque no le han prestado atención o directamente no la han buscado. La han excluido del campo racional.

Interlocutor: Entiendo. No se busca lo que no se sabe que existe.

Ruanel: Correcto.

Interlocutor: ¿Pero algunos han pasado accidentalmente por lo menos?

Ruanel: Sí, por supuesto, pero lo que ocurre es que estamos hablando de zonas inexploradas. Imagínate una metrópolis muy habitada, digamos una zona céntrica de una gran ciudad. Si existiera aquí una puerta dimensional, ¿cuántas personas pasarían por ellas?

Interlocutor: Obviamente que muchísimas.

Ruanel: Pasarían un millón de personas por día o más.

Interlocutor: Está claro. ¿Una puerta dimensional podría señalizarse? Me refiero a algo así como un cartel que diga "cuidado con la abertura".

Ruanel: Relativamente, porque las puertas dimensionales, al igual que los chacras del cuerpo humano, que son puntos energéticos, 21 en total pero 7 principales, no están fijos, rotan, pendulan, se mueven de un lado al otro tanto vertical como horizontalmente.

Interlocutor: Es decir, en buen romance, que pasar por una abertura es prácticamente una cuestión de azar.

Ruanel: Sí, es así.

Interlocutor: ¿Fawcett, entonces, pasó más bien por azar por esa puerta?

Ruanel: No necesariamente, porque él la buscaba y mientras lo hacía de pronto fue absorbido.

Interlocutor: ¿Esa abertura fue un traslado al pasado, al presente o al futuro?

Ruanel: Fue al pasado. Al presente no porque entonces sería un universo paralelo.

Interlocutor: Entiendo. ¿Por una puerta dimensional puede irse al futuro?

Ruanel: Sí, porque si del otro lado se pasa a este lado se está pasando al futuro.

Interlocutor: Tiene razón, se me había escapado algo tan obvio.

Ruanel: Depende de cómo esté la energía de cada lado de la puerta. La Tierra tiene 4000 millones de años y los nadis estuvieron prácticamente desde que se creó el campo magnético.

Interlocutor: Concretamente, entonces, esta puerta dimensional por la que pasó Fawcett era un pasaje hacia el pasado, hacia el pasado de la Tierra...

Ruanel: Correcto. Voy a dar un ejemplo de electricidad: Hay tres tipos de mediciones de corrientes eléctricas principales: 1) el amper o amperio , que es el que mide de la cantidad, el chorro de corriente; 2) el voltio , que es el que mide la fuerza, llamado en física "diferencia de potencial", y 3) está también la multiplicación de los dos que es el watt o wattio. Watt es voltio más amperio.

Interlocutor: Está claro.

Ruanel: Bien, la diferencia de potencial o voltio de un lado de la puerta dimensional al otro da la diferencia de años que uno recorre de un lado al otro.

Interlocutor: ¿Estamos hablando de grandes distancias?

Ruanel: No, generalmente la diferencia es pequeña.

Interlocutor: ¿De cuántos años estamos hablando?

Ruanel: De cientos de años nada más, salvo que haya tormentas eléctricas y de un lado de la puerta se acumule un voltaje tremendo y justo caiga un rayo en el marco de la puerta. Estoy hablando de un marco imaginario. Bueno, si se dan estas condiciones y en ese instante pasa por allí un viajero, puede llegar hasta un millón de años al pasado.

Interlocutor: ¿Y después cómo hace para regresar a su tiempo?

Ruanel: Si no hay tormenta ni nada, es decir, si no se dan las mismas condiciones que permitieron su traslado a tantos años al pasado, ¿cómo haría para volver? ¡Es imposible!

Interlocutor: ¿Usted me está diciendo que la puerta no es recíproca?

Ruanel: No, no es recíproca porque hay diferencia de potencial. Si el potencial del siglo XXI volvió a la normalidad, pues de ese pasado de un millón de años ya no vuelve.

Interlocutor: Voy entendiendo.

Ruanel: Si un viajero pasa por una puerta dimensional a un pasado de 500 años y la carga mermó, ya no vuelve a su tiempo sino quizás a un pasado de 200 ó 300 años.

Interlocutor: A ver si entiendo. Un viajero del siglo del año 2000 pasa por una abertura dimensional y se traslada digamos al 1500 y cuando quiere volver, a causa de la diferencia de potencial regresa no al año 2000 sino al 1800 o al 1700. ¿Es algo así?

Ruanel: Sí, porque es muy difícil que vuelva a su propio tiempo, salvo que entre y salga rápidamente, porque las cargas de potencial fluctúan.

Interlocutor: Entiendo. ¿Fawcett se encontró con algo así?

Ruanel: No, porque ni él ni su hijo ni el amigo quisieron regresar.

Interlocutor: ¿Y si hubieran querido regresar?

Ruanel: No hubieran podido.

Interlocutor: ¿Por qué no quisieron volver? ¿Acaso se encontraron con algo mejor?

Ruanel: No, mejor no, sino distinto.

Interlocutor: ¿Pero qué es lo que los atrapó de ese lugar que quedaron tan embelezados?

Ruanel: Tienes que comprender que cuando un explorador encuentra un lugar nuevo se pone tan contento como cuando a un pequeño le compran un juguete.

Interlocutor: ¿Pero ni siquiera lo intentaron?

Ruanel: No, para nada. Entiende que una puerta dimensional no es como una ventana en la cual uno puede sacar la cabeza y después entrarla. Supongamos que Fawcett hubiera hecho el cálculo cuántico y dijera "bueno, me asomo para ver si estoy en el mismo siglo de origen y si veo que no lo estoy me quedo", porque la puerta lo puede chupar para el otro lado.

Interlocutor: Entiendo el punto. Pero recuerdo que hay viajeros que han tropezado, por decirlo así, con una abertura dimensional y se trasladaron a un pasado de un siglo y luego volvieron a salir de allí sin que se dieran cuenta.

Ruanel: Son casos excepcionales, porque si hay fluctuación de las cargas no logran salir. Pueden estar semanas en ese pasado y si no hay fluctuación no van a tener ningún problema en regresar. Pero una puerta dimensional puede fluctuar veinte veces en un mes.

Interlocutor: Evidentemente es una cuestión de azar. ¿Cuántos años en el pasado se trasladó Fawcett?

Ruanel: Alrededor de cuatrocientos o quinientos años.

Interlocutor: ¿De la Tierra?

Ruanel: Así es.

Interlocutor: ¿De ese mismo lugar, es decir de la selva amazónica?

Ruanel: Sí, por supuesto.

Interlocutor: ¿Las puertas dimensionales siempre son pasos a ese mismo lugar pero de otro tiempo?

Ruanel: Correcto. Sucede como con los cronomóviles del futuro. Hubo muchos. estoy tratando de filtrarle bien el concepto a mi receptáculo. Hubo muchos cálculos matemáticos respecto a por qué se pasa a otro tiempo del mismo lugar si la Tierra, de aquí a un mes, girando a treinta kilómetros por segundo, va estar lejos de este lugar. Pero según Einstein el espacio tiempo es uno solo, entonces el tiempo acompaña al espacio.

Interlocutor: Creo Interpretar perfectamente la idea.

Ruanel: Entonces, si yo soy un viajero del tiempo y viajo al pasado en mi cronomóvil, voy a ir acompañando la rotación de la Tierra. No es que yo voy a viajar doscientos años al pasado y voy a quedar en el espacio porque la Tierra se me movió. ¿Se entiende esto que digo?

Interlocutor: Está clarísimo. Y en este momento se me ocurre algo similar: el avión queda atrapado por la gravedad de la Tierra y gira con ella, algo que no sucede con los Ovnis, ya que pueden anularla.

Ruanel: Hay un ejemplo más sencillo: una mosca volando en el aire de un vagón va a ir a la misma velocidad que va éste, porque el aire está acompañando a todo el tren.

Interlocutor: Está claro.

Ruanel: El espacio-tiempo, aunque retroceda en el tiempo, está acompañando a la rotación de la Tierra.

Interlocutor: Ahora lo entendí bien. ¿Qué había en ese lugar del pasado al que se trasladó Fawcett?

Ruanel: Había una civilización que en algunos aspectos era más moderna que los indios del siglo XVII.

Interlocutor: Es decir que el lugar al que Fawcett se trasladó era casi en la época en que Colón descubrió América.

Ruanel: Correcto.

Interlocutor: ¿Había extraterrestres?

Ruanel: Siempre hubo extraterrestres por esas zonas. Son zonas magnéticas muy importantes cuya energía utilizan, mediante aparatos gravitatorios, para recargar los motores -motores "graviónicos", por así llamarlos- de sus naves.

Interlocutor: ¿Fawcett se encontró frente a frente con extraterrestres?

Ruanel: No, solamente con los indígenas.

Interlocutor: ¿Usted, en este momento, desde su plano puede percibir el lugar al que se trasladó Fawcett?

Ruanel: No, porque yo puedo visualizar tan solo el presente. Ignoro cómo lo podrán percibir las entidades que están en los planos superiores, desde el 7º nivel en adelante, porque en el plano angélico la visión es la misma que la nuestra. No creo que puedan visualizar el pasado porque sí.

Interlocutor: Entiendo. ¿Pero ustedes sí pueden ver los universos alternos? Concretamente, ¿ustedes pueden ver el universo alterno donde yo formé pareja con "Mariana Popea"?

Ruanel: Los universos alternos se pueden ver en tanto y en cuanto haya un 10 % encarnado, de lo contrario no.

Interlocutor: ¿Pero cualquier espíritu lo puede ver o solamente el Thetán?

Ruanel: Lo puede ver solamente el Thetán.

Interlocutor: ¿Concretamente, entonces, todos los Thetanes que tienen sus partes encarnadas en diversos universos alternos los pueden ver?

Ruanel: Correcto.

Interlocutor: ¿Cómo se distingue un universo alterno del original, ya que el alterno no dura? Por ejemplo, ¿por qué yo voy a decir qué este universo en el que estoy es el original y el otro en el que también estoy es el alterno?

Ruanel: Voy a dar una respuesta muy difícil de traducir para el decodificador del receptáculo. Es una cuestión de probabilidades.

Interlocutor: No entiendo.

Ruanel: El universo original es el que tiene mayor cantidad de decisiones tomadas. Imaginemos a diez personas en el plano físico encerradas en una habitación, donde siete de ellas deciden quedarse y tres deciden salir. El universo original es aquél en que hay mayor cantidad de decisiones, es decir, donde siete deciden quedarse.

Interlocutor: Creo entender. ¿El otro universo donde también estoy yo sería el alterno y éste sería el original?

Ruanel: Así es, pero no por tu decisión, porque para el otro tú también es su decisión. Sucede que no hubo otros seres de su entorno que hayan acompañado esa decisión.

Interlocutor: Confieso que no me es fácil entenderlo. ¿Se produjo alguna especie de división mía cuando se abrió ese un universo alterno donde me fui a vivir en pareja con Mariana Popea?

Ruanel: No, división tuya no, porque es otro 10 % de tu Thetán, y en el plano físico es muy fácil hacer un duplicado por una decisión alterna.

Interlocutor: Obviamente ese duplicado no lo hace el Thetán.

Ruanel: No, es un duplicado cuántico que proviene de los elohim según directivas dadas por del Absoluto.

Interlocutor: Ahora entiendo. El hecho de que mi decisión haya formado un universo alterno es en razón de una previsión externa a mí. Por un lado es mi decisión el que lo abre, pero por el otro ya estaba previsto que las decisiones formen universos alternos.

Ruanel: Correcto.

Interlocutor: Y en el caso de Jesús, ¿existe aún el universo alterno en el cual se casó con Miriam?

Ruanel: Existió en nuestro pasado, como existió la crucifixión en nuestro pasado. Para nosotros no es todo un presente.

Interlocutor: ¿Cuándo terminó?

Ruanel: Terminó hace aproximadamente novecientos años.

Interlocutor: ¿O sea que duró unos cien años nada más?

Ruanel: Así es.

Interlocutor: ¿Quiere decir, entonces, que ese universo alterno desapareció con la muerte natural de Jesús en Cachemira?

Ruanel: Así es, porque la elección de Jesús fue ésa y luego todo lo que lo rodeaba ya no tenía razón de ser.

Interlocutor: Está claro y al mismo tiempo no está tan claro.

Ruanel: Es difícil de entender porque es como que se creó en ese momento un universo de fantasía.

Interlocutor: Así es más fácil de entender.

Ruanel: Pero en realidad no era de fantasía porque había seres de carne y hueso, con vivencias, con dolencias, con un montón de cosas.

Interlocutor: Comprendo la idea que me quiere transmitir. Necesito repensar un poco todas estas explicaciones para ver qué dudas me aparecen. Yo daría por ahora este tema por terminado. ¿Qué le parece?

Ruanel: De acuerdo.