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El hombre de la máscara de hierro
Grupo Elron

 

El famoso prisionero, apodado novelescamente "El hombre de la máscara de hierro", no era otro que el hermano mayor de Luis XIV, es decir, el verdadero monarca de Francia. La máscara, en realidad, no era de hierro, como se la mostró en una película, sino de terciopelo negro.

Cuando La Bastilla cayó en manos de los revolucionarios en 1789 se encontró un esqueleto encadenado en una de sus mazmorras. Algunos historiadores especularon que podría ser el famoso prisionero encarcelado por orden de Luis XIV. Según nuestros Guías espirituales, sin embargo, el verdadero monarca de Francia vivió los últimos años de su vida en libertad.

ALEJANDRO DUMAS

Este prolífico escritor y dramaturgo francés acertó sobre la verdadera identidad del prisionero enmascarado, pero no en la verdadera historia, ya que no fue tan novelesca como la describió en su libro "Los tres mosqueteros".

 

 

 

La historia conocida I

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CULTURA

 

19 de noviembre de 2003 / Francia

 

El hombre de la máscara de hierro cumple 300 años

 


En el 2003 se celebran 300 años de la muerte de este misterioso prisionero, al que se conoce como el hombre de la máscara de hierro. Pero, ¿qué se sabe de este personaje? Con respecto a su identidad poco puede decirse de cierto, aunque hay diferentes hipótesis; desde que era un hermano bastardo del rey Luis XIV con un gran parecido a éste, hasta que era un miembro de la corte que tenía muchos secretos que callar sobre el Rey y todo su entorno.

En 1665, Benigno de Saint-Mars, antiguo mosquetero del rey, es comandante de la fortaleza de Pignerol en la que tiene a su cargo varios prisioneros. Es 1698 cuando es nombrado comandante de la Bastilla, traslada consigo a un misterioso preso, al cual, con la intención de preservar su anonimato, se le cubre el rostro con una máscara de terciopelo con articulaciones de metal: la máscara de hierro. Cuando el cautivo muere en 1703 es enterrado con un nombre ficticio (Marchiali) en el cementerio de San Pablo de París.

El enigma de su identidad no se ha descubierto, pero aún pesa más la incógnita sobre los motivos que llevaron al Rey a tomar estas medidas tan drásticas. ¿Qué era lo que ocultaba su rostro? ¿Qué era lo que sabía?

 

 

 

La historia conocida II

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EL HOMBRE DE LA MÁSCARA DE HIERRO

En esta historia se basó la película

"El hombre de la máscara de hierro"

Una fría noche de noviembre de 1703, un preso enmascarado, que estaba recluido en la Bastilla, regresó a su celda después de asistir a una misa; dijo que se sentía mal y se acostó; pocos minutos después estaba muerto. El desenlace fue tan rápido que el preso no tuvo tiempo siquiera de recibir los sacramentos.

A partir de ese momento y durante algunas horas, se llevaron a cabo una sede de medidas extraordinarias para asegurar que la identidad del preso fuera mantenida en secreto. Y, si se exceptúa a un puñado de personas, que mano tuvo el secreto durante más de treinta años, nadie la ha conocido. Los muebles y utensilios que había usado el preso fueron quemados o fundidos; se restregaren las paredes de su celda, luego se les dio una mano de cal; cada rincón del cubículo fue registrado minuciosamente, por si el preso había intentado grabar algún mensaje para la posteridad. Incluso las baldosas del piso fueron removidas y reemplazadas por otras; las ropas y objetos personales del prisionero se quemaron en un homo.

La cara del cautivo permaneció cubierta con una máscara a lo largo de su encarcelamiento por orden de Luis XIV. Se le amenazó con una muerte inmediata si trataba de quitársela, si revelaba algo acerca de su identidad o si intentaba escapar.

Las leyendas sobre el prisionero enmascarado se difundieron por Francia y luego por el mundo entero. La historia del preso solitario cautivó la imaginación de la gente; el mundo lo conoció como "El hombre de la máscara de hierro".

Artículo completo en este enlace ...

 

 

EL HOMBRE ENMASCARADO

¿Cuál era su verdadera identidad?

Estimado profesor: ¿Quién se escondía detrás de la máscara del prisionero que encarceló Luis XIV y cuya identidad permanece en el misterio aun hoy?

Clara J.

RESPUESTA

Apreciada Clara: Tu consulta ya la habíamos hecho hace algunos años a los Maestros de Luz, pero la grabación de la sesión la teníamos pendiente para pasar en limpio. Tu pregunta nos ha venido bien para hacerlo.

Directamente te copio los diálogos porque te aclararán todas las dudas.

Bienvenida al Club. Un fuerte abrazo.

Sesión del 6/9/01.

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Interlocutor: Ahora quisiera preguntar sobre un personaje muy misterioso de la historia de Francia. Me refiero a un prisionero cuya identidad nunca fue descubierta y que se conoció como "El hombre de la máscara de hierro", aunque al parecer era en realidad de terciopelo.

Este prisionero, cuyo encarcelamiento parecía ser algo como un "secreto de Estado", fue muy custodiado y tratado con mucho respeto a pesar de su condición de preso, pero lo cierto es que nunca se supo quién era y la intriga se mantiene hasta hoy, aunque mucho se haya especulado e incluso se hayan hecho muchas películas sobre él y su posible historia.

Uno de los mas famosos novelistas franceses, Alejandro Dumas, escribió un libro titulado "Los tres mosqueteros" donde trató el asunto, profundizándolo en "El vizconde de Bragelonne".

Sobre este misterioso personaje se hicieron muchas películas, la última contando como actor principal, en el papel del rey Luis XIV, a Leonardo Di Caprio, que anteriormente había sido protagonista de la película "Titanic".

Ketter (El Anciano de los días): No conozco mucho el caso, pero sí puedo contactarme con otras entidades que lo conozcan. Veo que este escritor que mencionas, Alejandro Dumas, ha estado muy cerca de la verdad. Es evidente que este prisionero era el verdadero monarca y por un complot fue encerrado.

Interlocutor: Concretamente, entonces, era el auténtico rey.

Ketter: Así es, y después, mediante una revuelta, llamémosle así, fue liberado. No es cierto entonces como dice Dumas que hubo tres personas que lo ayudaron, sino que hubo más de veinte que estuvieron involucradas, y tampoco es cierto de que volvió a ocupar su reinado y que el rey falso ocupó el lugar del otro. Esto no es más que una fantasía del escritor porque en la realidad ambos no eran parecidos y cualquiera se hubiera dado cuenta de la diferencia.

Interlocutor: ¿Eran gemelos?

Ketter: No, no eran gemelos. Aparte, el prisionero estaba tan deteriorado que pesaba como 15 ó 20 kilos menos que el usurpador del trono. En la novela de Dumas, este autor imagina que el verdadero rey reemplaza secretamente al falso rey y hace encarcelar a éste como castigo. Esto es muy novelesco porque reitero que no tenían ningún parecido y tal reemplazo no hubiera sido posible.

Además, desconocía totalmente los tratos de la nobleza y su conducta rústica lo hubiera puesto al descubierto instantáneamente.

Interlocutor: Todo el encarcelamiento, la custodia severa de su identidad no fue más que una cuestión.

Ketter: Política, nada más que política. Sí encabezó una revuelta y al falso rey lo mataron y un familiar heredó la corona.

Interlocutor: ¿Y el verdadero rey?

Ketter: Fue liberado y vivió feliz hasta su muerte, pero no ocupó su puesto de rey como lo relata Dumas en su novela.

Interlocutor: ¿Es cierto que vivía completamente con una máscara sobre su rostro.

Ketter: No, no es así, eso es totalmente novelesco. Se ponía la máscara cada vez que tenía que ser trasladado para que nadie lo reconociera o en cualquier momento en que terceras personas pudieran ver su rostro.

Interlocutor: ¿En concreto por qué razón se hacía todo este ocultamiento?

Ketter: Porque el rey, me refiero al falso, no quería que se supiera que tenía un hermano, y menos aún que fuera el verdadero heredero del trono. Ni siquiera sus propios carceleros sabían su verdadero rostro.

Interlocutor: ¿Tenía alguna quemadura el prisionero en su rostro, por ejemplo? Lo pregunto para saber si él mismo tenía algún interés en cubrir su rostro.

Ketter: No, no tenía ninguna quemadura ni ninguna cicatriz que lo desfigurara. Estaba, eso sí, muy demacrado y muy deteriorado.

Interlocutor: ¿Cuánto vivió después de ser liberado?

Ketter: Alrededor de diez años.

Interlocutor: ¿Hay algo más de interés para decir sobre este asunto?

Ketter: No, esto es todo.