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Psicoauditación - Andara (Isa-El)

Grupo Elron
Sección Psicointegración y Psicoauditación - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección

Si bien la Psicoauditación es la técnica más idónea para erradicar los engramas conceptuales del Thetán o Yo Superior de la persona, la mayoría de las veces se psicoaudita a thetanes que habitan en planos del Error y sus palabras pueden no ser amigables y/o oportunas para ser tomadas como Mensajes de orientación, algo que sí se da cuando se canaliza a Espíritus de Luz o Espíritus Maestros.
El hecho de publicar estas Psicoauditaciones (con autorización expresa de los consultantes) es simplemente para que todos puedan tener acceso a las mismas y constatar los condicionamientos que producen los implantes engrámicos.
Gracias a Dios, esos implantes son desactivados totalmente con dicha técnica.


Atte: prof. Jorge Olguín.

 

 

Sesión del 14/12/2023 Sargón, Andara


Sesión 14/12/2023
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Andara (Isa-El)

El imperio Fungo rondaba cerca del sistema Prima observando las posibilidades de ataque. La entidad recuerda que fueron a ese sistema a vigilar. Era militar y tenía confianza con su superior y comentaban temas particulares, íntimos, hablaban del amor personal y el amor impersonal. En un momento dado sonó la alarma de guerra.

Sesión en MP3 (3.430 KB)

 

Entidad: Para vosotros que me escucháis, seguramente me conocéis en el rol de Andara, en Sargón.

Pero os voy a comentar un poquito el tema de los cuadrantes galácticos, mal llamados así porque en realidad son brazos galácticos. Vosotros, por ejemplo, que estáis en el sistema Sol estabais en el brazo de Sagitario, pero el brazo de Orión es como una pequeña cuña de estrellas y allí se ha insertado el sistema Sol. Sargón está en el brazo galáctico de Norma, así llamado en Sol III, a cuarenta y cinco grados en su parte superior. En la parte superior del brazo de Escudo y Centauro está el sistema Prima. El imperio Fungo está en el centro de dicho brazo, en el borde de la galaxia que llamáis Vía Láctea.

 

Doy paso a mi rol de Andara.

 

-Mi capitana -Kirana se dio vuelta-, ¿es grave?

-Sí, Andara, es bastante grave. El imperio Fungo tiene una antigüedad quizá anterior a la de los humanos, a la de los félidos y a la de los cánidos, quizá tan antigua como el imperio Lacerta. No..., no son como lo que eran los langar, que depredaban mundos, los dejaban estériles e iban a invadir otros mundos. No. El impero Fungo lo que hace es invadir mundos y esclavizar a sus habitantes para que les sirvan. No razonan, no por lo menos de la manera que razonamos nosotros y lamentablemente tienen un armamento poderoso, tan poderoso como el de la Federación Sargón o de los Antiguos. No han amenazado a la Federación Sargón pero sí muchas naves se aproximan al sistema Prima y a otros sistemas que son sistemas socios de Prima en un radio de veinte años luz. O sea, que estamos hablando de un diámetro de cuarenta años luz. Por ahora solamente son naves que exploran, no se acercan a ningún mundo, pero sí del sistema Prima han detectado que tienen armas activadas. Hasta ahora no los han molestado.

-Mi capitana -exclamé-, no..., no es socio de la Federación ni pertenece a la Federación Sargón el sistema Prima, ¿qué nos corresponde?

-No, tienes razón, no pertenecen a nuestra Federación, pero son amigos. Y si bien tienen armas poderosas, que se bastan por sí mismos, el sistema Fungo ha anexado por la fuerza por lo menos cuarenta sistemas estelares y todos con enormes armamentos. Entonces nuestro deber moral en el caso de que en un próximo futuro hubiera un ataque tendríamos que intervenir a favor del sistema Prima. Nuestra tarea ahora con este crucero es explorar las proximidades. Me comuniqué por visor de ultrafrecuencia con Prima, me di a conocer, me saludaron de una manera tan afectiva que realmente son gente excelente los áunes, pero era mi tarea avisar de que estábamos rondando por si veíamos en las cercanías alguna nave o algún crucero fungo. Pero ven, ven, descansemos, conversemos.

-Mi capitana, lo que digas.

-No no no, conversemos fuera de..., fuera de lo militar. Ponte en descanso, tomemos algún zumo de frutas. Y coméntame, ¿cómo te encuentras?

-Bueno, mi capitana, ¡je, je!, me encuentro feliz, gracias por haber participado de la boda. Morkan es un ser maravilloso y él se siente a gusto en todos los aspectos. A veces cuando recién nos conocimos pensé que se había encandilado de mí, pero luego me conoció más en mi parte interior, en mi alma. Ama todo, mi manera de hablar, mi manera de ser, mis gestos, mi manera de expresarme. Soy un ser humano, mi capitana, muchas veces he dudado.

-¿Cómo sabes que no es costumbre?

-No, primero que -esto me lo enseñó el capitán Alexis-, uno no debe acostumbrarse, uno debe adaptarse. Y yo le sonreí pero con el ceño fruncido: -Adaptarse no es amar. -¡Je, je! -Sonrió mi amor, Morkan, y me dijo: -No, contigo ni me acostumbro ni me adapto, contigo vivo, contigo crezco en mi energía vital sin quitarte la tuya. Pienso que es el amor el que me eleva.

Kirana me dijo:

-Pero alguna vez dijo el capitán Alexis que el amor personal tiene parte de ego. -Me encogí de hombros.

-Honestamente, si ese ego me hace sentir lo que siento, no me importa, vibro como cuando tocas las teclas de un piano, que hasta el aire vibra, o escuchas un violín tocando una melodía lenta o rápida acompañada por un piano y sientes como que mentalmente te transporta. Bueno, así es el amor personal. El famoso amor impersonal, mi capitana, entiendo que es puro amor, pero aquí, nosotros que somos seres físicos, espero que no me tome por egoísta, mi capitana, pero no me moviliza tanto como el amor personal, yo siento lealtad por la Federación Sargón y daría mi vida, y no lo digo por decir, pero la lealtad del amor personal es algo que no tiene precio. Pero comento, capitana, que antes había conocido a un joven que me había sentido deslumbrada, pero lo veía tan vacío...

-Explícate, explícate, Andara -me pidió la capitana.

-No..., no lo tome, mi capitana, como un desprecio a otro ser humano, pero lo veía vacío, hueco, no..., no me llenaba, no llenaba mis expectativas; a veces... ¿has visto esos juguetes de los niños que funcionan con una holotablet y de repente la holotablet estuvo guardada meses en una caja y se le descargó la batería lumínica y luego ese juguete virtual no sabes cómo moverlo porque es virtual? Bueno, así es lo que sentía con esta persona, parecía una nave en piloto automático. Y con Morkan vibro, él también vibra. ¿Entiendes a qué me refiero?

-Sí, Andara. Pedimos otro zumo. Espera, no voy a molestar a ningún alférez. -La capitana fue a la máquina, cargó dos recipientes, los trajo a la mesa-. Cambié de jugo, otra fruta.

-Gracias, mi capitana. ¿Hoy no haremos ejercicios?

-No no no no, Andara, es todo observación. Me ha interesado lo que me has contado del amor personal.

-Claro, mi capitana. Pero me voy a tomar el atrevimiento... ¿piensa como yo?

-Sí, sí. Obviamente que el amor personal es más fuerte. Somos seres biológicos, sentimos, vibramos, para bien y para mal.

-¿Para mal, mi capitana?

-Bueno, nos enfermamos, a veces somos presos de nosotros mismos.

-No..., no capto eso, mi capitana.

-Presos de nuestro interior y a su vez nuestro interior es una presa de los roles del ego. Entonces nos disgustamos, nos encaprichamos...

-Mi capitana, sé lo que pasó con ese lacerta, pero no quiero tocar el tema porque no quiero que la ponga mal.

-No, no me va a poner mal, Andara, ya lo superé, ya está. Sé que los lacerta llevan en su ADN esa forma, pero dentro de todo son seres con los que se puede razonar. Los fungo no, nunca van a convivir con otra raza, esclavizan y no admiten ser esclavos. Si encuentran algo para suicidarse lo hacen, pero no admiten ser esclavos de otra raza, ellos sí.

-Pero mi capitana -exclamé, o mejor dicho, objeté-, son tan peligrosos como los langar.

-De alguna manera sí, Andara, de alguna manera sí, porque no depredan mundos, no los dejan estériles, pero en algunas cosas son similares a los langars, si quedan langars aislados en un mundo no son capaces de sembrar, de cosechar, de pescar, no son capaces de buscar su alimento. Si el mundo está desértico no son capaces de hacer nada y mueren, mueren. Y los fungos son iguales, ellos tienen esclavos.

-Pero mi capitana, a ver, sé que son antiquísimos, pero en algún momento no dominarían los viajes espaciales.

-Bueno, según cuenta la historia hubo una raza más avanzada que llegó a su mundo con dos o tres naves y los fungos los recibieron amablemente, se hicieron amigos durante dos o tres generaciones -es lo que se sabe por historia, no doy fe de que sea cierto-, aprendieron todo lo que sabían los visitantes hasta que finalmente los sometieron a los visitantes, construyeron sus propias naves, esclavizaron a esos visitantes y a sus descendientes y así fueron conquistando nuevos mundos.

-Mi capitana, pero antes de la primera vez, antes de que viniera la primer visita de otro mundo...

-Hacían trabajar a sus animales autóctonos. Y obviamente se ideaban para trabajar y hacer conducir carros a esos animales, pero una vez que colonizaron otros mundos ya directamente no hacían más que mandar a sus esclavos. Eran alimentados. Las hembras fungo tenían esclavas que las vestían, que las bañaban.

-¿Puede ser, mi capitana, que según lo que he leído, pero son libros antiquísimos, son una..., ¿como diría?, una mejora a lo largo de millones de años de aquellos hongos que tenemos en todos los mundos que algunos incluso pueden contagiarnos enfermedades?

-Bueno -me dijo la capitana-, ahora no, tenemos vacunas contra hongos, contra bacterias, contra virus. Pero sí, supongo que a través de millones de años han evolucionado. No tengo idea cómo son en persona, si son antropomorfos, si tienen exoesqueleto, no sé nada. Sí los langars, solamente con verlos me producen rechazo. No puedo decir nada de los fungo. -Me alerté, vi el visor.

-Mi capitana, mi capitana, seis cruceros fungo van para el sistema Prima, el sistema de los áunes. Tienen sus armas activadas.

-De todos modos hay cruceros en el sistema Prima, los barren rápidamente. Quedémonos a distancia, mirémoslos por el visor ultralumínico y que no nos detecten, vayamos paralelos a ellos. -La capitana Kirana cogió la holoradio-: Aumentemos la velocidad a luz seis en dirección al sistema Prima. -Luego cogió el holovisor ultralumínico, se comunicó con el sistema, comentando lo que vimos.

 

Le respondieron:

-Sí, los hemos detectado. Es más, en otros mundos anexados al sistema Prima hemos visto cerca de cuarenta cruceros. -Tanto la capitana Kirana como yo palidecimos.

-Me comunicaré inmediatamente con la Federación Sargón, pero iremos a vuestro sistema si nos permitís.

-Ni preguntarlo, seréis bienvenidas.

 

Pusimos rumbo a Prima a velocidad luz seis.