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Psicoauditación - Emiliano G.

Grupo Elron
Sección Psicointegración y Psicoauditación - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección

Si bien la Psicoauditación es la técnica más idónea para erradicar los engramas conceptuales del Thetán o Yo Superior de la persona, la mayoría de las veces se psicoaudita a thetanes que habitan en planos del Error y sus palabras pueden no ser amigables y/o oportunas para ser tomadas como Mensajes de orientación, algo que sí se da cuando se canaliza a Espíritus de Luz o Espíritus Maestros.
El hecho de publicar estas Psicoauditaciones (con autorización expresa de los consultantes) es simplemente para que todos puedan tener acceso a las mismas y constatar los condicionamientos que producen los implantes engrámicos.
Gracias a Dios, esos implantes son desactivados totalmente con dicha técnica.


Atte: prof. Jorge Olguín.

 

 

Sesión del 18/10/2012

Sesión del 21/01/2013


Sesión 18/10/12
Médium: Jorge Raúl Olguín

Interlocutor: Karina
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de Emiliano G.

La entidad desea que su parte física resuelva unos pocos roles de ego para poder dedicarse a ayudar a los demás. Los engramas que le afectan potencian, magnifican todo lo negativo impidiéndole actuar libremente. La entidad se extiende en consejos a su 10% para que encare la vida entendiendo que es una vida nueva, distinta de las otras. Recomienda mucha templanza y ser genuino, auténtico. Remarcó la diferencia entre vivir para el otro y vivir por el otro.

Sesión en MP3 (2.493 KB)

 

Interlocutor: Bienvenido...

 

Entidad: Gracias.

 

Interlocutor: ¿Cómo te encuentras?

 

Entidad: Con inquietudes, confusiones.

 

Interlocutor: ¿Quieres comentarme qué te inquieta y ante qué cosas tienes dudas?

 

Entidad: Hay un mundo donde distintos espíritus que ahora están es Sol III han encarnado. Los Maestros dicen que todas las entidades encarnamos para sentir y gozar de los sentidos físicos.

 

Interlocutor: Sí, y aprender y ayudar a los demás.

 

Entidad: ¿Pero cómo podemos ayudar o aprender o comprometernos cuando hay distintas injusticias?

 

Interlocutor: Y debemos comprometernos con aquellas cosas que están a nuestro alcance. Sabemos que no vamos a poder cambiarlo todo pero al menos debemos empezar por cambiar nosotros y cambiar lo que esté a nuestro alcance en nuestro entorno.

 

Entidad: Te lo comento brevemente.

 

Interlocutor: Dime.

 

Entidad: Hay un mundo girando en una estrella amarilla que está a miles de años-luz de este sistema. El mundo es el tercer planeta, se llama Zárate y tiene dos continentes. La zona central del continente principal es un vergel: hay selvas, zonas boscosas, montañosas y corre un largo río que tiene aproximadamente 10.000 kilómetros de la medida de vuestro mundo y le llaman directamente "el río", no tiene nombre.

Hay un gobierno que maneja toda la región selvática y ha construido una ciudad que corre a lo largo de las dos orillas de ese río. Hay mucho adelanto, hay mucho crecimiento a nivel tecnológico pero en ese mundo, Zárate, escasea el agua potable y los habitantes que están fuera de la ciudad o que no están de acuerdo con la tiranía de quienes gobiernan allí no tienen acceso al agua.

Cuando yo encarné mi nombre era Recalde y vivía, según vuestras medidas, a 200 kilómetros de las ciudades. Las ciudades costeras a lo largo del río no se extendían hacia los lados -no más allá de 10 kilómetros-, siempre a lo largo, y más allá estábamos nosotros.

 

Interlocutor: ¿Nosotros quiénes seríamos?

 

Entidad: Los poblados marginales, que podíamos cazar animales para comer. Teníamos que excavar en zonas rocosas, en zonas desérticas para poder conseguir algo de agua. Carecíamos de la tecnología que había en las ciudades, era como que nos separaba todo. El precio que pagábamos por estar lejos de las ciudades era la pobreza, la escasez de líquido, el vivir fuera de toda tecnología, lejos de toda medicina. La mortalidad infantil era elevada. Como si fueran dos épocas: civilización por un lado y barbarie por el otro.

 

Interlocutor: ¿Sufriste mucho en esa vida?

 

Entidad: Como Recalde fui uno de los que organizaban la resistencia para poder intentar sabotear las ciudades. Por el otro lado tenía cargos de conciencia porque la mayoría de los habitantes simplemente acataban las órdenes del gobierno central para no sufrir ningún agobio, eran inocentes sometidos. Entonces, no queríamos que hubiera víctimas inocentes. Los soldados que cuidaban las ciudades tenían armas de largo alcance con visores infrarrojos, o sea, que también estábamos en desventaja si queríamos sabotear algunas centrales por la noche; casi estábamos resignados.

Uno como thetán busca encarnar, a veces, en regiones, en mundos complicados.

 

Interlocutor: ¿Por qué?

 

Entidad: Para...

 

Interlocutor: ¿Para probarse?

 

Entidad: No, no se trata de eso, eso sería ego. Quizá para templar el espíritu a través de las distintas vivencias sufridas que pueda tener.

 

Interlocutor: ¿En qué plano te encuentras?

 

Entidad: 3 subnivel 9. Entonces si ese 10% encarnado pasa por determinadas vivencias puede templarse y eso hará que uno, como entidad espiritual, se temple y adquiera esa fuerza interna. Pero, claro, no reparamos en que a la vez adquirimos engramas: engramas de desprotección, engramas de dudas, engramas de sentirnos invalidados, como que no tenemos un lugar de pertenencia. Y sé que la vida actual es absolutamente distinta: es otra la vivencia, es otro el mundo, es otra la región, es otro el entorno. Comparado con aquella vida esta es mucho más sencilla. Aparte mi 10% tiene el conocimiento de lo que es el mundo espiritual y angélico y ya es una ventaja. Pero los engramas, en alguna medida, afectan, condicionan, hacen que la persona pueda tener dudas sobre su propia valía a veces buscando la aprobación de los demás, a veces sintiendo que no todo el mundo habla tu idioma, como que te oyen pero no te escuchan, como que te ven pero no te perciben, como que te miran pero no te entienden y por momentos te preguntas qué hago aquí, qué rumbo tomar, adónde voy. Y bueno, eso es complicado, ¿o no?

 

Interlocutor: Claro que sí, claro que sí. ¿Hay algo en esta encarnación que haya reactivado, quizás algún engrama de vidas pasadas?

 

Entidad: Como dije antes, la vida actual no tiene absolutamente nada que ver con aquella pero...

 

Interlocutor: ¿Crees que estás arrastrando algún engrama aún?

 

Entidad: Sí, totalmente, totalmente. A veces, en las distintas vidas, como son vidas quizá más leves en cuanto a vivencias negativas los engramas quizá no se perciban tanto pero sí hay engramas de desamparo, engramas de falta de aprobación, engramas de incomprensión.

 

Interlocutor: ¿Te afecta demasiado que los demás no te comprendan?

 

Entidad: Quizá no pasa tanto por allí porque sí hay gente que comprende a mi parte encarnada, pero cuando tú arrastras un engrama de incomprensión, cuando hay dudas en cuanto a lo que tú planificas o conversas con tu entorno o con amistades apenas no entiendan tu expresión o tú no sepas cómo plasmar algo ya ese engrama te invade y sientes como que no eres comprendido aunque tal vez lo seas en alguna medida. Acordemos que el engrama potencia todo: potencia tus debilidades, potencia la comprensión de que no hables el mismo idioma que los demás, como que tu diálogo queda inconcluso. Un engrama potencia las cosas, te hacer ver las cosas magnificadas para peor y el engrama, cuando tú logras algún éxito, te lo empaña, te lo empequeñece. El engrama siempre te va a condicionar como para que todo te cueste más. Y es así, y es verdad.

 

Interlocutor: ¿Cuál crees que es tu misión en esta encarnación?

 

Entidad: Primero, el poder crecer como 10% en todos los planos: laboral, afectivo, personal, familiar, amistades, en todos los planos. Hay planos en que uno puede crecer más que en otros y una vez estando estabilizado poder tender una mano a otros, ayudar a otros. Pero, bueno, hay una frase que habéis usado mucho vosotros que dice: "No puedes tender una mano al otro si no estás tú de pie primero". Y la idea es estar de pie primero.

 

Interlocutor: ¿Qué consejo le darías a tu 10% para que, justamente, le ayude a estar de pie?

 

Entidad: Que tenga templanza.

 

Interlocutor: ¿Cómo crees que podría conseguir esa templanza?

 

Entidad: Entendiendo su importancia, comprendiendo que la aprobación de los demás no tiene ningún sentido porque lo importante es la aprobación de uno mismo. Obviamente que si uno tiene un trabajo, una labor y hay alguien que nos manda es importante que ese alguien nos apruebe lo que hacemos porque dependemos de él para ese trabajo, pero en una reunión, en amistades, en una relación no porque depende exclusivamente de uno el saber aceptarse y quererse, y aquel que no nos acepte, bueno, allá él, no es nuestro problema. Siempre va a pasar que en una reunión habrá algunas personas que puedan admirarte, otras que te acepten simplemente, otras a las que les seas indiferente y otras que puedan sentir rechazo, bueno. El ego es el que busca la aprobación de los demás, el ego hace que te afecte incluso hasta en tu parte física, que sientas hasta dolencias estomacales si percibes que alguien te rechaza, porque el ego quiere ser admirado, alabado, el ego necesita que te levanten una estatua, el ego necesita el halago, el ego necesita la aprobación, el ego es el que necesita. Entonces, el ego te vuelve esclavo porque el ego vive de los aplausos y no debe ser así porque entonces, cuando no hay aplausos, cuando no hay halagos, ¿no somos nada?

 

Interlocutor: ¿Qué consejo le darías para que él pueda ser feliz mientras consigue trabajar su templanza y el ego que todos los seres humanos tenemos?

 

Entidad: Simplemente entender que todo pasa por uno. Obviamente que necesitamos todos que alguien nos muestre el camino, nos señale el camino y lo ilumine, pero el camino lo tenemos que andar nosotros, únicamente nosotros, nadie más que nosotros. No podemos pretender que alguien recorra el camino por nosotros porque el aprendizaje tiene que ser nuestro. Y cada vida, cada mundo, cada situación, cada vivencia es distinta. Entonces, las experiencias previas pueden servir para las generalidades pero no van a servir para lo particular porque siempre habrá algo nuevo que no sabemos enfrentar. Allí necesitamos la templanza, allí. Pero...

 

Interlocutor: ¿Pero?

 

Entidad: …aun sabiendo mucho de muchas cosas por distintas vivencias lo nuevo no lo sabremos confrontar si tratamos de aplicar lo anterior porque son nuevas las personas, porque son nuevas las situaciones, porque son nuevas las regiones, porque son nuevos los lugares, porque son nuevos los amigos. Entonces debemos dejarnos fluir y ser nosotros y no actuar en consecuencia de cómo son los otros porque entonces seríamos como actores que actuamos de acuerdo a cómo es el otro, no seríamos genuinos, no seríamos auténticos, no seríamos uno, viviríamos para el otro cuando deberíais vivir por el otro. La diferencia es que vivir por el otro es poder ayudar al otro, darle una mano al otro en tanto y en cuanto nosotros estemos bien primero. Vivir para el otro es vivir pendiente, esclavo de otro y no es así.

 

Interlocutor: Bien.

 

Entidad: Esa es la diferencia y eso es lo que le transmito a mi parte encarnada.

 

Interlocutor: Te agradezco mucho por estar aquí, por haber transmitido tus conceptos y te envío toda la Luz como thetán y también a tu 10%.

Gracias y hasta todo momento.

 


Sesión 21/01/13
Médium: Jorge Raúl Olguín
Interlocutor: Karina
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de Emiliano G.

Sesión de psicointegración donde a través de un largo debate acerca de sus puntos de vista, la entidad busca ser orientada. Karina dio unas claves de comportamiento basadas en la inteligencia y la coherencia.

Sesión en MP3 (3.812 KB)

 

Interlocutor: Bienvenido...

 

Entidad: Gracias por permitirme departir contigo en este momento tan grato.

 

Interlocutor: ¿Cómo te encuentras?

 

Entidad: Calmo, sereno pero con interrogantes.

 

Interlocutor: ¿Interrogantes sobre algo en especial que esté sucediendo o relacionado con este momento de…?

 

Entidad: Primero, para que mi parte encarnada comprenda sus propias vivencias yo debo comprender las mías porque a lo largo de todas las vidas a veces repetimos experiencias, aciertos y errores. Más, estos últimos.

Nosotros, como seres espirituales, somos energías conceptuales. Así nos han denominado. Cuando encarnamos es como que encajamos en una unidad biológica y esa unidad biológica se sirve de su cerebro para que a través de él podamos interactuar. Somos el espíritu que da vida al cuerpo y el cerebro sería como el decodificador, tal como lo utiliza este receptáculo para captarme. Ahora bien, el concepto -que puede ser más o menos certero- es algo que llamarías vosotros en el plano físico inteligencia, el cómo saber aprovechar los momentos, los instantes, las oportunidades, las situaciones, ser capaces de lograr objetivos, ser emprendedores, cómo utilizar mejor cada situación a favor sin perjudicar a nadie. O sea, inteligencia.

Pero interpreto que esto no está relacionado con los planos suprafísicos. Muchos seres, equivocadamente, piensan que aquellos que están en los planos más elevados son más inteligentes que los de los planos bajos. Primero, hay algo que muy pocos conocen, por lo menos sí aquellos que en el plano físico han estudiado el tema. Tú fíjate que la mente reactiva está en todos nosotros, encarnados o no encarnados. La mente reactiva forma parte de nosotros como las células forman parte de vosotros, seres encarnados.

 

Interlocutor: Así es.

 

Entidad: Y la mente reactiva tiene dos frutos: el ego, que forma parte directo de la mente reactiva y los engramas, que pueden ser implantados por distintas vivencias, por emociones dolorosas o por dolor físico. Pero no hay diferencia entre un maestro del 5º plano a un ser oscuro del plano 2.

 

Interlocutor: ¿La diferencia con respecto a qué?

 

Entidad: A su inteligencia. Hay seres del plano 2 que urden tramas y pueden, de alguna manera, generar actos hostiles con una -y seguramente digo un disparate- sublime inteligencia, aunque la palabra sublime y hostil no vayan de la mano. Sí hay una cosa que diferencia al plano 2 del plano 5.

 

Interlocutor: ¿Cuál sería, en tu opinión?

 

Entidad: El plano 2 es mente reactiva pura y la mente reactiva no permite asomar a la inteligencia porque la mente reactiva es impulso y el impulso jamás va a ser inteligente porque el impulso no es analítico. Entonces, me gusta mucho estudiar eso porque también, de alguna manera, es como que lo puedo orientar mejor a mi parte encarnada. Mi parte encarnada busca aprender, no solamente desprenderse de sus condicionamientos sino aprender porque aprendiendo es una de las mejores maneras de desprendernos de nuestros condicionamientos egoicos o engrámicos. Hay seres en el plano físico que cometen actos hostiles de manera analítica, no lo hacen reactivamente.

 

Interlocutor: Claro.

 

Entidad: Entonces, si no son reactivos y cometen cosas perversas -pero perversas al extremo- su parte suprafísica está en el plano 2 y sin embargo no son reactivos. Entonces me doy cuenta, percibo, entiendo, capto que en el plano 2, que es un plano de mucha crueldad, no necesariamente las entidades están reactivas. A veces urden, tejen maniobras perversas sin perder un ápice de su análisis. ¿Y adónde quiero llegar? A que mi parte encarnada ha captado -y él lo sabe porque somos uno- seres de su mismo entorno en lo laboral, en lo personal, gente que es negativa por naturaleza, gente a la que tú puedes tratar de conversar, de entender y es como si te toparas con un muro, con una pared.

 

Interlocutor: Tú sabes qué hay que hacer en esos casos, ¿verdad?

 

Entidad: No, dímelo.

 

Interlocutor: De la persona que es negativa o de aquel que urde en la malicia, que disfruta haciendo el mal al otro directamente debes alejarte de esa persona porque por más que quieras hablarle de amor, sinceramente, lo único que conseguirás es que se burle de ti. Lo único que puedes hacer es preservarte y tratar de preservar a los que estén a tu alrededor de esa persona.

 

Entidad: Es que no todo el mundo se burla. Hay gente que directamente manipula y hay gente que con un gesto indescifrable, porque su semblante es neutro -tú habrás visto en las obras de teatro las dos caras, la cara de tristeza y la cara de alegría en las máscaras- pero hay gente que no tiene ni rostro de alegría ni rostro de tristeza, tiene una cara neutra, y esa persona no se burla pero sí te manipula. Y no siempre puedes alejarte porque puedes tener una relación afectiva o familiar o laboral y quizás eres dependiente de esa relación, de alguna manera puedes ser dependiente afectivamente, puedes ser dependiente económicamente y a veces sientes que no eres el dueño de tu vida y si no eres el dueño de tu vida no puedes tomar decisiones...

 

Interlocutor: Vamos a pararnos un momento ahí.

 

Entidad: Entonces, si esta situación no me agrada me alejo. Ahora dime.

 

Interlocutor: ¿En qué momento has sentido que no has sido dueño de tu vida, al estar encarnado?

 

Entidad: ¡Ah!, bueno; pero tú no eres dueño de tu vida cuando tú no puedes dominar situaciones.

 

Interlocutor: A ver. Quizá no puedas controlar una situación cuando no depende exclusivamente de tu decisión...

 

Entidad: Correcto.

 

Interlocutor: ...pero sí eres dueño de tomar tus propias decisiones porque nadie puede invalidarte, nadie puede invalidar tu opinión, nadie puede obligarte a hacer lo que tú no quieras hacer.

 

Entidad: Depende; si tú tienes un solo trabajo y tu jefe es un déspota o si tienes un afecto con un apego -que está mal, yo sé que está mal- pero tienes un apego casi indominable y de la otra persona, como lo sabe, hay un maltrato y tú lo soportas para no sufrir una pérdida. Ya sé, ya sé lo que dicen los Maestros: la pérdida ya la tienes. Yo entiendo lo que dicen los Maestros. Pero entender y llevarlo a la práctica es un abismo.

 

Interlocutor: Habría que profundizar un poco más el porqué de esta dependencia hacia esa otra persona más allá de los vínculos que pueda llegar a haber si es un amigo, un familiar, una pareja. ¿Por qué somos dependientes de personas que no nos aman, de personas que nos usan?

 

Entidad: Pero es muy simple. Entre cientos de dependencias siempre vamos a encontrar las dos principales: por amor o por dependencia económica. Y entonces tenemos que agachar la cabeza.

 

Interlocutor: Tenemos que trabajar en ser libres. Tenemos que comprender que todos los seres que estamos encarnados, más allá de los lazos que nos unen, en una próxima encarnación podemos ser familiares y en esa encarnación ni nos conocemos. O sea, los lazos son transitorios. ¿Podemos comprender esto?

 

Entidad: Es muy difícil comprenderlo porque como no tenemos memoria reencarnativa, esta vida que vivimos es la vida que conocemos, es nuestra única vida. Aquella puede llamarse Alicia, yo puedo llamarme Emiliano, el otro puede llamarse Pedro...

 

Interlocutor: Si nosotros no nos preservamos de las personas que nos lastiman tenemos un problema porque no nos estamos queriendo y si nosotros no nos amamos difícilmente podamos amar al otro. Amar al otro quiere decir ayudarlo a crecer. El otro muchas veces necesita un "no" de nuestra parte o un "Mira, tú ya eres grande, esto debes resolverlo tú mismo".

 

Entidad: Vamos a lo económico. Yo he visto héroes famélicos de hambre y he visto esclavos con el estómago lleno, con una cama donde dormir y con un techo bajo la lluvia donde acogerse. Y he visto héroes con la frente alta a la intemperie mojados por la lluvia con temperaturas bajo cero. Ya sé, tú me dirás: ¿por qué irte a los extremos?

 

Interlocutor: ¿Nunca te has puesto a pensar que cada uno ha buscado lo que le satisfacía?

 

Entidad: No, porque no es así, porque tú no eres adivino, porque tú no sabes lo que te depara el futuro. Eso lo sabe únicamente Dios.

 

Interlocutor: El héroe quizá esté famélico pero su interés era hacer lo que debía hacer, hacer lo correcto más allá de que si obtuviera logros para sí mismo, sobre eso.

 

Entidad: Sin ofender el ego de nadie -porque sé que mucha gente tiene ego- a mí me interesa estar bien, a mí no me interesa que me levanten una estatua cuando no esté. "Aquí yace el héroe famélico". No, no me interesa.

 

Interlocutor: Hay otra cuestión también, una cuestión de que muchas veces estamos muy encerraditos en nuestro propio entorno y tenemos como temor de salir y conocer gente nueva, y hay que romper esas barreras, hay que romperlas, animarse, arriesgarse. Afuera encontrarás gente que congenie bien contigo o gente que no. Pero no nos podemos quedar únicamente con nuestro pequeño entorno quejándonos y encerraditos en nuestro pequeño entorno.

 

Entidad: Pero a veces buscan manipularte. A veces "Si tú vas a buscar aquel otro trabajo para hacer horas extras no cuentes más con mi tarea". Entonces tú te tienes que quedar ahí porque ahí ganas dentro de todo un sueldo estable. O en una relación "Si vas a ese grupo no cuentes más conmigo". ¿Por qué la gente es tan perversa que no da a elegir?, porque al fin y al cabo no estamos hablando de traiciones ni de infidelidades, estamos hablando de abrir nuestro horizonte. ¿Por qué blanco o negro?

 

Interlocutor: Yo te plantearía otra pregunta: ¿por qué somos tan extremistas? ¿Por qué no podemos sentarnos como personas adultas a combinar, a pactar? Debemos animarnos a expresar lo que nosotros deseamos, lo que nosotros queremos, lo que nos hace bien y tratar de llegar a un acuerdo. Ahora bien, si nosotros no manifestamos al otro lo que realmente nosotros sentimos y tenemos deseos y nos hace feliz, qué tenemos ganas de hacer... Atención con esto porque quizás el otro no sepa qué es lo que a nosotros nos hace feliz.

 

Entidad: Todo tiene que pasar por diálogos pero tú tienes que entender que el diálogo es de dos tanto en los afectos como en la parte laboral y hay personas que se tapan los oídos y entonces ahí ya no es diálogo, ya es monólogo.

 

Interlocutor: O sea, cuando ya no es posible el diálogo... Vamos a hablar de una pareja. Voy a habar de una pareja porque es algo que se puede elegir. Uno puede elegir una pareja. En ese caso, si realmente no existe el diálogo no hay manera. Entonces no hay nada para hacer y no podemos arreglar nada si no hay diálogo.

 

Entidad: Hay una cosa que dijo el excelso Johnakan que la comparto. Dijo que el amor personal en el plano físico es más fuerte que el amor impersonal. El amor impersonal es lo más excelso, lo más grande que hay porque no necesita, solamente brinda. Y según mi humilde experiencia en el plano físico es débil, en el plano físico es más fuerte el amor personal, el que según Johnakan abreva mitad del sentimiento y mitad de la emoción, y la emoción del ego es la que lo hace fuerte al amor personal.

 

Interlocutor: El amor personal tiene la debilidad de... a ver, todo es una cuestión con la necesidad, como decías tú, pero la necesidad…

 

Entidad: ¡Qué paradoja! Esa debilidad le hace fuerte.

 

Interlocutor: …esa necesidad, ese "yo necesito" está mostrando, en realidad, que nosotros somos inmaduros. La madurez implica sobreponer al amor, sobreponer el bienestar del otro a nuestra propia necesidad.

 

Entidad: Si la madurez nos va a transformar en insensibles a mí no me interesa madurar. Para mí el amor personal es la máxima expresión. Los poetas, las poetisas escriben con amor personal, no escriben con amor impersonal. Quizás con amor impersonal -y no sé hasta qué punto porque no conozco bien la anterior encarnación de Johnakan- pero yo creo que el propio Juan de la Cruz cuando escribía, escribía con amor personal, si no, no podía poner tanta pasión porque al fin y al cabo la pasión es ego, o sea, que el poema se escribe con ego.

 

Interlocutor: Bueno, habrás visto que generalmente se habla de que se sufre mucho en el amor. Entonces vamos a hablar de que se sufre mucho en los amores.

Voy a separar amor: una cosa es amar y otra cosa es querer. Yo puedo necesitar del otro pero quizás el otro no me ame o quizá yo crea amarlo pero no sea amor, puede ser una atracción o puede ser una necesidad desde la contención.

 

Entidad: Aunque no sea a nivel de pareja, ¿no te sientes defraudado cuando de repente tú depositas todo en un amigo y un día descubres que ese amigo te traicionó o habló mal de ti o de repente tú sientes afecto por un jefe y te enteras por otro compañero que ese jefe te desprecia o que va a prescindir de tus servicios y tú le has dado todo? Pero no le has dado todo desde lo servil –porque ser servil es más que bajo- sino desde lo servicial, desde la bonhomía, no para figurar o para eclipsar a tus compañeros sino porque verdaderamente amabas tu trabajo y sin embargo sientes como que no vales nada ante los ojos de él. Claro, tú me dirás "Pero tú vives de la aprobación del otro". No, no se trata de la aprobación del otro, se trata de la supervivencia de tu trabajo porque luego ese trabajo lo puedes perder porque no te tienen en cuenta y tú has dado todo.

 

Interlocutor: Si tú has dado todo tienes la tranquilidad de haber dado todo.

 

Entidad: Correcto. Eso lo dicen los grandes Maestros.

 

Interlocutor: Sinceramente estar en un lugar donde no se te valora o más bien se tiende a desvalorizarte realmente no creo que sea el mejor lugar para ti.

 

Entidad: Lo entiendo. Incluso los Maestros dicen "Te has librado de una buena", como diciendo...

 

Interlocutor: Entonces, tenemos que ser capaces de separar por un lado lo afectivo, que lo manejamos de una determinada manera, y por otro lado lo laboral. No hay que mezclar lo afectivo con lo laboral o con lo económico.

 

Entidad: No, pero las conductas son iguales. Como te decía antes, hay personas, trabajos, relaciones... Y es una frase -que quizás es muy básica- que dice "Más vale perderlas que encontrarlas". No, no; todo se maneja de la misma manera: una relación afectiva, una relación de padres e hijos, una relación de hermanos, una relación de amigos, una relación laboral, una relación de amantes. Todo se maneja de la misma manera.

 

Interlocutor: Quizá no de la misma manera, quizás haya cuestiones en común pero no, no todas las relaciones se manejan de la misma manera. Por ejemplo, uno puede elegir una pareja. Sin embargo uno tiene el padre que tiene o tiene los hijos que tiene. No se puede divorciar de los padres, de los hijos, de los hermanos. Lo que sí puede hacer es modificar la relación con ellos... a veces no se puede.

 

Entidad: Claro. Lo que pasa es que toda modificación trae efectos colaterales -lo que sería el famoso daño colateral-, siempre hay daños colaterales. Y a veces uno se siente culpable, tonto, resentido por esos daños colaterales y no se trata de echar culpas al otro.

 

Interlocutor: Ahora bien, cuando no se puede modificar al otro -estamos hablando ahora de una relación ya sea familiar o de pareja- lo que debemos hacer, lo que podemos más bien hacer es tratar de compartir el tiempo necesario como para que no nos deteriore esa relación a nosotros o no deteriorar también al otro porque a veces cuando una relación nos resulta sofocante o conflictiva podemos llegar, por más que seamos analíticos, a soportar, tolerar hasta que en un determinado momento nos podamos llegar a sacar porque ya no toleramos más. Entonces, no tenemos que llegar a ese punto...

 

Entidad: Te hago una pregunta. La pregunta es:

 

Interlocutor: Permíteme un segundito terminar la idea. Cuando no podemos modificar del todo esa relación debemos compartir en esa relación el tiempo necesario para que la relación sea lo más armoniosa posible. ¿Se entiende la idea?

 

Entidad: Se entiende. Cuando en lo laboral, cuando en lo afectivo, cuando en lo personal, cuando en las amistades, cuando los tratos con compañeros -siempre las devoluciones, por así llamarlo- nos lastiman, ¿cómo tratamos esos condicionamientos que nos quedan?, porque nos quedan condicionamientos, ya sea de engramas o de roles del ego. ¿Cómo subsistimos? ¿Cómo manejamos nuestra vida?

 

Interlocutor: Bien. Cuando es un problema de que todo parece afectarnos...

 

Entidad: Claro. No lo tomes como si el ser encarnado fuera un psicótico que todo le parece mal, no lo tomes de esa manera.

 

Interlocutor: ...habría que ver, en todo caso, qué es lo que pasa con uno para que las cosas nos afecten de esa forma.

 

Entidad: ¡Ah!, pero tú te entregas en un afecto de amistad o en un afecto de pareja o en un afecto con un compañero de oficina y tú de repente recibes una bofetada. ¿Cómo no te va afectar? ¿Y por qué todo tiene que ser por uno?, porque eso lo dicen los pseudomaestros del plano físico "Algo habrás hecho tú".

 

Interlocutor: No, no siempre...

 

Entidad: ¡Ah!, entonces me quedo más tranquilo...

 

Interlocutor: ...no siempre es así. Obviamente que cuando te sucede algo negativo, obviamente que...

 

Entidad: ...si no, siempre justificamos a los demás.

 

Interlocutor: ...no es agradable estar en una situación que nos afecte en forma directa de modo negativo.

 

Entidad: ¿Y cómo tratamos de desprendernos de estas capas de condicionamientos?

 

Interlocutor: Pero el tema pasa por algo que dijiste hace un rato: nosotros nos entregamos con todo y el otro nos lastima. Ahí está la clave. El problema es…

 

Entidad: ¿No entregarnos con todo, ser insensibles? No me sirve.

 

Interlocutor: No, no. Hay una gran diferencia entre no entregarse... o sea, entre ser insensible y entregarse con todo. Son los dos extremos opuestos, hay que ser medidos. Tenemos que ser más medidos.

 

Entidad: No, porque el amor no es tibio.

 

Interlocutor: O sea, entregarnos pero entregarnos también con nuestra conciencia, con nuestra inteligencia, no entregarnos como cordero al matadero.

 

Entidad: Entiendo.

 

Interlocutor: Entregarnos sabiendo que nosotros podemos cometer errores pero también que el otro no es perfecto y que los puede cometer. Entonces entregarnos completamente significaría pensar que el otro es un Dios o un semi Dios y que nunca se equivoca y que podemos poner nuestro cuello en manos de esa persona. ¿Se entiende?

 

Entidad: No, no; pero tampoco ser tibios en los afectos por miedo a ser lastimados porque tampoco es vida eso.

 

Interlocutor: No ser tibios pero tampoco ser absolutamente emotivos, tenemos que usar nuestra inteligencia.

 

Entidad: La emoción es ego, claro.

 

Interlocutor: Porque si yo me entrego completamente desde la emoción entonces no me estoy entregando completamente. ¿Se entiende?

 

Entidad: No. Yo creo que es al revés.

 

Interlocutor: Hay que poner un poco más que la emoción, hay que ponerle también la inteligencia y la coherencia.

 

Entidad: Yo creo que es al revés. Yo creo que cuando nos entregamos ciegamente nos entregamos desde la emoción.

 

Interlocutor: Es que entregarnos ciegamente es una situación que en algún momento va a traer sufrimiento para ti o para la otra persona. O sea, entregarme completamente desde la emoción, entregarme completamente sólo desde la parte emotiva te va a traer consecuencias negativas en algún momento.

 

Entidad: ¡Qué bueno lo que dices! ¡Qué bueno!

 

Interlocutor: Debo entregarme desde el afecto pero también poner mi inteligencia y mi coherencia...

 

Entidad: Y análisis.

 

Interlocutor: ...porque amar al otro a veces también significa el tener que decirle que no.

 

Entidad: Pero eso lo aplico en todo. Eso se puede aplicar en la amistad.

 

Interlocutor: Mira, te voy a poner un ejemplo, -no voy a hablar de pareja-: Tú tienes un niño pequeño de 2 años al que amas y porque lo amas con toda tu entrega entonces cuando quiera meter los dedos en el enchufe lo dejas...

 

Entidad: No, lo vas a consentir en las cosas coherentes.

 

Interlocutor: ...porque te cuesta decirle "No, eso no lo hagas". Vas a tener que hacerlo si verdaderamente lo amas.

 

Entidad: No, no; hay que poner límites. Lo que pasa es que el propio Maestro Johnakan una vez dijo "El límite es para los niños, los adultos no precisan límites. Los adultos tienen que acordar". Pero mi pregunta para ti o para Johnakan o para quien sea es: ¿Y qué pasa si el otro adulto no quiere acordar?

 

Interlocutor: Mira, una persona adulta te dice "Disculpa, querido, mañana viene mi mamá y tú tienes que hacer tal cosa y después tal otra cosa". Y, bueno, te empieza a dar -es un ejemplo lo que te estoy poniendo- te empieza a indicar "Tú haz esto, esto y aquello". Dile "Disculpa, querida, pero yo mañana no puedo atender a tu madre, mañana tengo que trabajar". Entonces dime, si eso no es poner el límite explícame qué es.

 

Entidad: Pareciera que fueras telépata. Me has leído el pensamiento. Claro.

 

Interlocutor: Decir no también es poner límites.

 

Entidad: Tenía tanta pasión.

 

Interlocutor: Y, bueno, te voy a decir algo que quizá...

 

Entidad: Me agotó la pasión que he puesto, me agotó.

 

Interlocutor: Tú muchas veces hablas de los Maestros y demás, pero tú has de saber que no todos los Maestros opinan de la misma manera. Cada uno puede tener una manera de ver las cosas o de ver de qué manera solucionarlas. No creas que todos opinan igual sobre determinado punto.

 

Entidad: Sé que hay Maestros que disienten. La diferencia es que como los Maestros son analíticos pueden disentir en armonía, que eso es lo que no pasa en el plano físico porque no se disiente en armonía.

Me he agotado tremendamente con la pasión que he puesto. Pero, ¿sabes cómo me voy? Con una calma...

 

Interlocutor: Te envío mucha Luz que espero que puedas recibirla y también tu 10%. Y espero que nos podamos volver a encontrar para volver a retomar esta charla.

 

Entidad: Y le agradezco a este receptáculo porque lo he agotado a él también. Le agradezco enormemente. Gracias.

 

Interlocutor: Hasta todo momento.