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El Incidente Roswell
Grupo Elron

 

Usted tiene mucho sueño, mucho sueño, los párpados le pesan, ahora está dormido, completamente dormido... Cuando despierte, usted se convertirá en un perfecto escéptico...

Los extraterrestres utilizan a los seres humanos como cobayos para sus experimentos biológicos (no siempre los devuelven vivos) y por eso no desean que su existencia ses conocida. En este asunto, los escépticos son los idiotas útiles...

Nosotros estamos de acuerdo con los escépticos: no existimos... ¿Cómo vamos a existir si el único planeta habitado es la Tierra? Quienes ven nuestras naves son alucinados, todas las fotos son trucadas, las autopsias se hacen con muñecos, el Área 51 es un lugar de esparcimiento, las desapariciones de personas se simulan para cobrar el seguro... Si en verdad existiéramos, el gobierno norteamericano sería el primero en decirle la verdad al pueblo...

Fotografía extraída de la filmación de la autopsia que le hicieron a uno de los tripulantes del Ovni estrellado en Roswell. Los Maestros de Luz nos confirmaron su autenticidad y también que el extraterrestre aún vivía (esto puede verse si se examina con atención el film)

JESSE MARCEL

Objeto de metal con extraños jeroglíficos pertenecientes
al Ovni estrellado en Roswell

PLANCHAS DE LOS CONTROLES DE MANDO DEL OVNI ESTRELLADO

Esta imagen, sustraida del Área 51, pertenece a un video que fue tomado mientras se interrogaba a un extraterrestre. La grabación fue emitida por primera vez en el programa televisivo "Strange Universe" el 14/4/97. Los Maestros de Luz certificaron la autenticidad de la filmación, aclarándonos que este tipo de interrogatorio es de rutina en dicha base. Lamentablemente, tratan de sacarle mediante la tortura información tecnológica que los pilotos de las naves no poseen, creyendo los interrogadores que se niegan a entregarla.

 

 

 

Los escépticos son cómplices inconscientes de los extraterrestres que secuestran seres humanos para sus experimentos. Desde el punto de vista psicológico, en realidad, el escepticismo no es más que un mecanismo de defensa: "Yo nunca seré abducido porque los extraterrestres no existen".

Enlace a la página (dios.com.ar)

ROSWELL: AUTOPSIA DE UN FRAUDE

Por Alejandro Agostinelli (escéptico a ultranza)

Tras el resonante estreno en 1995 del famoso filme del "E.T. de Roswell", los investigadores comenzaron a descubrir indicios sobre la identidad de los responsables de uno de los mayores engaños OVNI del siglo.

"Es el acontecimiento más extraordinario del siglo", se entusiasmaron unos. "Es como si se hubiera filmado la crucifixión de Jesús", festejaron otros. La noticia cruda afirmaba que un cameraman militar de 82 años le distrajo a la USAF una increíble colección de rollos fílmicos donde dos personas vestidas de médicos parecían practicar una necropsia sobre el cuerpo de un E.T. sobreviviente de la legendaria nave estrellada en el desierto de Roswell, Nuevo México, en junio de 1947.

Cuando a fines de agosto de 1995 se estrenó en todo el mundo el video -distribuido por la compañía Merlin Productions del inglés Ray Santilli-, los espectadores no tuvieron más remedio que discutir su autenticidad a partir de lo que mostraban las imágenes, ya que nadie más que sus promotores habían accedido a las cintas originales ni al testimonio del viejo cameraman militar, quien decidió deshacerse del documento porque -según explicó Santilli- "necesitaba el dinero para pagar la boda de su nieta".

Desde el principio, la Merlin hizo lo posible por asegurarse la explotación comercial del filme y evitar que fuera examinado. Por esa razón, los escépticos centraron sus críticas en la improbabilidad evolutiva de que la anatomía de un ser nacido en otro mundo fuera antropomorfa, las inadecuadas técnicas con que se practicó la autopsia, el curioso parecido del E.T. con el estereotipo imaginado por la ciencia ficción y la llamativa impericia del operador, quien filmó la escena más increíble del siglo sin corregir el foco cada vez que debía registrar los órganos internos del presunto alien.

Aunque la opinión generalizada fue que la estrella de la autopsia no era otra cosa que un muñeco de goma, la polémica cotizó al video: sin pruebas definitivas del montaje, todo podía ser cierto y todo podía ser falso. En ese sentido, los promotores del caso acuñaron frases de antología, como aquella según la cual la película era creíble justamente porque estaba demasiado mal hecha para ser un fraude: "Si era más fácil 'hacerlo bien' para evitar sospechas, ¿por qué no se hizo así?" Tal vez -como se les contestó- no importaba que fuera mala porque la credulidad humana, o el interés comercial de quienes se aprovechan de ella, promueve falacias tanto o más ingeniosas que esa para defender un producto que no da mucho de sí para ser defendido. La película de Santilli -como las de Ed Wood Jr., considerado el peor director de cine de la historia- era tan mala que era precisamente eso lo que la hacía buena.

La Argentina fue uno de los pocos países donde se postuló la hipótesis del humanoide de látex llevando manos a la obra: una semana después del estreno televisivo del video, un equipo de expertos en efectos especiales contratado por Memoria -el programa de Chiche Gelblung- creó una réplica casi perfecta de la autopsia. "La hicimos en seis días y costó 3.000 dólares", explicó el ilusionista Ferdinando Da Vinci. "Hicimos un molde de arcilla al que cubrimos con silicona de látex. Las visceras las compramos en el supermercado Coto", precisó.

Para el público, el parecido, la rapidez y el bajo costo con que resolvieron la construcción del E.T. trucho fue un veredicto casi inapelable.

EL MAGO EGOÍSTA

Pero para los aficionados al tema ovni, todavía no había sido dicha la última palabra y no pocos ufólogos se ilusionaron con la idea de que Santilli se resignaría a ceder el supuesto filme original de 16 milímetros cuando abrochase el negocio. "Si el análisis demostraba el fraude de un modo fehaciente -pensaron-, el productor inglés iba declararse el primer engañado" -en su caso, por el anónimo cameraman.

Nadie contó con que Ray Merlín Santilli iba a sacar de la galera una nueva cohartada: a fines de 1995 declaró haber vendido el filme de la autopsia a un misterioso coleccionista, quien se habría encargado de retirarla de circulación. Jaques Pradel, un periodista de Tele France Uno comprometido en la difusión de la historia, decidió no perder pisada al caso y seguir investigando. Así descubrió que el "nuevo dueño" de la película era un tal Volker Spielberg. Pero el intrigante personaje no resultó ser un coleccionista sino un viejo socio alemán de Santilli. Su curioso apellido retrotrajo a los orígenes del affaire: el murmullo de parto de la historia aludía insistentemente a que Steven Spielberg andaba atrás de la película, una versión que el cineasta se vio obligado a desmentir una y otra vez. "Aquella distorsión pudo surgir del apellido del socio de Santilli, que dejaron correr para cotizar el filme", conjeturó el ufólogo neoyorkino J Antonio Huneeus.

Finalmente, la TV francesa localizó a Volker Spielberg en Austria y le planteó el derecho que le asiste a la humanidad a ser informada sobre un suceso tan importante. "No, no -contestó-. Pienso que no es así. El mundo es egoísta. Yo también lo soy".

EL ÚLTIMO DESAFÍO

Kent Jeffrey, un ufólogo que coordinó una iniciativa internacional destinada a investigar el llamado "Incidente Roswell", publicó en la revista especializada Mufon UFO Journal un artículo que resume el estado actual de la cuestión:

Una encuesta entre los 15 mayores expertos en efectos especiales opinaron en forma unánime que el E.T. sería un muñeco.

Santilli hizo muchas afirmaciones falsas. Por ejemplo, dijo que la antiguedad del filme había sido "autentificada por la Kodak", cuando a esta firma sólo le suministró un trozo de celuloide que podía pertenecer a cualquier película fechada en 1947. De hecho, la Kodak no recibió un solo cuadro del original con una imagen visible de la autopsia.

Al principio, Santilli dijo que se convenció de la credibilidad de la autopsia cuando vio en una escena a Harry Truman, entonces presidente de los Estados Unidos, tras la vitrina del quirófano. Esas imágenes nunca fueron difundidas. Phillip Mantle, un ufólogo inglés asociado con el empresario, admitió que Santilli luego descartó aquel rollo porque le pareció "poco verosimil". Lo que no explicó es por qué unos fragmentos son creíbles y otros no, siendo que el material tenía el mismo origen.

El texto donde el cameraman cuenta su historia está escrito en british english (el inglés que se habla en Inglaterra). El camarógrafo antes había sido retratado como un "americano muy patriota" (argumento con que Santilli justificó los casi 50 años de silencio).

Joe Longo, Bill Gibson y Dan McGovern -tres acreditados camarógrafos que combatieron durante la segunda guerra mundial-, señalaron que para los proyectos especiales se utilizaban películas color, no en blanco y negro, y una cámara fija en vez de una móvil.

El coronel McGovern le ofreció a Santilli certificar la identidad del cameraman si le confirmaba el nombre, número de matrícula y le gestionaba una charla telefónica con él de 15 minutos. La propuesta se sumó a otra hecha en julio de 1995 por la Eastman Kodak Corporation para verificar la datación del filme.

Santilli no aceptó ninguna de las dos ofertas.

EL CAMERAMAN FANTASMA

En la primera versión de la historia sobre cómo adquirió el filme, Santilli no se cansaba de repetir que el cameraman decidió ofrecerle el documento del siglo después de venderle otro filme de Elvis Presley. Gente del círculo íntimo de Santilli reveló el nombre del camarógrafo, un tal Jack Barnett. Ahora bien, en setiembre de 1995, Nicolas Maillard, de TF-1, ubicó en Cleveland, Ohio, al disc jockey Bill Randle, quien resultó ser... ¡el verdadero vendedor del filme de Elvis adquirido por Santilli!

Cuando Jeffrey le preguntó quién había sido el cameraman de aquellas viejas cintas, Randle contestó: "Un tal Jack Barnett". ¿Jeffrey había llegado al último eslabón de la cadena? Depende del cristal con que se mire: enseguida se enteró de que Barnett había fallecido en 1967 y que nunca había integrado el cuerpo militar norteamericano. Entonces, ¿con quién negoció Santilli la compra del filme de la autopsia, en 1993? ¿Con un homónimo de Barnett o con su fantasma?

En su programa, Pradel enfrentó a Santilli con estos nuevos interrogantes. El hombre de la autopsia, visiblemente incómodo, musitó: "Estoy feliz de que hayan encontrado a Bill Randle". ¿Era lógico que saltara de felicidad porque otros hubieran encontrado a alguien cuya identidad había mantenido en riguroso secreto? Acto seguido, Santilli se desdijo de sus declaraciones anteriores y admitió que Randle fue quien le vendió el filme de Elvis. Y aclaró haber encontrado al verdadero cameraman después de haber adquirido los derechos de la película de Elvis en Cleveland en el verano de 1992. Ante la enésima contradicción, Pradel lo escuchó sin disimular su incredulidad. Santilli sonrió imperturbable, acaso por aquello de que quien ríe último ríe mejor.

Jeffrey, acaso el ufólogo más indignado con el affaire, preguntó a la Serious Fraud Office de Scotland Yard por qué no se investigó el caso como defraudación a la fe pública. "Porque tiene que haber una víctima en el Reino Unido", respondió un funcionario. "La actuación de la Merlin no parece consistente con la de una organización segura de hallarse en posesión de un artículo genuino", fue la diplomática conclusión del investigador. Jacques Valleé, el ufólogo más conocido del mundo desde que un actor lo representó en Encuentros Cercanos, prefirió la ironía. Recordó que, en los años '50, una pequeña empresa vendía "pelos de perro venusino" a 5 dólares el mechón. "Y nos causaba mucha gracia. Ahora, después de la película de Santilli, creo que era un buen negocio".

El paso del tiempo no hizo más que incrementar las evidencias de que la famosa autopsia se trató del mayor fiasco de la historia del fenómeno ovni. Tal vez haya que esperar algunos años para que se devele el origen del fraude, o que Santilli vuelva a la carga con las estremecedoras imágenes del velatorio del E.T. Pase lo que pasara, Santilli carga con el peso de haber sido el único protagonista de esta historia que juró haber estado con Jack Barnett, el primer camarógrafo del mundo que no necesitó dar pruebas de su existencia para conocer el sabor de la fama.

Alejandro Agostinelli. © 1997 Todos los derechos reservados. Primera publicación: Revista Descubrir Año 6 - N° 70, mayo de 1997

 

 

 

El Incidente Roswell

 

" En la Casa de mi Padre hay muchas moradas "

Ningún suceso hizo derramar tantos ríos de tinta a los ufólogos como el llamado "Incidente Roswell" y la "presunta" captura de cuatro extraterrestres a manos de la Fuerza Aérea estadounidense.

Después de más de medio de siglo de incesantes pesquisas, los esforzados investigadores del fenómeno OVNI siguen tan confundidos como al principio y no han podido llegar a ninguna conclusión válida.

El 2 de julio de 1947, apenas una semana después de que el mundo oyera por primera vea la palabra "plato volador", de boca del piloto civil norteamericano Kennet Arnold, un extraño objeto se estrellaba en al desierto de Nuevo México, al sudoeste de los Estados Unidos.

A pesar de que la versión oficial señalaba que se trataba de un simple globo meteorológico, los ufólogos sospecharon que con ella sólo se procuraba ocultar la caída de un Ovni y la captura de cuatro pequeños seres, a los que más tarde habrían practicado autopsias.

El propio Fabio Zerpa, sin duda uno de los más conspicuos investigadores del fenómeno Ovni en la Argentina, y reconocido mundialmente, en uno de sus últimos libros, Los Ovnis existen y son extraterrestres, refiriéndose al Incidente Roswell, confiesa honestamente:

"Si a uno le preguntan si en verdad existen pruebas irrefutables de que la Fuera Aérea norteamericana tiene en su poder restos de varios Ovnis estrellados en la Tierra con los cadáveres de sus tripulantes extraterrestres, la respuesta tendría que ser no. No existen pruebas irrefutables, pero, en cambio, sí hay lo que se conoce en círculos legales como 'pruebas circunstanciales' de que, por lo menos algunos, de estos incidentes ocurrieron. Pruebas como relatos de numerosos testigos que participaron en las operaciones de recuperar, custodiar o archivar los restos de muchos Ovnis; unos pocos documentos oficiales que aluden a estos casos entre miles de documentos o revelados por el gobierno norteamericano a través de la Ley de Libertad de Información en años recientes; y finalmente el secreto absoluto que todavía envuelve ciertas actividades gubernamentales relacionadas con los Ovnis".

Zerpa concluye declarándose abiertamente escéptico respecto a que los ufólogos puedan averiguar alguna vez la verdad sobre lo sucedido en Roswell, máxime después de casi medio siglo de infructuosas investigaciones:

"La palabra final sobre la veracidad de estos hechos podrá ser aclarada solamente por el propio gobierno norteamericano" .

Crónica de los hechos.

El espacio aéreo militar de Roswell no era un espacio cualquiera. No era sólo un pequeño lugar en las afueras de Nuevo México. En realidad, era la sede del Escuadrón 509, que en 1947 constituía el único grupo aéreo equipado con armas atómicas del mundo.

El Escuadrón 509 había sido el responsable de lanzar las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, que pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial.

El avistaje de platillos volantes se produjo el 24 de junio de 1947. Un piloto civil que sobrevolaba una zona montañosa del Estado de Washington, observó una formación de objetos extraños y lo informó a un periodista.

El llamado choque de platillos voladores en Roswell se produjo semanas más tarde, cuando los periódicos ya habían estado publicando historias de OVNIS en todo el mundo.

Cuando la noticia llegó a la primera plana del periódico local de Roswell (Roswell Daily Record), los militares se vieron obligados a anunciar que los rumores sobre los platos voladores eran ciertos, pues se había encontrado uno en los alrededores de la región.

El coronel William Blanchard, comandante en jefe de la Base ordenó al jefe de prensa Walter Haut dar un comunicado, luego de comentarle los hechos esenciales de la historia, particularmente que se habían recogido fragmentos de material perteneciente a un platillo volador.

Al día siguiente de dar a conocer este comunicado, las autoridades de la Base dan marcha atrás y declaran que habían cometido un gran error, ya que el objeto caído no era un platillo volador sino un globo meteorológico.

Cuarenta años más tarde, el físico nuclear Stanton Friedman tomó contacto con el coronel retirado Jesse Marcel, quien había sido oficial de inteligencia en la Base en 1947, y que había tenido mucho que ver con la caída del disco volante en Roswell.

Marcel le informó a Friedman que sus superiores le pidieron que no dijera nada sobre el OVNI caído ni sobre sus tripulantes, y por este motivo guardó silencio.

Pero cuando la noticia tomó estado público, consideró que había llegado el momento de decir la verdad, declarando que el objeto caído no había sido un globo meteorológico.

Los restos del OVNI fueron encontrados en el rancho de Mac Brazel. La noche del incidente, el ranchero estaba en su casa. Afuera había una fuerte tormenta. La historia comenzó cuando escuchó una tremenda explosión y, al día siguiente, recorriendo el lugar encontró restos metálicos esparcidos por doquier.

Mac Brazel llamó al sheriff local y éste se comunicó con la Base aérea, quienes enviaron al mayor Marcel a investigar.

Jesse Marcel, luego de pasar una semana en el rancho examinando detenidamente el material encontrado, concluyó diciendo que no provenía de la Tierra, ya que hasta ese momento no existía la tecnología adecuada para fabricarlo.

Algunos de los restos fueron enviados a varias agencias nacionales para reunir informes técnicos y de inteligencia, así como también a laboratorios con diversa tecnología, como el de los Alamos, en Nuevo México, y a unidades criptográficas.

Los fragmentos encontrados tenían la particularidad de que no pesaban casi nada, aunque se trataba de un material muy resistente, tan delgado como el papel metalizado de los paquetes de cigarrillos. Incluso, cuando se trató de hacerles una marca resultó imposible.

Uno de los que lo intentaron infructuosamente declaró: "Hay algo raro aquí.. Traté de hacerle una marca y no pude. No se puede marcar ni con un hacha... Lo puse en el suelo, lo golpeé y me quedé con el mango del hacha en la mano".

Algunos de los fragmentos tenían inscripciones color púrpura que nunca se pudieron identificar. Otros eran como vigas "doble T", pequeñas, con marcas grabadas a sus lados, cuyos jeroglíficos eran también indescifrables.

Sobre este suceso se publicaron varios libros, siendo unos de los primeros el de Charles Berlitz y William Moore titulado El Incidente Roswell.

El caso resurgió una y otra vez, y cuanto mayor era la cobertura radial, televisada o por escrito, más testigos militares o civiles aparecían.

Según el relato de un empleado de la morgue de la Base 509, Glenn Dennis, en el estacionamiento había tres ambulancias custodiadas por la policía militar. Una de ellas tenía la puerta abierta, pudiéndose ver un montón de restos metálicos similares a los de un avión.

Cuando Dennis le comentó a un capitán, "señor, parece que tuvimos un accidente aéreo, vamos a tener que prepararnos para ello", dicho capitán se mostró muy nervioso y le dijo a su subordinado con voz de trueno: "Mire, señor, no vuelva a entrar aquí. Roswell no va a dar explicaciones sobre ningún accidente aéreo porque aquí nada ha sucedido".

Staton Friedman, por su parte, señaló que una de las cosas sugestivas que cabe destacar es que hubo intimidación a los testigos para que no hablaran de lo que habían visto.

El sheriff, por ejemplo, según lo relato su nieta muchos años después del incidente, fue separado de su puesto porque los militares temieron que hablara.

Esto lo supo por boca de su abuela, quien, un día que estaban viendo un programa televisivo sobre platos voladores, se animó a decírselo (a la sazón, el sheriff había muerto): "Nunca te conté esto, pero ¿sabes por qué tu abuelo jamás volvió a ocupar su puesto? Cuando aquel platillo se estrelló aquí, él vio muchas cosas extrañas. Y cuando renació la calma, los militares vinieron y le dijeron que no volvería a trabajar allí, advirtiéndole que si alguna vez hablaba de lo que había visto, lo matarían a él y a su familia".

El 2 de julio de 1947, el cameraman J. Barret recibió una llamada de su superior para que fuera a reportarse con el general Mc Mullan para una misión especial. Se le informó que había ocurrido un accidente aéreo al Sur de la población de Socorro.

Barret recibió la orden de filmar todo lo que viera y de no abandonar los restos hasta que hubiesen sido removidos. Iba a tener libre acceso a todas las áreas. Si el comandante en jefe le impedía trabajar libremente, debía informar de inmediato a Mc Mullan.

¿Quién era J. Barret, como para que se le confiara tal misión? Su historia en las Fuerzas Armadas estadounidenses comienza en 1942, cuando se unió a ellas, para abandonarlas en 1952.

Según él mismo lo señalara, los diez años que pasó sirviendo a su país fueron algunos de sus mejores años.

Su padre estaba en el negocio del cine, de modo que siempre tuvo buen conocimiento del manejo de las cámaras y la fotografía.

Después de enrolarse comenzó a demostrar sus habilidades, convirtiéndose en uno de los pocos cameraman de la Fuerza.

Filmó cientos de lugares y pronto se capacitó para realizar filmaciones de alto riesgo. En la primavera de 1944 fue asignado a la División de Inteligencia, participando en un gran número de películas, incluyendo las pruebas del Proyecto Manhattan, Trinity, en Arenas Blancas.

Cuando Barret llegó a Roswell, la zona había sido cercada. Allí advirtió que no se trataba de un avión espía soviético como se le había dicho, sino de un platillo volador cuya parte posterior irradiaba calor.

Se decidió no removerlo hasta que el calor desapareciera, pues se conjeturó que había peligro de fuego.

El ánimo ya agitado de los presentes empeoró cuando se oyeron los gritos lastimeros de unas extrañas criaturas que yacían cerca del aparato.

Nadie podía decir qué eran. Parecían monstruos de circo. Cada una de ellas sostenía muy fuerte una especie de caja con ambos brazos sobre su pecho. Yacían ahí, sin poder moverse, gimiendo, aferradas a esas cajas o lo que fueren.

Barret comenzó a filmar, primero el vehículo, luego el lugar y después los escombros.

Una y otra vez esas criaturas tan extrañas gemían y gritaban. Al parecer, gritaban y gemían más fuerte cuando alguien se les acercaba.

Uno de los oficiales le dio a uno de esos seres un culatazo en la cabeza, logrando así arrancarle la caja.

Cuando estuvieron instaladas en el lugar del accidente las tiendas de campaña, las criaturas fueron retiradas y atadas con cuerdas, salvo una que estaba visiblemente muerta.

El equipo médico al principio rehusó acercarse a ellas. Pero como algunas tenían horribles heridas y o quemaduras, primó en ellos su espíritu humanitario y las atendieron.

Barret se abocó primero a filmar los restos metálicos más fáciles de remover. Parecían pertenecer al exterior de la nave. Era una especie de columnas que habían soportado un pequeño disco en la parte inferior del aparato, que se debió haber desprendido cuando la máquina chocó contra el suelo.

Tres días más tarde llegó un equipo especial de Washington y decidieron mover el aparato. Dentro del mismo la atmósfera era muy pesada, a tal punto que resultaba imposible permanecer en su interior más de algunos segundos.

El OVNI, finalmente, fue llevado a la Base Aérea de Wright-Paterson en Dayton, Ohio, para ser analizado con más detenimiento.

Barret permaneció en Roswell tres semanas, al cabo de las cuales le ordenaron que se reportara al comandante de la Octava Fuerza Aérea, con Base en Fort Worth, Dallas, para una filmación especial.

Al llegar a la Base se enteró de que se les iba a practicar autopsias a las extrañas criaturas rescatadas en Roswell, y se le había comisionado para que las filmara.

Las dos primeras autopsias se llevaron a cabo a fines de julio de 1947. Después de la filmación, Barret se encontró con que tenía en su poder cientos de rollos. Separó aquellos a los que debía prestárseles más atención al procesar y los envió a las autoridades de Washington. Los restantes los procesó días después.

Al concluir su trabajo, se contactó con sus superiores para arreglar la entrega de la última tanda del material, pero nadie pasó a recogerlo ni tampoco recibió instrucciones al respecto.

En mayo le solicitaron que filmara la tercera autopsia. De ésta sí se llevaron todos los rollos.

 

Algunas conclusiones.

La cuestión Ovni plantea numerosos interrogantes, que sólo pueden ser develados cuando se tienen los datos suficientes como para responderlos. Primariamente, las personas pueden clasificarse en aquellas que creen en la existencia de los Ovnis y en las que no creen.

Sin embargo, no se trata de una cuestión de creencia o de fe sino de saber. Si no se sabe con certeza, toda especulación conduce a más confusión y a conclusiones erradas.

Lo primero que hay que saber es que el hombre, contrariamente a lo que sostienen los despistados psiquiatras, no se compone solamente de cuerpo y mente. La mente, aunque más sutil que el cerebro, no deja de ser un órgano físico.

Afirmar que la mente piensa equivale a decir que una máquina puede pensar.

El cerebro y la mente son instrumentos del ser espiritual para poder manejarse y sobrevivir en los mundos manifestados o planos materiales, de la misma forma que todos los elementos que constituyen la computadora son instrumentos de la persona que la utiliza.

El hombre proviene de niveles vibratorios más sutiles que el físico, que son su verdadera morada y a la que regresará cuando "muera" o "desencarne".

La mejor manera de comprender esta peculiaridad del hombre es imaginar una varilla atravesando el ojo de la cerradura, quedando de un lado un 10 % y del otro un 90 %.

La varilla, en su totalidad, es el ser que en verdad es el hombre, pero al nacer sólo impregna al ser físico con un 10 % de su esencia o espíritu.

Si con la imaginación se saca la varilla de la cerradura tomándola con los dedos de su 90 %, puede comprenderse fácilmente lo que significa "morir" o "desencarnar".

De la misma forma que la varilla sigue entera, sin ningún deterioro, incluso más libre, también el ser espiritual -que es lo que es en realidad el hombre- sigue vivo, incluso más vivo que antes.

Esto es así porque el hombre, en definitiva, es un ser inmortal que sólo desciende, en una pequeña parte, a los mundos físicos para evolucionar y regresar una vez cumplido el tiempo fijado (haya o no tenido éxito en la misión).

El planeta Tierra es solamente un mundo físico de alternativa donde lo seres espirituales pueden evolucionar. Hay incontables orbes donde lo pueden hacer y, obviamente, siempre elegirán aquél que más se adecue a lo que quieran experimentar.

Dentro de sus vivencias está la de conocer otros mundos. Y de la misma forma que Colón se vio impulsado por algo más fuerte que él a explorar los confines de la Tierra, así también los seres que habitan en cada planeta, llegado el tiempo en que puedan construir naves espaciales se verán impulsados por su inherente afán de aventura a explorar el universo.

Los seres que han podido venir hasta aquí es obvio que han llegado a esta etapa. Y cuando estemos listos también lo haremos nosotros y los habitantes de esos mundos se harán las mismas preguntas que ahora nos hacemos nosotros respecto de los "platillos volantes".

¿Cómo es posible que aún no hayamos comprendido la verdad detrás de las palabras del Iluminado Maestro Jesús, actual Logos Solar, que lo resumió con toda claridad al decir que "en la casa de mi Padre hay muchas moradas"?

 

 

ENCUENTRO BÉLICO DE DOS OVNIS

 

La verdad sobre el "Incidente Roswell".

Estimado profesor: Formamos parte de un grupo que investiga a los Ovnis, y muchas veces tenemos discusiones respecto a lo que en verdad sucedió en Roswell sin que finalmente lleguemos a ninguna conclusión que podamos considerar definitiva. Por favor, no nos interesa ningún tipo de teoría, sino la verdad ¾ si es que la saben ¾ de lo que sucedió.

Mario D. y Raúl J. M.

 

Respuesta

Apreciados Mario y Raúl: Los ufólogos que sostienen la teoría de que fueron dos los Ovnis los involucrados en Roswell están en lo cierto. Pero no fue un mero choque entre dos naves espaciales que colisionaron por accidente, sino que se trató de un verdadero enfrentamiento belicoso.

Una de ellas provenía de Orión III y la otra de Anthea IV. La nave de Orión perseguía a la de Anthea y la alcanzó al llegar a nuestro planeta, produciéndose el enfrentamiento fatal en la zona de Roswell.

Los cuerpos (eran cuatro) recogidos por los militares estadounidenses eran antheanos, de los cuales uno de ellos estaba vivo.

La autopsia del extraterrestre que se pasó por televisión fue real y no se trató de ningún muñeco como sostuvieron ligeramente algunos "expertos".

Bienvenidos al Club. Un fuerte abrazo.

 

 

Nota: A continuación te transcribo algunas sesiones, en su parte pertinente, donde se trató el tema.

 

SESIÓN DEL 7/8/97

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Interlocutor: ¿Quién se va a comunicar ahora?

Asdoel: A veces no se entienden los mensajes que se dan, sea por interferencias del receptáculo que los transmite o por la mediana capacidad de comprensión de algunas personas que escuchan dichos mensajes.

Soy de Anthea IV y he venido para evacuar algunas dudas. Mi nombre es muy difícil de traducir en el idioma de ustedes, pero se podría decir que pronunciándolo sería algo así como Asdoel.

Nuestro planeta está dividido en dos hemisferios, en uno de los cuales habitan seres más pequeños en estatura, pero más desarrollados en conocimientos técnicos.

Ellos han desarrollado la manera de viajar por el espacio, mientras nosotros nos dedicamos más a la filosofía y a cultivar el espíritu.

Una de las naves que cayó en Roswell, hace 50 años terrestres, era una nave de Anthea 4, donde viajaban lo que nosotros llamamos "los pequeños".

A pesar de cultivar la parte espiritual, también desarrollamos una mediana tecnología y podemos viajar a los distintos mundos, no con ánimo de conquista, sino simplemente para transmitir, a aquellos que nos quieran escuchar, nuestro conocimiento filosófico.

Le damos poca importancia a la parte material en todos los aspectos, incluso en la parte alimentaria. Le damos más importancia a la parte energética, a punto tal que nuestro cuerpo se nutre energéticamente en un 80 %. Por eso no damos tanta importancia a la parte alimenticia.

Lo mismo sucede con el apareamiento. Tenemos dos sexos, pero el apareamiento es áurico. Mezclamos nuestra energías y llegamos a un orgasmo total en todo el cuerpo energético.

Tenemos puntos avanzados en filosofía espiritual. Hemos vencido a lo que ustedes llaman el ego. Nosotros lo llamamos el undo , que vendría a ser una traducción parecida a vuestro "Yo Inferior".

No tenemos ningún inconveniente en transportarnos a nivel astral a todos los confines de nuestra galaxia.

Próximamente, si el Absoluto lo quiere o lo permite, vamos a hacer un contacto del Tercer Tipo con alguno de ustedes.

El secreto es que estéis preparados y que no tengáis miedo de ver una figura distinta a la vuestra.

Lamentablemente no tenemos, como sí lo tienen otros extraterrestres, el poder de inducir en vuestra mente una visión telepática como si fuéramos humanos, para no causaros una impresión desagradable a vuestra vista.

Me despido de ustedes con todo el amor y con la esperanza de que sí nos vamos a ver en una próxima realidad.

Hasta pronto.

Interlocutor: Hasta pronto y muchas gracias por el mensaje.

 

Sesión del 19/7/97

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Interlocutor: ¿Quién se va a comunicar en primer término?

Asdoel: Soy Asdoel. Ya estuve con ustedes y vengo nuevamente desde mi planeta, Anthea IV a transmitir mi espiritualidad a todos los seres que en este momento están aquí.

Interlocutor: Si no recuerdo mal, usted es de la misma raza que los tripulantes del OVNI que se estrelló en Roswell.

Asdoel: Soy del mismo planeta, pero de diferente raza.

Interlocutor: ¿Cuál sería la diferencia más marcada?

Asdoel: Nuestra raza da más prioridad a los temas espirituales.

Interlocutor: ¿Podríamos conversar con usted sobre el Incidente Roswell?

Asdoel: Algunas dudas voy a evacuarles, pero quiero aclarar antes que hay en este lugar muchas entidades espirituales que buscan perturbar los mensajes, para que éstos no sean bien trasmitidos. Recuerden que algunos de ustedes tienen una gran misión, otros están dando los primeros pasos en el mundo espiritual y los demás todavía tienen lecciones kármicas para revertir.

Interlocutor: ¿Cómo lo sabe con tanta certeza?

Asdoel: Lo sé porque en este momento me comunico con la parte espiritual de cada uno de ustedes, lo que llaman Thetán o Yo Superior.

Hay Thetanes de ustedes que están muy elevados y hay Thetanes que tienen dudas atroces, algunas causadas precisamente por las dudas que tiene la parte encarnada de cada uno.

En nuestro planeta, Anthea IV, hay una tremenda armonía, y nosotros hacemos lo mismo que en otros mundos donde hay más de una raza: compartimos el planeta en paz. La otra raza es muy tecnológica y varios de sus seres han estado en muchísimas ocasiones en este planeta.

Interlocutor: ¿Es precisamente la raza a la que pertenecen los que cayeron en Roswell?

Asdoel: Exactamente. Esta raza habita en lo que para ustedes sería el hemisferio Sur, y nosotros habitamos el hemisferio Norte.

Interlocutor: ¿Confirman que viven en paz?

Asdoel: Vivimos en paz. Yo no diría que ellos nos tienen miedo, porque nosotros los servimos en Amor y jamás pueden tener miedo de nosotros. Pero lo cierto es que tenemos un poder telepático tan grande que podemos neutralizarlos para que no usen sus armas en nuestra contra.

Interlocutor: ¿Nunca tuvieron, entonces, que usar ese poder telepático para defenderse?

Asdoel: Lo hemos hecho solamente en los albores de nuestra civilización, pero luego nunca más hemos necesitado de ese poder. Nosotros no pretendemos nada material, sólo nos interesa crecer espiritualmente.

Interlocutor: ¿Usted en este momento está encarnado en su planeta y se comunica telepáticamente desde allí? Lo pregunto para saber si esta transmisión se está haciendo desde algún OVNI orbitando la Tierra.

Asdoel: Estoy encarnado en Anthea y me traslado astralmente para esta comunicación telepática.

Interlocutor: ¿Usted, como Thetán, en qué nivel espiritual se encuentra?

Asdoel: Estoy en el mismo plano espiritual en que se encuentra el actual Logos Solar de ustedes, el Maestro Jesús, es decir, el plano 5º.

Interlocutor: ¿Usted se ha comunicado con nuestro Logos Solar?

Asdoel: Sí, he hablado con el Maestro Jesús... Fíjate que no digo "vuestro" Maestro, porque lo hemos tomado telepáticamente en muchísimas ocasiones y nos ha transmitido la enseñanza del Amor Universal, y lo hemos asimilado muy bien.

Tratamos de transmitírselo a su vez a estos "niños" del hemisferio Sur de nuestro planeta Anthea, pero no les interesa el mensaje. Sólo quieren crecer en lo tecnológico y en lo científico.

Incluso la mayoría de ellos descree del mundo espiritual. Piensan que cuando el ser muere, ahí se acaba todo.

Interlocutor: ¿Qué expectativa de vida hay en Anthea?

Asdoel: Para los del hemisferio Sur es de aproximadamente 100 de vuestros años. La nuestra oscila entre 300 y 400 años de los vuestros. Pero tal vez haya asombro en muchos de ustedes, porque dirán: ¡qué longevos! Pero... ¿qué pensaría un insecto de vuestro planeta que vive horas o días, de vuestros 70 ú 80 años...?

Entonces, todo este tipo de cuestiones es algo relativo. Hay seres que viven 40 años, como en Astrix, que es un planeta lejano, pero son muy espirituales. Son seres como cascarudos, similares a los insectos de ustedes.

Y ustedes dirán: ¡Deben ser totalmente salvajes!, y quizás instintivamente le apuntarían con un arma y les dispararían. Error, porque son seres sumamente elevados, a nuestra misma altura de elevación.

Interlocutor: Ustedes, los seres espirituales de Anthea, ¿qué doctrina practican o siguen?

Asdoel: La Doctrina del Amor. La misión es transmitir por sobre todas las cosas el Amor. Tenemos, al igual que en otro sistemas estelares, como en Antares IV, comunidades enormes donde unos servimos a los otros, donde nadie pasa hambre, porque si una familia pierde una cosecha, otra familia la socorre.

Nuestras comunidades no son tan grandes como en Antares IV, somos familias más pequeñas, pero tenemos grandes núcleos de amor, y nos reunimos periódicamente a hacer visualizaciones telepáticas.

Nos reunimos en un templo gigantesco -digo templo para que me entiendan, porque en nuestro planeta no lo llamamos así- 500, 600, hasta 1000 seres, en círculos pequeños, concéntricos, cada vez más grandes, hasta cubrir toda la edificación.

Y hacemos una comunicación telepática con entidades espirituales de los niveles 4º y 5º , y se llega a visualizar, como en una imagen holográfica de vuestro mundo, a la entidad que está en ese momento en ese plano espiritual.

El ser que en ese momento es el receptáculo se conecta con la entidad de Luz e "intenciona" para que se visualice.

Todos mentalmente hacemos fuerza con amor, y no solamente llegamos a visualizarlo, como aquí sería la mediumnidad vidente -estoy leyendo en este momento algunas de vuestras mentes-, sino que la entidad aparece...

Interlocutor: ¿Se hace material?

Asdoel: No, no se hace material, no se hace de la vibración física 1, sino que se llega a visualizar por un dispositivo especial parecido a vuestra técnica holográfica. Sería muy extenso explicar el funcionamiento de ese dispositivo en este momento...

Interlocutor: ¿Sería posible que aquí yo lo pudiera ver a usted través de la videncia?

Asdoel: El que está preparado me puede ver perfectamente.

Interlocutor: ¿Qué veríamos?

Asdoel: Verían a un ser de facciones muy similares a este receptáculo, de boca la mitad de pequeña, prácticamente sin el apéndice nasal, con dos huecos, ojos cuatro veces más grandes, prácticamente la pupila totalmente dilatada, en color casi negro...

Interlocutor: Hay una película norteamericana llamada "Cocoon", donde aparece un ser extraterrestre como el que usted describe...

Asdoel: No es exacta la figura pero es bastante parecida. Difiere un poquito porque nosotros tenemos el cráneo algo más voluminoso, y los órganos visuales mucho más grandes que en esa película que mencionas. Esto me lo están transmitiendo telepáticamente las entidades espirituales que están alrededor mío.

Interlocutor: ¿Y la vestimenta?

Asdoel: Es una vestimenta muy ajustada al cuerpo, como lo que ustedes llamarían un plástico, pero difiere en que es un plástico poroso que deja transpirar a nuestra piel.

Interlocutor: ¿De qué color?

Asdoel: Verde, celeste, grisado...

Interlocutor: ¿Siempre colores claros?

Asdoel: No necesariamente; hay algunas entidades que meditan con colores oscuros, negro, marrón, refiriéndome a los colores que ustedes ven, porque nosotros podemos ver más colores que los terrestres y nuestros oídos captan más diferencias tonales.

Interlocutor: ¿Viajan de un planeta a otro como rutina?

Asdoel: Hacemos lo mismo que hacen en otros sistemas estelares. Nosotros les damos alguna sabiduría a los seres del hemisferio Sur de nuestro planeta, y ellos nos dan naves.

Interlocutor: ¿Ustedes no tienen la tecnología para fabricar naves espaciales?

Asdoel: Si, la tenemos, pero no nos interesa la parte tecnológica. Podríamos haber desarrollado naves espaciales mucho antes que ellos...

Interlocutor: ¿Se contactan o comunican con los habitantes de los planetas que visitan?

Asdoel: Nosotros sí, pero no nos damos a conocer en presencia física sino telepáticamente, y para que ellos no se alucinen y piensen que están perdiendo la razón, lo hacemos con personas que estén preparadas en este sentido.

Interlocutor: ¿Tratan de ayudar?

Asdoel: En todos los casos. Nuestra misión es de amor, que es la más difícil, porque en la mayoría de los planetas que nos contactamos nos piden fórmulas...

Interlocutor: ¿Fórmulas? ¿Sobre qué?

Asdoel: Generalmente para fabricar armamentos.

Interlocutor: Yo pensaba que pedían fórmulas, por ejemplo para mejorar la agricultura...

Asdoel: No, para armamentos...

Interlocutor: Es algo sorprendente, pudiendo pedir fórmulas para curar piden fórmulas para matar... Pasando a otro tema, ¿Cómo son las plantas de Anthea?

Asdoel: Los árboles tienen hojas verdes muy intensas y son tan grandes que a veces doblan a los propios árboles que las sustentan.

Interlocutor: ¿Y los minerales?

Asdoel: En nuestro planeta hay minerales más duros que los que aquí ustedes llaman "diamante", la purificación del carbono.

Interlocutor: ¿Para qué los usan?

Asdoel: Para labrar las rocas, para las construcciones.

Interlocutor: ¿Cómo son las construcciones en Anthea?

Asdoel: Son muy hermosas. Son construcciones habitacionales pequeñas, individuales, prácticamente no se envenena la atmósfera. Ahora los técnicos del hemisferio Sur están experimentando con la antigravedad, pero aún siguen con la materia-antimateria.

Interlocutor: ¿Con qué se alimentan?

Asdoel: Verduras, granos, cereales...

Interlocutor: ¿Y animales?

Asdoel: No nos alimentamos de animales.

Interlocutor: ¿Tendríamos nosotros también que prescindir de comer animales?

Asdoel: No se puede cambiar una cultura de un momento para otro y no quisiera que le den tanta importancia a eso, sino a la parte espiritual.

No lo digo solamente yo, lo dicen distintas entidades espirituales aun de vuestro mismo planeta. Lo importante no es lo que se come, lo que entra en la boca, sino lo que sale de ella. Esto lo dijo el Maestro que tenemos en común, Jesús, que ha encarnado en este bendito planeta de ustedes.

Interlocutor: ¿Con respecto al Incidente Roswell, que nos puede decir?

Asdoel: Voy a dejar en claro que el incidente que ustedes llaman así fue el resultado de una escaramuza entre planetas... Había una nave de Orión 3, que perseguía a estos "chicos traviesos", antheanos del hemisferio Sur de nuestro planeta, que los habían provocado con total irresponsabilidad...

Los tripulantes de la nave de Orión 3 los persiguieron durante varios años luz y los alcanzaron prácticamente en este sistema estelar... Un rayo de energía que les enviaron provocó una falla en la propulsión de la nave antheana y ésta cayó a Tierra.

Interlocutor: ¿El rayo de energía era tipo láser?

Asdoel: Algo similar, pero no lo llamamos así, sino energía "Brezer".

Interlocutor: ¿Eran cuatro los tripulantes?

Asdoel: Sí, eran cuatro.

Interlocutor: ¿Alguno de ellos estaban vivos cuando los capturaron los militares norteamericanos?

Asdoel: Así es, dos de ellos estaban vivos.

Interlocutor: ¿Es cierto, como se comenta, que a uno de ellos lo mataron de un culatazo?

Asdoel: No lo han matado de un culatazo... pero por lo menos lo han golpeado 5 ó 6 veces, según me comentó en una oportunidad su Yo Superior o Thetán, como llaman también ustedes a la parte espiritual de los seres encarnados, lo que le provocó heridas graves. Luego le han dado inyecciones para reanimarlo y el organismo de este ser no resistió y allí fue cuando se produjo la desencarnación.

Interlocutor: ¿Los captores llegaron a comunicarse con alguno de estos dos antheanos?

Asdoel: Sí, con uno de ellos, y ha divulgado algunos secretos, y estos secretos están en archivos ocultos en el país que ustedes llaman Estados Unidos.

Interlocutor: No hace mucho se pasó por nuestra televisión una filmación de lo que se presentó como la autopsia de un extraterrestre capturado en Roswell. Pero los "expertos" que vieron la filmación dijeron que era un muñeco. ¿Cuál es la verdad?

Asdoel: No era un muñeco. Era uno de los antheanos capturados en Roswell. La filmación es real. Incluso si ustedes vuelven a verla -eso yo lo puedo ver en el Registro Akáshico- observarán que hubo reacciones de este ser...

Interlocutor: Sí, yo vi la filmación y observé, como todos, porque fue muy evidente, un parpadeo...

Asdoel: Además del parpadeo hubo otra reacción más. Es importante que vuelvan a ver la filmación. Mi receptáculo, que es la encarnación de una alta entidad, tiene la película. Sepan que Johnakan Ur-el, el Thetán de este receptáculo, es un compañero mío de estudios.

Ahora me retiraré para dar paso a otra entidad que está muy interesada en comunicarse con ustedes. Es un habitante de un planeta muy cercano a ustedes que aún no es detectable por telescopio, pero pronto ustedes lo harán...

Interlocutor: Muchas gracias por dialogar con nosotros y hasta luego... ¿Quién se va a comunicar ahora?

Adomel: Mi nombre es Adomel, tenemos una morfología similar al ser terrestre...

Interlocutor: ¿De qué planeta proviene?

Adomel: Vengo del planeta Lemarén. Es un planeta donde predominan los bosques, los ríos, pero por sobre todo hay grandes océanos. Hay ocho partes de agua y dos partes de sólido, lo que ustedes llamarían "Tierra firme".

Somos una civilización muy similar a la de ustedes. Dominamos el espacio. Llegamos lo que serían 30 años terrestres a nuestro satélite. Y hace 5 años terrestres llegamos a nuestro cuarto planeta, que es un planeta también habitable. Respiramos oxígeno y nitrógeno, como ustedes.

Tenemos una civilización bastante armónica. No tenemos guerras.

Interlocutor: ¿Qué cantidad de habitantes tienen en Lemarén?

Adomel: Somos aproximadamente 1000 millones de seres. Somos muchos para la pequeña superficie planetaria que tenemos.

Interlocutor: ¿Cómo sobreviven, entonces, en un lugar tan pequeño?

Adomel: Es pequeño, pero nos alcanza. Es un planeta -voy a hablar en medidas de ustedes- que tiene 60.000 km de circunferencia, es una vez y media el tamaño de la Tierra, y de todas maneras nos abastecemos muy bien. Respetamos la ecología.

Interlocutor: ¿Hay civilización interna, es decir dentro del planeta?

Adomel: Sí, con la cual nos llevamos muy bien. Y también hay una civilización submarina, con la que también nos llevamos bien. Pero nosotros somos los que dominamos la tecnología espacial.

Interlocutor: ¿Su cuerpo en este momento está en una nave espacial o en su planeta?

Adomel: Mi cuerpo físico en este momento está en Lemarén.

Interlocutor: ¿Pero hay seres de Lemarén encarnados en la Tierra?

Adomel: No, no hay.

Interlocutor: ¿En este momento hay naves espaciales de Lemarén en nuestro planeta?

Adomel: No estamos permanentemente. Nuestras naves vienen y se van. Pero no son naves nuestras, en realidad, sino de Antares y de Sirio que nos han venido a visitar.

Interlocutor: ¿Ustedes no tienen tecnología espacial?

Adomel: Sí, pero no es tan elevada como para construir naves capaces de llegar a otros sistemas solares. En realidad, hace muy poco tiempo que salimos al espacio exterior.

Pero hemos tenido la fortuna de que nos hemos contactado con otras razas de este sistema vecino y ellos nos trasladan sin ningún inconveniente e incluso nos dan tecnología como para que nosotros podamos desarrollar en lo que serían 20 años terrestres como 100 o más de los nuestros.

Interlocutor: ¿Nos puede brindar alguna información sobre la civilización de Venus y de Marte?

Adomel: De Venus tengo poco conocimiento. Sé que es un mundo inhóspito, incapaz de albergar vida tal cual la conocemos. Quiero aclararles que yo, en la parte encarnada, soy un piloto de pruebas y mi conocimiento es superficial con respecto a otros temas. Si a mí me preguntaran cómo funciona el motor de mi nave, no podría responder porque no lo conozco. Yo soy un piloto que me manejo con el computador de mi nave y siempre tengo un acompañante del sistema de Sirio que me resuelve los inconvenientes durante las travesías -quiero aclarar que en Sirio hay 4 civilizaciones distintas-, y así siempre llego felizmente a destino. También viajo con nativos de Antares, que supervisan que la nave esté en perfectas condiciones para que no nos estrellemos contra ningún planeta, como ha sucedido con nuestros vecinos de Anthea, que se precipitaron en Roswell.

Lo que quiero decir es que no conocemos todo. Sabemos que en el 4º planeta de ustedes -Sol IV- que ustedes llaman Marte, hay vida interna.

De Venus, le reitero que conozco muy poco. Sé que es un planeta de altísimas temperaturas y de gran presión atmosférica. No creo que haya ningún tipo de vida. No me atrevo a opinar del tema.

Simplemente quise contactarme con ustedes porque me simpatizan. Nosotros somos de una constitución más robusta que la de ustedes y de cabeza prácticamente cuadrada. Casi no tenemos cuello. Nuestros brazos son muy amplios y muy musculosos. Tenemos el cabello muy corto y si nos quieren comparar, háganlo con respecto a los antiguos gladiadores griegos o romanos de vuestra antigüedad.

Interlocutor: ¿Han hecho contacto físico con terrestres?

Adomel: Muy pocas veces, porque para confrontarnos físicamente, sin tener problemas psicológicos después, el contactado tiene que estar muy bien instruido.

La mayoría de los contactos han sido como ahora, es decir, por la vía telepática.

Me encanta dialogar, pero hay más entidades que quieren comunicarse con ustedes... Los dejo...

Interlocutor: Gracias, Adomel, y hasta luego...

 

SESIÓN DEL 30/8/97

Tar: Soy Tar, de Orión IV. Estoy nuevamente con ustedes, gozoso de transmitirles mi amor y también vengo para aclararles algunas dudas. Puedes preguntar.

Interlocutor: Mi primera pregunta está relacionada con la Fuerza Aérea norteamericana, que sale ahora a decir que el llamado"Incidente Roswell" no tenía ninguna relación con extraterrestres y que los cuerpos encontrados eran muñecos, fruto de un experimento militar.

Tar: Es una noticia totalmente infantil. Los cuerpos encontrados no eran muñecos, sino extraterrestres. Entre los restos del aparato estrellado, había aleaciones metálicas desconocidas en la Tierra. Ésa es una prueba irrefutable.

Incluso vuestro país del norte ha tenido más contactos. Ellos tienen más naves que se estrellaron e incluso más cuerpos de lo que ustedes llaman alienígenas. Por lo menos de cuatro razas distintas.

Interlocutor: ¿Algunas naves fueron capturadas por aviones?

Tar: No, ustedes carecen de la tecnología necesaria y tampoco tienen el armamento adecuado para capturar a un aparato de otro sistema planetario. Siempre se trató de naves accidentadas.

Interlocutor: ¿Pero por qué salen ahora con esa noticia que, por otra parte sólo pueden creer quienes no están en el tema? ¿Se trata de una cuestión de poder?

Tar: Lo hacen sólo para confundir a la gente, algo que es muy fácil de hacer, debido al gran descreimiento que existe en los habitantes de vuestro mundo.

Interlocutor: ¿Por qué ocultan ese conocimiento, que podría traer un gran adelanto a la humanidad?

Tar: Ése es el tema. Ellos piensan de otra manera: "¿Por qué compartir esa tecnología de avanzada, cuando la podemos utilizar para su propio beneficio?".

Interlocutor: Entiendo. ¡egoísmo puro!

Tar: Una de las naves guarda un secreto que sus científicos están intentando esclarecer desde hace cuarenta años: el blindaje energético. Los dos tripulantes de ese aparato murieron al estrellarse y sus cuerpos siguen siendo estudiados. Causa asombro por la diferencia anatómica con el ser humano, pues son seres muy similares a vuestros insectos llamados langostas. No tienen esqueleto interno, sino una especie de caparazón. Poseen dos ojos y también dos antenas, que captan la irradiación de otro ser a una distancia considerable.

Interlocutor: ¿De dónde proviene esa raza tipo langosta?

Tar: Provienen de la Constelación de Arturo y son seres depredadores, que tienen un total desprecio por la vida ajena.

Interlocutor: Este punto está aclarado. Ahora querría saber si es posible lo siguiente. Imaginemos que un médium "toma" al espíritu de un gran matemático... ¿Podría transmitir una fórmula determinada, para demostrar que la comunicación no es un fraude?

Tar: Sí, eso es factible, pero no sucede lo mismo con el idioma. El Thetán no transmite en una lengua determinada, pues en los planos espirituales la comunicación se efectúa mediante la transmisión de ideas o de intenciones. Por lo tanto, el médium va a hablar en el idioma que sabe, aunque se comunique con el espíritu de una persona de otra región o de un ser de otro mundo.

Ver también "Majestic 12"