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Apuntes sobre la mediumnidad |
APUNTES SOBRE LA MEDIUMNIDAD
1. ¿Son los Maestros de Luz los que se comunican?
Muchos consultantes nos preguntan sobre cómo podemos estar tan seguros de que nos estamos comunicando, a través de la mediumnidad, con los Maestros de Luz, y también cómo sabemos que lo que nos dicen es la verdad. La respuesta a la primera pregunta es que no lo sabemos. No sabemos si nos estamos comunicando con la entidad que dice ser quien es cuando se incorpora al médium. Lo que ocurre, en primer lugar, es que, a la inversa, no tenemos ninguna razón para dudar de que la entidad que se incorpora al médium y que dice ser el Maestro Jesús o el Maestro Johnakan Ur-el o el Maestro Ruanel en realidad no lo sean. La pregunta, entonces, es: ¿por qué de dos alternativas vamos a optar por la negativa si no hay ninguna razón para hacerlo? Pero hay otro punto a tener en cuenta, y es que lo que importa, en definitiva, es el mensaje y no el mensajero. La pregunta correcta que nos tenemos que hacer, por lo tanto, es si lo que dice esa entidad, sea quien fuere, es la verdad.
Hay que desechar esa convicción errónea de que la verdad va de la mano de la autoridad de quien la dice. Y si no recordemos al famoso científico Newcomb con su aseveración de que ninguna máquina más pesada que el aire podría volar. ¡Menos mal que los hermanos Wright nunca lo escucharon!
2. ¿Son confiables las respuestas? . Antes de conocer al profesor Olguín yo estuve con muchos médium, pero los abandoné porque las respuestas no cerraban, no armaban el rompecabezas o lo armaban mal y las piezas no concordaban. Uno de esos médium canalizó al Maestro Jesús y le hizo decir que mandaba a sus discípulos a robar gallinas para darles de comer a la gente que lo seguía, con la justificación de que el verdadero dueño de esos animales era Dios. ¡Vaya con este médium!
Ahora bien, ¿cómo podemos saber si es la verdad lo que nos está diciendo la entidad incorporada al médium? La respuesta es tan obvia que a muchos consultantes se les pasa desapercibida: para saber si lo que nos está diciendo esa entidad es la verdad, nosotros tenemos que conocer del tema sobre el que preguntamos casi tanto como esa entidad. ¿Cómo podríamos saber que nos está diciendo la verdad si somos ignorantes del tema sobre el que preguntamos? Y esto sucede en cualquier orden de la vida, no solamente con la mediumnidad.
Es algo similar a armar un rompecabezas. Supongamos que el rompecabezas tiene 100 piezas y lo tenemos armado con 99 faltando una. Si alguien nos da la pieza faltante es fácil establecer si completa o no el rompecabezas. Con los misterios sucede lo mismo. Si tenemos casi todos los datos faltándonos solo la clave, ¿cómo no vamos a saber si esa clave que nos da la entidad es la solución del problema, máxime si al analizarlo lo resuelve perfectamente? Ésta es la razón de que antes de consultar sobre un determinado tema lo estudiamos hasta conocerlo bien a fondo. Incluso tampoco es necesario que la respuesta sea la verdad absoluta, sino que basta que cierre, como se dice vulgarmente.
Veamos un ejemplo. Algunos científicos dicen que el viaje en el tiempo es imposible porque si alguien se traslada al pasado y asesina a sus padres, entonces no nació. Pero consultado en sesión, la entidad que se presentó dijo que si un viajero del tiempo asesina a sus padres, el universo en el que él está sigue existiendo y el viajero del tiempo también, pero se forma un universo alterno, a partir de ese asesinato, en el que él no nació. Entonces coexisten ambos universos, el original, en el que el viajero del tiempo existe, y el alterno, en el que él no existe. ¿Por qué no vamos a aceptar como cierta esta respuesta si cierra perfectamente? Quizás no sea la verdad absoluta, pero para nosotros es suficiente porque funciona.
Veamos otro ejemplo testigo. Uno de los más grandes misterios de la criminalidad es el de la identidad del famoso “Estrangulador de Boston”. Albert DeSalvo confesó serlo y entonces se lo tuvo por tal y la investigación se cerró. ¿Pero realmente era el estrangulador? No todos los investigadores lo creen así. Albert DeSalvo, curiosamente, nunca fue acusado de ser el estrangulador y su condena a cadena perpetua se debió a otro tipo de delitos, que fueron graves pero que no incluían el homicidio. Las dudas que mantenían perplejos a los investigadores es que los asesinatos no seguían el mismo patrón, ya que algunas víctimas eran muy jóvenes y otras muy ancianas, y la forma en que se las había ultimado también variaban. Esta diversidad daba pie a que se pensara que había más de un asesino, pero la confesión de DeSalvo de ser él el estrangulador hizo que las investigaciones cesaran. No obstante, familiares de DeSalvo están tratando en la actualidad de reabrir el caso para demostrar que él no era el famoso asesino. Yo estudié a fondo el tema con la idea de consultarlo en sesión, algo que finalmente pude hacer. La respuesta al misterio del estrangulador dada por el maestro de Luz Ruanel, que fue la entidad consultada, cerró perfectamente la historia no dejando ninguna duda al respecto.
Con la solución en la mano volví a repasar todos los antecedentes, en particular los brindados en la serie “Misterios sin resolver”, conducida por Robert Stack, el conocido actor que interpretó a Elliot Ness en la serie “Los Intocables”, y pude observar cómo las explicaciones dadas por el Maestro Ruanel cubrían todos, absolutamente todos, los puntos dudosos y daban perfectamente cuenta de los motivos por los cuales los investigadores no pudieron resolver el caso. Resumidamente, nadie era en particular el asesino llamado “El Estrangulador de Boston”, porque en realidad eran cinco, incluido el mismo Albert DeSalvo. Estos cinco asesinos fueron programados hipnóticamente por un psiquiatra muy conocido en esa época, motivado por su odio hacia las mujeres. Este profesional tenía como pacientes a cuatro hombres que habían sido humillados por ellas y entonces aprovechó para exacerbarles el rencor que ya tenían contra el género femenino y de paso saciar su propia sed de venganza. En cuanto a DeSalvo, éste no era su paciente, sino que fue llamado por la policía para que averiguara, mediante la hipnosis, la fiabilidad de sus declaraciones. Los investigadores no atinaban a encontrar la respuesta al hecho de que DeSalvo a veces daba pistas muy precisas sobre un determinado asesinato, pistas que únicamente podía saber el asesino, y en otros asesinatos se equivocaba rotundamente. ¿Era o no el famoso estrangulador? La respuesta, que ignoraban los investigadores, era que DeSalvo solo sabía de los asesinatos que él había cometido, pero no el de los otros, salvo por lo que podía haber leído en los periódicos. En cuanto a la perplejidad en que los insumía el hecho de que el asesino no siguiera el mismo patrón, la respuesta obvia es que no era uno solo sino varios. Y no se trataba de que uno fuera el asesino y los otros imitadores: todos eran asesinos “originales” porque habían sido programados por hipnosis y por lógica cada uno asesinó de acuerdo a su idiosincrasia. En la serie “Misterios sin resolver”, en uno de sus tramos, el conductor Robert Stack plantea la sorpresa de los investigadores cuando uno de los testigos, llevado a la prisión para que identificara a DeSalvo como uno de los violadores, en lugar de señalarlo a él identifica a otro prisionero: George Nassar. George Nassar era uno de los cinco asesinos programados por el mencionado psiquiatra. Otra de las dudas que dejó el caso fue que DeSalvo citó a un reportero a la prisión para revelarle la verdad sobre el famoso estrangulador, pero el día anterior a la entrevista fue asesinado. En sesión averiguamos que iba a revelar la identidad del autor intelectual de los asesinatos y el de uno de los asesinos, que era su compañero de prisión: George Nassar. No es necesario que me extienda más en otros detalles para demostrar que las explicaciones dadas en sesión se adecuan perfectamente a los hechos y los aclaran sin dejar ninguna duda. Desde ya que quedaron muchos detalles sin averiguar, en razón de que los exiguos minutos de una sesión no permiten explayarse demasiado, como por ejemplo quien fue su asesino y si su muerte se debió precisamente a la revelación que iba a hacer. También quedó en el tintero preguntar por qué confesó ser el estrangulador, cuando él sabía bien que eran varios. Pero las dudas fundamentales que tenían los investigadores, y por supuesto nosotros también, fueron satisfechas. El material del Grupo Elron tiene más de dos mil páginas web, donde en cada una de ellas se resuelve uno o varios misterios, y las explicaciones de las entidades que se presentan los resuelven satisfactoriamente, y así, de la misma manera, todos los casos que les planteamos. ¿Por qué no aceptarlas, entonces, mientras no aparezcan otras explicaciones mejores?
3. ¿Es confiable la mediumnidad del profesor Jorge Olguín? .
Quedarían solo dos puntos a dilucidar, y uno es la fiabilidad del profesor Jorge Olguín como médium y el otro si no existe la posibilidad de que la mediumnidad no sea real, como dicen algunos, porque es el propio médium el que responde. En este último caso la idea cae por su propio peso al observar que el médium responde sobre temas que desconoce totalmente. Recordemos, por otra parte, que lo que importa es el mensaje y no el mensajero, de modo que aun si el que contestara fuera el médium lo que hay que tener en cuenta es si el mensaje tiene valor o no. En cuanto a la fiabilidad del profesor Olguín como médium, ella la da, precisamente, la validez de sus respuestas. Si su respuesta dejara huecos o estuviera errada según comprobaciones posteriores, entonces cabría la duda. Pero esto no ha sucedido desde que me contacté con él desde hace un par de décadas para hacer sesiones de mediumnidad.
Como todos saben, el profesor Jorge Olguín hace dos mil años apareció como Juan Zebedeo, el amado discípulo de Jesús y también su alma gemela junto con Kirshnamurti, y es conocido también como Juan el Evangelista, el autor del Apocalipsis. Juan fue apresado y torturado, y cuando fue liberado su decodificador mental estaba tan maltrecho que por esta razón tergiversó los mensajes que recibía. El Apocalipsis no contiene ningún simbolismo, como quieren hacernos creer algunos teólogos despistados, sino que es la simple consecuencia de que Juan no estaba en buenas condiciones mentales como para canalizar por las torturas recibidas. ¿Por qué menciono esto? Porque si bien el profesor Jorge Olguín hasta ahora ha canalizado con una precisión de casi el 99 %, que alcanza el 100 % cuando revisa el material grabado de la sesión, eso no quita que algún día un grupo de escépticos fanáticos, molestos por las verdades que difunde que los dejan como mentecatos, le den un palazo en la cabeza y le dejen el decodificador descalibrado, en cuyo caso ya no sería confiable.
De cualquier manera no estará de más advertir que el profesor Olguín es experto en defensa personal (Sensei 7mo Dan de Karate ShudoKan) y por lo tanto es más probable que el que vaya por lana salga trasquilado, si se entiende a qué me estoy refiriendo... Pero mientras eso no suceda, las canalizaciones del profesor Olguín son la verdad absoluta. Bueno, por lo menos para mí. Y ya sabemos que en este asunto cada uno es libre de creer lo que quiera, y todos contentos. Lo único que importa, en definitiva, es que las verdades cierren, y esto es lo que siempre sucede con sus canalizaciones. No está de más advertir, para salvarnos de responsabilidades, que salvo el profesor Olguín, el resto de los médium, por más buenos que sean, apenas alcanzan a un 20 % de fidelidad. De este porcentaje hay que descontar los engramas, los malos entendidos, la ignorancia, las ideas preconcebidas, los eventuales deterioros del decodificador mental y los infaltables espíritus del Error, que si no se sabe como eludirlos se cuelan en todas las canalizaciones. En buen romance, si al pobre médium le queda un 5 % de confiabilidad se puede dar por satisfecho. Pero, claro, con un 95 % de posibilidad de error, ¿quién confiaría en ellos? Ésta es la razón de que la Red esté plagada de disparates. El Grupo Elron, en alguna oportunidad, incorporó al sitio algunas sesiones de otros médium que parecían confiables, pero el tiempo demostró que no lo eran y entonces se procedió a eliminarlas. Lamentablemente, esos médium, en lugar de demostrar humildad y deseos de aprender, fueron atrapados por el ego y despechados atacaron al profesor Olguín inventando canalizaciones donde supuestos Maestros de Luz desprestigiaban su mediumnidad y ensalzaban la de ellos. Imposible inventar un recurso más vil...
No podemos dejar de remarcar también el caso del astrofísico Carl Sagan, quien cometió el imperdonable error de negar la mediumnidad basándose en los disparates vertidos por algunos médium. Es algo tan absurdo como negar la telefonía porque los teléfonos funcionan mal. Y ésta es toda la historia sobre este asunto de la mediumnidad. . LECTURAS COMPLEMENTARIAS
Mediumnidad http://www.grupoelron.org/quees/mediumnidad.htm Mediumnidad, telepatía. http://www.grupoelron.org/general/mediumtelepatcienciol.htm Doctrina del dato estable http://www.grupoelron.org/quees/elgeydoctrinadatoestable.html El Apocalipsis de Juan el evangelista http://www.grupoelron.org/quees/apocalipsis.htm
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