Sesión del 05/01/2024
Sesión 05/01/2024
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Espíritu de G.S. (Lumer)
La entidad ha regresado a su morada en el plano suprafísico después de encarnada una vida en este mundo, Sol III. Comenta peculiaridades de su plano y las contrasta con las del plano físico y nos exhorta a actuar como visitantes en este planeta, cuidarlo como desearíamos encontrarlo nosotros al encarnar. Conceptúa con planos de Luz acerca del sufrimiento que sienten, que no les impida tender manos a otros.
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Entidad: Qué hermosa sorpresa poder comunicarme a través del lenguaje hablado gracias a este receptáculo. Obviamente querréis saber cómo se pronunciaría mi nombre en vuestro lenguaje: Lumer, del plano 4, subnivel 9.
Pero os quiero contar qué es donde estoy morando, qué sentidos tengo aquí. Y os diré: Todos. Los sentidos conceptuales seguramente son distintos a los sentidos físicos, pero podemos percibir, y el percibir abarca vuestra visión, vuestro oído, vuestro olfato, vuestro tacto, vuestro gusto, pero no de la manera que vosotros creéis o pensáis, de una manera que sería imposible explicarla en vuestro lenguaje a quien nunca comió un fruto; decirle qué gusto tiene puede tener una ligera idea pero mientras que no lo saboree no lo va a saber.
Pero aquí tenemos la dicha de poder ayudar a seres encarnados que están perdidos como esas ovejitas que escaparon del corral y no saben cómo volver.
Diréis: -¡Oh!, pobres ovejitas, están al alcance de los lobos.
No, mis hermanos, es mucho más complejo. Muchas ovejitas perdidas se transforman en esos lobos que luego intentan no que otras ovejas se pierdan sino convencerlas de que salgan del corral. Pero no me refiero a un corral como un lugar de encierro, no, en ese mundo maravilloso que he vivido tiene tantas cosas bellas, tantas cosas bellas que no alcanzarían muchísimas vidas físicas para conocer cada lugar, porque todo es bello.
Sé que vosotros, seres encarnados, os incomoda cuando hace mucho calor porque sentís que os asfixiáis. También os incomoda el frio: -Hay una helada, ¿cómo voy a salir hoy?
No es apego, ¿eh?, pero conozco muchas entidades de planos más bajos que piensan "¿Por qué me he quejado del clima, del viento y de la lluvia en lugar de empaparme gozosa en ese agua que caía de las nubes?". Y el arco Iris, y las auroras boreales...
Pero claro, en el plano físico tenemos obligaciones. Y está bien que así sea, pero no dejemos de lado el admirar la naturaleza, el respetarla, por supuesto, el entender que ese mundo en que estaba encarnada es un mundo vivo. No vivo de la manera que podéis pensar, vivo a través de su ritmo, de sus glaciaciones...
Nosotros que desencarnamos en ese o en otros mundos somos visitantes. ¿Y qué es lo que tiene que hacer un visitante?: Cuidar el lugar para que cuando uno vuelve a su hogar le deja el sitio a otro, no se lo podemos dejar desordenado y sucio.
Mi idea es transmitiros la felicidad que se siente sencillamente por intercambiar conceptos con muchos seres iguales entendiendo que aun en planos elevados cada ser tiene su forma de pensar, de conceptuar. Y también tienen sus tiempos; hay seres que desencarnan y al instante están visualizando dónde y cuándo volver a encarnar. ¿Por qué no dejarnos fluir, tomarnos un momento? Ese momento puede ser un instante o una eternidad, cada cual decidirá cómo y cuándo. Eso, eso es valioso, porque aquí o allí o allá o más allá siempre hay tareas, que en este caso son conceptuales, comunicarnos con el cuerpo de ideas de otros seres que están en planos más bajos y extraviados, como aquellas ovejas, otros sumidos en un tremendo rencor, a los cuales les tengo compasión porque les hace mal a ellos mismos. Y muchos cierran -lo digo de una manera terrenal- sus oídos conceptuales. Y no hay que desesperarse, por supuesto que no, ya llegará el momento en que capten tu concepto de amor.
Y vosotros, en el plano físico, disfrutad cada momento dentro de lo posible. No es fácil, por supuesto que no es fácil, porque quien conoce lo que es el plano terrenal, hablando en vuestra jerga, conoce las buenas y las malas. Y se trata de aprender, tanto de las unas como de las otras, por supuesto.
Siempre vamos a creer que todo sea bueno, pero la vida física, aun para mí que me considero con dicha por estar en un plano Maestro no puedo dar una explicación consistente de qué se trata la vida física, como tampoco puedo asimilar por qué se marchita una flor o por qué las hojas se secan en otoño.
No todos los mundos tienen estaciones tan pronunciadas como donde he estado, y los habitantes de cada mundo se acomodan a ese mundo como yo me he acomodado al mundo que he dejado, porque cuando estás en dicho mundo no te acuerdas de otros mundos. En cambio, aquí donde estoy morando tengo la memoria intacta de los diversos mundos donde he estado, y os aseguro que hay hábitats mucho más peligrosos que el que llamáis la Tierra.
Dicen que el ser humano es un animal de costumbres. Yo siempre he pensado que no, siempre he pensado que somos seres que nos adaptamos y que somos parte de una Totalidad a la que llamo Amor, un Amor que gratifica, un Amor que es dulce. Pero que es perturbado, muy perturbado por esas ovejitas perdidas, descarriadas que se vuelven salvajes y atacan a otras ovejas inocentes. Y nos preguntamos por qué.
Pero sabéis la respuesta, la tengo aquí donde moro. En el plano 2 se retuercen de crueldad. Y lo que llamamos maldad seguramente no es tal, muchos que estuvieron encarnados han sido víctimas de otros y han desencarnado con rencor. No hay un secreto, poco se trata de justificar lo malo, se trata de entender que se llega al final de un recorrido bueno o malo y se empieza otro, pero no llevar esa carga negativa porque le hace mal al propio ser. Pero como dije antes, gracias a la ayuda de este receptáculo se cierran sus oídos conceptuales y no lo razonan en este momento.
Por eso la compasión a esos seres. Pero que esa compasión no me impida seguir creciendo, seguir siendo feliz. Han tenido la amabilidad, seres del plano 5 de Luz, de contactarse y de explicarme que muchos sufren por la infelicidad de aquellos a los que llamo 'ovejitas perdidas'. Y les he respondido con todo Amor: -Está bien, pero que el sufrir no les impida seguir tendiendo la mano.
Yo sigo creyendo que el Amor es felicidad, no sufrimiento. La compasión tampoco es sufrimiento porque es parte del Amor. Que ese sufrimiento de esos Maestros de Luz no les impida de seguir trabajando en pos de la unidad universal.
Tengo deseos de contaros mucho más pero es suficiente, por ahora.
Sentid en vuestra garganta, en vuestro pecho mi Amor. No en vuestra mente, en vuestra garganta y en vuestro pecho ese Amor. Que la congoja se transforme en gozo. Os pido eso.
Gracias, por escucharme.
Gracias, a este receptáculo.
Gracias, a la Luz.
¡Gracias!
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