Sesión 30/10/12
Médium: Jorge Raúl Olguín
Interlocutor: Karina
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de Javier C.
La entidad aconseja a su parte encarnada acerca de cómo encarar las situaciones, unas veces afrontando y otras veces cediendo. Relató que en una vida quedó con una baja autoestima a causa de no ser entendido en sus composiciones musicales. Desea transmitirle a su 10% su propia importancia y su valía.
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Interlocutor: Bienvenido...
Entidad: Gracias por permitirme estar aquí conversando otra vez con este receptáculo.
Interlocutor: ¿Cómo te encuentras?
Entidad: Ansioso, porque solo el hecho de contactar a través del receptáculo ya estoy haciendo una especie de catarsis, como descargando a tierra. Y si bien esto es un comienzo el hecho de poder repasar vivencias con emociones dolorosas me permitirá dejar recuerdos neutros y que no me afecten a mí y por ende que no afecten a mi 10% encarnado.
Interlocutor: Bien. ¿Hay algún mensaje que quieras darle a tu 10% antes de comenzar?
Entidad: El mensaje es que a veces debemos ceder para conseguir objetivos. Muchos toman el ceder con ser permisivos y no es así, son estrategias de vida. Y en tanto y en cuanto no cometamos actos hostiles a terceros o a nosotros mismos esas estrategias estarán bien. A veces, como el relato de Don Quijote, no tiene coherencia el arremeter contra molinos de viento. A veces es importante ver, estudiar las distintas formas de vida y ceder, en caso necesario, para luego alcanzar el objetivo.
Interlocutor: Podríamos decir entonces que la estrategia sería ceder ante determinadas circunstancias como para poder negociar con el otro: "Yo cedo en esto y tú cedes en aquello".
Entidad: Claro. Cuando hablamos de casos extremos donde las diferencias serían irreconciliables o casi. Pero hay situaciones quizá no tan difíciles pero que de alguna manera también, nunca ganamos una discusión estando empecinados porque hay un refrán vuestro del plano físico que dice que si enfrente de ti tienes a una persona necia y tú te pones a discutir también con necedad la persona necia te va a ganar por experiencia porque es necia de toda la vida.
Interlocutor: Podemos decir que no podemos ganar una discusión estando reactivos, o sea, podemos ganarla si no perdemos la calma y podemos razonar y argumentar lógicamente.
Entidad: Pero te das cuenta que yo he sido más sutil: yo he dicho que hay personas que son necias y que viven reactivas y que van a ganar una discusión por experiencia porque esas personas están acostumbradas a ello.
Interlocutor: O porque directamente no puedes debatir con ellas porque no escuchan.
Entidad: Claro.
Interlocutor: Ante ese caso, bueno, no puedes debatir con alguien que no te escuche, así que en ese caso uno puede probar pero si ves que realmente no te escucha es mejor no seguir la discusión. ¿Se entiende?
Entidad: Hace un par de siglos atrás encarné como Giuseppe Mazzotti en Florencia. Mi padre era una persona muy buena pero tenía la misma sutileza de un guerrero romano: ninguna. Él trabajaba en la construcción y no pienses que todas las construcciones de hace 200 o más años eran todas arquitectura de primera línea; eso déjalo para la gente de mucho dinero.
Interlocutor: Bien.
Entidad: Y la historita no enseña. Había casas lamentables que directamente ni siquiera tenían lo que llamáis baño; era muy humilde. Mi padre era un ayudante de constructor muy humilde, bueno, pero -hay una frase vuestra que dice: "Al pan, pan y al vino, vino"- él llamaba a las cosas por su nombre: "¿Quieres dinero? Tienes que trabajar, déjate de tus tonterías". A mí me gustaba mucho el trabajo de pintura, la escultura y por otro lado la música y había compuesto música.
Interlocutor: ¿Qué habías estudiado previamente?
Entidad: Había estudiado con un señor llamado Baltasar, Baltasar Dutrec.
Interlocutor: ¿Qué tipo de música?
Entidad: Lo que hoy llamarías una neoclásica. Y como thetán tengo la memoria intacta, completa voy a tratar que este receptáculo a través de su garganta pueda reproducir parte de dicha música.
Interlocutor: Bien. Te escucho.
Entidad: No era música itálica sino que me copiaba de la música vienesa y también componía música de la Europa más lejana, la parte de Hungría que obviamente estaba muy cercana a Austria.
Interlocutor: Bueno. Es un gusto entonces poder escucharte.
Entidad: Es algo así. (Unos minutos de entonación musical). Eso es una pequeña parte de...
Interlocutor: ¿Una pieza tuya?
Entidad: ...una pieza de aquella época.
Interlocutor: Bueno, un placer poder escucharlo. ¿Y has podido prosperar en aquella vida como músico?
Entidad: A mi padre no le interesaba. Decía que eso no dejaba dinero, que triunfaba uno de cada cien y que no tenía ningún sentido y que la única manera de poder tener un futuro era trabajando con él.
Interlocutor: ¿Y así lo hiciste?
Entidad: Me desencantó que vino un maestro húngaro a la casa de Gaspar Diloiácono, que era un amigo. Él tenía un piano y pude ejecutar esa pieza que recién...
Interlocutor: Acabamos de escuchar.
Entidad: ...expliqué a través del receptáculo pero completa y me la tildó de extraña, como que abrevaba un poco de Viena, otro poco de...
Interlocutor: ¿Como que no tenía un estilo definido?
Entidad: ...la ciudad de Pest y tenía algún sonar ruso pero que no estaba definida y a él no le quedaba clara. Yo le dije que había escuchado de grandes compositores melodías que tampoco tenían una definición, incluso había excelentes obras con distintas aperturas y sinfonías varias y cada una tenía su estilo y ningún estilo se parecía al otro. Pero me tiró abajo la autoestima.
Interlocutor: Respecto a la autoestima por lo visto en aquella vida te importaba quizá demasiado la opinión de los demás en vez de afianzar tus propios gustos, tus propios deseos. ¿Consideras que en esta encarnación como Javier te sigue sucediendo lo mismo?
Entidad: Lo que pasa es que aquella vida en Florencia es distinta de esta en este aspecto. En aquella vida no es que dependiera tanto de la opinión de los demás, estamos hablando de un maestro reconocido que venía a evaluar lo que uno había compuesto...
Interlocutor: O sea, era alguien para ti importante, cuya opinión te parecía trascendente.
Entidad: ...y cuando te desmerece la obra tú de alguna manera le crees porque si bien a ti te gusta lo que has compuesto...
Interlocutor: ¿Tuviste la oportunidad de mostrársela a alguna otra persona entendida en música?
Entidad: Cuando conocí a Renata -Renata de María era una joven del sur, una familia muy pobre que habían ido de vacaciones a la casa del hermano del padre y ahí fue cuando la conocí- a ella gustaba de la pintura, gustaba también de la música y dijo que lo que yo había compuesto era una maravilla. A tal punto coincidimos que nos enamoramos y empezamos a salir. El problema es que luego de dos meses los padres volvían otra vez al sur y ella quería quedarse en Florencia y tuve la fortuna de que eran padres de criterio abierto y si bien ellos no tenían dinero el hermano del señor sí y permitió que -aparte de que no tenían hijos- ella se quedara allí. Yo me presenté formalmente a la familia. Mi padre no les cayó bien a ellos. Lo veían como una persona de tono hosco pero yo sí les caí bien y quise probar con ellos si aprobaban mi música, y no, dijeron que ellos de eso no entendían, que ellos estaban en el comercio de telas. O sea, es como que fueron neutros, no opinaron ni a favor ni en contra.
Interlocutor: Bueno, eso es prudente, ¿no? Cuando uno no conoce de un tema no emitir una opinión prejuzgada.
Entidad: No, está bien, pero me gusta que la gente se comprometa, que por lo menos opine.
Interlocutor: O por lo menos decir "Suena bonito, suena lindo, es agradable".
Entidad: Claro, el "no sé, no entiendo"...
Interlocutor: Al margen de entender o no entender de música uno puede decir si es algo agradable o no.
Entidad: ...no es algo que me haya satisfecho, pero bueno.
Interlocutor: Entiendo. ¿En otras encarnaciones también has tenido la afición por la música o solamente en esta?
Entidad: En otra más también, en Alemania.
Interlocutor: ¿Has logrado cumplir tus sueños con respecto a la música en alguna otra vida?
Entidad: No, no. Pero quiero comentar, para terminar, lo de Florencia.
Interlocutor: Sí.
Entidad: Luego de un año de novios hemos hecho una boda, me he casado. Tuve dos niños. Nunca trabajé en la construcción trabajé en venta de telas con...
Interlocutor: ¿Con tus suegros?
Entidad: ...con el tío de la que sería mi esposa. Mi padre veía eso como un trabajo que no era para hombres, o sea, era demasiado poco sutil en su forma de ser y a mí solamente me interesaba la opinión de la que era mi esposa y ella sabía quién era yo.
Interlocutor: Y lo importante era cómo te sintieras tú.
Entidad: Pero he quedado con un engrama de esa vida al no haberme aprobado lo que era la música y entonces es como que a veces mi inconsciente -y le transmito a mi parte encarnada- siente que a veces no valoran lo que yo puedo hacer porque en el fondo tengo mucha capacidad. Pero, como dicen los Maestros de Luz, antes de intentar de convencer a otros de nuestra propia importancia...
Interlocutor: Debemos convencernos nosotros mismos.
Entidad: ...debemos asumirla nosotros y a veces uno tiene tantos condicionamientos, tantos condicionamientos que no asume la propia importancia y si bien analíticamente lo sabemos la mente reactiva es como que pesara más. Muchas personas se miran al espejo y repiten "Soy importante, yo puedo, yo lo voy a lograr" pero cuando llega el "momento de" no pueden. Es como la persona que por engramas -porque en una vida anterior se ahogó o estuvo a punto de ahogarse- le tiene temor al mar.
Interlocutor: Dime: ¿cuál consideras que es tu propósito en esta encarnación actual?
Entidad: Hay un Excelso Maestro que dice "No puedes tender una mano a otro sino estás tú de pie primero". Mi misión es ponerme de pie para poder ayudar a otros en lo que fuera. Lo que pasa es que tengo muchos temas por resolver: el convencerme a mí mismo de que puedo, el convencerme de que no hace falta atropellar molinos de viento... Uno puede no diría disuadir ni convencer sino tratar de lograr, difundir la propuesta con los demás, estén por arriba de ti o a tu nivel, el lograr difundir. Si uno logra difundir está todo bien; el tema es lograr difundir. Pero a veces es como que uno mismo no se convence si las propuestas que uno intenta plasmar son buenas. Entonces todo pasa por uno.
Mucha gente no entiende porque de verdad no entiende; lo saben en teoría pero no lo sienten adentro. Hay gente que tiene concepto de lo que es el dolor, el físico y el emocional pero en teoría, porque no lo han sentido. A veces hay personas que no sienten lo que es el plasmar cosas y el no sentirse inconscientemente seguros -porque todo pasa por el interior- y aunque uno lo razone una y mil veces, mientras no lo plasme, no lo sienta y no lo incorpore a nivel piel no lo va a lograr. Esa es la idea.
Interlocutor: Bueno, te agradezco mucho por estar aquí y por compartir con nosotros tus conceptos.
Entidad: Gracias por permitirme a través de este receptáculo plasmar un poquito esa música que muchos la llaman indefinida. Yo, por más que digan que es indefinida, para mí no deja de ser una buena obra.
Interlocutor: Siempre lo importante es lo que a ti te guste y vas a encontrar en la vida gente que le guste lo que tú haces y gente que no le guste y no por esto debemos bajar los brazos.
Entidad: Te comento una última cosa. Yo sé que cuando uno habla de trascender uno lo habla desde el ego pero en esta vida actual uno escucha música que verdaderamente uno se ríe irónicamente diciendo "¿Qué es esto?". Y de repente hay composiciones o pinturas tan hermosas y que los pintores o compositores han muerto de hambre, olvidados, sus obras quemadas o destruidas y claro que ese tipo de cosas te reactivan. Entonces, uno en esta vida busca transcender pero no transcender desde el narcicismo, transcender para poder plasmar las cosas y para que les sean útiles a los demás.
Interlocutor: Dejar un legado.
Entidad: Pero no por uno, no por uno. Nada más eso quería aclarar. Gracias por permitirme estas últimas palabras.
Interlocutor: Muchas gracias a ti. Toda la Luz a ti y a tu 10% y hasta todo momento.
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