Índice

Psicoauditación - José H.

Grupo Elron
Sección Psicointegración y Psicoauditación - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección

Si bien la Psicoauditación es la técnica más idónea para erradicar los engramas conceptuales del Thetán o Yo Superior de la persona, la mayoría de las veces se psicoaudita a thetanes que habitan en planos del Error y sus palabras pueden no ser amigables y/o oportunas para ser tomadas como Mensajes de orientación, algo que sí se da cuando se canaliza a Espíritus de Luz o Espíritus Maestros.
El hecho de publicar estas Psicoauditaciones (con autorización expresa de los consultantes) es simplemente para que todos puedan tener acceso a las mismas y constatar los condicionamientos que producen los implantes engrámicos.
Gracias a Dios, esos implantes son desactivados totalmente con dicha técnica.


Atte: prof. Jorge Olguín.

 

Sesión del 02/06/2022


Sesión 02/06/2022
Médium: Jorge Raúl Olguín
Interlocurro: Karina González
Entidad que se presentó a dialogar: Entidad que fue José H.

La entidad comenta una vida en Gaela, de donde arrastra inseguridades producidas por cómo interpreta la vida, los proyectos, la velocidad de llevarlos a cabo. La Maestra Kar-El plantea la diferencia entre aspiración y ambición al actuar.

Sesión en MP3 (2.253 KB)

 

Sesión para José. Voy a canalizar a tu thetán para que relate una vivencia de una vida anterior. Va a hacer de interlocutora la Maestra Kar-El.

 

Interlocutor: Bienvenido...

 

Entidad: Muchas gracias. Tuve una vida anterior con altibajos, pero seguramente por mi propia persona.

 

Interlocutor: ¿A qué te refieres?

 

Entidad: A que siempre tuve afán de superación. Pero -y aquí está el interrogante, el pero es interrogante-, porque tuve muchos roles del ego, muchos engramas. Mi nombre también era José, como en la vida actual, José Calvo.

 

Vivía en la zona de Saeta, en el viejo continente. Cuando me trasladé por una cuestión de trabajo a Ciudad del Plata, la capital de Plena, en mi trabajo tenía una compañera con la que comencé a salir, Andrea Isaure. Éramos, como decís vosotros, dos almas gemelas. ¡Je! Pero..., siempre hay un pero.

 

Interlocutor: ¿Y qué sucedió, cuál fue ese pero?

 

Entidad: Que trataba de superarme, que trataba de ser mejor. Pero cuidado, tenía muchas inseguridades, inseguridades en el sentido de no errar el camino, no equivocarme en mis actitudes, porque había encontrado la persona ideal.

 

Interlocutor: ¿Y tenías miedo de perderla?

 

Entidad: A ver. En ese aspecto me sentía seguro. Seguramente no era miedo de perderla, temor quizá de equivocarme en mis actitudes. ¿Por qué? Lo voy a explicar de una manera sencilla y quizá me lo entiendas.

 

Interlocutor: Dime.

 

Entidad: Quizá no es bueno ser muy galante, muy simpático, muy empático...

 

Interlocutor: ¿Por qué crees que no es bueno?, pareciera ser algo muy positivo.

 

Entidad: ¡Ja, ja, ja! Ese es mi interrogante, porque la otra persona lo puede interpretar como una actuación, como que uno está impostando, como que uno no es genuino.

 

Interlocutor: ¿Y tú te mostrabas genuino? ¿Crees que eras genuino?

 

Entidad: A ver. Ni tú ni yo ni el receptáculo que me canaliza, nadie puede estar las veinticuatro horas impostando.

 

Interlocutor: Así es.

 

Entidad: Pero tampoco estamos las veinticuatro horas eufóricos. A veces podemos tener problemas laborales, a veces podemos tener problemas con amistades, problemas familiares. Problemas.

 

Interlocutor: Los problemas todos podemos tenerlos, el tema es cómo los encara cada uno.

 

Entidad: Pero pasa por otro lado, estimada Maestra, pasa por... Hay momentos que podemos estar adustos, serios, enfocados en nosotros mismos y de repente nos ponemos a pensar, "¿Y si la otra persona interpreta esto como que estamos molestos con ella por algo o estamos ocultando una faceta"?

 

Interlocutor: Yo creo que el tema es que puedas ser tú mismo. En esa vida, bueno, ya es una vida que ha pasado, pero en esta tal vez tu experiencia pueda transmitirle a tu parte física que, bueno, tal vez lo mejor sea no ser nosotros mismos, no impostar; y si hay dudas, bueno, hablarlas, no estar pendientes de lo que el otro vaya a opinar sino hacer las cosas del mejor modo posible, ¿comprendes?

 

Entidad: Absolutamente. Y si bien la vida en Gaela, hace milenios, donde encarné en Saeta y donde me trasladé a Plena, no es exactamente la misma vida de José Calvo con el José actual, pero tenemos muchas cosas en común, el hecho de haber encontrado una relación fantástica, una relación donde tú dices "¡Pero vaya!".

 

Interlocutor: ¿Qué es lo que te gusta a ti de una relación?

 

Entidad: ¡Uf, je, je, uf! Por supuesto el entendernos. A veces el mirarnos y saber lo que el otro está pensando. Aclaro, no estoy hablando de telepatía, ¡je, je!, eso sabemos que el en plano físico no existe, estamos hablando de una empatía, una empatía más allá de lo común. Y la lealtad por sobre todo y el poder decirnos las cosas sin que uno de los dos se ofenda. Por otro lado por supuesto, tiene que ver la manera que uno dice las cosas, no es lo mismo decir "¡Pero oye, qué has hecho!", a decir "Mi amor, te quería comentar que esto podría ser de tal manera". O sea, también tiene que ver como uno se expresa, ¿no?

 

Interlocutor: Así es, es muy importante.

 

Entidad: Pero como siempre, arrastré roles del ego. No necesariamente de baja estima, no necesariamente de inseguridades; tiene que ver también con roles del ego donde uno se plantea mejoras en la vida y no siempre logra tener la celeridad que uno quiere. Pero no pasa solamente por mí en el rol de José Calvo; la que era mi compañera y luego mi pareja, Andrea Isaure, ella también tenía proyectos, quizá distintos a los míos, quizá con otros tiempos. Cuando hablo de otros tiempos es que a veces uno vive más deprisa, el otro vive con más calma, y uno puede tener el temor de no sincronizar.

 

Interlocutor: Tal vez eso tenga que ver con nuestra manera de ser, algunos actuamos más deprisa, otros más calmos, pero tiene que ver con nuestra manera de ser. Lo importante es saber que cada uno puede tener sus proyectos, pero que es importante tener proyectos en común.

 

Entidad: Y mi pregunta es... Vamos a hacer hipótesis, y espero tu sabia respuesta. Supongamos que yo, no es que quiera las cosas ya, porque me considero un ser inteligente como José Calvo; audaz sí, pero no precipitado. Y de repente ella, Andrea, es más calma, más pensante. Eufórica, sí. Atenta, cordial, sí. Pero quizá más analítica. Y entonces sabe... Hagamos de cuenta que la vida es un coche y que hay un camino, y que de repente ella sabe cuando poner el freno.

 

Interlocutor: ¡Qué bueno!

 

Entidad: Sí. Pero quizá yo siendo más soñador o más eufórico en los proyectos no es que no sepa poner el freno, ¡ja, ja, ja!, me olvido de ponerlo. Entonces, ¿podemos tener proyectos en común si vamos a distintas velocidades?

 

Interlocutor: Seguramente que sí, hay que aprender a congeniar. Y me parece para ti un muy buen complemento. Estoy segura que si bien ella sabe poner los frenos tú seguro que eres capaz de otras virtudes.

 

Entidad: Porque mira que cosa irónica; conozco muchísimas personas que no ponen frenos. ¿Y sabes por qué, estimada Maestra?

 

Interlocutor: ¿Por qué?

 

Entidad: Porque viven en un lugar de confort, porque no les interesa salir de ese lugar de confort.

 

Interlocutor: No tienen necesidad de poner el freno, porque no se arriesgan.

 

Entidad: Yo pienso que eso es grave. Porque quienes... Y tengo amistades, ¿eh?, que viven en un lugar de confort, y no porque tengan como se dice comúnmente en nuestro país, 'tengan toda la tela', no no no no, directamente no es que sean pacientes, es que...

           

Interlocutor: ¿Tal vez les falte aspiración?

 

Entidad: Y la aspiración es un buen motor, es un buen combustible para ese motor. Yo creo que la aspiración es necesaria. Muchos en la sociedad, y esto me lo vas a entender, por supuesto, se confunden aspiración con ambición. ¿Tú sabes la diferencia?

 

Interlocutor: Así es.

 

Entidad: Explícamela.

 

Interlocutor: Bueno, uno puede tener aspiraciones, sueños, anhelos, proyectos de vida y no necesariamente sea que tenga una ambición desmedida, una ambición de avaricia. La palabra ambición es una palabra mal entendida, muchas veces porque..., o se confunde, claro, como dices tú con aspiración. Desde el punto de vista de la aspiración parece algo muy positivo y necesario. Desde el punto de vista de acaparar por el acaparar mismo parece algo poco positivo, más bien negativo, ¿sí?

 

Entidad: ¡Vaya, vaya! He quedado sorprendido porque en la sociedad en la que me he criado, aquí y en la vida en Gaela, la gente tiene una impresión equivocada de lo que es la ambición, y una sana ambición te moviliza.

 

Interlocutor: Que es lo que nosotros llamamos aspiración.

 

Entidad: Claro. Pero la gente... Si tú tratas de mejorar y crecer, "¡Pero cuidado hombre, tú eres ambicioso!". No, no, simplemente quiero mejorar para no caer en ese lugar de confort, porque en ese lugar de confort terminas desmotivado, terminas achanchado. Y la motivación, ¿por qué tiene que estar en un lado opuesto de la sana ambición? Para mí, para mí, ¿eh?, son sinónimos. Entonces tú, querida Maestra, has dado en el clavo.

 

Interlocutor: Mira nosotros aspiramos y a través de esa aspiración nos movemos y moverse es sinónimo de estar vivos.

 

Entidad: ¡Ah! ¡Pero vaya, je, je! ¡Vaya, pues sorpresa tras sorpresa! Es cierto, es así, es así, y mucha gente no lo tiene en cuenta. Pero vaya, esto es lo que tengo que poner en práctica.

 

Interlocutor: Espero puedas transmitírselo a tu parte física.

 

Entidad: Me quedo eufórico. Y mi rol también, como José en esa vida. Se lo voy a comentar a mi compañera Isaure. Y de la misma manera también en la vida actual también como José, lo voy a platicar con mi actual compañera. Esto me ha servido como... ¿Has visto, Maestra, cuando saboreas una buena comida? Bueno, esta plática que hemos tenido, me ha servido para movilizarme más aún. Pero lo aclaro para evitar malos entendidos, no movilizarme ciegamente, como las anteojeras que les ponen a los caballos, no no no no, prestar atención a los laterales.

 

Interlocutor: O sea, ir hacia un rumbo, ¿verdad?

 

Entidad: Claro. No darme de cabeza contra una roca sino ver más allá, ver más allá sin espejismos.

 

Interlocutor: Espero que esta claridad con la que puedo percibirte en este momento sea capaz de iluminar tu camino en tu vida actual.

 

Entidad: Te lo agradezco mucho, querida Maestra Kar-El, y también a este receptáculo. Hasta todo momento.

 

Interlocutor: Hasta todo momento.