Sesión 08/05/13
Médium: Jorge Raúl Olguín
Interlocutor: Karina
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de Marisol
Lamenta la desprotección que tenemos ante situaciones en que somos manipulados y explotados. Se hace las preguntas habituales en esta vida: ¿Qué buscamos? ¿Qué queremos? Cuando uno se hace estas preguntas es porque no tiene claro su lugar de pertenencia, como que sus búsquedas, deseos pasan por crecer espiritualmente. Cualquier cosa a proponerse pasa por entender que uno puede hacerlo, conseguirlo pero sin que se le suba el ego. Hermoso diálogo con Karina.
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Interlocutor: Bienvenida...
Entidad: Gracias.
Interlocutor: ¿Cómo te encuentras?
Entidad: Uno piensa que descargando ciertas vivencias es como que renace, pero hay un sistema que se llama de vasos comunicantes donde tú extraes líquido de uno de los tubos y por el vaso comunicante sigue pasando líquido, da la impresión que con los grabados engrámicos sucede lo mismo, cuando tú descargas algo, otra carga vuelve a ocupar el lugar donde estaba la primera.
Interlocutor: Es que los seres humanos, los seres -porque los thetanes, los espíritus somos seres- todos somos seres, y los que estamos habitando en el plano físico somos seres encarnados somos complejos. Entonces, es casi normal que suceda esto.
¿Quisieras comentarme qué es lo que en este momento a ti más te preocupa? ¿Quisieras comentarme si hay alguna vivencia de vidas pasadas? O empezamos por donde tú quieras.
Entidad: Hace muchos años estaba en un feudo en las Galias y si bien yo era una simple vendedora en el mercado de frutos, estábamos protegidos por el señor feudal, pagábamos un pequeño tributo pero teníamos casa, comida, trabajo y protegidos por las hordas rebeldes del exterior. Pero lo haré breve. El señor Bouillon, que era el feudal, no manejó bien su dinero y en menos de cuatros años estaba casi en la ruina. Mal dirigido por uno de sus -llamémosle- colaboradores intentó subir los impuestos, maltrató parte de nuestra gente pero vio que eso tampoco daba resultado. Finalmente llegó a un acuerdo con otro señor feudal y en resumen, terminó muerto. Nosotros absolutamente desprotegidos y la situación fue caótica. Pocos pudimos escapar hacia otros lugares bien al sur de las Galias.
Pasaron los siglos. En este momento estamos en el siglo XXI, ya no hablamos de feudos hablamos de gobiernos, de situaciones y salvando las distancias, porque no se pueden hacer comparaciones, da la impresión que todavía estamos desprotegidos como sociedad. Las situaciones por un lado parecen distintas, por el otro son similares. No voy a entrar directamente en un tema de economía porque no tiene sentido y no viene al caso para lo que yo quiero expresar, pero la desprotección es muy similar a la de aquella vida en las Galias.
Interlocutor: Comprendo. Esta sensación de desprotección social, ¿crees tú que se ve, de alguna forma, reforzada por algún engrama tuyo de alguna vida pasada donde también en lo personal sufriste algún tipo de desprotección o de abandono?
Entidad: Claro, seguramente. Esa misma vida en las Galias, que no la he tocado antes, de alguna manera ha reactivado engramas actuales, engramas que no han salido en su momento porque en su momento había otros engramas a tratar y en este momento son estos los engramas que en forma inconsciente de alguna manera actúan. A ver, un engrama de desprotección no actúa de una manera evidente, a veces mi 10% encarnado femenino, con coraje, con valor, con determinación, con voluntad, con perseverancia confronta situaciones y sale a flote pero inconscientemente, muy inconscientemente es como que hay cierta desprotección que hace que uno a veces no sienta...
Interlocutor: ¿Inseguridad? O sea, ¿que tú crees que te trae, en definitiva, inseguridad tu parte encarnada?
Entidad: Yo no me atrevería a decir inseguridad sino como que a veces uno no se siente en su lugar de pertenencia, como que no se siente del todo establecido. Voy a ir más lejos todavía.
Interlocutor: Bien.
Entidad: No solamente establecido en un hábitat, en un lugar sino en el propio ser, en la propia persona. Como, ¿qué buscamos?, ¿qué anhelamos?, ¿qué queremos? De repente, yo como thetán tengo un receptáculo, un interlocutora, un guía espiritual que de alguna manera me sostiene, me sirve de ayuda para mí y para mi 10% femenino y de repente me dicen "Bueno, ¿qué quieres, qué anhelas", y te encuentras como perdido. ¿Qué pido? ¿Por dónde empiezo?
Interlocutor: ¿Tú qué crees? Tú, como thetán, ¿qué anhelas?
Entidad: Crecer espiritualmente. Lo que pasa es que si bien nosotros tenemos la memoria de cien vidas -por decir cien vidas- y tenemos cien veces más experiencia pero a su vez tenemos cien veces más dolor, cien veces más vivencias, de alguna manera es como que nuestras necesidades suprafísicas son distintas a las necesidades físicas. Primero que mi 10% encarnado es como una máquina que han reseteado, empieza de cero, sus recuerdos son los recuerdos actuales, su crianza, su familia, su memoria, sus anhelos, sus frustraciones, volver otra vez a empezar. Es la vida que conoce, las otras vidas las conocerá de acuerdo a lo que yo relate a través de este receptáculo. Pero los apetitos, las frustraciones, los anhelos, los deseos, los espejismos -porque a veces arañas cosas, quieres captar cosas y no las alcanzas- todo eso es del plano físico y te desgasta, te desgasta enormemente.
Interlocutor: ¿Qué consejo le darías a tú 10% encarnado?
Entidad: ¡Uff! Que se tome una pausa, que le agradezca a Dios el tiempo que le da, que entienda que siempre hay un nuevo comienzo, siempre hay un nuevo amanecer, que el pasado no se puede modificar, por más que queramos es imposible, y pensar en lo que nos hemos perdido, que lo que podíamos haber hecho y no hicimos nos hace perder el tiempo ahora para planificar cosas para hoy, para poder construir el mañana. Entendiendo que si lamentamos lo que no hicimos estamos perdiendo el tiempo en lo que podemos construir ahora. Es cierto también que, a veces, frustraciones continuas te liman fuerzas. Es como que...
Interlocutor: Es como que cuando no tenemos tiempo para recuperarnos, es como que no tienes tiempo para levantarte, apenas intentas levantarte y... Entiendo a lo que te refieres. De todos modos siempre tenemos que perseverar y continuar y no darnos por abatidos y quedarnos allí abajo, ¿verdad?
Entidad: Es que no es fácil...
Interlocutor: Obvio que no es fácil.
Entidad: ...es que no es fácil, no es fácil porque apenas te incorporas te encuentras una de dos: O en un encierro, un encierro emocional o con un nuevo obstáculo. El optimista diría un nuevo desafío. No, pero de repente tú deseas corres una carrera y te han apaleado las piernas... apenas te conformas con caminar, ¡qué vas a correr!
Interlocutor: Comprendo. De todos modos la felicidad recuerda que no es un eterno momento en el plano físico sino que son esos pequeños grandes momentos. Y esos momentos de serenidad en nuestra vida tenemos que aprovecharlos para cargar fuerzas, para reponernos, para crecer, para afirmarnos y prepararnos para otros momentos más difíciles.
Entidad: Lo Maestros enseñan, o capaz yo entendí mal, que esos pequeños momentos de felicidad, esas dosis pequeñas deben atesorarse pero por otro lado los Maestros enseñan que no hay que apegarse a las cosas. Entonces, ¿el atesorar esos momentos de felicidad no es apegarse?, o sea, ¿cuál es la contradicción ahí?, o no hay contradicción.
Interlocutor: Digamos que los momentos de felicidad son para disfrutarlos, para reponer energías, no hay que atesorar logros y vanidosamente tenerlos ahí aferrados como que son nuestros...
Entidad: No, no, no hablo de atesorar logros.
Interlocutor: ...debemos vivir el momento de dicha.
Entidad: Se me ocurre algo, supón que yo obtuve un logro y yo lo atesoro. Ese logro, de alguna manera, ¿no me da fuerza para decir: "Yo pude hacer esto, o sea yo puedo, logré tal titulo, logré tal afecto, logré tal situación, logré sacar adelante tal tema que era difícil: puedo"? Es como que de alguna manera, al atesorar ese logro, ¿no me estoy demostrando a mí misma que soy importarte?, ¿es que esto no me sirve?
Interlocutor: Lo importante es que te sirva a ti para darte cuenta que cuando te propones hacer algo puedes hacerlo, no importa en cuanto a impresionar a los demás.
Entidad: No, no, es para mí.
Interlocutor: Sí, no deja de ser un aliciente, un aliciente que en momentos más difíciles tú puedas decir "Bueno, ahora tengo que pasar por otra situación pero yo puedo, soy capaz, soy fuerte, soy valiente, voy a ponerle voluntad, voy a poner esfuerzo, ¡puedo hacerlo!, si es el camino que realmente está destinado para ti.
A veces nosotros nos proponemos cosas, deseamos cosas que quizá no es lo que tenemos que hacer en este momento o en esta encarnación, pero los logros obtenidos son alicientes para la autoestima, para decir "Bueno, soy una persona capaz, soy un ser capaz", pero no aferrarnos vanidosamente a los logros.
Entidad: No, no, no hablo de vanidad, hablo de que de repente, tú, por determinada circunstancia de la vida tienes una frustración con una persona, con un trabajo, con una situación, con un estadío familiar, con lo que fuera, pero tú te recuerdas que x tiempo atrás has logrado algo. Eso, de alguna manera, ¿no es como que atesores?
Interlocutor: Claro que sí, comprendo que sí. Mientras tú, en los momentos...
Entidad: Entre comillas, ese atesoramiento, de alguna manera te es útil en ese momento.
Interlocutor: Te sirve como para afirmarte a ti, y decir "Bueno, yo puedo".
Entidad: No por vanidad, ¿eh?, no.
Interlocutor: Pero los momentos en que algo -quizá por circunstancias externas o a veces de uno mismo- es obvio que uno no pueda lograr todo lo que se proponga. Pero ¿por qué?, porque quizá no sea este el momento de lograr esas metas. Hay muchas metas que vamos a lograr pero cuando nos toque pasar por un momento difícil y quizás en ese momento no lo podamos conseguir, obvio que tenemos que intentarlo y esforzarnos pero no tenemos que bajar nuestra autoestima, porque hay muchas personas...
Entidad: No, no me gusta decir "No es este el momento", porque eso es como que me desanimaría y...
Interlocutor: Quiero decirte que cuando tengamos que enfrentarnos a una situación dolorosa, difícil que no es la que nos gusta, tampoco tenemos que bajar nuestra autoestima y decir "Bueno, nosotros no servimos para nada", porque es bastante común eso y no me gustaría que te suceda.
Entidad: No, correcto.
Interlocutor: Siempre todo tiene que ser con moderación.
Entidad: Cuando hablamos de moderación, estamos hablando de que...
Interlocutor: Que cuando estés arriba no te la creas y cuando estés abajo no pienses que no sirves para nada.
Entidad: No, es más fácil que uno crea que no sirve a que yo sea creída, no, no, para nada.
Interlocutor: No, tampoco es eso. O sea, ni irnos a un extremo ni al otro, es decir "Soy una persona capaz, he podido con muchas cosas y eso me va a dar fuerza para continuar el camino", pero cuando estés arriba, cuando uno está arriba no hay que creérselo y cuando estás abajo tampoco hay que pensar que uno no sirve para nada.
Entidad: Lo de arriba no me va a pasar, no creo que me pase...
Interlocutor: No, tú no lo sabes.
Entidad: ...pero lo de abajo sí, cuántas veces me he cuestionado si verdaderamente...
Interlocutor: A eso me refiero con ser extremista...
Entidad: No tienes ni idea las veces que me he cuestionado...
Interlocutor: ...y de ser moderado.
Entidad: ...cuántas veces me he cuestionado "si eso lo podía hacer", y verdaderamente, a veces, yo misma me he frenado, digo: "Esto es demasiado, esto no lo puedo hacer". Te digo que me lo he cuestionado en distintas vidas.
Interlocutor: Cuando nosotros nos proponemos algo siempre es importante irnos proponiéndonos metas alcanzables.
Entidad: A veces siento que he sido utilizada, siento que hay mucha gente que fingiendo ser amiga, he visto gente hipócrita...
Interlocutor: El tema es no dejarnos utilizar.
Entidad: Sí, claro, ¿cómo lo haces? A veces el otro tiene el poder, a veces es un jefe que te manda o a veces estás tratando de lograr algo y necesitas el favor de una persona y cuando esa persona te da ese favor te pide 17 favores a cambio o 17.000 favores a cambio y tú debes y debes y debes. Me hace acordar a esa persona que te da un crédito leonino, que te presta de repente algo y el interés te come las entrañas.
Interlocutor: Entiendo lo que quieres decir, pero es importante tener el control de nuestras vidas. Es decir, si yo accedo a un trabajo por un rédito económico estoy dando mi servicio por un pago. En definitiva lo que estoy haciendo en canjear mi tiempo, mi esfuerzo, mi trabajo por un pago, ¿sí?
Entidad: Sí.
Interlocutor: En los afectos uno da un afecto porque aprecia a la otra persona pero obviamente que como contraparte uno no desea recibir dolor o desdicha del otro lado. O sea, vivimos en un mundo donde interactuamos y el interactuar es un permanente intercambio de distintas cosas: En lo laboral, de un servicio por un pago económico. En un hobby, de un tiempo por una gratificación. De una amistad, estoy dando de mí y también recibo de la otra persona afecto. Pasa con los amigos, las relaciones, en la familia.
Interactuar es intercambiar. Ahora, si yo me dejo utilizar -como estoy diciéndolo así textualmente, "Yo ME dejo utilizar"- nadie me va a utilizar si yo no quiero ser utilizado. Ahora, hay que ver en qué lugar uno se para en la vida, porque ponernos en el lugar de utilizarnos o de ser utilizados tampoco va a hacer que seamos maravillosos seres espirituales, somos una maravillosa persona que no nos estamos cuidando.
Entidad: ¿Siempre tienes opción?
Interlocutor: Casi siempre, casi siempre hay una opción. Y a veces, las opciones, generalmente, comienzan por actitudes internas, por una actitud, por un pensamiento, se originan por un pensamiento y en base a ese pensamiento -que a veces uno tiene simplemente que cambiar de manera de ver las cosas- eso te lleva a poder tomar otra actitud frente a algo.
Entidad: Si yo tengo una actitud interna, la exteriorizo y puedo modificar cosas aunque haya pequeñas circunstancias adversas. A eso te refieres.
Interlocutor: Sí. Para poder ver analíticamente algo, un hecho, una relación, lo que sea, tenemos que estar digamos en frío, tenemos que ver algo en frío. Es como si de repente lo vieras desde afuera y analizar la situación. En cuanto metemos todo lo emocional, toda esa carga emotiva de lo que estoy esperando del otro, de lo que yo deseo, si no puedo pensar fríamente difícilmente pueda tomar una buena actitud, si yo no puedo pensar fríamente no puedo ver si el otro me está utilizando o no, ¿entiendes?
Entidad: Sí, entiendo.
Interlocutor: Hay momentos para todo. Entonces, cuando tenemos que tomar decisiones hay que analizar fríamente dejando a veces de lado toda la parte de la carga emocional.
Entidad: Entiendo.
Interlocutor: ¿Cómo te sientes?
Entidad: Calma, calma.
Interlocutor: ¿Hay algún consejo o algún mensaje que quieras darle a tú 10%?
Entidad: Que sea perseverante.
Interlocutor: ¿Tienes buena comunicación con tu parte encarnada?
Entidad: De mi parte sí. De parte de ella, como dicen los Maestros, con los ruidos del plano físico es difícil que me sepa captar bien.
Interlocutor: Pero puede hacerlo si lo intenta.
Entidad: Puede hacerlo, puede hacerlo. O sea todo debe ser hecho sin precipitaciones pero sin pausas, sin precipitación pero sin pausa.
Me has dado calma, que es lo importante.
Interlocutor: Bueno, muchas gracias por estar y espero nos volvamos a encontrar en algún momento próximo y te mando toda la Luz a ti y a tú 10% encarnado.
Hasta todo momento.
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