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Psicointegración - El Gran Simulador

Grupo Elron
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Psicointegración 06/10/2014

Por: Jorge Raúl Olguín.

Interlocutor: Johnakan Ur-El.


A veces no es el destino, sino el libre albedrío de otros la explicación de por qué fracasan nuestros proyectos. Siempre hay un palo en las ruedas que directa o indirectamente frena nuestro avance, pero no siempre se visualiza a este ser que nos va a hacer descarrilar.

Johnakan relata un doloroso final de una de sus encarnaciones en Gaela.



Johnakan: Que difícil es iniciar una historia, la verdadera historia de Axxón y Bartome.

Recuerdo que Bartome andaba por las calles e imploraba:

-Estoy lisiado, tengo una pierna más corta que la otra, he ayudado a viudas a traer baldes de agua del pozo, a cortar leña, a cargar fardos. Me han dado unas monedas pero no me alcanza, estoy aterido de frío en este invierno crudo.

Inspiraba lástima, siendo que su thetán estaba en el plano -1.

Yo era idealista, transmitía la Palabra. "Toda aquella persona que me siga, toda aquella persona que comparta mis ideas, que transmita la Palabra, transmitirá la Palabra de mi Padre, de un ser Esencial que se manifiesta en Todo y lo encontraréis en vuestro Interior".

Y sí, tenía muchos seguidores pero estábamos en una provincia muy inestable que dependía del comercio y yo era una molestia para el gobierno central, pues pensaban que era un alborotador.

Una niña pequeña de doce años venía llorando y sangrando, se acercó a nuestro grupo señalándolo a él, al gran mentiroso, diciendo que la había ultrajado. Uno de mis seguidores armado con una espada, impulsivamente se acercó al gran mentiroso y le dijo:

-¿Tú has hecho eso? -Poniéndole una espada en la garganta.

-¿Cómo podría hacer eso? Estoy cojo, apenas puedo moverme, mirad, mirad.

Os juro que vi volver a mi seguidor con lágrimas en los ojos diciéndome:

-Es un pobre hombre, él no puede haber hecho eso. Ayuda a las viudas, es querido por la gente, casi no ve de un ojo, tiene una pierna más corta.

Pero yo sabía de varias de sus acciones y que era un gran simulador, un gran simulador cuya esencia estaba en el plano -1. Y era conocido en toda la región como el cojo bueno. Nunca lo relacionaban con los ultrajes a niñas y a jovenzuelos porque algunos directamente ya no podían decir nada, pues luego de ser ultrajados eran degollados. Pero de la misma manera que nosotros recibíamos alimentos cuando en una gran reunión transmitía la Palabra, el gran simulador recibía más ofrendas que nosotros y en toda la región era querido. Y no solamente ultrajaba… robaba, estafaba.


Recuerdo cuando me prendieron, recuerdo cuando le dieron al pueblo a elegir -porque era una fecha importante donde se podía salvar a uno- si me salvaban a mí, Axxón o al gran simulador. La gente aullaba como lobos diciendo que lo liberaran a él, que era un ser noble, que él no tenía la culpa de que había sido parido así, con una deformidad… que era una alma buena, caritativa...


Y ya estaban las estructuras en forma de rombo donde ataban a la gente y luego la mataban a lanzazos, que luego es lo que hicieron conmigo… me clavaron de pies y manos en los maderos en forma de rombo.


Y la historia debe continuar porque la misión es muy importante… pero aún los seres buenos, nobles e inteligentes son engañados por el gran simulador. El gran simulador, que de una u otra manera, en cada vida, en cada encarnación, se las arregla para cortar la misión.
Y preguntaréis por qué Eón permite esos actos hostiles. La respuesta es que el PADRE nos ha dado los dos regalos más hermosos: Su AMOR y el Libre Albedrío Divino. Y de este último se aferra el MAL para hacer daño.


Aquel pueblo de hace más de cien mil años fue cómplice consciente o inconsciente de un ser cuyo thetán estaba en el plano -1. Y no podemos hablar de culpas, pues no sabían lo que hacían… a lo sumo responsables.


Y hoy en día también, en esta vida en Sol III, al igual que en vidas anteriores, siempre va a haber cómplices involuntarios...


No tiene sentido describir el sufrimiento de Axxón… si fue menor, igual o mayor que el de Ien-El, encarnado hace 2000 años. La situación fue muy similar: látigos con bordes metálicos que arrancaban pedazos de carne, siendo cada uno en su época lacerado en tremendo sufrimiento, mientras en ese mismo instante, el gran simulador se hallaba en casa de una viuda con sus dos hijos, saboreando un rico pollo.


Ya desencarnado, mi ser espiritual conceptuó que el gran simulador mató a la viuda y a los dos niños.

El que quedó libre, el que en reiteradas ocasiones fue perdonado por haber sido atrapado robando las gallinas, un hurto menor. Pero claro, había que condenarlo… y la muchedumbre debería elegir entre él y yo… y él fue absuelto.


El gran simulador aparece en cada encarnación más tarde o más temprano, con distintas apariencias, a veces como un lisiado, otras veces como un hombre elegante ostentando poder, con gente sumisa detrás suyo… pero siempre buscando poner troncos en el riel para que el tren descarrile y la misión no se complete. Y son tantas vidas en que la misión no se ha completado, tantas vidas...


Es muy ingenuo decir "Habrá más vidas donde las cosas se podrán hacer bien", porque aun en el plano 5.9 hay saturación y uno se puede tomar un descanso de 1000 años terrenales de Sol III dejándose llevar por las energías supra cuánticas como el barquito de papel que es llevado por las aguas. Y mientras tanto crecen distintas civilizaciones, se terminan imperios y así sucesivamente.


El gran simulador espera. El gran simulador no está siempre en el plano -1, a veces está en el plano 2, porque en el plano -1 no habría manera de enterarse qué ocurre "afuera" -puesto que es el plano de la soledad- pero nunca ceja en su intgento… y convence, y engaña e inspira lástima en aquellos que tienen una reactiva emoción egoica y también inspira compasión en aquellos que son más elevados. Pero el resultado es mismo… entorpecer, engañar.

Por eso es el gran simulador.


El gran simulador, que cuando encarné como Juan Zebedeo fue Barrabás, un rol idéntico a aquel de Bartome en Gaela y también se salvó, pues condenaron a Ieshu, al Maestro Jesús.


Hasta todo momento. Les habló Johnakan Ur-El.