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Psicoauditación - Harry Crosby - Ra-El-Dan

Grupo Elron
Sección Psicointegración y Psicoauditación - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección

Si bien la Psicoauditación es la técnica más idónea para erradicar los engramas conceptuales del Thetán o Yo Superior de la persona, la mayoría de las veces se psicoaudita a thetanes que habitan en planos del Error y sus palabras pueden no ser amigables y/o oportunas para ser tomadas como Mensajes de orientación, algo que sí se da cuando se canaliza a Espíritus de Luz o Espíritus Maestros.
El hecho de publicar estas Psicoauditaciones (con autorización expresa de los consultantes) es simplemente para que todos puedan tener acceso a las mismas y constatar los condicionamientos que producen los implantes engrámicos.
Gracias a Dios, esos implantes son desactivados totalmente con dicha técnica.


Atte: prof. Jorge Olguín.

 

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Sesión 03/07/2017

Sesión 08/07/2017

 


Sesión 03/07/2017
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Raeldan

La entidad recuerda una vida no agradable en un entorno corrompido y decadente. Vivió y terminó esa vida mal.

Sesión en MP3 (2.166 KB)

 

Entidad: Dicen que viví poco, apenas poco más de tres décadas. Mi lugar de nacimiento fue Boston, conocido como Harry Crosby. Familia de alcurnia, ¡ja!, banqueros, estudiando en los más prestigiosos colegios en Massachusetts.

 

Dicen que viví poco. ¿Pero cómo se mide el tiempo?, por lo vivido, por los años, por la experiencia o por la intensidad. Disgustados conmigo no por ser héroe en Francia manejando ambulancias, no me interesaba trabajar en un banco, decían que mi vida era licenciosa. ¡Je! No tienen idea lo que es vivir intensamente donde miras todo, todo es perverso, todo es torcido, y si lo ves con ojos objetivos lo ves nefasto. Entonces te engañas, disfrazas tu realidad con el alcohol, con alguna droga. ¿Que era impulsivo en tomar decisiones? No le prestaba atención a eso, vivía el momento, era lo que en ese momento a mí me parecía bien y punto. Mal criado, mal educado, ¿por qué? Por la intensidad, por querer elevar mi mente, captar cosas que otros no han podido captar, los deseos, la sensación sublime de estar y no pertenecer a este mundo, un mundo donde imperaba la corrupción y no el amor. Muchos me decían "¿Pero quién habla de amor? Miradlo, miradlo". Yo me reía, no prestaba atención. No era tonto, sabía lo que la gente pensaba.

 

¡Ay! Mary Phelps Jacobs. La familia era conservadora, ella no. Ella era divorciada, más grande que yo, pero la llamaban Polly, ¡ja, ja, ja! Yo quería llamarla clítoris.

Ella dijo:

-No, mejor Caresse.

-¿Desde cuándo eres conservadora?

-Yo no lo soy, mi familia lo es. ¿Tú lo eres?

-No, no se trata de eso.

-Está bien. Vivamos en París.

-¡Oh! París, no quiero cadenas contigo.

-Yo tampoco contigo -me dijo Caresse.

 

La sociedad me veía con ojos torcidos, "Miradlo a Harry, ¡ja, ja, ja! Un gran número de amantes". Ya me conocían en París, eran todos muertos vivos. Yo vivía intensamente, disfrutaba cada momento porque el mundo estaba muerto, yo no quería ser como el mundo, yo quería vivir el amor, la pasión. ¿Que era bohemio? ¡Qué me importa! ¡Qué me importa!

Sí, la editorial Black Sun Press. Emingo era... no una persona que yo admirara, a ver, cómo lo podría explicar, tenía un costado que me agrada quizá el más misterioso. ¿Joyce?, Joyce era más fama que otra cosa, lo mismo que Pound o Lorens, fama. ¿Qué puedo decir?, todos tenían fama, el Gran Gatsby tenía fama.

 

Me interesaba sorprenderme a mí mismo. De repente tenía arranques, arranques de querer hacer cosas. Volví a decirle a Polly "Elije Clítoris". No, no.

Su hija Polin se, se, se... disfrutaba, se escapaba de la realidad.

Me escondía en los vahos del alcohol, escondía mi nariz en los senos de una mujer o entre sus piernas, sí.

¡Qué! ¿Qué me iban a decir, qué me escapaba de la realidad? Sí, por supuesto, de la rutina, de la melancolía. No, no me interesaba, no me interesaba la melancolía.

¿Pero quién era esa mujer en Venecia? Josephine Rotch. Un momento, se estaba por casar con Bigelow, un comandante naval. ¡Por favor, por favor! Me interesaba sobremanera esa mujer, ya estaba cansado de lo vetusto, de lo añejo. ¿Añejo?, el vino, el coñac francés, pero no la mujeres jóvenes como Josephine sí, sí, claro. Y la conocí íntimamente, intensamente. Claro, muy intensamente. ¡Aaah!

 

Pero seguí con mi rutina. Volví con Caresse a los Estados Unidos en el veintinueve. La familia, la burguesía, Harvard, Chaley, lo mismo de siempre. Y después la hecatombe, la hecatombe, la tremenda burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, en la caída de la bolsa de Nueva York. Ahora entienden a qué me escapaba, a qué me escapaba... A la vida me escapaba, me escapaba a la vida.

Y Josephine, yo no sé si ella pensaba. Yo creo que ella estaba más sumergida que yo en los vahos del alcohol y de la droga, y asentía todo lo que yo decía. Me acariciaba y asentía.

-Josephine, no podemos permitirnos esta desgracia de vivir así con nuestro amor, nuestro amor va a ser decadente, decadente, si seguimos así.

-¿Y qué podemos hacer?

-Nos vamos de éste mundo juntos.

-¿Cómo hacemos?

-Me encargo yo.

 

Un disparo. Cogí a la botella de coñac. Vi el cuerpo, ahí, sin vida. Sí, qué me importaba que fuese en el estudio de un amigo.

¡Ahhh! Me recliné, no quería tomar de la botella. Me serví el coñac en un vaso porque no había ninguna copa a mano. Lo tomaba a sorbos, sí, mientras leía el poema "La muerte", esa muerte que tú tanto hablas, esa muerte que tú tanto mencionas para que nuestro amor no se marchite con el tiempo, no se apaguen las llamas, ese va a ser nuestro matrimonio que va a durar toda la eternidad. Porque eso es lo que pasa, uno no está enamorado no, no, a menos que uno desee morir con la persona amada. Porque sólo hay una felicidad, que es amar y ser amado.

¡Ah!, el cadáver de mi amada. Asomándome a la ventana, allí, el Central Park. Atrás, Wall Street, la quiebra.

¡Ah! Mi tío Morgan esperándome. No me interesaba, no me interesaba. Decían que fui imprudente manejando mi dinero. ¿Ellos hablan de imprudencia? ¡ja, ja, ja! Yo no fui el que provocó la quiebra sino esas hipotecas infladas.

 

Josephine eres mi delirio, eres lo más grande. No te he matado, te he inmortalizado. Nuestro amor es inmortal ahora y yo te seguiré a ti. Sí, deseo seguirte, es la única manera de que ese amor no se apague nunca. Veo otras parejas que se marchitan, caen como hojas de otoño en Octubre, hojas amarillas, ocre, ocre como sus vidas. No, no quiero eso, no me interesa eso. Quiero vivir la eternidad, Josephine, la eternidad. ¡Contéstame! ¿Por qué no me contestas? Estás muerta, pero estás viva, y ya es hora que te siga, ya es hora que te siga. Tengo el arma aquí y ya es hora que te siga y los dos seremos uno en la eternidad. Dejo mi diario abierto, no va a representar nada para nadie, nos prejuzgarán porque no nos entenderán, porque la gente común no entiende la eternidad, no, no la entiende, no la va a entender nunca. Por eso me despido de esta vida para vivir la vida con Josephine en un lugar donde el amor no se marchita nunca, no, no.

 

 

 


Sesión 08/07/2017
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidades que se presentarón a dialogar: Raeldan e Inner-El

En Sol III, en una sociedad decadente se mantenía en vida por el amor de su amado. La entidad narra los momentos previos al largo viaje que, con su amado emprendería.

Sesión en MP3 (1.604 KB)

 

Raeldan: Mis queridos hermanos, le cedo el lugar para que pueda hablar Inner-El.