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Psicoauditación - Sega-El

Grupo Elron
Sección Psicointegración y Psicoauditación - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección

Si bien la Psicoauditación es la técnica más idónea para erradicar los engramas conceptuales del Thetán o Yo Superior de la persona, la mayoría de las veces se psicoaudita a thetanes que habitan en planos del Error y sus palabras pueden no ser amigables y/o oportunas para ser tomadas como Mensajes de orientación, algo que sí se da cuando se canaliza a Espíritus de Luz o Espíritus Maestros.
El hecho de publicar estas Psicoauditaciones (con autorización expresa de los consultantes) es simplemente para que todos puedan tener acceso a las mismas y constatar los condicionamientos que producen los implantes engrámicos.
Gracias a Dios, esos implantes son desactivados totalmente con dicha técnica.


Atte: prof. Jorge Olguín.

 

 

Sesión del 24/03/2023


Sesión 24/03/2023
Médium: Jorge Raúl Olguín

Entidad que se presentó a dialogar: Sega-El.

La entidad relata cómo aprendía a resolver motines, rebeliones sin usar la violencia. Los habitantes de un mundo de la Federación Sargón estaban siendo expoliados por quien gobernaba. Fue y presenció cómo debía hacerse, sin usar la fuerza.

Sesión en MP3 (1.889 KB)

 

Entidad: Mi nombre es Sega-El, plano 5 subnivel 1. Voy a relatar una vida en la Federación Sargón donde encarné como Roper, un joven alférez que buscaba aprender, y con ayuda de sus padres tuvo la fortuna de estudiar historia, astronáutica, astronomía, diseño de naves, diseño de holoordenadores, biología de distintas razas, que al punto tal de cumplir veinte de vuestros años tenía distintas especializaciones, por lo cual me inscribí en la academia espacial como alférez, empezando una carrera.

 

Tuve la suerte, la gran suerte de conocer al capitán Alexis, que fue un gran instructor, y me enseñó a sofocar rebeliones en distintos mundos evitando todo tipo de violencia.

 

En el sistema Tames, que quedaba a veinte y dos años luz de nuestro sistema, hubo una pequeña rebelión porque había un comandante que buscaba enriquecerse en lugar de ayudar a los habitantes de dicho sistema.

Tuve la fortuna de acompañar al capitán Alexis. Me dijo:

-Alférez Roper, le voy a enseñar cómo se puede sofocar una rebelión evitando todo tipo de violencia.

 

Cuando llegamos a ese sistema llegamos en un pequeño crucero y bajamos en una pequeña nave a la superficie. Hablamos con los representantes amablemente. Nos mandaron en una holocopia las quejas que estaba sufriendo el pueblo a costa de ese comandante que lo único que buscaba era poder y riquezas.

Mi aprendizaje era escuchar al capitán Alexis, quien me dijo:

-Acompáñame. -Habló con los representantes del pueblo y les dijo-: Esto será solucionado.

 

Entramos a un gigantesco edificio.

-Demasiado lujoso para mi gusto.

El capitán Alexis opinó lo mismo:

-Demasiado desperdicio en cosas vanas.

 

El comandante era un hombre algo obeso y nos recibió fumando un gran habano. Nos ofreció un licor. Me negué, obviamente. El capitán Alexis también.

-Mi comandante, venimos directamente de Sargón, nos han comentado que el pueblo está iniciando una rebelión.

El comandante, que se llamaba Grazmin, dijo:

-Se quejan de lleno, tienen de todo.

-¿Podemos sentarnos, comandante?

-Sí, cómo no.

-Seré directo. Tengo aquí un holomóvil, es un holomóvil especial. Quizá le cause disgusto, comandante, saber que mi holomóvil tiene la particularidad de visualizar todos sus holoordenadores, incluso los que no están a la vista, y en este momento tengo en mi poder todas sus cuentas en créditos, créditos que no están justificados y que están puestos en bancos en otros sistemas y que no figuran en la central de Sargón. -El comandante se puso pálido.

-Habéis jaqueado mis ordenadores, ¿con qué permiso?

-Con el permiso del comandante general de Sargón.

-¿Y a él quién le dio el permiso?

-El ministro de la Federación Sargón, comandante. -El comandante abrió un cajón y sacó un arma.

-Podría eliminaros, eliminarlos a ambos y nadie sabría nada. -Lo miré a mi capitán Alexis.

Alexis me dijo:

-Alférez Roper, esto que vas a escuchar te va a servir de aprendizaje para conocer a la gente. No le voy a decir estimado -Dirigiéndose al comandante-, usted es una persona ruin. Primero: tenemos un inhibidor de armas. -El comandante presionó el disparador... y nada-. Se lo dije, tenemos un inhibidor de armas. Segundo: este móvil está directamente conectado al crucero que está en órbita que a su vez está conectado con Sargón. O sea, todos esos créditos que usted puso ocultos en bancos de otros sistemas ya no los tiene. Además, está destituido. Y no sólo eso, vendrá con nosotros. Nuestras armas no están inhibidas, funcionan, pero sea inteligente, no haga que las usemos. -El hombre agachó la cabeza.

 

Vino con nosotros, puso las manos a la espalda y se le pusieron unas pulseras magnéticas. Fuimos a la nave pequeña y quedó allí. Hablamos con el pueblo:

-El tema está resuelto, en pocos días habrá un nuevo comandante y todos esos créditos que él tenía, todo ese dinero será invertido en vuestro mundo para vuestro beneficio.

-Permítame -dijo el que estaba a cargo de la protesta. Y se abrazó con nosotros llorando-. La mayoría tenemos hijos, carecíamos de alimento.

-Cálmate, eso ya pasó, lo hemos solucionado. -Nos despedimos

 

Subimos a la nave y llegamos al crucero. El comandante destituido quedó en una celda del crucero, sería juzgado en Sargón, el centro de la Federación.

 

Cuando nos quedamos a solas con el capitán Alexis, me dijo:

-Alférez Roper, no siempre se puede evitar la violencia, pero en este caso lo hemos hecho. Estoy instruyendo también a otro joven que se llama Morkan, ya os conoceréis. Pero Roper tengo tu holocurrículum, sé todo lo que sabes, pero también todo lo que te falta saber. Sé que a veces no vas a poder evitar una batalla, una lucha, pero la mayoría de los casos se resuelven así, pacíficamente.

 

Me quedé pensando mientras volvíamos a Sargón. Eso que aprendí me quedaría grabado en esa vida como alférez Roper, evitar la violencia. Y pensar en los demás, en aquellos que están carenciados y brindarles amor, porque hay muchísimas maneras de hacerlo. Esta que me enseñó el capitán Alexis fue una de ellas.

 

Gracias por escucharme.