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Psicoauditación - Vera-el

Grupo Elron
Sección Psicointegración y Psicoauditación - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección

Si bien la Psicoauditación es la técnica más idónea para erradicar los engramas conceptuales del Thetán o Yo Superior de la persona, la mayoría de las veces se psicoaudita a thetanes que habitan en planos del Error y sus palabras pueden no ser amigables y/o oportunas para ser tomadas como Mensajes de orientación, algo que sí se da cuando se canaliza a Espíritus de Luz o Espíritus Maestros.
El hecho de publicar estas Psicoauditaciones (con autorización expresa de los consultantes) es simplemente para que todos puedan tener acceso a las mismas y constatar los condicionamientos que producen los implantes engrámicos.
Gracias a Dios, esos implantes son desactivados totalmente con dicha técnica.


Atte: prof. Jorge Olguín.

 

 

Sesión 12/11/10

Sesión 11/12/10

Sesión 14/12/10

Sesión 3/11/11

 


Sesión 12/11/10
Médium: Jorge Raúl Olguín
Interlocutor: Karina
Entidad que se presentó a dialogar: Vera-el (Thetán de Emmanuel F.)

 

Trató sobre la dificultad de llevar a cabo los objetivos. Le gustaría ayudar en diversas formas. En una vida no pudo implantar un mejor sistema de riego, y la vida con sus padres no era favorable. La gente mayormente no atiende a ideas constructivas. Habló con Karina de la importancia de la búsqueda personal.

 

Sesión en MP3 (3.573 KB)

 

Interlocutora: Bienvenido.

Entidad: Bueno, agradezco. Trato de lograr objetivos en cada una de las vidas en las que he encarnado y es como que siempre se presentan distintos obstáculos; pero para que se entienda, porque alguna vez un excelso Maestro dijo que el concepto abarca más de mil palabras, no siempre son obstáculos de personas a veces son distintas circunstancias, a veces son situaciones en las que uno quiero plasmar proyectos y por una u otra razón no se consigue.

Interlocutora: ¿Cuáles son los proyectos que te gustaría plasmar y que se están dificultando en este momento?

Entidad: En realidad mi proyecto es poder ser útil, es lograr difundir -si se podría decir así- ideas para que esta sociedad estuviese mejor. Pero hay dos cosas, una: imagínate tú que quisieras abarcar con tus manos un mueble que tiene 4 metros de largo, no puedes... Entonces, es como que a veces un proyecto lo plasmas en tu mente pero no lo puedes abarcar. Eso por un lado; y segundo: no se trata de condiciones, se trata de que cuantas más maneras hay para plasmar una idea más se complica. Y le pido disculpas a este receptáculo porque entiendo, como Thetán, que estamos pasando el agua de un océano en un embudo, y por más que yo presione en transmitir decenas, centenas de conceptos, mis conceptos van a estar “esclavos” a ese pequeño embudo que es el traducir el concepto a lenguaje hablado. Creo que se entiende.

Interlocutora: Sí, se entiende.

Entidad: Siempre me caractericé como Espíritu en poder generar situaciones para que ayude a otros. Hace siglos atrás encarné en Bretaña. Ideé un sistema de riego que ya era conocido en muchas regiones, no es que lo ideé a nivel Continental, era un sistema de riego por medio de acequias... pero me lo discutían, me decían que la tierra, al estar sedienta de líquido, iba a tragar enseguida lo que se regaba por medio de las acequias. Les comenté que quizás sí, que al comienzo pero que luego no, y que a su vez podían mediante pequeños tubos sacar agua de las profundidades. Y me decían que lo que decía no tenía sentido porque en esa zona no había arroyos y yo les comentaba… - me llamaba Peter en esa época, Peter Baldon-  ¿De dónde pensáis que sale el agua de los arroyos que es interminable? Nosotros podemos ir en busca de esa agua. Era como si les dijera: ‘puedo asomarme por la ventana y tomar un pedazo de cielo’, bueno esa era la atención que me prestaban.

No me gustaba trabajar con mi padre, mi padre era herrero, y si bien a mi me gustaban las espadas… pero la gente no sabe lo que es ese trabajo, era hacer herraduras o directamente camastros, un trabajo que me resultaba demasiado pesado. En esa encarnación era, no débil, pero era de una figura algo desgarbada y propenso en cada Enero a coger un resfrío, o a veces hasta caía tres o cuatro días en mi camastro con alta temperatura. Mi padre no decía nada, pero es como que me ignoraba incluso cuando estaba bien, cuando hacía calor, en épocas de Junio, Julio. Me daba trabajos menores o a veces, directamente, me hacía limpiar el lugar.

Interlocutora: ¿Hay algún engrama que te haya quedado  de esa vida?

Entidad: Engrama de incomprensión o sea, con mi padre yo me llevaba... ni bien ni mal, directamente, él no me prestaba atención y madre era una persona, si digo sumisa estaría dándole un elogio, era una dominada. Mi padre era una persona parca, sacarle una palabra era un milagro o sea, a ella nunca le gritaba pero era su presencia. Él llegaba y ya estaba el guisado servido; primero le servía a él, después me servía a mí, él agarraba una hogaza similar a lo que es el actual pan, mojaba y comía haciendo ruidos, parecía que le diera de comer a una animal. Yo trataba de comer de una manera más silenciosa, pero era muy difícil. O sino cuando hacía un caldo con algún maíz dentro del caldo cogíamos los jarros y lo poníamos dentro de la olla, y dejábamos que se enfríe un poco y lo bebíamos. Pero el ruido que hacía él para tomar… pero, obviamente que nadie decía nada.

Me sentía prisionero dentro de mi libertad. Y es algo quizá difícil de entender con palabras, por eso digo siempre de que el concepto es más rico.

Porque sé que hoy mismo en esta encarnación como Emmanuel conozco mucha gente que está prisionera de sus conceptos, de sus condicionamientos, de sus ideas. Me preguntarás, ¿cómo es estar preso de sus ideas? si las ideas liberan. Bueno, pero depende qué ideas. Si tú por ejemplo tienes una obsesión que no te lleva a ningún lado, que es como un círculo cerrado, ahí estás prisionero de tus ideas porque hay condicionamientos engrámicos, de roles de Ego, no importa. . Y a veces son jóvenes que, tú hablas con ellos y son normales, se divierten, escuchan música pero están condicionados ¡tendría tanto para hablar del tema! Y yo no estoy condicionado, yo arrastro de esa época... tuve vidas posteriores a esa, tuve vidas posteriores.

Interlocutora: ¿En qué plano estás en este momento?

Entidad: Como Thetán en el plano 4 subnivel 1, o sea que estoy en un plano Maestro. Yo como Thetán no tengo roles de Ego, sino no podría estar en un plano 4. Sí arrastro varios engramas.

Mi parte encarnada tiene Roles de Ego inconscientes, a veces. Cuando tú sientes la adrenalina en el estómago por una situación y a veces te esfuerzas por querer cambiar algo, y sabes que no puedes. A veces hay un empecinamiento... son Roles del Ego.

Interlocutora: Entiendo.

Entidad: Es como si tú quisieras voltear una pared con los puños, una pared de concreto, de cemento concreto ¡no puedes!

Me acuerdo de esta novela ‘Don Quijote’ que arremetía contra los molinos, o sea, se trata justamente de no caer en esa, se trata de ser prácticos, se trata de ser coherentes en cuanto a las aspiraciones, se trata de poder llevar cosas a cabo con la impotencia de tener un conocimiento, y saber que una gran mayoría no te entiende, o no le importa que es más grave ¿por qué? Porque quien no te entiende por lo menos te presta atención, y capaz que lamenta no entenderte, porque quizá no está a tiempo, no está en su tiempo. Pero el que no te presta atención...

Interlocutora: Directamente, te ignora ¿verdad?

Entidad: Esa es la clave lo que tú has dicho: ‘directamente me ignoran’, en realidad no me ignoran a  mí.

Interlocutora: Ignoran tus palabras, tus conceptos.

Entidad: ¡No, tampoco! No ignoran mis palabras, no ignoran mis conceptos, se ignoran ellos. Vamos a razonarlo, si tú tienes claves, es como que de repente tuvieras que abrir una caja fuerte y tienes la clave, y tienes alguien al lado; y le dices:

-      Yo tengo los números para abrir esa caja fuerte.

-      Ah, bueno, qué bien.

Y siguen, no te prestan a atención. Son ellos los que están encerrados en su mundo, y lo razono, y entonces no me afecta del todo.

Interlocutora: Es una buena manera de verlo ¿verdad? Es una manera de distinta de verlo.

Entidad: Pero quizás no se lo escuché nunca a ningún Maestro de decir eso, no es que ignoran al que les plasma una idea nueva, se ignoran a sí mismos. Porque es distinto si va un viajero caminando, y yo voy en un carro tirado por caballos y le digo:

- ¿A dónde vas?

- Voy a un pueblo que queda aquí a 10 kilómetros.

- Sube que te llevo.

- ¡Oh, no, no! Está bien, prefiero caminar que me hace bien.

Elige, no me está despreciando, está eligiendo. Pero conozco mucha gente que lo quieres subir al carro y no creen que ese carro los pueda llevar al pueblo. Quizá hablo muy enrevesado porque mi concepto es complicado hasta para éste receptáculo.

Interlocutora: Se entiende perfectamente.

Entidad: Bueno, eso es bueno.

Interlocutora: Es decir, que se quitan la posibilidad de enriquecerse, de conocer nuevas cosas o de llegar al camino en forma más rápida de la que podrían llegar ellos mismos. Se entiende perfectamente el concepto.

Entidad: Pero a mí no me tiene que afectar porque tú lo has dicho: ‘Se quitan la posibilidad’. Ellos se quitan la posibilidad, o sea que al fin y al cabo los perjudicados son ellos. Yo sería necio...

Interlocutora: Si uno trata de tender una mano y no la quieren agarrar obviamente que son los perjudicados.

Entidad: No, porque pierdo tiempo, pierdo tiempo. Hay un ejemplo que siempre da el excelso Maestro que dice, hablando siempre de ésta época, ¿no? en este siglo XXI de Sol III, Si tú eres bañero y ves una persona que se está ahogando, y esa persona no quiere ser salvada y si tú insistes, capaz que te abraza y te arrastra a la profundidad. Lo único que puedes hacer es soltarte y soltarla, y no puedes tener cargo de conciencia porque no se dejó sacar del agua, no se dejó. Hay muchísimas personas que no se dejan sacar del agua, y se ahogan en su ignorancia, pero mira esto es muy importante y el Thetán de este receptáculo lo ha conceptuado muchísimas veces ¡muchísimas veces!: La mayoría, la gran mayoría son felices. Son felices en su ignorancia, es como que vivieran en un Limbo y solamente dependieran de las cuestiones básicas como respirar, como comer, como reproducirse, y nunca se plantean: ‘¿a qué vine, qué hago, dónde voy?’  Nunca se plantean, y como no se lo plantean duermen con una tranquilidad impresionante.

Pero el Espíritu tiene en forma innata, por lo menos yo, una curiosidad de querer saber y que Eón no me permita nunca saber todo.

Interlocutora: ¿Por qué?

Entidad: Porque sería absolutamente aburrido, porque hay distintos goces: el goce de servir, el goce de enseñar, pero también el goce de aprender.

Plantéate esto: Si no tuvieras ningún interrogante –hasta el más grande de los Maestros espirituales tiene interrogantes- si no tuviéramos interrogantes ¿qué sería de nosotros? ¡Pobres de nosotros! Lo puedo profundizar, si quieres.

Interlocutora: Si no tuviéramos interrogantes tendríamos que, únicamente y exclusivamente, dedicarnos ayudar a los demás.

Entidad: Claro, está bien, obvio, obvio. Vivir tendiendo manos a quiénes desean ser levantados.

Interlocutora: Porque nuestra búsqueda personal se terminó ¿verdad? Pero, yo creo que forma parte de una característica, esa gran inquietud tuya es una característica propia de tu Espíritu; hay gente que tiene algunas más, otros menos inquietudes. Creo que forma parte de tu forma de ser.

Entidad: Pero ¿a ti te parece que una búsqueda personal puede terminar? Cuando hablo de búsqueda personal hablo de dos, la búsqueda personal de mi parte encarnada, Emmanuel, y la búsqueda Espiritual, porque persona se refiere a persona y si uno es Espíritu no es persona sino que es Ser, y yo creo que esa búsqueda no se termina nunca. Porque como dijo el Thetán de este receptáculo no hay una meta.

Interlocutora: La famosa frase: ‘La meta es la búsqueda’ ¿Verdad?

Entidad: Es un gran aforismo ese, ‘la meta es la búsqueda’, el gozar...

Interlocutora: El mientras tanto.

Entidad: Claro, claro. Entonces, y aquí es como que cojo el volante de mi vida y doy un vuelco pero a favor ¡a favor! Dejo de cuestionarme y empiezo a gozar el mientras tanto, pero por otro lado, y discúlpame lo complicado ¿cómo voy a gozar el mientras tanto si percibo seres que necesitan ayuda? Siendo que a veces, uno no está en condiciones de ofrecérsela. Porque otra de las ideas, conceptos, palabras, como le quieras llamar que dice el Thetán de este receptáculo es: ‘No puedes tender una mano al otro, sino estás tú de pie primero’ O sea, ¿entiendes lo complicado? ¿Entiendes por qué al comienzo hablé de que es muy difícil el llevar a cabo un proyecto?

Interlocutora: Sí, se entiende. También comprendo que muchas veces tratar de solucionar todas las cosas, que nos parecen que no andan bien, y bueno, realmente por más buena voluntad que tengamos no vamos a poder solucionar todo, vamos a ir poder ir solucionando cosas, mientras tanto. Lo que pasa que nuestro Ego se siente frustrado de ver que no se puede encaminar todo lo que quisiera.

Entidad: A ver, llegamos a la conclusión que no podemos abarcar ese mueble de 4 metros, pero tú me estás diciendo que a veces nos sentimos frustrados porque ¿es nuestro Ego el que quiere ayudar?

Interlocutora: No, yo creo que realmente nos duelen las cosas y sentimos la necesidad, nos gustaría cambiar todo lo que está mal pero nos sentimos mal porque vemos que realmente no podemos cambiar todo. Pero hay una, se me ocurre en este momento que hay una manera y es que, si bien nosotros no podemos solucionar todo, quizás sea cuestión de ir enseñándoles a otras personas, contagiándolas de ese amor, de ese ánimo para que, bueno, entre muchas manos sí, yo creo que va haber muchas cosas que se puedan solucionar más fácilmente. Entonces yo creo que tenemos que aprender a enseñar, tenemos que aprender a delegar, tenemos que aprender que no podemos solucionar todo; podemos ir solucionando cosas, tenemos que ser humildes de pensar de que, bueno, que no está todo a nuestro alcance, aunque que hay muchas cosas a nuestro alcance.

Entidad: A ver, es muy complicado de parte mía ¿ponerle pero, no a todo, pero ponerle pero a algunos planteamientos? Por ejemplo, tú hablas de delegar, y supón que lo que tú quieres llevar a cabo de la gente que tú conoces, no hay nadie a quien delegar. Es como si tú fueras una física cuántica y tuvieras varias amigas, y de repente tengas que hacer un viaje lejano y dejarle tus planos, tus teorías a esa gente para que vaya avanzando el tiempo que tu no estés y no van a entender nada, van a ver sólo números y signos.

Interlocutora: Pero, lo único que quiero decirte es que en esta búsqueda tuya, que te apasiona tanto, en esta búsqueda no dejes de buscar alguna luz que brille tanto como vos. Quizás no haya muchas, pero en tu búsqueda quizás encuentres alguna.

Entidad: Sí, no, no, claro. No, no, estoy contactado incluso con...

Interlocutora: No es fácil.

Entidad: Estoy contactado incluso como 10% con seres que brillan o sea, eso me da la esperanza...

Interlocutora: Pero goza ese mientras tanto...

Entidad: ¡Algunos brillan altísimo eh! O sea, que mi 10% está conectado. Pero y para terminar por hoy, hay gente que tiende la mano por Ego; hay gente que tiende la mano para hacerse notar; hay gente que da cuando lo están viendo, y es capaz que cuando dejan de verlo, le saca la moneda al mendigo (se ríe) Hay gente así.

Interlocutora: O, a veces no porque lo están viendo sino que a veces lo hacen para decirse a ellos mismos: ‘¿ves que bueno que soy?’ En vez de decir: ‘estoy satisfecho porque hoy hice algo bueno’.

Entidad: No, no están satisfechos porque hicieron algo bueno. Están satisfechos porque los vieron hacer algo bueno, entonces no aprendieron y esa es la gran ¡trampa! en la vida cotidiana. . Me despido por ahora, me siento pero ¡muy bien!

Con la ‘V’ corta mi nombre es Vera-el, plano 4.1.

Interlocutora: Vera-el, ha sido un gusto tenerte aquí y poder conversar contigo, te mando toda mi Luz.

Entidad: Y a ti.

Interlocutora: Hasta todo momento.

 

 


Sesión 11/12/10
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Vera-el (Thetán de Emmanuel F.)

 

Relató sus primeros años de vida en Aldebarán IV, su origen y los diversos lugares donde vivió, hasta encontrarse con su padre.

 

Sesión en MP3 (3.597 KB)

Vera-El: Hace muchísimos siglos habiendo encarnado en Umbro, al que conocéis como Aldebarán IV, he pasado por infinidad de circunstancias que me han templado como vuestro acero toledano.

Me crié con una familia que me trataba bien, cerca de la zona Oriental y cerca también de la zona Norte. Mi familia eran los Turanios que generalmente estaban en Guerra, tanto con los guerreros del Norte como con los orientales. Había batallas continuas...

Había una mujer muy mayor, que cuando cumplí la edad de 8 años habiéndome descompuesto del estómago me dio unas hierbas, y me dijo:
- Tú no eres Turanio, ellos no son tus padres.

¿Cómo podía ser que papá Orgón y mamá Sena no fueran mis padres? Por lo menos ella me amaba y padre era tolerante conmigo, incluso con mis travesuras, practicando como todo niño con espadas de madera.

Quizá no era tan corpulento como la raza Turania, es cierto, tenía el cabello negro; alto; esbelto; muy, muy ágil. Vencía con las espadas a los niños de mi edad...

Pero sentía odio por esa Mujer que me había dicho eso. Hablé con madre y le pregunté:

-     Por qué la señora Sarán, la que le llamáis, ‘la curandera’ dice que yo no soy... (*solloza levemente*)

-     Dilo hijo.

-     Que yo no soy Turanio, que yo no pertenezco a vuestro pueblo.

-     ¿Qué importa Jordi de donde vienes? Lo que importa es que te criamos con amor, te enseñamos, te criamos bien, hemos evitado que las batallas lleguen al poblado.

 

Y fueron pasando varias lunas y fui creciendo...

Cuando llegué a 12 de los años de Sol III hablé con padre, y padre me dijo la verdad:

-     Hace muchos años atrás siempre tuvimos algo de temor con el poblado de los Mentos.

-     Pero padre tengo entendido que ellos no atacan ningún poblado, aparte están dispersos.

-     Pero llegó a nuestros oídos que había una reunión y había varios de ellos. Incluso mujeres de la raza de los Mentos y niños. Y, bueno, nuestro jefe, que ya murió, nos dijo que los ataquemos. Caímos muchísimos de nosotros porque ellos aprovecharon su poder mental para hacernos retroceder en brotes espasmódicos, pero como caímos de sorpresa matamos a casi todos.

Recogimos tres bebés, los pusimos sobre nuestros Hoyumans y partimos para Oriente, los otros dos eran un varón y una niña, que murieron por alguna enfermedad, vaya a saber.

-     ¿Tú me dices que yo soy un Mento?

-     Quizá tu padre era un Mento y tu madre una Mujer común de alguna aldea cercana, y tú no has heredado los dones o poderes...

-     Me siento extraño pero ¿no dejareis de quererme por eso?

-     Jordi, te hemos criado como nuestro hijo, eres nuestro hijo.

 

En ese momento se escuchó galope de Hoyumans, gritos, choque de metales. Padre trató de esconderme y (*imita el zumbido de una flecha*) una flecha atravesó su hombro derecho, prácticamente no podía mover su mano derecha, con la que manejaba la espada. Una segunda flecha le pegó en el centro del pecho; a lo lejos se veía fuego en el poblado. Eran jinetes orientales... En menos de una de vuestras horas, la batalla acabó con cadáveres. Los orientales no se llevaban a las Mujeres, tampoco las mataban, ni se llevaban a los niños mientras alguno de sus padres estuviese vivo, lo que no fue mi caso, alguna flecha perdida acabó también con la vida de madre. Estaba tan absorto de lo que había pasado, apenas padre me había contado la verdad y ratificado lo que madre me había adelantado, cuando ya me estaba yendo con soldados orientales. Nunca fui un niño rebelde pero me molestaba el obedecer a desconocidos.

 

Nunca me castigaron, simplemente cuando yo no quería obedecer me negaban la ración de comida.

Me sorprendió su cultura, eran absolutamente corteses, tenían respeto por sus Mujeres y admiraba la tremenda habilidad que tenían con el arco y flecha, con las ballestas y por sobre todas las cosas con el sable.

Me fui adaptando y, al igual que todos los niños allí también practicaban con sables de madera pero a diferencia de los niños Turanios, de 10 combates simulados ganaba 1 y perdía 9, tal era la habilidad de esos niños.

Cuando cumplí 16 de vuestros años estaba a la par del mejor de los niños orientales, ya adolescentes, ya casi hombres. Mi velocidad mental tanto con la espada como con las artes de combate a mano limpia había hecho que Ajiro, el jefe de ese poblado se fijara en mí. Llamó a su mejor instructor para que me enseñe el verdadero arte del combate.

A los 18 de vuestros años en Sol III no había quien me pudiera vencer con la espada, ni en combate a mano limpia, y entendía que lo más importante era mi velocidad mental por sobre cualquier destreza física, o quizá iban, figurativamente hablando, ‘tomadas de la mano’ la destreza mental y la destreza física; y quizá esa agilidad mental sea herencia de mi padre, un Mento, pero no tenía poderes mentales, tampoco me interesaba.

 

Hay un refrán terrestre que dice: ‘El que a hierro mata, a hierro muere’. Poco tiempo después la aldea Oriental fue invadida por una horda del Norte, similares a vuestros Vikingos de Sol III, nos triplicaban en número. Luché a la par del mejor soldado y logré salvar la vida del jefe del poblado. No acabamos con ellos pero logramos que se replegasen, y así como nos triplicaron en número también nos triplicaron en número de cadáveres, que dejaron sobre el lodo.

Cuando cumplí 20 de vuestros años el jefe del poblado me regaló su sable, que tenía un filo impresionante, y me regaló su mejor Hoyuman y me marché otra vez para el lado Oeste. Mi vestimenta no era Oriental, tampoco Turania pero se notaba que el sable de artesanía Oriental. Pasé por un par de poblados y no me miraban bien. Los poblados estaban habitados más que nada por gente Turania y veían en mí un Oriental. A cualquier posada que iba me pedía una bebida espumante, me la servían pero me miraban con una tremenda desconfianza y no me sentía bien anímicamente porque no sentía que tenía un lugar de pertenencia. Nací en un hogar Mento, si se puede llamar hogar porque los Mentos están dispersos, me críe en un hogar Turanio, me desarrollé en un hogar Oriental y ahora ya como hombre era un errante. Y si bien no tenía querencia, no me aquerenciaba a lugares pero necesitaba de alguna manera, y lo reconozco, el tener o amigos o compañeros de viaje... pero no los tenía. Eso me hacía sentir muy mal.

 

Recorrí distintos poblados. .

-     Tengo que ir más al Oeste- Pensaba -Salir de la región Turania-

En una de las aldeas iba galopando con mi Hoyuman y veo una joven que era atacada, seguramente, por un capataz de granjeros; le estaba arrancando la ropa. Bajo de mi montura y le doy una cachetazo de revés con tanta fuerza que lo tiro al piso, la joven huyó despavorida. El hombre tomó una herramienta de campo, tipo tridente, que era mucho más largo que mi sable y buscaba esquivarlo, se acercaron otros granjeros y el hombre dijo:

-     Este desconocido que parece un Oriental, atacó a Naberla, la quiso violar.

-     Ha sido tú - Le respondí.

-     ¿A quién le creéis? ¿A mí o al desconocido? -.

Tomaron piedras, ya se habían juntado más de veinte individuos y con piedras grandes empezaron a tirarme, espantando a mi montura; una de ellas golpeó mi cabeza aturdiéndome. Desenvainé mi sable y, no quería quitar vidas pero en mi desesperación era ellos o yo, en tres segundos con tres movimientos cuatro cuerpos cayeron inertes. Se juntaron más lugareños, algunos tenían arco y flecha, estaba prácticamente perdido, no perdía la vista de mis atacantes pero buscaba, desesperadamente, mi montura, que no la veía. Mi oído afinado, con la experiencia de los combates, escucha detrás de mí un galope, y un hombre de mediana edad desciende.

-     Retrocederos– Dice.

Uno de ellos le lanza una piedra que él la toma con la mano como si hubiera adivinado la trayectoria, los mira ‘mentalmente’ y todos, todos se toman la cabeza y caen de rodillas gimiendo.

-     Ven, monta conmigo–

Monto detrás de él y a las pocas líneas me dice:

-     Ahí está tu montura–.

Le dije:

-     Gracias por salvarme, me llamo Jordi y te estaré eternamente agradecido–

El hombre me dijo:

-     Soy Fondalar.

-     ¿Fondalar? Escuché hablar de ti, eres un Mento, has estado con Ligor, el que fue al nuevo continente.

-     Sí, así es. Pero soy más que eso.

-     ¿Más?

-     Hace muchísimo tiempo tuve una pareja estable, ella se llamaba Hana, hacíamos una reunión para tratar de vencer definitivamente a Borius, un guerrero del Norte que asolaba hasta las regiones centrales, y como de sorpresa, enfrascados en nuestros diálogos vinieron guerreros Turanios y mataron a varios. A pesar de mi habilidad un proyectil me dio al costado de la nuca y me dejó sin sentido, no tardé en despertarme. Lo primero que vi es a mi amada Hana muerta y luego me percaté que nuestro bebé no estaba.

-     ¿Por qué me cuentas eso?

-     Jordi, eres alto como yo, en nada parecido a mí pero eres igual a Hana, eres mi hijo, aquél que perdí hace bastante tiempo atrás.

No sabía qué hacer. Si abrazarlo o preguntarle cosas o preguntarle qué había hecho de su vida, contarle yo de mi vida, contarle que estuve con los orientales... Estaba desconcertado. Y si bien él tenía poderes telepáticos pero no la telepatía tal cual la conocéis de poder leer mi mente, lo único que me dijo es:

-     Trotemos con nuestras monturas, conozco un pueblo tranquilo donde podemos cenar y tomar una bebida espumante, y podemos contarnos cosas.

 

Nos dirigimos por un camino hacia el Oeste. Me había reencontrado con mi padre, Fondalar, a quien en realidad nunca había conocido antes porque era tan pequeño, ¡tan pequeño!

¿Qué puedo decir de mi vida hasta ese momento? Pero no tengo de qué quejarme, porque a veces el lugar de pertenencia no está en un hogar, a veces está en uno y a partir de uno se van generando las demás cosas. Por otro lado era joven y tenía sed de aventura, y esperaba que Fondalar me contara de Ligor o de otros guerreros que había conocido. Azuzamos nuestras monturas y galopamos hacia el pueblo más cercano.

 

Gracias por escucharme, se despide, por ahora, Vera-El.

 

 


Sesión 14/12/10
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Vera-el (Thetán de Emmanuel F.)

 

Continuó el relato del reencuentro con su padre en Aldebarán IV, conociendo a algunos amigos suyos y aprendiendo algunas lecciones importantes.

 

Sesión en MP3 (2.605 KB)

Vera-El: A veces hablamos el mismo idioma y no nos entendemos, como si fuéramos extraños y, sin embargo, buscamos la misma meta, buscamos el mismo horizonte. Como thetán nunca me voy a olvidar de mis vivencias en Umbro, mi Rol se llamaba Jordi y habiendo pasadas tantas vicisitudes, fui raptado de bebé, me crié con los Turanios, luego estuve en la zona Oriental; aprendí a manejar el sable, siendo ya mayor vuelvo para el lado Occidental y ¡Oh causalidad! Me encuentro con quien era mi verdadero padre y conversamos, sin reprocharnos nada porque nadie era responsable. . en el ataque donde a mí me llevan siendo una criaturita, él pierde a su amada, reconoce que tuvo otros amores y yo le digo:

-No sé si tú con la edad que tienes has pasado lo que pasé yo, con mi corta edad. Tal vez, tú de la raza de los Mentos que viven muchísimos más años no te preocupe perder amores.-

Y él me respondió: -No prejuzgues, no se debe prejuzgar. No tienes la menor idea, Jordi, de las veces que me he sentido solo aún en compañía. . porque la soledad de las estepas, de las llanuras, del desierto, de la montaña, de los caminos. . esa soledad no te lastima, porque la asimilas, porque estás con tu Hoyuman, lo llevas a beber a un arroyo, él no habla pero siento tus caricias, te hace compañía. La soledad que te quema las entrañas, la soledad que te daña, la soledad que te vuelve impotente espiritualmente es cuando estás con otros que no entienden. . gente que has querido, que has amado y que te oyen pero no te escuchan, tu te preocupas a lo mejor por ellos, le das un bienestar. . ¡no tienes idea Jordi! La gente que he sacado adelante, la gente que he defendido aldeas enteras ¡por supuesto que me lo han agradecido! Y me consideran, casi, como el que está más allá de las estrellas. . cada tantos amaneceres hacemos una fiesta y yo a veces, mientras están en los poblados festejando, tomando bebida espumante o comiendo la masa dulce, yo estoy a un costado del camino, pensativo, mirando las estrellas y me siento mejor que si estuviera con ellos a quienes conozco de pasada porque me sentiría más solo. Es muy difícil de entender lo que es sentirse solo en compañía, se tolera menos que estando solo de verdad. . Porque oyes a la gente reírse, contar tonterías sin saber que les va pasar mañana, sin saber si las hordas del Norte no arrasan con todo al día siguiente. Por supuesto que yo también avalo el vivir el presente pero tengo que planificar. .

Yo me quedaba asombrado de la sabiduría y del conocimiento de quien era mi Padre, luego galopamos hacia el Sur, nos topamos en el camino con un guerrero y una joven que también portaba una espada.

-Se lo saluda -. Y el guerrero se abraza con mi padre

Me quedo a un costado mirándolos y miro a la joven, la joven me mira. Me presentó:

-Arndix.

-Mucho gusto, Jordi.

-¿De dónde eres?

-*suspira* Soy el hijo de él pero lo conocí ahora. . hace poco, estuve con los Turanios, estuve con los Orientales ¿Y ella?

-Ella es Darvia.

Comimos al costado del camino, encendimos una fogata, le digo a Darvia:

-¿Tú estás con Arndix?

-No, él tiene su pareja, una oscura.

-Porque. . mi Padre me dice que había varios de vosotros que planificaban ir al Sur, muy, muy al sur. Donde están los apartados.

-Sí, mi idea inicial era ir al Norte pero. .

-¿Y por qué has cambiado?

Y ella me contestó: -Porque todo me da lo mismo.

Le digo: -¿Todo te da lo mismo? A mi no me da todo lo mismo, si bien no he sufrido malos tratos nunca he tenido un lugar de pertenencia, nunca he tenido una verdadera Familia, tampoco quiero ser ingrato porque los Turanios me han criado bien, viví con los Orientales que me han enseñado el Arte del sable pero. . no sé lo que es un hogar.

Y ella me dijo: -Parece que te gusta hacer de víctima.

-¿Por qué?

-¿Por qué no me preguntas como la pasé yo? Mi padre era un alcohólico, engañaba a mi Madre, creo que lo mataron las Amazonas. Me crié con otra familia que cuando murieron vinieron unos sobrinos a quedarse con los despojos de todo, luego conocí a un guerrero que me enseñó un poco el arte de la espada, pero no sé que busco. .

-Yo sí se que busco- Le dije- busco un lugar de pertenencia..

Y me sentí mal cuando veo que ella se ríe.

-¿De qué te ríes Darvia?

-¿Qué es un lugar de pertenencia en este mundo salvaje? ¿Tener un hogar, una plantación? Luego vienen las huestes del Norte, te saquean, te queman todo, te matan a tu familia.

-¿Y cuál es tu búsqueda? A ver ¡Mujer tú que sabes tanto!

-Primero: no me hables con desprecio, ‘Mujer tú que sabes tanto’. Como diciendo. . si soy inferior por ser Mujer no tengo que saber nada.

Y segundo: si sé, sé muchas cosas. Sé lo que es la ingratitud de la gente, sé lo que es alimentar a un animal y que te muerda la mano, sé lo que son los ‘saqueadores de camino’ ; a vosotros los roban, si tienen suerte les cortan el cuello, a nosotras no, si son varios nos violan y si tenemos suerte nos matan, y no nos llevan de esclavas ¡qué sabes tu de la vida, eres un niño!

-Claro, tú eres mucho mayor. *tono irónico* 


En realidad, teníamos casi la misma edad. Y yo no entendía por qué discutíamos, en el fondo pensábamos igual. . Hablábamos en voz tan alta, discutiendo que Arndix nos miraba con una mueca irónica, mi padre el semblante serio. . Y, quizá por mi juventud o porque no tenía mi ego resuelto, le dije a Arndix: -¿Y tú qué miras?

Levantó la mano como diciendo: ‘Nada’.

-Es que no me gusta que se burlen de mí, porque el que se burla de mí ya se sabe lo que le espera.- Y toco la empuñadura de mi sable.

Arndix dice: -Bueno, veamos a ver el niño que habilidad tiene. Aunque el fuego no ilumina mucho.- Y desenvaina su espada.

Saco mi sable y lo ataco enfurecido, llegué a ser el campeón de los orientales nadie me vencía. Pero a los pocos instantes estaba en el piso con el filo de la espada en el cuello. Guarda su espada, me da la mano y me levanta. Y se queda pasivo. . calmo mi agitación y guardo mi espada. Me mira, lo miro, lo miro a mi padre y me dice: -¿Quieres saber por qué te ganó? ¿Quieres saber o no?
-Sí. .

-Porque te ofuscaste.

-¿Y eso que tiene que ver? Estoy seguro de que tengo mejores reflejos que él, que soy mejor que él. Y seguro que soy mejor que el 'Mítico' Ligor.

-Te ofuscaste.

-¡Ya me los has dicho, no soy tonto! ¿y qué tiene que ver?

-Cuando se pelea no se debe pensar, si piensas pierdes, si te ofuscas, directamente, no piensas, te nublas, te cierras. En segundos, si hubiera sido un enemigo te hubiera matado, aparte ¿por qué te has ofuscado? Estabas discutiendo con la joven, Arndix lo único que hizo es reírse de vuestras chiquilinadas ¿Qué tienes que decir?

Me sentía en una trampa, mi orgullo quería que me fuera, mi sentido común me decía que debería pedir disculpas y es lo que hice.

-Pido disculpas por mi torpeza.

Arndix me tiró con algo que yo sujeté con las manos, era una cantimplora.

Ábrela! Pruébala despacio, no es agua.

La tomo y *Jorge emite como un quejido* algo me quemó por dentro.

-¿¡Qué es esto!?

-Es un licor de la zona central, esto te aplacará, te dejará dormir.

Y siguiendo con su tono de burla, le dice a la joven: -¿Y tú Darvia también quieres?

-¡Vete al demonio!- Le respondió ella.

Y se recostó a un costado.

Tenía que vencer mis impulsos, Arndix me había dado una lección, mi Padre no intervino. . si hubiera sido un guerrero hostil me hubiera quitado la vida, no le tiré la cantimplora se la di en la mano y luego lo estreché en un abrazo.

-¡Bueno, bueno, bueno! ¡Está bien! Entre guerreros no hay abrazos.


No se notó mi rostro colorado de pudor, tenía mucho que aprender de esta gente que era curtida en la vida y. . ¡yo pensé que lo sabía todo! porque había estado con los Turanios, con los Orientales pero Arndix tenía como una especie de picardía, como que, no era inteligente solamente sino que estaba atento, no perdía el control, estaba alerta.

En realidad, eso me lo habían enseñado en la región Oriental, pero yo pensé que estar alerta era en una batalla, no en la vida cotidiana y entendí que en la vida cotidiana también debemos estar alertas. . Alertas en todos los aspectos, no solamente alerta con los saqueadores de camino, alertas con uno mismo, no perder el control, no discutir por tonterías, reírnos de las cosas tontas ¡reírnos de nosotros mismos! Que esa es la lección que me faltaba aprender, no enojarme por una burla, tomarla como lo que es. Y creo que en esa noche aprendí muchísimo,  antes de dormir le pregunté a mi Padre:

-¿Hay más gente esperándonos?

-¿Por qué el apuro? ¿Por qué la prisa? ¡Tranquilo, tranquilo! El mundo no se acaba todavía.

Pero a veces se podía acabar nuestra vida, de alguna flecha que viniese de las montañas, de algún enemigo oculto. Pero bueno. . era el mundo donde vivíamos y la aventura seguía.

Gracias por escucharme, hasta todo momento.

 

 


Sesión 3/11/11
Médium: Jorge Raúl Olguín
Interlocutor: Karina
Entidad que se presentó a dialogar: Vera-el (Thetán de Emmanuel F.)

 

Continuó relatando una vida en Umbro donde las vivencias le dejaron diversos engramas y dudas, de orgullo herido al ser capturados, no entender las razones de los objetivos del grupo, etc.

 

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Interlocutora: Bienvenido.
Entidad: Muchas gracias
Interlocutora: ¿Cómo te encuentras?
Entidad: Bien, en función de servicio pero arrastrando distintos engramas, puesto que a medida que uno va repasando episodios que ocurrieron hace tiempo atrás, estos engramas primero se reactivan, luego, una vez que se conceptúa esa emoción dolorosa y se decodifica a través del canalizador, es como que ese ‘peso conceptual’ deja de ser. Pero no es sumar ‘1+1=2’, todo es un proceso, un proceso largo, complicado, difícil, que, a veces afecta donde menos lo esperamos y produce trastornos psicofísicos poco creíbles para el común denominador de la gente.
Interlocutora: Dime, ¿cuál sería el engrama que tú crees, que en este momento, está afectando más a tu 10%?
Entidad: La vida en Umbro donde había encarnado como Jordi.
Interlocutora: ¿Quieres contarme?
Entidad: De repente de estar con los Turanios, con los Orientales, haber conocido a mi padre biológico, Fondalar, estar con un grupo de gente, aparentemente, afín a uno, si bien yo tenía un carácter explosivo y no confiaba en todos al 100%. Íbamos caminando hacia el Sur en una aventura que no sé si tenía razón de ser, lo extraño es esto: a veces, por la noche en la fogata, comíamos alguna presa que habíamos cazado y hablaba con cada uno y, en forma individual les preguntaba; qué sentido tenía esta aventura, al mundo de los Apartados ¿para qué? ¿Cuál era la razón? Y todos me decían por separado: ‘no le encuentro el atractivo pero entiendo que el grupo tiene avidez de saber qué hay más allá’.
Interlocutora: ¿Y tú tenías avidez por saber qué había más allá?
Entidad: Por un lado sí, pero por otro lado tenía recelos, no temor, porque no era fácil enfrentarse a mi espada tampoco, pero... no acababa de entender la mentalidad de todos ellos, porque por separado todos tenían dudas; todos decían ‘el grupo quiere ir’, pero ¿quién es el grupo? Las suma de las individualidades, y cada una de las individualidades tenía sus dudas, entonces... ‘el grupo quería ir’. No había una cabeza visible pero me dirigí a Ligor y le dije:
-         - No le veo el fin a todo esto - su respuesta fue muy simple, sencilla.
-          -Tal vez no haya un fin, tal vez sea el afán de aventura, por lo menos yo lo tengo y me interesa conocer lugares, situaciones, regiones, culturas.
-          -¿Culturas? En la zona ecuatorial hay culturas, hay teatros, hacen danzas pero las hordas del Norte, la misma comunidad Turania, los Orientales que son tan aplacados, menos en la Guerra, obviamente, ¿Culturas? Bueno, entiendo Ligor, que es una manera de decir-
Hablando con Ligor a la luz de la fogata miro a Fondalar y a Marcel, estaban como atentos a algo... instintivamente, bajo la voz, se escuchaba el susurrar del viento en las hojas de los árboles, si bien, siempre caminábamos en la arena, al costado de la playa, nos habíamos adentrado en un pequeño bosque. Y entre los árboles se escuchaba el deslizar de algo, de alguien. Y de repente, sentimos  unos dardos que nos picaban en el cuerpo, Darvia lanzó un gritó, cayó y el mismo Fondalar:

-          ¡Corramos para la playa! -uno, dos, tres, cuatro dardos en su espalda y cayó.
Yo me sentí como adormecido y perdí el conocimiento, es algo absolutamente ridículo porque salvo uno o dos del grupo, todos los demás nos considerábamos excelentes guerreros, quizá Marcel no, Fondalar no, pero ni siquiera su poder mental pudo prever el haber caído prisionero de alguien.
Interlocutora: ¿De quién?
Entidad: Fue saliendo el Sol y, esa gigantesca estrella, llegó el día, veíamos que estábamos atados con una especie de Lianas y vimos a unos seres de rostro bastante desagradable, con pequeños colmillos y había de dos clases; unos pequeños que apenas nos llegarían a la mitad del cuerpo, o menos, y otros que un poco más altos que nosotros, quizá, algo torpes, y no hablaban, gruñían. Daba la impresión, que los pequeños eran más inteligentes, tenían unos pequeños látigos, uno de ellos se acercó como a olfatearme y con mi pie derecho, que lo tenía libre, lo golpeé en su pecho y lo lancé a un par de líneas de distancia. Se juntaron diez pequeños, muy similares a los míticos Orcos terrestres y con una especie de látigo, hecho de plantas, me desgarraron la ropa y me flagelaron la espalda... Las plantas con las que estaban hechas estos pequeños látigos, eran plantas que tendrían alguna sabia rara porque sentía un ardor, un ardor casi insoportable, me lloraban los ojos pero, no tenía temor, tenía furia por haber caído en esa situación. Veía que Ligor, las jóvenes, el propio Fondalar, todos en la misma situación, y era dramático, grave y a su vez, risible; Ligor había conquistado otro continente, había luchado contra las Hordas del Norte y ahora caía presa de... de estos seres que no sé cómo llamarlos. Y me seguían lacerando la espalda, dando pequeños aullidos, pequeños gritos, el dolor que sentía, la sangra que me corría por la espalda ¡era algo tremendo! Estaba atado, nuestras armas no estaban a la vista, ¡si hubiéramos tenido nuestras espadas hubiéramos acabado con ellos en minutos! De repente, se escuchó como un Cuerno que lanzaba un sonido *el receptáculo reproduce el sonido con su garganta* y todos pararon, los grandes retrocedieron, los pequeños miraron hacia un costado de la espesura; alcancé a ver acostado una figura que avanzaba vestida de negro, con una capucha y tenía una especie de rama que le servía de bastón, pero no veía que fuera cojo o que caminaba mal, quizá, la tenía para apartar algunas ramas caídas.
Interlocutora: ¿Y en ese momento sentiste alivio porque te estaban dejando de lacerar el cuerpo? ¿O era más el temor?
Entidad: ¿Temor? ¿¡TEMOR!? ¡No, no tenía temor, no me interesaba! El dolor, no me interesaba nada, tenía ganas de coger mi espada y ¡qué vinieran de a diez!, ¡no me interesaba! Hubiera preferido morir peleando pero, no de una manera tan... la escena era graciosa, los grandes Guerreros, cada uno el mejor en lo suyo y caer en ésta...
Interlocutora: ¿Y qué pasó después?
Entidad: El hombre no mostraba su rostro, cogió una de nuestras armas pero, uno a veces sin ver el rostro de alguien visualiza su andar -por lo menos aquél que es experto en batalla- y no lo vi con esa pasión de matar, su andar era calmo, las figuras se retiraron, tanto los grandes, como los pequeños, y él cortó con una de las espadas nuestras ligaduras. Solamente yo había sido lacerado a latigazos pero veía que no podíamos levantarnos, se ve que esos dardos tenían un soporífero, un leve veneno o algo, la figura no nos habló, se retiró. Se dio vueltas a mirarnos pero su rostro, no alcancé a ver cómo era, vi sus manos... decían que los Apartados tenían la piel con yagas, no vi nada de eso, nada, levanto nuevamente la vista, semiacostado, y las figuras ya no estaban. Recién pasado mediodía pudimos movernos, me ayudaron a sentarme, apenas me podía mover... el ardor que tenía... Marcel y Fondalar prepararon unas hojas grandes, las untaron con un preparado que tenía Fondalar en su alforja y me calmaron el dolor, el ardor... pero era como decís vosotros, como un ‘hormigueo’ dolorosísimo, como si varias lanzas de fuego me hubiera cruzado la espalda y me quedó como un engrama de dolor, sí es verdad que eso me condicionó, me condicionó al punto tal de tener temor a estar sometido, a estar atado, a estar inmovilizado, ya sea con cuerdas o con lo que fuese. Yo, estando libre y teniendo mi espada no me molestaba luchar contra diez, aún sabiendo que no hubiera tenido éxito contra tantos. Entonces, fíjate como es el tema, mi temor no era a luchar y caer en batalla, aún herido de muerte, sino estar indefenso de no poder moverme.
Interlocutora: O sea, la impotencia.
Entidad: La impotencia, el sentirse inoperante, más que el dolor del ardor mismo de la espalda y eso me quedó como un engrama agravado, muy, muy profundo; al punto tal que puede afectar mi vida actual como masculino, en Sol III, afectando a nivel de ADN, mi parte fisiológica y pueden volver a notarse esas rasgaduras, esas heridas…
Interlocutora: ¿Hay alguna manera de poder minimizar ese dolor, esa situaciones para tu 10%?
Entidad: Como Thetán, desprendiéndome, momentáneamente, del Rol de Jordi; entiendo de que tengo menos peso conceptual de dolor, un dolor conceptual que me ha afectado por siglos y siglos, recordando ese incidente y entendiendo de que no somos nada. Los más grandes Guerreros, si tú supieras, las jóvenes, nosotros mismos, el adiestramiento que teníamos con la espada… Cada uno de nosotros era uno de los mejores en lo suyo y que de repente estemos todos juntos, por obra y gracia de aquél que está más allá de las Estrellas, que si bien da Libre Albedrío nos ha juntado, vaya a saber por qué razón, y que de repente, Ligor el Gran consquistador, Fondalar que lo ha ayudado en más de un rescate, unas bestias nos dominen de una manera tan torpe, caemos. Me molestaba el sentido del ridículo; quizá te parezca reiterativo pero si todo nuestro grupo hubiera combatido contra 100 guerreros enemigos, seguro nos hubieran vencido, salvo que Fondalar hubiera actuado en la mente de ellos pero supongamos que no y nos hubieran vencido, hubiéramos caído con honor porque cada uno de nosotros podía vencer a 5 como mínimo, luchando, y que estas bestias apenas inteligentes nos hayan hecho cautivos desde la copa de los árboles...
Interlocutora: ¿No crees que sea Ego de tu parte?
Entidad: Entiendo que el Rol de Jordi tenía Ego, vanidad, era bastante creído en cuanto a su juventud y su manejo de la espada perfeccionada al estar con los Orientales…
Interlocutora: ¿Cuál fue tu aprendizaje en todo esto sobre esta vivencia?
Entidad: No sé si hubo aprendizaje, entiendo que, como dije antes no somos nada, aún el más grande puede caer ante el más pequeño, aún el más pequeño puede zozobrar, aún el más diestro puede tropezar con una piedra y golpearse la frente muriendo desangrado tontamente. Lo que  no acepto es el sentido del ridículo, me parece un deshonor el haber pasado por eso.
Interlocutora: Quizás es posible que esta situación nos pueda dejar como aprendizaje no creérnosla tanto y por otro lado tratamos de estar más atentos.
Entidad: Atentos en general...
Interlocutora: Atentos a las distintas situaciones de la vida…
Entidad: Como dice el Maestro Johnakan: ‘estar alertas’.
Interlocutora: No sólo a los enemigos, a veces hay situaciones en la vida donde debemos estar atentos a nosotros mismos, atentos a los demás, aprender a vivir atentos.
Entidad: Claro, pero tú te refieres a esta vida, ten en cuenta que esa vida como Jordi era en un mundo salvaje donde el lenguaje era pobre, donde era más la acción que la palabra, donde--
Interlocutora: Predominaba la Mente Reactiva.
Entidad: Sí, predominaba más el instinto, es así, pero en mi mente no cabía, sentía vergüenza y una vez que estuvimos todos bien, menos yo, porque apenas podía moverme del dolor y no me podía poner ninguna prenda encima y, el calor de la estrella, tenía que refugiarme de nuevo en el bosque porque no podía soportar el calor de la estrella en mi espalda. Tuve tremenda fiebre por la noche. Fondalar me dijo que deliraba. Me prepararon un brebaje y después de dos amaneceres recién pude estar bien, me pude poner una prenda liviana que alguno de ellos tenía en la alforja y me dirijo a Fondalar:
-         - ¿Estamos yendo para los Apartados, nadie cambió de idea? ¿Cómo sabemos que estos seres no nos van a atacar de nuevo?
-          - Sentido común, querido Jordi, aquél ser era un apartado, no tengo ninguna duda y ellos le respondían, directamente vieron en nosotros potenciales enemigos y nos dominaron pero no quisieron hacernos daño, sino, nos hubieran lastimado a todos; a ti te flagelaron porque golpeaste a uno.
-          - Bueno, se estaba acercando a mí, me olfateaba, no sabía..!
-          - Está bien, no seas impulsivo, solamente te comento - Me enojé con Fondalar.
-          - ¡Te crees que lo sabes todo! Si supieras todo no hubieras caído en esta trampa.
-          - Jamás dije que supiera todo, aprendemos día a día y esto es un aprendizaje.
-          - Esto no es un aprendizaje, esto no es nada, esto es una tontería, que Ligor siga sacando pecho, que siga contando sus hazañas pero después en la zona ecuatorial cuente también esto - Ligor escuchó y largó una carcajada.
*suspira* ¡Qué impulsivo! Tenía ganas de cruzar espaldas con él, Fondalar me tomó del rostro y me dice:
-          - ¡Cálmate, cálmate!- le saqué la mano, me sacudí y le dije-
-          - Está bien, hay un rico olor ¿qué pasa? ¿Qué hay?
-          - Estamos cocinando al fuego un par de roedores.
-          - Está bien- veo que Marcel saca de su alforja un envase pequeño, mi mirada brilla.
-          - Eso es una bebida quemante ¿cómo la tenías contigo?
-          - No cuento todo lo que cargo en mi alforja- amaga de volcar el líquido quemante en la espalda.
-          - ¡No, no, no, no!- Le cojo el pequeño envase, tomo un sorbo y me quema por dentro, le devuelvo el envase *suspira*.
-          - Estáis todos locos-
Se levanta Darvia y dice:
-          - ¡Y no estoy loca!- y toca la empuñadura de su arma.
-          Está bien, niña ¡siéntate, siéntate! Por favor, lo que menos quiero ahora es discutir contigo.
No entiendo las vivencias, no entiendo el comportamiento de grupo, cada uno estaba desalentado por seguir viaje y el ‘grupo’ no, pero tú me entiendes, a ti interlocutora te digo, el grupo es la suma de individualidades, cómo se explica que las individualidades, cada una le daba lo mismo seguir o volver y en función de grupo todos querían seguir. No entiendo ese tipo de mente indivisa, no comprendo, no la capto, no la digiero, pero seguimos.
Interlocutora: Quizás todos tenían dudas pero no querían demostrar al otro que eran menos y querían continuar, como fue el propósito desde el comienzo.
Entidad: Pero yo creo que está, son guerreros avezados, están por encima de eso, de querer demostrarle al otro ¡No! Cada uno en su historia personal tenía infinidad de anécdotas que podían opacar al mejor Guerrero de Sol III, de la edad Media, de la edad Antigua; pasaba por otro lado, creo que era avidez, curiosidad o... yo mismo tampoco me resistí, seguía con el grupo y por qué seguía.
Interlocutora: Como tú me has comentado hace un rato, quizá era un mundo donde había que ser instintivo y más reactivo para poder sobrevivir, quizás, el grupo no estaba acostumbrado a volver atrás, quizás, continuar, el seguir adelante era lo único que conocían…
Entidad: Hoy como Vera-El tengo un contacto fluido con Radael, el 10% de Radael en esa vida, había quedado como alterado por el episodio de estos, llamémosle Orcos, y me doy cuenta de que a veces, nuestra mente, a la que Jonhakan llama decodificador, se altera. Hoy mismo en este presente, tengo una persona del sexo femenino a la cual le tengo afecto y también tiene su decodificador alterado por entidades negativas que han llegado a vulnerarla. Y me doy cuenta que en el plano físico somos vulnerables, y a veces, nuestro Ego nos hace creer que somos inmunes a todo, cuando no somos inmunes a nada. Ni siquiera a nosotros mismos.
Interlocutora: Podríamos decir que el Ego muestra un espejismo de nosotros mismos.
Entidad: Los distintos Roles ¡ay, ay, ay! Pero, sin embargo, tal vez sea propio de cada espíritu pero, así como en esa vida en Umbro seguíamos adelante a pesar de las dudas, uno como espíritu sigue con ese anhelo de investigar, saber, de crecer, de evolucionar, a pesar de que en cada encarnación tenemos tropiezos pero es así ¿no? Es así.
Interlocutora: Yo espero que te sientas más aliviado de haber podido compartir esta experiencia que ha sido dolorosa para ti, y que ha traído engramas durante tanto tiempo; espero que te sientas mejor y que puedas desde tu plano iluminar a tu 10% para que pueda sentirse mejor y cumplir sus propósitos en esta encarnación.
Entidad: Ya los está comenzando a cumplir, porque mi 10% incorpora conocimiento y el conocimiento aplicado, es Sabiduría. Gracias, querida interlocutora.
Interlocutora: Muchas gracias a ti.
Entidad: Y estoy abierto a recibir la luz de tu Thetán, Kar-El.
Interlocutora: Muchas gracias a ti, Vera-El, te envío toda la luz, hasta todo momento.