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Psicoauditación - Juan H. |
Sección Psicointegración y Psicoauditación - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección |
Si bien la Psicoauditación es la técnica más idónea para erradicar los engramas conceptuales del Thetán o Yo Superior de la persona, la mayoría de las veces se psicoaudita a thetanes que habitan en planos del Error y sus palabras pueden no ser amigables y/o oportunas para ser tomadas como Mensajes de orientación, algo que sí se da cuando se canaliza a Espíritus de Luz o Espíritus Maestros.
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Sesión del 13/03/2025 Vaquia, Gustav Weber Sesión del 14/04/2025 Vaquia, Gustav Weber Sesión 13/03/2025 Con un compañero de la facultad conocieron a alguien que estaba relacionado con un demonio, que era amigo suyo y lo defendía de otros. Un día coincidieron con él y presenciaron un altercado entre el demonio y otro ser mitológico. Cuando todo terminó su temor por lo desconocido le dejó muy baja su autoestima, eran demasiadas cosas que aceptar en un sólo día.
Entidad: Mi nombre es Gustav Weber, si digo que extrañaba el vivir con mis padres, honestamente, no.
Es cierto que había juntado dinero, en la enorme sala que tenían en planta baja daba clases particulares a jóvenes de escuela secundaria, mientras tanto me comunicaba con mi laptop por internet con Víctor, en una ciudad que era mucho más al sur pero aparentemente mucho más acogedora, salvo por un enorme bosque que la circundaba.
En un momento determinado mis padres cansados de darme indirectas me dicen: -Evidentemente vemos que te has comunicado con tu amigo, él quiere que vayas para allí, incluso van al mismo año de facultad.
No era una indirecta; directamente es como que... no es que yo los incomodara, era el hecho de que recibía alumnos. Aclaro que ellos tenían un piso superior con todas las comodidades, todas, pero hay personas de edad mediana, no digo mayores porque no lo eran, pero personas de edad mediana que querían estar solos sin el murmullo de chicos ni nada. Hasta que un día cogí mis maletas y me marché al sur. Mis padres me abrazaban, mi madre con los ojos húmedos, con lágrimas. Y en el fondo yo pensaba que no me van a conmover porque me harté de las indirectas. ¿Quieren estar solos? Bueno, buscaré una nueva vida.
Incluso Víctor me propuso: -Mira, para no gastar tanto dinero en renta, rentemos juntos, si no te incomoda. Incluso compartimos el banco del al lado, en la facultad.
Recuerdo, sí, varias noches que vimos, cuando salíamos de la cafetería que cada uno iba pensando en lo que haría al día siguiente, visualizábamos sombras. Yo soy lógico, una sombra es una proyección de una imagen que del otro lado le da luz proyectando esa sombra. Aquí no había ninguna imagen ni ninguna luz, es como si fuera una sombra que hacia bulto en tres dimensiones, y se contaba en la zona que a un par de jóvenes, de chicas, esa sombra las había cubierto por completo y la sombra luego se desvanecía y la niña ya no estaba más, como que la sombra se alimentara de ese ser humano.
Nunca creí en leyendas, en mitos y esas cosas, pero el hecho de ver con Víctor una sombra viviente me hizo reflexionar. Víctor me contó que en el Bosque de las Sombras había todo tipo de seres sobrenaturales que uno consideraba leyendas, como vampiros, hombres lobo, etcétera.
Yo era una persona que me sentía relegada en muchos aspectos, había tenido fracasos afectivos, no tenía muchos amigos. Mis padres, si bien... a ver, si bien en la última época yo les incomodaba y prácticamente me forzaron a irme, cuando yo era más chico eran muy sobreprotectores y de alguna manera es como que me hicieron endeble, con poco carácter, con baja estima, tratando muchas veces buscando la aprobación de los demás, y eso era algo que no me podía permitir. A mí el cambio me hizo bien, por lo menos tenía un amigo leal, honesto que compartía sus pensamientos, no era tan tímido, pero de alguna manera es como que también le costaba tener una amiga o quizás algo más que amiga. Y puedo asegurar que le gustaban mucho las chicas de la facultad, pero no se animaba a hablarles. ¿Si teníamos amigas? Sí sí sí, bastantes, del mismo curso o de otros cursos, pero no nos agradaban en el sentido de gustarnos, eran profundas, sinceras, si tenías alguna duda buscaban resolvértela, pero no pasaban de ser amigas. Las que nos gustaban nos ignoraban.
Y casi era todo una rutina hasta que conocimos a Jürgen, Jürgen Nicklaus. Habíamos escuchado de él, los padres incluso lo hicieron ver por un psiquiatra diciendo que no estaba en sus cabales, le hicieron todo tipo de test y resultó que tenía una inteligencia por encima de lo común. Pero él afirmaba, de pequeño, incluso ahora, que tenía un amigo invisible y que la última vez, cansado de que los padres le dijeran que no estaba bien de la cabeza, le pidió al amigo invisible que se muestre. ¿Qué fue lo que vieron los padres?: Un ser en forma de demonio con cuernos, lo cual me pareció una exageración. Jürgen nos presentó a Håkon su amigo invisible, era un joven agradable, de etnia negra, de piel muy, muy oscura casi ébano, comentaba que conocía de historia, de todo.
Mi curiosidad me hizo preguntarle a su amigo Håkon, ese ser que decían que era invisible: -No te hemos visto en la facultad. -No preciso la facultad, tengo toda la sabiduría del mundo. -¿Cómo? -Tengo miles y miles de años en este mundo. -Nos reímos con Víctor. -¡Je, je!, habla en serio, por favor. Jürgen dijo: -Les digo de verdad que mi amigo Håkon habla en serio. Yo lo conocí de pequeño, nunca me asusté de su verdadera forma. Además, como yo era chico, prácticamente un niñito, él se mostraba de una forma más pequeña como una especie de dragoncito con alas. -Nos miramos con Víctor. -¿Y cuál es tu forma actual? -Estábamos en un callejón, Håkon se fijó que no hubiera nadie, se despojó de parte de sus prendas e hizo la transformación. Lo puedo describir: un rostro triangular, la piel completamente rojiza, amarronada, ojos que no podría decir de qué color eran, frente amplia y enormes cuernos- Me fijé sus pies y no eran pies humanos sino como de carnero. Le dije: -¿No nos harás daño? -No, si sois amigos de Jürgen obviamente que no. ¿Me tienen miedo? Respondí: -En la iglesia dirían como que tu forma es la forma del diablo -Håkon sonrió, volvió a su forma humana de piel de ébano, se puso de vuelta sus prendas, prendas que se hubieran roto porque en forma de bestia medía como mínimo dos metros y medio. Y nos dijo a Víctor y a mí: -El diablo no existe, es un invento de la iglesia. Soy un demonio muy muy antiguo pero a veces competimos con otros demonios en ver quien tiene más poder. Y me quería tomar un descanso, la mayoría de los chicos cuando son niños se asustan, Jürgen Nicklaus no se asustó y eso me agradó. Es más, decía que yo era su amigo imaginario. Yo le decía: "No soy imaginario, tócame, soy de verdad. Pero somos amigos, jamás te causaría daño. Al contrario, mi misión es protegerte de quien quiera hacerte daño a ti". Y una vez me tuve que mostrar delante de sus padres, que se espantaron porque llevaban a mi amigo al psiquiatra y le querían dar comprimidos y no sé cuantas basuras, que obviamente le decía a Jürgen, "Ni se te ocurra tomar eso". No me considero bueno y a veces tengo muy bajos instintos; cazo animales en el Bosque de Las Sombras y los devoro, me alimento como cualquier otra persona. Pero no soy una persona soy un demonio más que milenario. Le dije: -¿Eres inmortal? -No sabría decirte. Te puedo decir que conocí civilizaciones que ya no existen... ¿Queréis venir al Bosque de las Sombras a pasear? Hoy es un día feriado, no hay facultad. Nos encogimos de hombros con Víctor y dijimos: -Está bien. -Pero pregunté-: Sabemos que hay vampiros, sabemos que hay hombres lobos y otro tipo de criaturas que pensábamos que eran mitológicas. -Quedaros tranquilos. Una vez fui con Jürgen a pasear y se apareció un vampiro. Yo estaba en forma humana. Por supuesto que inmediatamente me transformé, lo despedacé y no lo devoré porque no devoro carne muerta, el vampiro es un ser muerto. No les voy a explicar en este momento si están muertos cómo viven, sólo sé que ni los vampiros ni los hombres lobo se meten conmigo, solamente huelen mi hedor a la distancia y se alejan. Jürgen dijo: -Gracias a mi amigo Håkon puedo volar. Dije: -¡Espera espera, cómo volar? O sea, ¿tu amigo, el demonio, te da el don de volar? -No, monto a sus espaldas cuando él se transforma en demonio. Y tiene el don de hacerse invisible, por supuesto, entonces el que me ve cree que vuelo, pero en realidad el que vuela es Håkon. -Lo miré y le pregunté... Yo estaba pálido transpirando, por más confianza que me diera Jürgen Nicklaus sobre su amigo Håkon, el hecho de ver a un demonio en persona hacía que mis pulsaciones por minuto pasaran de ciento veinte. Le digo: -Está bien que hayas matado vampiros, está bien que te alimentes de mamíferos, pero con seres humanos, ¿qué? -Bueno, algunas veces me han visto estudiantes e iban corriendo para avisar a preceptoría que habían visto un demonio en el bosque. -¿Entonces? -pregunté. -Entonces por supuesto los alcancé y los devoré. -¿Pero por qué?, eran inocentes. -Pero sabían de mí. -En ese momento miré hacia atrás y se acercaba un joven estudiante. -Lo conozco -le dije a Víctor. -Sí, es Dominique, es una persona simpática que vive resolviendo el problema de casi todos pero de él se sabe tan poco... -En ese momento Håkon se sacó sus vestiduras y se transformó en demonio. Miramos hacia Dominique pensando que iba a salir corriendo hacia los límites de bosque, pero no, siguió avanzando.
Dominique lo miró a Håkon y luego lo miró a Jürgen: -¿Sabes que tu amigo ha matado gente inocente? -Bueno -respondió Jürgen-, primero tú no eres quién para juzgar a nadie, segundo no te metas donde no te llaman, mi amigo puede despedazarte.
Dominique dejó de mirar a Jürgen y miró al demonio Håkon: -Sabes que puedo detenerte. Håkon emitió una especie de sonrisa, mitad sonrisa mitad gruñido: -Mira con quien me voy a encontrar, con un vástago de Arconte. -Dominique frunció el ceño. -¿Arconte? ¿De qué hablas? -¡Ja, ja, ja! Así que no lo sabes. -¿Qué no sé, qué cosa? -¿No sabes lo que es un Arconte? -Por supuesto que lo sé, en mitología en la escuela secundaria me sacaba las mejores notas, pero son seres mitológicos. -Claro -dijo Håkon-, como yo. ¿Qué me impide despedazarte? -Inténtalo. -No, eres un vástago de Arconte, sé que tienes un tipo de dones, sé que con sólo tocar a un licántropo o a un vampiro los conviertes en polvo, sé que puedes derrotar también a una sombra viviente. Pero no te confundas, Dominique, yo soy un demonio. Tócame y verás que no pasa nada. Tócame. -El demonio le cogió la mano y se la pasó por su rostro-. ¿Y? ¿Me ves convertido en polvo? Serás vástago de Arconte, pero eso no te salva de mis colmillos. Le pedí: -Por favor, Håkon, déjalo que se vaya. Håkon lo miró fijamente a Dominique: -¿Me prometerás que no contarás nada de lo que viste aquí? Dominique lo miró fijamente: -No voy a contar nada, no por temor que me ataques sino porque no me creerían. Pero yo debo frenarte. Que mates vampiros me ahorras el trabajo. Con licántropos no te metas. Hay comunidades que no se meten con nadie. Que te alimentes de mamíferos me parece bien pero has matado a estudiantes, y eso debes pagarlo. -¿Y cómo me frenarás? -Acabando contigo. -Håkon se lazó con sus garras y sus colmillos atacando a Dominique. Pensó que se lo llevaría por delante avasallándolo pero Dominique con una fuerza descomunal lo contuvo. Es más, lo empujó al demonio y lo hizo caer. -No puedo convertirte en polvo pero puedo desmembrarte, puedo arrancarte la cabeza. -Håkon, furioso, con sus garras le rasgó la mejilla, Dominique quedó descolocado-: ¡Es raro! -¡Ja, ja, ja! -Rió el demonio-, sé a qué te refieres. Hubo otros seres que vosotros consideráis mitológicos que te han herido y en instantes tus heridas cicatrizaron y no se notaron, fíjate que ahora no. Ahora sabes de mi poder. Tú dices que puedes destruirme, yo creo que es al revés porque te puedo ocasionar heridas en todo el cuerpo. Y como verás, tu poder de regeneración no es tan bueno con la herida de un demonio. Así que vete y no molestes. -Dominique quedó sorprendido, se tocaba las heridas de la mejilla y manaba sangre. Nos miró a nosotros y se marchó.
Le preguntamos a Håkon: -¿Qué es un Arconte? -Buscadlo, en la web tenéis mucha información. Me quedaría aquí en el bosque con mi amigo Jürgen. Volved a la ciudad -nos dijo a Víctor y a mí-, quiero estar solo con mi amigo. Estoy molesto, nunca me había encontrado con un vástago de Arconte.
Le pregunté a Víctor cuando volvíamos: -¿Primero, qué es un Arconte? -No sé, sé tanto como tú. -Y segundo, Nicklaus parece buen joven, pero el tener un amigo demonio es como que, honestamente, no tengo más ganas de tratarlo. -A partir de ese momento evitamos juntarnos con Jürgen Nicklaus.
Y si al comienzo de este relato dije que tenía baja estima, que buscaba la aprobación de los demás, a todo esto se había sumado el miedo a lo desconocido, a cosas que habitan en la oscuridad y lo que más me causaba pánico era que me había dado cuenta de que las criaturas mitológicas en Vaquia existían de verdad. Y también me quedé sorprendido de que si bien Dominique quedó con algunas heridas en su mejilla, el demonio no pudo con él.
Teníamos un médico amigo y le pedimos unos ansiolíticos, Víctor no se sentía bien. Durante dos días no fuimos a la facultad, nos quedamos en el apartamento que rentamos estudiando mitología por internet y vimos cosas pavorosas.
Recuerdo que una vez el propio Dominique, la primera vez que lo conocí, me dijo una frase desconcertante cuando le hablé de la mitología del Bosque de las Sombras y hablaba y hablaba y hablaba, y me interrumpió, y me dijo: -Para qué hablar con palabras si la realidad habla por nosotros. En ese momento no le encontré sentido a la frase, hasta ahora.
Sesión 14/04/2025 Sabía que existían demonios, arcontes y otros seres mitológicos, los había visto y tocado. Y hablaba con el más relevante de ellos preguntándole de donde venían, que poderes tenían y si podían transmitírselos. Entendió la respuesta que le dio.
Entidad: Estábamos caminando con Víctor tratando de digerir todo lo que habíamos visto. Si me preguntaran, ¿qué me sorprendió más Håkon, el demonio amigo de Jürgen Nicklaus o Dominique? Porque es cierto que Dominique fue herido, pero también es cierto que se fue recuperando en menos de una semana.
Recuerdo que lo vimos en la facultad, estaba con su novia. Recuerdo que Víctor le preguntó a ella: -¿Puede ser que antes estuvieran en otra ciudad, en otra facultad?, porque no los conocíamos. Ella respondió: -No somos de aquí, no somos de Vaquia. -Perdón -exclamó Víctor-, ¿vienen del país del norte? -No, venimos de un universo alterno. Hablé yo, riéndome: -Estamos hablando en serio. -Yo también hablo en serio. -Bien. -En tono de burla dije-: ¿Y cómo pasaron, hubo un vórtice y de repente aparecieron en Vaquia? -No. -¿Me puedes contar? -Lo tengo que hablar con mi novio. -Dominique estaba callado, serio. Le preguntamos, obviamente: -¿Cómo estás? -Con un poco de fiebre, por primera vez en mi vida. -Explícate... ¿Nunca tuviste fiebre? -Nunca tuve ninguna enfermedad, y si alguna vez sufrí alguna herida, en instantes cicatrizaba. Pero esto es nuevo para mí, de donde yo vengo no hay demonios. -¿De dónde vienes? -De otra tierra. -Está bien. ¿Cómo vinieron aquí?, si supuestamente les creyera. Por otro lado, supongo que tu novia ya lo sabe, el demonio te llamó vástago de arconte. ¿Puedes explicarte? Dominique nos miró, y dijo: -En la otra tierra tengo un hermano, un hermano dos años mayor que yo, llamado Peter. Ambos somos hijos de arcontes. -¿Qué es un arconte? -pregunté. Dominique respondió: -Mirad, todos los seres humanos con sentido común saben que los dioses son productos de, o bien de la religión o bien de la mitología. De donde nosotros venimos estábamos en una ciudad que era un calco de Vaquia, un bosque donde había vampiros, licántropos, pero yo por ser hijo de arconte tenía un don especial no sólo no podían hacerme nada sino que con sólo tocarlos se convertían en polvo. -¿Tu novia también es así? -No, ella se crió en su bosque, en nuestra tierra, un bosque similar a este, el de las Sombras. Y lo que sí hay en mi mundo, en nuestro universo, son también sombras vivientes, que es de lo más peligroso. Y una de ellas atacó a mi novia y le estaba quitando la energía hasta que yo tuve que acabar con ella. -¿Tienes el poder para acabar una sombra viviente? -Sí, con mi luz. Pero ella estaba al borde de la muerte y en un hospital de la ciudad le di mi sangre. -¿Estabas en lo que sería vuestra Vaquia? -No, estábamos en un nuevo continente de nuestro universo alterno, y ella al recibir mi sangre es como yo, igual que la novia de mi hermano Peter. -¿Ellos no vinieron con ustedes? -No, nuestro padre los envió a otro universo alterno. -¿En función de qué? -En función de estudiar a la criaturas mitológicas y a tener defensas en nuestro cuerpo para que los demonios y otras criaturas no nos dañen. Mirad mis cicatrices. -Miré asombrado, estaban casi completamente sanadas-. No te asombres, Gustav -me dijo Dominique-, normalmente en nuestro universo cualquier entidad supuestamente mitológica no puede dañarme en absoluto. Es más, la novia de mi hermano en una pequeña montaña se quebró un hueso de la pierna, mi hermano le dio su sangre y en un par de días el hueso estaba perfectamente soldado cuando demoraría a veces más de dos meses. Pero obviamente se lo ocultamos a su familia. Mejor dicho, se lo ocultó mi hermano. -O sea, ¿que vosotros tenéis en vuestro mundo muchas historias? -Sí -dijo Dominique-. En nuestro mundo tenemos espectros, sombras vivientes, vampiros, licántropos y alguno que otro ser maligno, sombras vivientes que pueden transformarse en seres humanos normales, como una profesora que tenía mi hermano. -¿Qué es un arconte?, Dominique. -Bueno, vamos a lo que decía antes. En ambos universos este tipo de seres son o bien invenciones de la religión, o bien de la mitología. Allí existen en nuestro mundo pero en menor cantidad, allí no hay demonios. Y aquí vi que también hay metamorfos, o sea, los llamados cambiaformas. -Eso no lo sabía -exclamé. -Sí, los hay, los hay... Me interrumpió Víctor: -Dominique, ¿qué significa 'fortalecer tus defensas'? -Nuestro ADN, por ser hijo de arcontes es distinto al vuestro. Lo voy a decir con un idioma sencillo: nuestro ADN se adapta, nuestro ADN aprende. Esto significa que si tengo un encuentro con un demonio, sea Håkon o cualquier otro, puede volver a lastimarme. Pero la herida no va a tardar una semana en cicatrizar, va a cicatrizar en dos o tres días, y la tercera vez prácticamente apenas me va a hacer mella al punto tal de que sea inmune al ataque de un demonio. -Vaya. Obviamente, como tu novia tiene tu sangre también. -Sí. Exactamente. -Por tercera vez, salvo que no quieras comentarnos, ¿qué es un arconte? -Bueno. Ya sea en la jerga mitológica son potestades superiores. En la religión hay distintas interpretaciones de acuerdo a la religión, para muchos son ángeles caídos, para otros son seres humanos que vivían hace miles de años como asesores de los reyes, de los emperadores, pero tenían la ventaja de que no morían. Nada de eso es cierto. Según dicho por mi padre los arcontes tienen miles de años de antigüedad. Y sí, serían como dioses menores- Víctor dijo: -Pero Dominique, un dios menor no puede tener hijos humanos, eso es una fantasía bíblica, como la de los gigantes bíblicos, que nunca existieron. -El tema es así -explicó Dominique-: Hay arcontes mujeres que aman la vida, aman el tener hijos... Pero voy a dar un ejemplo para que me entendáis: ¿sabéis lo qué es una abeja? -Sí, la que nos da la miel. -Bien. A diferencia de la avispa que te pica y si te pican muchas pueden incluso matarte, la abeja al picarte no puede sacar de tu piel su aguijón, lo pierde y muere. -No entiendo la simbología. -Las mujeres arcontes cuando dan a luz mueren en el parto y la criatura que nació es una criatura híbrida, mitad humano mitad arconte. No puede vivir como un arconte miles de años, envejecen. Yo envejezco. Pero sí tenemos el don de poder luchar contra criaturas malignas, somos inmunes a un veneno, a todo tipo de veneno. -¿Nadie puede matarlos? -Sí por supuesto, pueden matarme disparándome una bala al cerebro o al corazón. Pero depende donde se aloje la bala. Hay personas comunes que han podido vivir con una bala en el cerebro. En nuestro caso es distinto porque si no toca una parte esencial, el cerebro puede ir deshaciéndose de esa bala. Lo mismo en el corazón, si no toca una parte esencial el cuerpo se deshace de la bala. No es sencillo de explicar, lo estoy tocando superficialmente el tema.
Y en ese momento me puse a pensar. -¿Por qué Vaquia? -Explícate -pidió Dominique. -Claro. Vosotros venís de un universo alterno, según decís, y en ese país similar a Vaquia pasan ese tipo de entidades mitológicas. Muy bien. ¿En otros países también? -En mucho menor grado, en mucha menor escala. En el país del norte del nuevo continente sí hay muchas entidades, tantas como en nuestra ciudad que es la equivalente de Vaquia, esto significa que en este mundo puede haber otras ciudades que tengan bosques más pequeños y que también haya otro tipo de alimañas supuestamente inteligentes. -¿Y cómo nos protegemos? -Bueno, en los bosques hay guardianes que tienen potestad como para que los vampiros no los dañen, ni los licántropos. Sí los pueden matar una sombra viviente y también estas cosas nuevas que hay aquí. Además de demonios, con mi novia hemos visto de lejos otras bestias que solamente las conocíamos en manuales mitológicos. El gnosticismo también trata sobre los arcontes pero de una manera muy muy equivocada. La mayoría no tiene la menor idea, no tiene la menor idea de nada. Víctor le preguntó a la novia de Dominique: -¿Cómo has reaccionado cuando lo viste a tu novio sangrando? -No lo podía creer. "Dominique, ¿qué pasó? Me contó lo del demonio Håkon y para calmarme me dijo "Estoy convencido que mi cuerpo va a aprender a combatir el daño que provocan los demonios". Pregunté: -¿Qué tienen de particular, algún veneno distinto o algo que los puede dañar mientras que un vampiro no? -No, tiene que ver con la energía. La maldad es algo, ¿cómo diríamos?... algo inespecífico, como la bondad, pero en los demonios la maldad se transforma en sus garras, como si las mismas tuvieran una especie de pócima venenosa distinta a todo lo conocido, por eso mi ADN no reaccionó como sí reacciona con un veneno común. Pero si mi ADN se acostumbra no hace falta que mi novia pase por lo mismo, le vuelvo a hacer una transfusión de sangre y su ADN se va a adaptar al mío y también va a ser inmune sin necesidad de que un demonio la lastime. -¿Y no podrías hacer eso con nosotros? -preguntó Víctor. -Lo que pasa que yo soy el hijo de un arconte. -Sí, tú sí, pero tu novia no, y sin embargo la has inmunizado. ¿No puedes hacerlo con nosotros? -Mi padre, antes de trasladarme a este universo alterno, me dio la orden de que les enseñe a cómo defenderse, a ocultarse por las noches, a no ir al bosque cuando está anocheciendo, a evitar los callejones oscuros o ir por avenidas cuando regresáis tarde a casa, pero no me dio autorización para "inmunizar" a otras personas. Obviamente que le dije: -Pero padre, eso es egoísmo. -No, no. -Pero sí es egoísmo -exclamé yo. Dominique me dijo: -No, Gustav Weber, no, no pasa por ahí, esto que te digo espero que no te caiga mal, y no lo digo por vosotros, ni por ti ni por Víctor, pero hay mucho muchísimos seres humanos poseídos por el ego, por apetitos de poder. Imagínate, insisto, no lo digo por ustedes, imagínate que inmunizo a un gobernador autócrata o dictador y lo hago invulnerable a todo. -Claro, pero no hablamos de eso, hablamos aunque sea a nosotros dos. -Vosotros tenéis ego, un ego no de maldad, pero sí un ego que puede envanecerlos, hacerlos creídos y mostrarse ante los demás todo lo que pueden hacer, y ese tipo de cosas se esparcen como reguero de pólvora. Y en una semana voy a tener mil estudiantes pidiendo algo que en nuestro mundo guardamos en secreto. Obviamente con vosotros no lo hicimos porque habéis visto a un demonio, pero les pediría que no le cuenten a nadie más salvo que ustedes dieran la vida por la honestidad de esa persona y sepan que no lo va a contar a nadie más. Sí puedo deciros que cuanta más gente sepa de nosotros más se va a esparcir la noticia. Quiero que entiendan que no es egoísmo de mi padre, es sentido común. Por favor, entiéndalo. Pero si alguna vez tuvieran un ataque, tenéis nuestro celular, nos llaman e inmediatamente acudimos, y si tuvieran alguna herida o algo nuestra sangre les salvaría la vida. Pero de verdad os pido, no os enojéis con nosotros, pero si llegáis a contar algo lo vamos a desmentir y los van a tomar a vosotros con personas con problemas psiquiátricos, como pasó con Jürgen Nicklaus, que los propios padres no creían en Håkon hasta que se les apareció en forma de demonio. Los padres por supuesto aterrorizados. Y sí, Gustav, Víctor, nos inquieta mucho Jürgen Nicklaus porque es como que se está pasando al lado oscuro; él lo quiera a su demonio, piensa que su demonio le va a dar mucho poder. Lo que no se da cuenta Jürgen, porque es tan ingenuo, es que el demonio lo está usando. Y yo doy mi palabra de que voy a acabar con Håkon. Y ahora voy a ir con mi novia a casa a descansar un rato. Aclaro que mi madre no sabe nada, mi madre adoptiva no sabe nada. -¿Ella no sabe que fueron a un universo alterno? -No, le dijimos que fuimos al nuevo continente. Y mi hermano Peter a sus amistades, a los padres de su novia les dijo exactamente lo opuesto, que venían al viejo continente. O sea, nadie sabe que los cuatro estamos en un universo alterno, pero no sé dónde está mi hermano y su novia. Vamos a ir a casa a descansar hasta que mi ADN se adapte del todo al veneno de ese demonio, y luego le transfundiré sangre a mi amada novia. Hasta pronto Gustav, cuídate. Víctor, también. -Por supuesto -dije yo.
Los vimos alejarse y le dije a Víctor: -¿Te digo la verdad?, tengo más miedo que antes. -¿Por qué?, conocimos a dos persona que combatirán a esas bestias. -Sí, pero son dos y hay decenas y decenas de bestias en el bosque. -Bueno -exclamó Víctor-, cuidémonos.
Me quedé pensando: -Hay muchas chicas de facultad que me gustan y tenía razón Dominique, si me hubiera transfundido sangre y tuviera poderes o dones, lo primero que haría sería mostrarme ante las chicas que me gustan, cogería una navaja, me cortaría parte del brazo y le diría: "Mirad como cicatriza en segundos". Pero eso sería un ego nocivo porque las chicas hablarían entre ellas y nos señalarían como bichos raros. El ego nunca va a ser nuestro amigo, no hay egos buenos.
Víctor me escuchaba callado: -¿Y qué tipo de egos hay? -Egos muy nocivos y egos menos nocivos, pero el ego siempre demanda. -Y en este caso, ¿en qué sentido demandaría? -Como dije recién, si tuviéramos el don que tienen Dominique nuestro ego se elevaría por las nubes y nos mostraríamos por todos lados. -Tienes razón. Y marchamos para casa.
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