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Psicoauditación - Kremel |
Sección Psicointegración y Psicoauditación - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección |
Si bien la Psicoauditación es la técnica más idónea para erradicar los engramas conceptuales del Thetán o Yo Superior de la persona, la mayoría de las veces se psicoaudita a thetanes que habitan en planos del Error y sus palabras pueden no ser amigables y/o oportunas para ser tomadas como Mensajes de orientación, algo que sí se da cuando se canaliza a Espíritus de Luz o Espíritus Maestros.
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Sesión del 20/10/07Sesión del 04/12/08Médium: Jorge Olguín Entidad presentada: Kremel, entidad angélica. Explicó que los ángeles pueden tener roles de ego incluso en su plano. Habló del servicio y de diversos temas relacionados con los ángeles como el tener al 10% en un plano bajo, del espacio en los planos suprafísicos, del limbo, de la inestabilidad emocional de muchos ángeles.
Interlocutor: … ángel que está en un plano angelical, que es el sexto, su nombre como 10% es Viviana y bueno, aprovecharé de hacer unas consultas y a ver cómo está este Thetán.
Interlocutor: Me gustaría saber si en estos momentos se encuentra Kremel acá con nosotros.
Entidad: Estoy aquí, como flotando. Cada receptáculo es distinto para traducir mis conceptos al lenguaje hablado. Así como aquel traductor de idiomas traduce el libro de un autor de una manera, otro traductor lo hace de otra; con más énfasis, con menos énfasis, con distintas oraciones que pueden relatar sucesos similares. Eso es lo que sucede cuando se canaliza a través de distintos receptáculos. Lo importante es entender que en nuestro plano tenemos una desventaja -si se le puede llamar así- con respecto al plano 5 que es el plano de máxima luz, el único plano de luz del mundo espiritual, porque el plano 4 es un plano Maestro. En el plano 5 no hay cabida al ego, sí hay cabida a los engramas. En el plano 6 hay cabida a los engramas porque arrastramos engramas de vidas pasadas cuando encarnamos y muchas veces también llevamos a nuestro plano roles del ego.
Obviamente pasa que a veces cuando tenemos una lección kármica pendiente ese 10% que encarnó queda en un plano más bajo hasta aprender su lección kármica. Lo más importante es que las entidades angélicas estando encarnados somos tan vulnerables, tan vulnerables como cualquier entidad espiritual. No nos diferenciamos absolutamente en nada, igual decodificador, igual concepto, iguales roles del ego, iguales engramas; nos diferenciamos únicamente en que la esencia que nos anima vibra en un nivel más sutil. En nuestra vibración siempre fuimos conocidos debido a aquellos libros históricos que nos pintaban más cerca de Dios cuando en realidad hasta las partículas más densas tienen a Dios dentro suyo.
Aclarado esto me quedo con la tranquilidad de haber difundido el concepto. Está más cerca de Dios aquel que es más útil, en el plano que sea. Pero los conceptos sirven únicamente para poder movilizarnos como entidades que somos. No nos priva de caer, no nos priva de equivocarnos porque lo hacemos permanentemente en cualquiera de los planos.
Estamos en el mismo nivel de vibración que el plano 5º o plano de Luz. Solamente hay una diferencia focal que ya se ha explicada en muchas oportunidades; así como en el plano físico cetáceos, acuáticos y animales terrestres respiran el mismo aire, las entidades del plano 5º nos pueden visualizar perfectamente como nosotros a ellos, simplemente que tenemos un timbre distinto como los seres del plano físico que cantan con el mismo tono de voz pero vuestro oído los distingue porque este tiene un distinto timbre a aquel. Es eso.
Por lo demás no tenemos otra ventaja. Al contrario. La desventaja es que muchas veces arrastramos roles de ego, porque nosotros no descendemos de plano, desciende únicamente el 10% que pudo haber cometido el acto hostil en la vida anterior pero no el 100% porque somos incompatibles energéticamente con otros planos espirituales por un Principio Divino. Por eso es que no descendemos. Nada más. Y como la parte que cometió el error, ese 10% está como más denso justamente por haber vivenciado hostilmente tanto él como a su entorno, puede compatibilizar con un plano espiritual más denso y ahí estar. Eso es una explicación.
Interlocutor: Kremel, tú sabes también que soy el médium Misael Godoy y tiempo atrás, más bien el año pasado te he incorporado como también mi interlocutor Suler que es en este caso el compañero de vida de tu 10%...
Entidad: Y te agradezco el haber transmitido con mucha fidelidad mis felices conceptos. Te lo agradezco muchísimo.
Interlocutor: Kremel, primero que todo me gustaría saber, estás en el 6º plano, perfecto. ¿Pero hay algún subnivel?
Entidad: Sexto plano subnivel 2.
Interlocutor: Perfecto. Sexto plano subnivel 2. Otra cosa importante. Tu 10% siempre está en base a repasos reactivos y toma un poco la ansiedad, la impulsividad, a veces quiere que las cosas sean como un cronómetro, yo sé -obviamente, porque conozco los roles del ego- que eso no es bueno. ¿Eso conllevaría que quedara como 10% -según lo que tengo en conocimiento- después de desencarnar en planos, ¿podría pasar? en planos densos o se uniría a ti como 90% en forma automática?
Y la otra pregunta: ¿Es cierto realmente lo que se había dado a conocer anteriormente el conocimiento del Grupo Elron como el famoso limbo donde el 90% en caso de que pasara, quedar como atrapado en... no es que exista un espacio porque en los planos suprafísicos no existe espacio, pero un lugar especial donde quedan, entonces ¿qué es ese lugar? ¿Qué es eso del limbo en el plano angelical? Porque está en la página eso y quisiera saberlo. Esas son las únicas dos preguntas que te voy hacer. Primero la de tu 10% y después que tiene que ver esto del limbo y todo eso.
Entidad: El 10% puede descender de plano y no unirse a mí si comete en repetición actos hostiles. Pero mi 10% es un ser que tiene la misma virtud que tengo yo como entidad angélica no encarnada: La virtud del amor, la virtud de la comprensión, la virtud del reconocimiento, que muy pocos la tienen. No el reconocimiento de errores, el reconocimiento de gratitud hacia otros seres. Entonces dificulto -aunque no puedo leer el futuro- que descienda de nivel porque a pesar de sus roles engrámicos es elogioso su reconocimiento y su caudal de bondad.
Con respecto a la segunda pregunta, primero debo aclarar que el espacio sí existe en los planos suprafísicos porque es el lugar donde nos desplazamos. Para aquellos que no entienden, los planos suprafísicos no son un lugar, son una vibración; están aquí con vosotros, no los percibís porque vibran en una escala supralumínica y con vuestros sentidos es imposible percibirlos. Pero el plano suprafísico en cualquier nivel ocupa toda la extensión del universo conocido y no conocido. Si el universo conocido tiene mil millones de años luz el plano suprafísico también. Entonces sí existe el espacio porque por eso nos desplazamos a casi la velocidad del pensamiento Si no existiera un espacio, no habría como desplazarse. Existe, en otra vibración.
Interlocutor: Perfecto. O sea, es muy posible que yo haya planteado el término en forma errónea. En realidad no existen lugares como en el plano físico pero sí existe el espacio. ¿Es correcto?
Entidad: Si existe el espacio, existen lugares. Pero hay que ver desde tu punto de vista físico a qué le llamas lugares. O sea, no existen ciudades...
Interlocutor: A eso me refiero...
Entidad: ...porque no tenemos una forma. Somos trazos energéticos en conciencia, no precisamos de edificios porque no tenemos que guarecernos de nada. No precisamos un cobijo ni un alimento porque nos alimentamos energéticamente de la energía cósmica. Entonces, hay lugares en el mismo espacio. Es como si tú -para que tengas un ejemplo- pudieras volar y recorrieras, como tú sabes, tu atmósfera en este planeta; no estarías en un lugar porque estarías volando en el aire, pero el lugar sería todo aquello en que vuelas. Nosotros aquí no volamos, nos trasladamos instantáneamente con la intención así como vosotros intencionáis el canalizarnos. El espacio mismo es el lugar. No hay lugares físicos, ciudades. Eso es mitología más bien. Es mitología porque el ser humano encarnado precisa -por su seguridad egoica- creer que en los otros planos tienen lo mismo que en el plano físico. Es que no se precisa eso. No se precisa para nada.
En cuanto al limbo, es por buscar una palabra, es por buscar una definición; es un lugar donde aquellas personas al estar encarnadas -como 10% angélico- cometen determinado error una y otra vez, en este lugar quedan aleccionados, orientados por otras entidades angélicas de los planos 6.7, 6.8, 6.9 hasta que comprendan la equivocación que han cometido como actos hostiles en el plano físico.
Interlocutor: ¡Ah! Perfecto. Pero Kremel, ¿pero qué hacen ahí? se supone que son seres de luz, están solamente para servir y hay "un impulso de servicio" por así decirlo. Que como es nato el servicio en un ser de luz y con mayor razón en un ángel que como que fue creado para el servicio pero entonces, ¿son supervisados? pero, ¿qué les enseñan en una escuela?, ¿qué es lo que hacen en este lugar?
Entidad: No, no se les enseña en una escuela...
Interlocutor: No, es una forma de decir...
Entidad: ...aparte no es que somos supervisados. Tanto un ángel del 6.1 como del 6.9 tiene la misma vibración de amor, simplemente que un ser de 6.7, 6.8, 6.9 quizá tenga más perspectiva y pueda orientar más a ese 10% de la energía angélica que se equivocó.
Interlocutor: Pero, ¿queda inactivo en ese momento en ese lugar? ¿Qué hace el ángel?
Entidad: El 10% que está encausado en función de ser orientado tiene potestad de poder hacer lo que quiera; simplemente que se le pide por favor que recapacite. Hay una cosa muy importante: Yo en este momento estoy siendo canalizado por un receptáculo y de alguna manera -como el lenguaje es pobre y lo tengo que decir así- soy esclavo de ese lenguaje, entonces si te tuviera que relatar una historia tardaría horas del plano físico. Si tú tuvieras la posibilidad de ascender a mi plano yo podría relatarte todas las encarnaciones en un segundo de tiempo. Entonces, cuando una entidad elevada 6.7, 6.8, 6.9, a ese 10% de ángel que cometió un error porque le invadió el ego lo va a orientar quizá, tal vez, en un lapso muy corto y le envío toda esa información de conciliación y esa porción de ángel -por así llamarlo, y pido disculpas por no tener un idioma más amplio- lo digiere enseguida esa orientación de conciliación y tal vez en un lapso impensadamente corto vuelve otra vez a misionar ya sea como un 100% o vuelve otra vez a encarnar un 10%, no como si nada hubiese pasado porque la memoria de la entidad angélica al igual que la espiritual; queda 'ad eternum' hasta fundirnos con el creador.
Se trata simplemente de que ese mensaje de conciliación, de orientación, que esa partícula digiere le sirva como experiencia para no volver a cometer los errores. Pero ¿qué sucede? Nuevamente si encarnamos, no tenemos la memoria reencarnativa; por eso digo que no somos diferentes de los espíritus y tenemos la debilidad que arrastramos encima ego a nuestro plano sexto que en el plano 5 espiritual no. Por eso muchas entidades angélicas -que evidentemente conocéis pocas- a veces tienen caprichos, malestares, celos, cambios de humor; me atrevería a decir que la mayoría de las entidades angélicas -que aparte la mayoría encarna en femenina por una cuestión de comodidad- no son estables. Casi ninguna de las que visualizo son estables emocionalmente. Inamel 6.7, un ángel que encarnado está por subir al 6.8, sin embargo no es estable del todo emocionalmente en el plano físico. Y es uno de los ángeles más bellos interiormente que conozco. Inamel, 6.7. Y no es estable emocionalmente. Siento que hay otras personas femeninas cuyo Thetán es un espíritu y son mucho más estables emocionalmente. ¿Esto significa que hay una situación que desestabiliza al ángel encarnado? No. Sucede que el ángel es sensible, quizá más sensible que un espíritu y entonces al encarnar -y como generalmente encarnan en femenino- la esencia femenina a nivel hormonal es más sensible que la esencia masculina. Por lo tanto el ángel se desestabiliza. Creo que está claro, ¿no?
Interlocutor: Sí. Kremel, entonces nos sacamos la idea de que un 90% que está en el limbo está como atrapado y estático, o sea, tiene toda la libertad del mundo y simplemente es supervisado, es guiado y orientado.
Entidad: "Atrapado" sería coartar el libre albedrío. No está atrapado. Simplemente está orientado. ¿No quiere ser orientado?, no es orientado; pero tampoco puede disponer de encarnar hasta que no sea orientado pero no porque otras entidades angélicas lo fuercen, simplemente lo aconsejan como tú aconsejarías a un crío a que se oriente: "Mira, permíteme que te oriente sino no sales a jugar".
Incluso ni siquiera eso porque el libre albedrío es más amplio que eso todavía; simplemente que el ángel hace caso. No obedece: hace caso. Porque obedecer sería someterse y someterse está en contra del libre albedrío. Directamente presta atención y hace caso a la orientación, no a la orden. No se ordena, ¿se entiende? Si no se ordena, no se obedece.
Interlocutor: Perfecto. ¿Y ese limbo es algún subnivel aparte?, ¿distinto?, ¿es un subnivel más dentro de los planos angelicales?
Entidad: Es un subnivel más y es un subnivel que no tiene numeración porque en realidad la numeración es puesta para el plano físico, es un subnivel igual a los demás pero que queda ahí en aprendizaje y hay otros muchos seres angélicos que también están en aprendizaje. Pero no te imagines una cárcel espiritual o angélica. Imagínate un lugar, un remanso donde otros ángeles maestros le están dando una orientación en lo que sería un segundo de tiempo físico. Porque absorben ese conocimiento de inmediato. Algunos pueden llevarlo a cabo y otros esperan hasta digerirlo.
Interlocutor: Querido Kremel, no sé si quiere decir algo más, en realidad nos hemos nutrido bastante con los conocimientos que nos ha entregado...
Entidad: Me he sentido contento, sanamente orgulloso de poder ilustraros en lo que es el plano angélico. No hay privilegios. Hay que estar siempre atento como vosotros en el plano físico.
Interlocutor: ¿Quieres decir algunas palabras a tu 10% o te quieres retirar?
Entidad: Inmediatamente luego de decir las palabras me retiro.
Interlocutor: Perfecto.
Entidad: Simplemente decirles que todos los seres encarnados en femenino, cuando somos ángeles, somos inestables emocionalmente; porque capto a otras entidades angélicas en otras regiones que son inestables emocionalmente. Pero mira que virtud, cada ángel encarnado que yo detecto es amoroso, es noble, es confiable, es fiel, es integro, y todo es parte de un ángel.
Gracias.
Interlocutor: Gracias Kremel. Hasta todo momento.
Sesión 4/12/08 Explicó su niñez en una vida en Gaela, donde estaba en un entorno estable. Al hacerse mayor, tras la muerte de su padre su madre se volvió apática. Posteriormente su marido por una enfermedad se le disminuyó su lucidez. Perdió la paciencia por las circunstancias. Se sentía inútil. Tuvo una enfermedad grave y su marido y su madre le ayudaron, aunque al pasar cierto tiempo desencarnó. Esa vida la dejó insatisfecha, no cumplió sus objetivos, aunque aprendió muchas lecciones, la principal la necesidad de tomar las riendas de la propia vida y no dejarse estar.
Entidad: Tengo tanta información pero a la vez tanta angustia... Uno va recordando vidas anteriores de la misma manera que va pelando capas de una cebolla y a veces se va tocando el engrama que en ese momento le puede estar molestando. Encarné en Larrebedo, un país montañoso a orillas del océano. De pequeña era bastante feliz. Me gustaba mi mundo, Gaela, porque sentía ese sol cálido, amarillo, que me alumbraba. Amaba el suelo, esa tierra negra que daba sus frutos, el agua salada del océano, el calor de ese sol, etc.; es como que sentía amor por todas las cosas, por los árboles y los abrazaba... ¡Era todo tan hermoso! A diferencia de la mayoría de la gente del lugar, que trabajaba de pesca, mi padre era carpintero y mi madre hacía las cosas del hogar, pero era muy buena tejedora y venían de distintos lugares a encargarle ropa. Se puede decir que teníamos un buen pasar. A los ocho años conocí a Mabi. Mabi era una joven de dieciséis años -el doble de edad de la que tenía yo-. Y me dice: -Yo te puedo enseñar astronomía. -Bueno, eso es un satélite y está cerca de nosotros. Estará más o menos a -siempre hablando de medidas actuales- a 400.000 kilómetros. Con mis ocho años apenas entendía lo que me decía Mabi. Y fui creciendo y creciendo. A los dieciocho años era feliz en mi inocencia. Conozco a Longri. Longri era un artesano en cueros. Era serio, pero me inspiraba confianza porque a la mayoría de los jóvenes yo los veía que salían con una y luego con otra… y es como que no los veía confiables. Y empezamos a salir. Él me decía: -“Dime Long directamente”. Al año comenzamos a vivir en pareja. Él ayudaba a mi padre en el taller pero trabajaban separados: mientras uno estaba con los cueros el otro estaba con las maderas. Luego de una penosa enfermedad mi padre falleció y mi madre se volvió apática, indiferente a todo, introvertida. Pasó un año. A mitad de año, en pleno invierno, Long se pesca un tremendo resfriado que luego pasa a ser una tremenda influenza. O sea, que se cura el resfriado y toma una tremenda influenza que lo deja en cama con una temperatura altísima. Le afectó parte del cerebro porque no reaccionaba. Y venían médicos. Vinieron médicos del otro lado del país de las montañas -que era un país más grande- pero no podían hacer nada. Seis meses estuvo así hasta que finalmente reaccionó. Pero no era el mismo: me miraba y me hablaba pero -no sé como explicarlo con palabras pero no quiero agotar tanto al decodificador de este receptáculo- es como que a Long le faltaba la chispa, esa picardía, esa lucidez. Trabajaba perfectamente. No había quedado con secuelas físicas de su problema pero a la menor fiebre se caía, o si de repente se enojaba por algo o algo le salía mal le agarraban desmayos, desmayos de minutos. Un médico llamado Balcar, que vino del otro lado de las montañas, del otro país, me decía: -“Tiene una enfermedad que le afectó la parte cerebral y a la parte de las arterias y con la ciencia actual no tiene cura. Puede ser mortal si le coge una gran fiebre o un tremendo disgusto”. Entonces cuidaba a Long permanentemente. Le hacía chistes pero no tenía la lucidez como para entenderlos. Le faltaba la sagacidad y sentía como que no era la persona con la que yo estaba en pareja. Me enojé con la vida. Me enojé con el Creador: -Te has llevado a mi padre, te has llevado el 'alma' de mi pareja-. Era tan ignorante que no entendía que el alma era lo que le daba vida pero yo sentía que no tenía vida, sentía que vivía automáticamente. A veces le observaba por las noches comer y él levantaba la vista, me miraba y me decía: -¿Qué? Yo le contestaba: -No, nada, nada. Estaba pensando. Y seguía comiendo automáticamente mientras lo miraba. Es como si le hubieran sacado algo de adentro, como si le hubieran vaciado algo del cerebro. Seguía siendo medianamente eficiente en su trabajo. Su empleo era nuestra única entrada de dinero porque madre se había encerrado en su mundo interno. Long, si bien no estaba encerrado en ningún mundo interno, había perdido esa lucidez, esa chispa. Y yo me sentía inútil porque apenas sabía trabajar con los materiales para hacer las prendas… y de cuero, menos. Lo mío era escribir; yo escribía poesía. Un día me encuentro con Mabi -que ya estaba casada con dos hijos- y le pregunto: Pero bueno, hay algo que los Maestros llaman karma y a veces es como que uno se queja aunque todavía no vino el chubasco más grande… Hasta que me tomó a mí una enfermedad en los huesos que cuando me movía no podía caminar del dolor que tenía… y caíen cama. Mi madre, siendo mucho mayor que yo, con tanta fortaleza, se levantó para atenderme. Y Long, que hablaba en monosílabos, me consolaba y hablaba más que nunca. Es como que algo se hubiera despertado dentro de él cuando me vió a mi yacente. Amaba a ese mundo, Gaela. Amaba a mi país montañoso, el verde, los árboles, el océano… pero tenía lo que vosotros llamáis 'engrama de insatisfacción' y era como que algo no me cerraba. ¿Por qué en un mundo tan hermoso pueden pasar estas cosas? A veces nos llegaban noticias de descubrimientos de otros países más allá del otro océano, en el continente viejo. Es como que hubieran estado más adelantados que nosotros. Tal vez los médicos del viejo continente se hubieran ocupado de Long y no hubiera estado tan mal, se hubieran ocupado de padre y todavía estaría vivo, se hubieran dado cuenta de mi problema de los huesos y la medicación para poder revertirlo. Estuve seis meses yacente pero, a diferencia de Long, nunca me repuse. Desencarné antes que mi propia madre, así que ella tuvo que sufrir la pérdida de su esposo y de su hija. Una vez 100% entidad angélica me puse a repasar qué había hecho mal o cuál fue mi intención al encarnar en ese mundo. A veces uno no cumple con las expectativas que tiene al encarnar porque yo, verdaderamente, quería estudiar astronomía y ese 10% mío se dejó estar, se apoyaba en sus padres y luego en su pareja… ¿Esa enfermedad fue un castigo? No, porque yo, como entidad angélica, sé que no existen los castigos divinos. Simplemente era algo que tenía que pasar, era una lección kármica para aprender el verdadero valor del desapego, de que lo material es provisorio, que tenemos que disfrutar cada momento y que no tenemos que reprochar nada a nadie. Perdí un año de mi vida reprochándole a madre porque extrañaba a padre. Perdí meses de mi vida tratando que Long fuera el de antes. Siempre traté de manejar las cosas a mi antojo y no todo se puede, ¿no? Quiero sacarme de encima esos engrama de indefensión, de falta de comunicación... ¡Es que me sentía tan sola sin comunicarme con nadie! Antes de conocer a Long no confiaba en los jóvenes, los veía tan poco sinceros... Y viví con el hombre que creí que iba a ser mi amor durante cincuenta años. Pero, evidentemente, la vida tenía otros planes: todos teníamos karmas, todos teníamos cosas que aprender. Y yo, con mi costumbre de esperar la respuesta de otras entidades, cuando en realidad la tenía yo, como diríais en el plano físico, “en la punta de la lengua”. Siempre aprendemos cosas de todo y de todos, a cada momento y con cada persona, con cada actitud, con cada señal. Eso no significa que haya cosas que se pueden evitar; hay cosas que ya están, que no se pueden evitar, que no se pueden corregir, no se pueden mo-di-fi-car. Entonces, ¿nos dejamos estar y aceptamos las cosas como son? No, tampoco, pero se hace lo posible. Eso aprendí y eso quería comentar en esta breve charla de ese hermoso mundo llamado Gaela.
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