Índice

Psicoauditación - Sargón- Morkan - Ra-El-Dan

Grupo Elron
Sección Psicointegración y Psicoauditación - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección

Si bien la Psicoauditación es la técnica más idónea para erradicar los engramas conceptuales del Thetán o Yo Superior de la persona, la mayoría de las veces se psicoaudita a thetanes que habitan en planos del Error y sus palabras pueden no ser amigables y/o oportunas para ser tomadas como Mensajes de orientación, algo que sí se da cuando se canaliza a Espíritus de Luz o Espíritus Maestros.
El hecho de publicar estas Psicoauditaciones (con autorización expresa de los consultantes) es simplemente para que todos puedan tener acceso a las mismas y constatar los condicionamientos que producen los implantes engrámicos.
Gracias a Dios, esos implantes son desactivados totalmente con dicha técnica.


Atte: prof. Jorge Olguín.

 

Volver a Sesiones Raeldan

 

Página anterior

Sesión del 14/02/2024

Sesión del 27/02/2024 (1)

Sesión del 27/02/2024 (2)

Sesión del 17/02/2025

Sesión del 26/02/2025

 


Sesión 14/02/2024
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Raeldan

Aunque últimamente habían pensado distinto notaba la falta de su amada esposa, cada uno interpretaba la libertad personal de diferente manera. Aunque era capitán pensó en sincerarse con una teniente, pero quedó con más dudas todavía.

Sesión en MP3 (3.455 KB)

 

Entidad: Habíamos encontrado una nave desconocida que había entrado en nuestro sistema estelar sin autorización. La capturamos y volvíamos de regreso a Ferro.

 

El comandante Jon me dijo:

-Capitán Morkan, descanse, vamos tranquilos a velocidad luz dos, mi hijo el teniente Furt se va a hacer cargo de la nave.

-Mi comandante, voy a tomar una bebida caliente en el pequeño comedor, con su permiso.

-Adelante, Morkan, adelante -me dijo el comandante Jon.

 

Me quedé pensando que todavía no había visto a Andara. Cuando me enteré que ella no había sido la que atacó al mundo fungo me quebré emocionalmente pero ahora me sentía intranquilo, desconcertado por no saber qué rumbo iba a tomar mi futuro.

Recuerdo que la última vez que hablamos no es que me reprochaba, pero ella me señalaba que yo buscaba un lugar de confort, quería establecerme. Yo no me comparaba con aquellos capitanes que conocían un cuarto de galaxia, por exagerarlo de alguna manera, pero sí había hecho varias misiones, varios viajes, ¿y qué había de malo en casarse, establecerse? Pero Andara no lo pensaba así, quizá porque era más joven que yo. Ella sentía que 'el establecerse' era estar en un lugar de confort, y para ella un lugar de confort era una prisión. Quería viajar, confeccionar nuevos mapas estelares, conocer nuevas civilizaciones. ¿Hasta cuándo?, hay miles y miles de civilizaciones que no conocemos, muchísimas que ni siquiera conocen los viajes espaciales y tenemos una ley de que no podemos intervenir.

 

Me siento quizá molesto conmigo mismo. Hablamos de tantas cosas con Andara, nos prometimos tantas cosas, hablábamos de aquello, de lo otro, de más allá, pero nunca consensuamos en que iba a ser de nuestras vidas, ella daba por supuesto que yo, como capitán, andaría de nave en nave, de misión en misión y yo daba por supuesto que ella siendo mi esposa haría alguna que otra misión como el que directamente no va al espacio, va a su trabajo y vuelve a un horario determinado. Al fin y al cabo, ¿en cuántos mundos el uno por un millón hace viajes espaciales?, ¿el uno por un millón? Pero no, no lo consensuamos. Mi amor era un amor que no se podía medir, medir el amor era faltar el respeto al amor, pero tampoco..., tampoco quería separarme tantos meses. Yo tengo otra manera de pensar de lo que es una pareja, son compañeros de vida, y si uno busca establecerse y la otra persona busca viajar, ¿cuándo, cómo, dónde son compañeros de vida?

 

Me sentí mal porque en el fondo del comedor estaba esta teniente, Sophía, que no hablaba con nadie, y yo pensando en voz alta me di vuelta y le dije:

-Disculpa, teniente, estaba elucubrando en voz alta pensando que estaba solo...

La teniente se dio vuelta, seria, pero se dio el permiso de emitir una sonrisa y me dijo:

-Tranquilo, capitán, haga de cuenta que no escuché nada.

Estaba con pudor, es increíble, yo con pudor. Le dije:

-No, no, está bien. -Quería preguntarle qué opinaba de lo que escuchó pero no sé si era machismo lo mío, o por ser de rango superior no me animé. Y claro, ¿un capitán le va a pedir consejos a una teniente? Y después pensé, ¿y por qué un ser humano no le puede pedir consejos a otro ser humano? Aparte es una joven, ¿qué consejo me puede dar? Escuché su voz.

-¿Sigue pensando, mi capitán?

-Tonterías mías.

-Seguramente quería saber qué opino de lo que dijo en voz alta. -Me puse pálido y ella lo notó-. No, mi capitán, no leo el pensamiento, simplemente soy intuitiva.

-Está bien, ¿puede quedar entre nosotros?

-Pensé que me iba a decir: "Le ordeno que quede entre nosotros".

-No, teniente, no no no no, no es mi manera de ser... -La veía tan segura, tan segura y tan joven...

-¿Está sorprendido, capitán?

-¿De qué?, teniente.

-De que me vea segura siendo tan joven.

-¿Seguro que no lees el pensamiento? -Por primera vez sonrió con una sonrisa plena.

-No, es intuición. ¿Me permite opinar?

-Adelante.

-Todos en la vida, y yo tengo apenas veinte y dos años, dan por supuesto las cosas en lugar de hablarlas.

-¿Tú siendo tan joven tienes experiencia en el tema?

-¡Je, je! No, capitán, no a nivel de pareja, pero han dado por supuesto tantas cosas de mi persona, como que tenía preferencias porque me miraban todos, incluso aquí en este crucero, como que era la preferida del exministro Will y ahora de la primer ministro Nubia, y en realidad nadie conoce nada de mí, ni de dónde vengo, ni cuando me gradué. Nada. Es cierto.

-Bueno, me quedo tranquilo que de mi parte no te he prejuzgado, simplemente sé muy poco de ti. Pero si puedes hacer una conclusión de lo que dije en voz alta sin saber que no estaba solo...

-Como dije antes, capitán -dijo la teniente Sophía-, yo considero que todo debe ser hablado. Y la mayoría de las personas dan por sentado que el otro nos entiende, que el otro está de acuerdo en todo lo que pensamos y lo que hacemos y lo que proyectamos y lo que planificamos. Y no es así; podemos hablar con una persona mil horas de mil cosas y no saber nada de la persona. -Iba a balar y me hizo un gesto-. Mi capitán, sé lo que va a decir: "Es mi esposa, hemos tenido intimidad, nos hemos susurrado cosas al oído". ¿Y qué? Pero no han tocado los puntos importantes, no han tocado los puntos importantes, se deslumbraron, se encandilaron.

-Espera, espera -le dije-, ¿tú piensas que nos deslumbramos pero que no nos enamoramos, y que al estar encandilados es como que quedamos "ciegos de pensamiento"?

-No, capitán, no necesariamente. Y no, seguramente están enamorados, lo escuché hablar pensando en voz alta y sé que la ama con todo su ser, pero a veces no es suficiente.

-¿Por qué? -pregunté.

-Lo sabe, mi capitán, lo sabe perfectamente, tienen distintos anhelos.

-¿Y entonces?

-Y si tienen distintos anhelos el tema está bastante complicado.

-Parece como que estuviera hablando con un filósofo del sistema Prima y eres una niña prácticamente de veinte y dos años.

-Aprendí a conocer a las personas sin prejuzgarlas -me dijo la teniente-. Entiendo su punto de vista, quizá yo estoy más de acuerdo con ella, con la teniente Andara.

-¿Pero por qué?

-Porque yo soy soltera, porque no tengo pareja, porque a mí me atrae conocer la galaxia. Con mi edad no quiero establecerme ni radicarme en algún lado, quiero ver, conocer.

-Y claro, eres joven.

-Mi capitán, no tiene que ver con la edad, a veces tiene que ver con los desgastes que tenemos.

-Bueno, hay un capitán llamado Alexis que ha tenido diez veces o más misiones que yo, y sin embargo no veo que se quiera establecer en algún lado.

-Tengo entendido que no es así, mi capitán. -Fruncí el ceño.

-¿Cómo?

-Bueno, los rumores corren por visor ultralumínico, tengo entendido que el capitán Alexis iba a renunciar a la Federación y establecerse en Prima principal, y sin embargo no tiene pareja.

-¡Vaya!

-Pero falta, mi capitán. Él no lo iba a hacer por desgaste, él lo iba a hacer porque aparentemente en Prima encontró un paraíso, un mundo con cero contaminación en todos los aspectos. En cambio, usted, mi capitán, siente que tiene un desgaste, aun habiendo tenido muchas menos misiones que el capitán Alexis.

-¿Y por qué piensa que es así, teniente?

-Porque cada persona tiene su ritmo, porque no todos somos iguales. Conozco chicas de mi edad que tiemblan solamente en ir en un avión en un planeta de un continente a otro, y ni vayas a hablarle de viajar al espacio. En cambio para mí es algo natural. Nadie es igual al otro; podemos ser extremadamente parecidos, con gustos similares y así y todo siempre puede haber divergencias.

-Bueno, teniente, tú no eres adivina, el futuro depende obviamente de Andara y de mí. No tengo problema que comentes esta conversación, no pienso darte ninguna orden en contrario. Admiro tu madurez a tus veintidós años. Mis respetos.

-Bueno, si cambia de idea y no se establece haremos otra misión conjunta, como la que hicimos ahora, que aún no terminó hasta que lleguemos a Ferro. Permiso, mi capitán, me retiro.

-Adelante, teniente Sophía, gracias por la conversación. -Me hizo un saludo y se retiró. Y me quedé con mi soledad.

 

Las veces que he pensado 'la edad me viene encima', y después me enojo. Digo, ¡pero si soy joven!, no me imagino a Alexis pensando eso.

¿Pero por qué también tengo que pensar en otro?, yo tengo que pensar en qué es lo que quiero yo y por qué me planteo tantas dudas sobre mi futuro. ¿Qué quiero?: Establecerme. ¿Qué más quiero?: Bueno, tener un buen salario en créditos. ¿Qué más?: Vivir tranquilo. ¿Y qué otra cosa?: El gran amor, que ya lo tengo. ¿Lo tengo o creo que lo tengo?

¿Y cómo estará Andara después de haber sido fugitiva, haber sido falsamente acusada y encima el comandante Jon le llegó por radio que estamos en guerra con el sistema Fungo?

¿Qué es la felicidad, un buen trabajo, un hogar, el amor y nada más?

¿Qué más me motiva?: Tener amistades. ¿Y entonces por qué me atrae tanto tener un lugar de confort? ¿Acaso no se puede tener un lugar de confort y de vez en cuando tener una misión, salir, hacer algo, divertirme? ¿Acaso la vida es tan seria? ¿Por qué tenemos que tomar todo como si fuera una obligación? La vida nos pone trampas o nuestra precipitación de hacer las cosas a las apuradas y después nos damos la cabeza contra la pared.

 

Me voy a ir a recostar a mi camarote y pensar bien qué quiero, qué deseo, qué me motiva más. Pero una vez que llegue a esa conclusión la tengo que llevar a cabo porque si no soy la persona que se sigue postergando una y otra y otra y otra y otra vez. ¿Qué logro cosas? Sí, por supuesto, pero sin embargo me postergo.

A veces quisiera ser como esa teniente de apenas veinte y dos años que tiene tan claro las cosas. Mi mente es un laberinto. ¿Será que tengo que recorrer mi mente? ¡Por favor!

Soy el respetado... -muchos me dicen 'el maestro', claro, los alféreces, para ellos soy el capitán Morkan, pero cuando estoy a solas conmigo mismo me miro al espejo y digo "¿Qué logré? Soy joven, me siento joven, pero ¿qué logré?".

 


Sesión 27/02/2024 (1)
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Raeldan

Su esposa, la teniente a quien habían dado por desaparecida después de ser acusada de arrasar un mundo fungo, fue rehabilitada por el gobierno de Sargón, pero declinó. Y declinó también la compañía de su esposo, necesitaba tiempo. La entidad comenta haberse sentido muy solo.

Sesión en MP3 (3.972 KB)

 

Entidad: Esperaba ansioso el encuentro pero tuve paciencia, Andara fue recibida por la primer ministro, por los consejeros, estuvo prácticamente desde la mañana hasta pasado el atardecer en reunión.

Como no me habían citado aun siento el esposo, fui prudente, anulé todas las sesiones que tenía de adiestramiento de tropa, de reunión con otros capitanes y me quedé en mi vivienda esperando su llegada.

 

Ya casi anochecía. Entró y nos abrazamos. Me desesperaba por preguntarle: "¿Cómo te fue? ¿Cómo te sentiste estando fugitiva? ¿Por qué hablaron tanto en la reunión?, etcétera, etcétera", pero es como si le pusiera un candado a mi boca y no dije nada.

 

Andara me dijo:

-¿Quieres que encarguemos algo? -asentí con la cabeza. -Encargué la mejor comida, cenamos en silencio, terminamos de cenar y la miré.

-Querido Morkan -exclamó Andara-, ¿podrás escucharme en silencio? -asentí con la cabeza sin emitir voz. Se sirvió un trago de una bebida con muy leve alcohol y bebió-. Te voy a comentar todo lo que pasó empezando por lo último.

Estuve con Nubia la primer ministro, su esposo Fidis, el consejero, y los demás consejeros. No había ningún militar salvo yo. Conversamos sobre todo lo que había pasado en mí persona, cómo me sentía. Pasado mediodía comimos muy liviano y debatimos sobre mi futuro.

Y ahora voy a empezar por el comienzo. Tuve la fortuna de irme en una pequeña nave, pero tenía las ultraradios y los ultravisores encendidos. Prácticamente era culpable, obviamente por los fungos en el sistema Prima, y si bien en la Federación Sargón la idea era investigar que había pasado -según mi punto de vista el hecho de investigar a mí ya me representaba duda-, o sea, para la Federación Sargón no estaba exenta de culpa mi persona hasta tanto se sepa lo que para ellos era la verdad.

Pero mi idea no era entregarme a que me juzguen en un juicio que puede durar meses de Sargón con un rótulo en mi frente de culpabilidad por genocidio, pensé mil cosas, entre ellas bajar a un planeta fuera de la Federación, poner en condiciones mi pequeña nave. Tuve la lucidez mental de cargar en mi holoordenador personal todos los créditos que tenía, que eran muchos, y obviamente blindé el ordenador para que mis créditos no fueran decomisados.

Luego escuché que la alférez responsable de Prima había confesado el crimen.

Pero no volví inmediatamente, dentro mío sentía rencor, una emoción nueva en mí, una emoción que desconocía y que no podía manejar. -Iba a hablar pero Andara me hizo un gesto con la mano. Me mantuve en silencio-.

Soy una humana, no tengo padre ni madre, mi crianza fue distinta y quizá no experimenté emociones, y eso no deja de ser una vulnerabilidad porque ahora no sabía cómo frenarlas. Mi rencor pasó a odio, odio a los fungos, al sistema Prima y a la Federación Sargón porque yo entendía de que no había prejuicios, eran directamente juicios cerrados sobre mi persona con una condena declarada. Estudié leyes mucho tiempo, Morkan, y según la ley todo ser vivo se presume inocente hasta demostrar lo contrario. -Ne frenó de vuelta con la mano cuando iba a hablar-. Sé lo que vas a decir, las pruebas eran abrumadoras. Y lo reconozco. Y también entiendo la manera de pensar de todos ante semejantes pruebas, pero no deja de dolerme. Me contaron que tú mismo, Morkan, te has quebrado y has derramado lágrimas, pero puedo ver más allá, tus lágrimas no eran porque habían acusado a una inocente, eran porque supuestamente tu esposa había perdido el raciocinio y había hecho lo que supuestamente todos creyeron, o sea, que hasta tú dudaste. Entiendo que en el fondo habrás cerrado los puños y mentalmente a esa Entidad Absoluta del universo le habrás pedido que yo sea inocente, lo cual no deja de ser absurdo porque esa Entidad Absoluta, si yo fuese culpable no va a cambiar los hechos, por lo cual aun en los seres más inteligentes las oraciones no dejan de ser una enorme falacia.

Finalmente volví. ¿Qué hablé? Les dije que tenía un sentimiento muy profundo por todos, que toda esa emoción que había sentado -porque no oculté que me invadía el rencor y hasta el odio-, no se los oculté ni a la primer ministro ni a ninguno de los consejeros, sólo me dijeron: "Te comprendemos". Y me querían ascender. Les dije: "No, mi idea es lo contrario".

Recuerdo que antes que pasara todo esto te dije que quería explorar, trazar mapas galácticos, y ahora me enteré de que los fungos, aún sabiendo mi inocencia, quieren una retribución no de Sargón sino de Prima. ¿Por qué?, porque son irracionales. Obviamente también pretenden -ahora sí, de Sargón- también una retribución, una retribución bestial, que en reparación por lo que hizo esa alférez de Prima permitan destruir un mundo de Prima y un mundo de Sargón y se dan por satisfechos. Obviamente la primer ministro Nubia se puso firme y está apoyada por todos los consejeros de los quinientos cincuenta y cinco sistemas estelares. Si tuviera que rescatar algo bueno, el gran consejero de Prima por fin fue destituido, su mente ya no funcionaba bien, fue tal la hipertensión de ese gran consejero por haber sido destituido que le provocó un accidente cerebro-vascular. Obviamente Prima tiene infinidad de nuevos aparatos como para frenar cualquier stroke, pero en este caso no, la muerte fue casi inmediata. El nuevo gran consejero pidió disculpas a Sargón por la actitud del recién fallecido, y en combinación con la primer ministro Nubia se le declaró la guerra a los fungos: Toda nave de los fungos que se acerque a menos de un día luz tanto del sistema Prima como de la Federación Sargón será destruida. Levantaron sus secretos para con nosotros y de la misma manera que tenemos esas tremendas bombas de vacío también estamos en poder de bombas gravitatorias que pueden destruir un mundo. En este momento Prima y Sargón van juntos de la mano contra el sistema fungo. Pero yo renuncié a la tropa. -Hizo silencio y yo por fin pude hablar.

 

-Mi amada, Andara, te necesito aparte de amarte. Esto significa que te amo y a su vez te quiero egoístamente, lo reconozco. Mi idea original era establecerme, lo que tú llamabas lugar de confort. Cuando dijiste que renunciabas, ¿qué dijo la primer ministro?

-Que no me aceptaba la renuncia. Le respondí:

-Tengo un afecto muy grande por ti, Nubia, pero es indeclinable, por lo menos por ahora hasta no aclarar mis pensamientos.

 

Me miró. Le pregunté:

-¿Qué haremos?

-No sé qué harás tú, yo quiero establecerme como te decía y estar tranquila.

-¡Pero bueno, esta es mi idea! -comenté.

-No, no me entiendes, fuera se Sargón, fuera se Prima, en otro mundo, estar tranquila.

-Bueno, puedo ir contigo a ese hipotético mundo e igual servir a la tropa.

-No, todavía tengo emociones encontradas. Tú dudaste, Morkan, tú dudaste.

-¿Y no me lo perdonas?

-Sí. En realidad no es que te lo tenga que perdonar, nunca te he prejuzgado, pero en una pareja tiene que haber lealtad y fidelidad.

-Pero mi amor, nunca he faltado a esa lealtad ni a la fidelidad.

-No comprendes, Morkan, la lealtad también es tener credibilidad de la persona con la que te has desposado. Y tú dudaste. No insultes mi inteligencia diciendo "No he dudado", porque todos han dudado. Por otro lado me pongo en tu lugar, si te hubieran acusado a ti y las pruebas hubieran sido abrumadoras seguramente yo también, aunque sea en una ínfima parte de mi interior, hubiera dudado. Por lo tanto no estoy enojada contigo yo también hubiera dudado de ti. Pero soy un ser humano, Morkan, y por dentro me duele. Me dirás: "¿Por qué debe dolerte si tú también hubieras dudado?". Y bueno, seguramente tú te has criado aprendiendo a manejar tus emociones, reclamando a llantos la comida siendo un crío, manipulando para pedir y de grande has sabido manejar esas emociones. Yo no, a mí nadie me enseñó a manejar las emociones. Por lo tanto lo que siento es cien veces superior a la de cualquier otro ser humano.

-¿Estamos hablando de una separación? -pregunté.

-No necesariamente y no definitiva, pero necesito un tiempo de soledad.

-¿Y si yo te dijera que eso a mí me molesta?

-Te diría, Morkan, que tienes razón en molestarte.

-¿Y si yo te dijera que si te vas ahora no quiero que vuelvas más?

-También tendrías razón, porque entiendo de que lo tuyo es dignidad y no ego. Hubo algo que movió las piezas e hizo que en este momento no encajemos, como en los juegos de los críos que se empacan en querer encajar un cuadrado en un círculo. -La abracé.

-Despidámonos con una noche de amor.

-No, porque lo que ahí está saliendo es tu pasión, y a pesar de que la pasión es una emoción y también un deseo estoy tan lastimada que no siento deseos, y sé que eso también te lastimará, y sé que eso también te alejará de mí porque el deseo forma parte del amor de pareja y yo en este momento no lo siento, pero no por ti, yo no tengo deseo, mi deseo está muerto, no tiene que ver contigo, Morkan.

Atiné a decirle:

-Si vamos a estar alejados es mejor que te vayas ya, tu presencia no me hace bien, creo que me entiendes. ¿Qué pasará con mi amor?, será como ácido que corroa mi cuerpo por dentro. Pero bueno, no te voy a responsabilizar, has pasado por mucho. ¿Pero con quién me enojo, con la vida, con la situación?

Ella me miró y me dijo:

-Todo esto que tú dices, "Con quien me enojo, con la vida, con la situación, con las circunstancias", ¿sabes cuantas veces lo pensé antes de volver?, mil veces, y no tengo una respuesta. -Me miró-. La ropa que tengo aquí quémala, he comprado todo nuevo, de civil. La primer ministro tuvo la gentileza de obsequiarme un crucero mediano que puedo manipular y manejar yo sola, pero borraré la estela lumínica para que no sepan mi paradero. -Dio media vuelta y se marchó.

 

Y, valga la frase, yo me quedé en la compañía de mi soledad.

 


Sesión 27/02/2024 (2)
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Raeldan

Raeldan, la entidad 90% de Morkan, aclara que si una persona no ha trabajado las emociones en su momento puede llevarle a tener dificultades para templar su interior y quedan vulnerables en este aspecto.

Sesión en MP3 (376 KB)

 

Sesión de Raeldan, apéndice para su 10% Morkan.

 

Entidad: Todo lo que sucede en cada vida son circunstancias que pueden ser provocadas por nosotros o por terceras personas, malos entendidos, equívocos. Y eso puede, en personas que no estén preparadas en su temple interno porque no fueron criados de la manera correcta, los hace vulnerables. Y pasa después lo que pasa: falta de comunicación, dudas, etcétera.

 

Ahora bien, hay dos extremos opuestos: Lo que pasó con el rol de Andara, donde directamente no le enseñaron a trabajar sus emociones. Y el rol opuesto, que en este caso no se dio, es de aquellas personas donde son consentidas en todo y tampoco pueden trabajar sus emociones porque creen que tienen todo servido. Cuando luego maduran, supuestamente, y ven que no es así se frustran.

¿Cómo lograr un equilibrio? ¿Cómo lograr un término medio? Imposible, depende también de la maduración, del crecimiento, de la experiencia de vida de cada persona. Y que aproveche e integre en su interior esa experiencia de vida, de lo contrario no le va a ser útil ni a la persona ni a las personas con las que trate.

 

Eso es todo de parte mía.

 

Raeldan.

 


Sesión 17/02/2025
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Raeldan

Aunque se había acabado con la raza langar sabía que en un mundo quedaba un ejemplar. Preparó una nave de guerra no para eliminar la cría sino para eliminar aquel mundo. El mando de Sargón se enteró y lo amenazó con hacerle desaparecer. La tripulación no estaba de su parte.

Sesión en MP3 (3.230 KB)

 

Entidad: No estaba molesto, estaba sumamente enojado, contrariado, irascible de una manera que no me podía contener, tenía como ira. ¿Quién es ese capitancito Kamal? Un cero a la izquierda, que como está respaldado por su tropa y con un navío mejor armado se cree que tiene poder. Llega a estar conmigo haciendo orden cerrado, práctica de combate, yo estoy seguro que no me dura ni medio minuto. Pero claro, arriba de una nave cualquiera se cree mejor que el otro.

 

Pero eso no es lo que me molesta, para nada me molesta, me molesta lo del planeta Ferende en el sistema Albario, un mundo que hace poco comenzó los viajes interestelares, y ahora resulta que yo como comandante...

"¡Ah, no!, el comandante Morkan es persona no grata, no lo queremos más aquí".

¿Y todo por qué? Porque tenían una cría de langar.

 

Y saben lo que yo pienso, los langar son peores que un virus, los langar acabaron con cientos y cientos de planetas.

"No, pero claro, la cría es inocente".

-Sí, por supuesto, es inocente porque es una cría. Cuando crezca... Es una cría lista, pilla, va a estudiar todo lo que pueda sobre comunicación interespacial y seguramente se va a comunicar con otros de su raza, porque tendría que ser muy ingenuo para pensar que no quedan langars en la Vía Láctea. ¡Ja, ja, ja, ja!, ¡Ay, ay! Pero bueno, si no se puede acabar con una cría, se puede acabar con quienes protegen a esa cría.

 

Pero claro, me preguntaréis, "¿Cómo piensas llegar a donde está el jefe Ferende, el jefe de gobierno?".

 

No insulten mi inteligencia, a mí no me interesa llegar al jefe de gobierno, es mucho más sencillo acabar con el planeta, y se acabó. Si hay un ser muy enfermo y se lo lleva a unidad de cuidados intensivos donde hay un virus desconocido y es imposible curarlo, con el riesgo de que los mismos médicos se contagien, ¿qué hago yo? Con los mejores cuidados lo saco de allí y lo dejo en un planetoide. Listo. Morirá en ese planetoide sin contagiar a más nadie.

 

"¡Ah, no, no, pero eso es crueldad!".

Y claro, me siguen tomando por estúpido. Crueldad, ¿por qué?, si no lo van a poder curar. Y si no lo pueden curar, ¿qué?

Yo no soy un tonto, estudié muchísima historia de Sargón y no sólo de Sargón también de Prima, también de los antiguos. Hace miles de años, miles y miles cuando ni siquiera había aparatos voladores, cuando ni siquiera había autos eléctricos, solamente había carretas tiradas a caballo, y si alguien se contagiaba, para no contagiar el resto lo dejaban solo en una carpa en medio del desierto. A los sesenta días lo iban a buscar -obviamente lo dejaban con agua, con alimento- y podían pasar dos cosas: que lo vieran sano, comiendo o se encontraban con un cadáver. Eso es sabiduría.

Bueno, ¿cuál es la diferencia con el planetoide, cuál es la diferencia? Lo llevaban fuera del alcance, en una carpa con comida, con agua; si a los sesenta días el tipo estaba bien ya no podía contagiar a nadie, estaba curado. Si encontraban un cadáver lo enterraban. Punto final. Eso no era crueldad era supervivencia.

Ahora, lo del planetoide es crueldad. ¡Inútiles!

 

Pero yo tengo doscientos alféreces y algunos tenientes con los que hablé en secreto, fuera del alto mando, y están de acuerdo conmigo. Langar, vegeta, todo los que sea...

La niña vegeta, si no estuviera tan protegida yo también le daría muerte, porque la raza vegeta es invasora y la raza langar es destructora.

"¡Ah, no!, pero son crías. La cría vegeta es buena, la cría langar también, hasta le pusieron nombre, se llama Lizar".

¿Cómo puede tener nombre un monstruo? ¡Es una bestia!

"¡Ah, no, no!, pero está aprendiendo idiomas, es amigable".

¿Por qué no reconocen que los chicos humanos le tienen asco?

"¡Ah, no, no!, dicen en el planeta Ferende, ya se están adaptando".

¡Je! ¿Para qué?, ¿para que después en secreto vaya matando gente? Qué incautos que son, qué incautos que son los del sistema de Albario, que gente estúpida.

 

No voy a cometer la torpeza de sacar una nave de guerra de Sargón, pero en Ferro, que alguna vez hubo una rebelión, hay un lugar donde hay naves, no abandonadas pero que no fueron reacondicionadas. Entre la gente que me sigue tengo mecánicos espaciales, tengo informáticos holográficos, tengo gente con las mejores armas de defensa y de ataque, y encima tenemos un astrofísico que consigue para la nave reparada no solamente la capa energética sino la de ultracarbino. Lo único que tienen contado que va a ser más difícil de sacar va a ser una bomba de vacío, pero existe algo que se llama contrabando y con distintos créditos podemos conseguirla en planetas de la periferia.

 

Tuvieron que pasar tres meses hasta que logramos acondicionar la nave a espaldas de los propios dirigentes de Ferro. Y finalmente salimos y fuimos camino al planeta Ferende. Vamos a lanzar una bomba de vacío en el sector donde está la casa de gobierno, no tengo idea si acabará con todo el planeta, pero seguramente sí, porque una vez que empiece a absorber la materia a una singularidad, no tengo ninguna de duda de que desaparece directamente el planeta ¿Qué desestabilice a los otros mundos del sistema de Albario? Ya no es mi problema.

Y marchamos hacia allá, en silencio, disimuladamente. Lo felicité al técnico que puso una capa de invisibilidad y de invisibilidad infrarroja para que tampoco detecten el calor de los motores y los sistemas de vida. Estábamos decididos.

 

A mitad de camino hay una vídeollamada por ultralumínico. Atiendo. Un félido:

-Comandante Morkan...

-¿Quién habla? ¿Qué hace un félido comandante?

-No soy comandante, soy el capitán Karacal.

-¿Qué quieres?

-¿Estás en alguna misión?

-No.

-Tengo en este momento sesenta y dos misiones todas llevadas a cabo con éxito.

-¿Y qué tiene que ver conmigo?

-Que he tejido en cada mundo una red de espías, favorables por supuesto a Sargón. Y por más cuidado que tú hayas tenido, Morkan, me enteré de lo que piensas hacer.

-¡Ja, ja, ja! ¿Un félido, una raza inferior quiere detenerme? ¿Sabes que tengo bombas de vacío?

-¿Sabes, Morkan, que yo también? ¿Y sabes, Morkan, que tengo cien naves flecha interceptoras para las bombas de vacío? ¿Tú tienes naves flecha interceptoras? No respondes, veo que no.

-¿Por qué te metes en lo que no te importa? -exclamé.

-Porque lo que estás haciendo o lo que piensas hacer es un magnicidio, piensas acabar con miles de millones de personas. En Ferende hay humanos, reptiloides, cánidos, félidos, pero tienes el alma tan corrupta que por acabar con una cría langar quieres matar al resto. Verdaderamente estás loco.

-No estoy loco, esa cría langar es un tumor. ¿Y qué pasa cuando tienes un tumor en el cuerpo? Tienes que operarlo, abrirlo, sacarlo, cicatrizar la herida. Y quedas como nuevo.

-No es un ejemplo bien dado, Morkan. Acá no queda el cuerpo como nuevo, acá directamente estás destruyendo un mundo. Y, honestamente, te doy quince minutos para que cambies el rumbo y para que bajes tus armas, tenemos cuádruple capa de protección con la energía ultraazul, que es cien veces más poderosa que la ultra roja. Y de verdad tenemos cien naves flecha. Si en el lapso sigues con las armas activadas y en dirección al sistema de Albario, lamentablemente acabaré con tu nave y tus tripulantes. Entiendo que tus tripulantes están escuchando esta conversación, entonces me dirijo a ellos: "Reduzcan al comandante Morkan, no se dejen llevar por un fanatismo estúpido. A todos los tripulantes de la nave de Morkan: A Morkan le di quince minutos, a vosotros les doy diez minutos. Si el capitán Morkan no es reducido y desactivan las armas acabaré con todos. Prefiero matar a cuatrocientos y salvar más de mil millones de vidas. -En ese momento se cortó la comunicación.

 

Muchos tripulantes murmuraban entre sí.

-¿Qué les pasa? ¡Es un félido!

-Mi comandante, aquí también tenemos félidos y no somos una raza inferior. Me parece que el capitán Karacal tiene razón.

-Te puedo llevar al nivel ocho y tirarte al vacío, al espacio sin traje, y mueres inmediatamente.

 

De repente vi que otros tripulantes me apuntaban:

-¿Qué hacen?

-No vamos a perder la vida, comandante, por su capricho.

-¿Piensan que el capitán Karacal tiene razón?

-No pasa por ahí.

-¿No se dan cuenta, estúpidos, que por más que me reduzcan nos llevan a todos a Sargón y nos van a enjuiciar a todos? A mí por supuesto, pero vosotros me habéis apoyado. Si en este momento me apresáis y desactiváis las armas no los va a salvar del castigo que van a tener.

-Preferimos un castigo a que Karacal nos mande una bomba de vacío. Además, nosotros cumplíamos órdenes.

-No es cierto -exclamé-, son mis cómplices.

-¿Quién lo dice?, ¿dónde está la grabación?

-Yo la grabé.

-Perdón, el técnico Murray borró todas las grabaciones, y en ninguna de las grabaciones decía que nosotros lo apoyábamos. En las grabaciones decía que nos intimaba a obedecerlo bajo castigo.

-Jamás dije eso.

-No tiene pruebas. Nosotros no vamos a ser castigados. ¡Vigiley!

-Sí, mi teniente.

-Usted y cuatro compañeros más lleven al comandante a una celda. ¡Ahora!

 

Me desarmaron, me llevaron a una celda.

-¡Inútiles, cómplices de los langar, imbéciles! -Me dejaron encerrado y desactivaron todo el armamento.

 

Los pilotos dieron en la nave un giro de 180º y se comunicaron con Karacal.

Dijeron:

-El comandante Morkan nos tenía amenazados.

 

Yo tenía una radio en mi celda y me reí cuando el capitán Karacal le dijo:

-Yo no me voy a tragar esa mentira. Ustedes eran cómplices y tendrán su castigo, no tan severo como el de Morkan, pero también serán castigados por insubordinación. No me tomen por idiota.

 

Me puse a gritar en mi celda:

-¿Vieron, inútiles, que no se van a salvar?

Se acercó uno de los tenientes, sonrió y me dijo:

-Pero por lo menos no vamos a morir.

 

Odié al capitán Karacal, lo tenían como un héroe. El único héroe que yo conocí fue el capitán Alexis, ya retirado. Karacal no le llega ni a la suela de las botas. ¡Felino inútil!

 

Cuando llegamos a Sargón me condenaron a muerte. ¿Pensáis que tuve miedo?, ¿pensáis que estoy arrepentido? Para nada. Para nada. Prefiero morir con mis convicciones.

Y deseo que venga otra horda de langars, de donde fuera, y acabe con Sargón. Es mi deseo.

 


Sesión 26/02/2025
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Raeldan

Sargón lo había encontrado culpable y condenado a muerte por su intento de eliminar un mundo. De alguna manera fue abducido por una nave de otra raza muy avanzada que conociendo su situación lo recuperó. Allí había alguien que lo conocía y no deseaba perderlo, alguien con quien ya había estado.

Sesión en MP3 (6.055 KB)

 

Entidad: Muchas veces he pensado de que la vida tiene imprevistos, también he pensado muchas veces que uno no debe dejarse llevar por reacciones, no diría negativas, diría sin sentido.

 

Estoy mentalmente dispuesto a sufrir mi condena, que ya se sabe que es de muerte.

No, no voy a echar culpas a personas, a leyes, y cuando me pongo a pensar fríamente, por un lado pienso que mi razonamiento es el correcto.

¿Pero cómo, comandante Morkan, sacrificar millones por odio a una raza depredadora?

 

Aquellas personas que me juzgan quizá se hayan olvidado de que los langar depredaron prácticamente un cuarto de galaxia, y si no fuera por el capitán Alexis hubieran seguido depredando. Aquellos jueces que están detrás del estrado, y el juez principal con un mallet en la mano, bajará el mallet golpeando la base y sentenciando, diciendo "Morkan, antes de sentenciarlo a muerte le vamos a quitar todos los grados militares y todos los habeas corpus civiles que pueda tener, no nos representa ni representa a nadie". Palabras que me las sé de memoria aunque todavía no han acontecido.

Pero después me pongo a pensar, ¿de verdad que mi impulso era ese?, ¿de verdad que mi impulso era acabar con un mundo por una cría langar o era una sumatoria de fracasos?

 

Todo comenzó con Andara, ¿pero de verdad es tan así?, porque, a ver, ¿qué siento por esa mujer, amor? Supongamos que sí siento amor, ¿por qué debería sentirlo si se fue?

¡Ah!, pero la han acusado y ha quedado con rencor, pero no conmigo, con una Federación que la juzgó. Hasta que se supo la verdad, hasta que se supo que era inocente de todo, que había sido acusada injustamente.

¿Me abandonó o yo no me fui con ella porque mi idea era establecerme como cualquier familia?

¿Y eso porque no se habla antes de formar pareja?, que uno de los dos diga "quiero establecerme" y el otro diga "no, mi idea es viajar y conocer mundos".

Perfecto. No somos afines, cada uno por su lado. Pero comprometerse.

 

Y en todo este tiempo pensé en mi rencor, en su alejamiento, pero recién ahora que llegaba mi final me pongo a pensar que no iba a conocer a mi descendencia, porque ella se fue estando embarazada de muy poco tiempo.

¿Pero cuánto ha pasado?, mucho. ¿Habrá tenido un niño, una niña?, ¿habrá perecido en el camino?

 

Y en ese momento sentí como una especie de cosquilleo en el cuerpo, como una electricidad mínima, apenas molesta, y vi que todo se desvanecía ante mis ojos.

Y no entendía, ¿mi mente estaba fallando?, ¿algún problema cerebral? Bueno, me ahorraría del juicio, de la condena. Pero me sentía más vivo que nunca.

 

De repente por un instante todo se oscureció, todo se desvaneció, no ante mis ojos, ante mis sentidos, y de repente una luz invadió mis ojos y un leve sonido, una música muy suave invadió mis oídos y sentí como un aletargamiento, y quedé semidesvanecido.

Pero fueron instantes. Me encontré sentado en un sillón metálico, en una sala que había un montón de aparatos, obviamente algo desconocido para mí, y al fondo dos figuras manejando holooredenadores completamente desconocidos para mí, y al costado una mujer de espaldas que no hizo falta que se diera vuelta, era ella, Andara.

 

Giró hacia mí y me preguntó:

-¿Estás bien? Esto es la primera vez que lo hacemos.

Quería preguntarle tantas cosas, pero estaba intrigado, y pregunté yo:

-Es la primera vez que hacen, ¿qué cosa?

-El teletransporte cuántico.

-¿Me has teletransportado?, ¿estamos en una nave?

-Sí.

-Vaya. Pero donde yo estaba había varias capas aislantes, energéticas, que impedían la teletransportación.

Ella respondió:

-No la teletransportación cuántica, algo que todavía la Federación no conoce, como tampoco conoce estos holoordenadores de última generación.

-Qué ha pasado, ¿has viajado en el tiempo?, ¿has ido al futuro? Todo lo que está ante mi vista lo desconozco.

-No, Morkan, no he viajado al futuro. Y te debo una explicación.

-¿Por qué me siento tan sereno?

-Porque apenas mis ayudantes te teletransportaron, inmediatamente te aplicaron una especie de inyección de plasma que modera la parte emocional de tu cerebro provisoriamente, para que puedas prestarme atención, para que no estés reactivo y puedas entenderme.

-Te escucho -respondí.

 

Me sentía flojo, me ayudó a levantarme, me acomodé en un sillón muy muy cómodo y se sentó enfrente mío en otro sillón similar.

Me di vuelta y miré a los colaboradores:

-¿Quiénes son? -Me parecían muy altos y de piel de ébano.

-Ya te contaré. Vamos a lo primero. Es cierto que ya estaba muy mal, estaba con un dolor en mi alma por las acusaciones, y si bien luego se demostró que yo era inocente de todo lo que me habían acusado, mi alma de alguna manera dañó mi mente, mi mente dañó mi cuerpo, y la doctora que cuidaba mi incipiente embarazo dijo: "Lamentablemente voy a tener que inducir un aborto porque no solamente puede morir la criatura que lleva adentro sino usted". Y ahí volví a reactivarme. Como tenía unos aparatos que medían mis emociones, la doctora me dijo: "No, no", y me inyectó un calmante no para dormirme sino para tranquilizarme, nada que ver con el plasma que te hemos puesto, que es muchísimo más adelantado que lo que hay en la Federación. Y me escapé, no iba a abortar.

Como no estaba reactivo le dije:

-Pero, Andara, podías no sólo perder la criatura sino perder la vida.

-En ese momento no me importaba, Morkan, en ese momento me importaba huir en una nave a la que le puse capa de invisibilidad visual y térmica. Y la puse a máxima velocidad ultralumínica hasta que llegué a un sistema, en ese sistema perdí el control de la nave con la cual había escapado de Sargón, como una especie de rayo tractor me llevó a un mundo. Me teletransportaron a la superficie, tenían traductores de idioma mucho más avanzados que los que conocemos, eran humanos de piel negra, color ébano, se llamaban los "noirales", su mundo se llamaba Probeta, el sistema estelar Conditus. Pero no era un planeta, era un satélite muy muy grande de, prácticamente, en medidas vuestras, veinticuatro mil kilómetros de circunferencia, orbitando un enorme planeta gaseoso de una estrella roja. Me quedé allí, vieron inmediatamente mi condición, me llevaron a un sanatorio. Al día siguiente me dieron de alta y una mujer que me llevaba más de media cabeza me dijo: "Tus criaturas están a salvo". La miré frunciendo el ceño y le dije: "¿Cómo mis criaturas?", "Tienes dos, un varón y una niña". Le conté que de donde yo venía querían que yo abortara. Me dijeron: "Qué atrasados". Me mostraron sus adelantos y me sentí tan pequeña... ¡Cuántas veces me jactaba del tremendo adelanto que tenía Sargón y también el sistema Prima, o los Antiguos! Pero los noirales, un mundo cien por ciento pacífico, tenían un avance total y absoluto, hacían viajes interestelares. Me explicaron cómo funcionaba el rayo tractor, aún hoy no lo terminé de entender. Fíjate que esta nave es una nave noiral y todos los tripulantes son noirales. Yo les pedí, por favor, el venir a buscarte. Y cuando me enteré por ultraradiofrecuencia de lo que pensabas hacer, si hubiera estado reactiva te hubiera abandonado para que te juzgaran y te condenaran, pero los noirales me hicieron un tratamiento para moderar toda mi mente reactiva.

Le comenté:

-Andara, ¿pero si esa raza modera tus impulsos no está moderando tus instintos?, ¿no están, de alguna manera, y disculpa mi término, amaestrándote como hace milenios atrás en los circos se amaestraba a los animales no conceptuales?

-No, eso lo piensas tú con la mente de Sargón. El hecho de que tus emociones estén un poco más aplacadas hace que tu parte cognitiva se desarrolle más, y en ese plasma calmante que te pusimos no sólo te moderamos sino que también ya está trabajando en tu ADN, en tus neuronas, en tu hipocampo, en tu hipotálamo para que puedas discernir utilizando el sentido común, atenuando esos impulsos que corresponden a animales no conceptuales, no a humanos. Por eso los noirales son tan pacíficos, tan amorosos. -Estaba pasmado.

-O sea, ¿que tenemos un niño y una niña?

-Así es.

-¿Cómo se llaman?

-El varón Lucas, la niña Lana. Ha pasado tiempo, Morkan, ha pasado mucho tiempo. Tal vez con todos los acontecimientos que han pasado, porque nos enteramos...

-Te quiero preguntar a cuántos años está el sistema Conditus de la Federación.

-A quinientos años luz.

-¡Quinientos años luz!, ¿y me dices que ya llegamos?

-No tienes idea.

-Pero nadie puede pasar de la velocidad nueve ultralumínica.

-Y es cierto -respondió Andara-, porque iría en contra de las leyes espaciales. Lo que tú no sabes y que no han descubierto todavía es que además de las ondas gravitacionales hay arrugas gravitacionales que se pueden atravesar directamente de una manera que me sería imposible explicarte ahora, y podemos recorrer en segundos años luz, y de la misma manera utilizando la ultrafrecuencia de radio o de vídeo podemos enterarnos de lo que sucede a años luz de distancia.

-Y si fuera así, ¿por qué nunca los noirales han intervenido, no sé..., contra los langar, contra el imperio Mordon, contra los vegeta? La indiferencia no es bondad.

-Todavía ese plasma está trabajando en tu ADN, Morkan, todavía estás reactivo y todavía no utilizas el sentido común. Los noirales evalúan y sabían que la Federación iba a vencer a los Mordon, a los Vegeta. ¿Qué sientes ahora con respecto a la niña langar?

La miré y le dije:

-Siento compasión porque está solita.

-No, Morkan, no está sola, está acompañada, educada, a veces consentida de por demás, y por supuesto se la reta cuando sus instintos, un poco salvajes, no los controla.

-¿No habría manera de que los noirales, aunque sea de incógnito para no darse a conocer, porque sé que no quieren darse a conocer, pero por lo menos de incognito puedan inyectarle ese bendito plasma a la pequeña langar como para atenuar esos impulsos?

-Lo estamos viendo.

-Disculpa, "lo están viendo", dijiste "lo estamos".

-A pesar de que yo no soy noiral, ellos me consideran parte de su familia, y si tú aún sientes algo de amor por mí, formarás parte también de la familia noiral. Y con respecto a lo que preguntas, sí, pensamos hacer un plasma pero distinto al que te aplicamos a ti y al que me aplicaron a mí. No solamente en el caso de la niña langar es moderar su mente reactiva sino de alguna manera modificar su ADN para evitar esos impulsos medianamente salvajes.

-¿Pero eso no va en contra del libre albedrío?

-Está bien. Es cierto -me respondió Andara-, pero es para su bienestar, se va a criar sola, la gente de ese mundo no le va a tener temor ni asco a su apariencia porque todo es cuestión de costumbre. ¿Acaso en Sargón no hay bestias que seres de otros mundos no conocen y que las mirarían horrorizadas? Aquí mismo, en Probeta, en este mundo satélite hay bestias mansas, totalmente mansas, todas fueron aplacadas, pero no les sacamos el instinto porque en todo mundo las bestias deben tener su hábitat y no ser prisioneras, y así como hay bestias que se alimentan de otras de una cadena alimenticia más baja, en el mundo Noiral también. Entonces no se le puede sacar su instinto.

 

Pude conocer el mundo, esta raza era muy avanzada, noble, empática, sonriente, de piel ébano pero de dientes marfil, y a pesar de su piel totalmente negra sus ojos eran celeste blancuzcos o verde claro, y rostros hermosos en los varones y en las mujeres, por cierto muy atractivas. Me sentía incómodo en el sentido de que yo era un varón alto, los varones noirales me llevaban casi una cabeza de estatura y las mujeres más bajas casi media cabeza más altas.

 

Adivinando mi pensamiento Andara me dijo:

-Te adaptas, te puedes adaptar. Ven a conocer a nuestros hijos -dos niños hermosos, Lucas cabello color trigo, rubio completamente, lana cabello negro. Hermosos ambos-. Este es Morkan, tu padre.

 

Corrieron a abrazarme y se treparon a mi cuerpo haciéndome tambalear y caí de espaldas al suelo. Ambos niños riéndose me besaban, yo les correspondía riéndome a carcajadas mientras los noirales reían a su vez viendo la escena. Me quedé jugando con ellos casi una hora.

 

Luego Andara me preguntó:

-¿Qué piensas hacer?

-Por supuesto que volver no voy a volver.

-¿Qué piensas hacer conmigo, con nosotros, te querrás tomar un tiempo?

-No, no. Tú no me abandonaste, tú buscabas la manera de salvar a la que en ese momento creías que era una sola criatura que llevabas dentro y es como que ese ser creador del universo te guió hasta el sistema Conditus, quienes no sólo te salvaron a ti sino a nuestros niños. Si tú estás de acuerdo recomencemos nuestra historia. Pero mi pregunta es, somos humanos blancos, ¿qué va a pasar dentro de dos o tres siglos, este mundo tendrá población blanca también?

-No conoces las costumbres noirales, tranquilamente nuestra descendencia puede mezclarse. El hecho de que sean más altos no significa nada, nuestro ADN es totalmente compatible. Un varón noiral con una mujer blanca puede perfectamente tener descendencia, lo mismo un varón blanco con una mujer noiral. Pero tú, Morkan, no mires con bajos instintos a las mujeres noirales, que son muy muy atractivas.

-No lo haría porque creo en la lealtad, y la fidelidad es parte de la lealtad. Además, un poco en serio y un poco en broma, el hecho de que ese plasma atenuó mi parte reactiva también atenuó esos instintos primarios. Bienvenido sea. Pero mi pregunta es: ¿viviremos juntos?, ¿compartiremos lecho?

Andara me dijo:

-Si tú así lo quieres, yo lo acepto con todo mi amor.

-Pero ese plasma no...

-Sé a dónde quieres llegar. La parte íntima no te la atenúa, puedes disfrutar cada momento conmigo como yo contigo. -Y después de tantos años nos volvimos a besar como si fuera la primera vez, pero esta vez con dos niños, Lucas y Lana.

 

Y para mí era una nuevo comienzo, era un mundo donde se habían vencido todas las enfermedades, donde la expectativa de vida era mucho mayor y donde el sentido de la felicidad era distinto, no se era feliz por tener posesiones, no se era feliz por tener poder, se era feliz por tener amor y amistades. No había otro tipo de apetitos. Y eso, y eso no tiene precio.

 

Y ahora, separándome de mi parte encarnada, Morkan, como Raeldan puedo decir que esa encarnación terminó bien para mi 10%.

Tuvimos dos hijos más, otro varón y otra niña, esta vez la niña rubia y el varón de cabello negro. Cuatro hijos.

 

Nada más que agregar.