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Psicoauditación - Sebastián H.

Grupo Elron
Sección Psicointegración y Psicoauditación - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección

Si bien la Psicoauditación es la técnica más idónea para erradicar los engramas conceptuales del Thetán o Yo Superior de la persona, la mayoría de las veces se psicoaudita a thetanes que habitan en planos del Error y sus palabras pueden no ser amigables y/o oportunas para ser tomadas como Mensajes de orientación, algo que sí se da cuando se canaliza a Espíritus de Luz o Espíritus Maestros.
El hecho de publicar estas Psicoauditaciones (con autorización expresa de los consultantes) es simplemente para que todos puedan tener acceso a las mismas y constatar los condicionamientos que producen los implantes engrámicos.
Gracias a Dios, esos implantes son desactivados totalmente con dicha técnica.


Atte: prof. Jorge Olguín.

 

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Sesión del 28/12/2021 (1)

Sesión del 28/12/2021 (2)

Sesión del 29/03/2022

Sesión del 23/04/2022

Sesión del 02/05/2022

Sesión del 14/06/2022

Sesión del 16/07/2022

Sesión del 14/09/2022

Sesión del 19/10/2022

Sesión del 17/11/2022

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Sesión 28/12/2021
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de Sebastián H.

Seguía huyendo sin rumbo pero atento a todo. Se encontró en medio de una persecución a una joven y dio cuenta de los asaltantes. Era hija de un emperador, se había escapado de su padre. Hablaron de su situación.

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Entidad: Entiendo que el destino está lleno de causalidades, y a veces lo que vemos no es lo real.

 

Venía cabalgando por el camino buscando rumbos nuevos, destinos impensados cuando desde lo alto veo galopando a una joven en un hoyuman y a cincuenta líneas persiguiéndola un hombre a todo galope.

Voy bajando entre las rocas, acercándome a la intersección por donde iba a pasar la joven.

Pero antes de que yo llegara el hombre la alcanzó y sujetó su montura. La mujer se resistió.

Finalmente yo llego, desenvaino mi espada y digo:

-¿Por qué no te enfrentas conmigo? -El hombre se me quedó mirando, como desconcertado.

Habló la mujer:

-No, no, es Levi, el jefe de la guardia de mi padre. -Me quedé desconcertado.

-¡Te estaba persiguiendo!

-Es largo de contar.

 

Y en ese momento por el otro camino aparecieron cuatro sujetos bien armados, pero con cara de ser asaltantes de caminos.

Levi, el jefe de la guardia, me miró y me dijo:

-Si quieres ayudar a la joven únete a mí, estos hombres no vienen con buenas intenciones.

 

Uno de ellos tenía una cicatriz y sonreía torcidamente.

-¡Vaya! Mataremos a los hombres, nos quedaremos con el botín y luego daremos cuenta de la ricura. ¡Ah, qué satisfacción!

 

Desmontaron. Nosotros también. El jefe de la guardia le dijo a la joven que se quede atrás.

Nos pusimos hombro con hombro con el llamado Levi y paramos el ataque de los cuatro maleantes, eran buenos. Yo sabía de heridas y ahora tuve una más. Pero esta vez no me enfurecí, estuve atento, alerta, di cuenta de ambos los que me atacaron a mí. Levi era muy buen espadachín por cómo veía su manera de combatir, pero evidentemente le tocaron los dos más bravos, uno le hirió mal en el estómago, el otro en el pecho. Levi alcanzó a cercenarle la garganta a uno, del otro me encargué yo, le atravesé con mi espada.

Levi cayó moribundo a tierra, la joven apoyó la cabeza del hombre en sus faldas llorando hasta que el hombre quedó sin vida.

En mis alforjas tenía una pequeña pala.

-Si te parece lo enterramos.

-¿Y los otros?

-Los otros los dejamos para los buitres, nada más revisaré si tienen metales.

 

Revisé sus bolsos y sí, tenían bastantes metales que habrían robado por el camino, los puse en mis alforjas. Enterré al hombre.

La mujer estaba pálida.

-Explícame, por favor, esto.

-Es una historia larga.

-Te escucho.

-Mi nombra es Noah, soy hija del emperador Mason, del imperio Atauro.

-Nunca escuché nombrar del imperio Atauro.

Me miró y dijo:

-Queda mucho más allá de la zona oriental…

-¡Vaya!

-Llegando al otro mar, el mar Grande.

-Había escuchado hablar del mar Grande pero pensé que era una leyenda. Continúa.

-El imperio Atauro, donde mi padre es el emperador, tiene una ciudad principal, Rafara, con cien veces mil habitantes.

-Imposible, no existe eso.

-Te digo que es enorme, y está rodeada por una enorme fortaleza. Al este está el mar Grande y luego la fortaleza tiene miles de líneas.

-¿Y por qué te has escapado?

-Porque mi padre me quería comprometer con Hayden, príncipe de un reino vecino, pero yo siempre me negué. Siempre me vigilaba Levi, el jefe de la guardia imperial, más de una vez pensé en escaparme pero tenía que atravesar toda la ciudadela y todo el mundo me conoce. Fui con el rostro tapado con este hoyuman hasta que me escapé. Cuando salí de Rafara salí al galope y no fui solamente por un camino, fui por terrero pedregoso, por arroyos, borrando huellas, pero evidentemente Levi era un excelente seguidor de rastros, hasta que justo donde llegabas tú me alcanzó, y te agradezco que hayas llegado a tiempo, me has salvado la vida. Lástima no haber podido salvar la vida de Levi.

Me presenté:

-Mi nombre es Gualterio, fui príncipe pero me despojaron del título por una mala acción de mi parte.

-Yo soy Noah, hija del emperador Mason.

-¿Así que la ciudad principal tiene cien veces mil habitantes?

-Así es. Pero eso no es todo.

-¿Qué más?

Noah me explicó:

-Mi padre tiene diez veces mil hombres más veinte veces mil hombres de los reinos vecinos perteneciente al imperio Atauro.

-¡Vaya! Podrían apoderarse de todo Umbro.

-No es la idea de mi padre. Es inteligente, él sabe que cuanto más un imperio se expande, más débil de vuelve.

-Disculpa que te pregunte, ¿pero no había manera de convencer a tu padre, el emperador Mason, de que no te interesaba Hayden, el príncipe del reino vecino?

-Son casamientos por poder, casamientos por conveniencia. Pero yo no estaba preparada.

 

La miré, era muy joven, cabello castaño oscuro, ojos claros ante la luz del sol, por momentos se veían verdes, por momentos celestes, por momentos cobre claro.

-¿Qué miras?

-El color de tus ojos, no alcanzo a definir.

-Mi padre decía que eran color tornasol.

-¿Y eso qué es?

-Van cambiando según la luz.

-Eso no existe, eso es una ilusión óptica.

-Bueno, así es como decía mi padre. Me siento muy dolida, soy responsable de lo que le pasó a Levi.

-No, tú has elegido tú destino, el jefe de la guardia tenía la obligación de seguirte.

-Justamente por eso -dijo Noah-, justamente por eso. De no haberme escapado él seguiría con vida.

-Y de no haberme presentado yo, tú tampoco seguirías con vida, te hubieran ultrajado y luego te hubieran matado.

-De nuevo te lo agradezco. Pero ¿qué es eso de que te has portado mal y te han quitado el título?

-No estaba bien, me habían secuestrado con dos compañeros. Cuando volví mi cabeza era una eterna confusión, mi madre hacía tiempo había muerto y mi padre se casó con una joven. Y en medio de la confusión, le di un beso a la joven y nos descubrieron.

-Eres demasiado impulsivo.

-No, no se trata de eso. Como te dije antes, había estado secuestrado, golpeado, torturado, mi mente era un mar de confusiones. No tenía que haber hecho lo que hice. -La miré.

-¿Y ahora qué harás?

-No sé, pero desfallezco de hambre. Le he sacado muchísimos metales a los bandidos, además tengo fortuna propia, que la cuido muy bien.

-Yo también traje algo de mi fortuna, pero menos de un 1%, entre mis ropas.

-Te haré compañía porque eres una mujer sola y...

-Sé usar mi espada.

-Pero no participaste. -Noah se encogió de hombros.

-Nunca había presenciado una batalla de verdad, me sentí atemorizada.

 

 


Sesión del 28/12/2021
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de Sebastián H.

Después de combatir con unos maleantes tenía heridas que curar. Luego, desarreglados y cansados buscaron un pueblo para reposar energías.

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Entidad: Miraba a la joven Noah, heredera del imperio Mason.

Le comenté a Noah:

-Tu padre, el emperador Mason según por lo que me cuentas, tiene el mayor de los imperios, el imperio que lleva su nombre.

-No -me corrigió Noah-, se llama imperio Atauro, cuya ciudad principal es Rapara, que tiene cien veces mil habitantes.

 

Había llegado en el momento justo porque cuatro maleantes atacaban a Levi, el jefe de la guardia que justo alcanzaba a Noah tras haberse escapado. El desenlace fue los cuatro maleantes muertos y también Levi.

 

Noah me había confesado que sabía usar la espada, le pregunté:

-¿Por qué no has participado?, hubieras podido evitar, al ser uno más, que mataran a Levi.

-Me sentí acobardada. En casa vivía practicando, cuando hablo de casa me refiero al palacio del imperio.

-¿Y practicabas seguido?

-Muchísimo, muchísimo. Mis instructores eran Declán y Arlo, los mejores instructores de mi padre. A lo último los vencí a los dos. Pero una cosa es combate de práctica y otra cosa es ver malhechores de verdad.

La miré y le dije:

-Esto es la vida real. Iremos a un poblado y comeremos algo en una taberna, no te dejaré sola. ¿Volverás a donde tu padre?

-No, no, no pienso comprometerme con Hayden, el príncipe que eligió mi padre para mí. -Era bonita, joven y bonita. Ella me miró y sonrió-. ¿De verdad eres un príncipe? Por tu traza no lo pareces, estás todo sucio, lastimado. -En ese momento no me di cuenta del dolor que tenía, uno de los maleantes me había herido al costado.

-No creo que llegue al poblado.

 

Desmontamos. Noah me dijo:

-Si hay algo que yo sé es curar heridas. -En su alforja tenía vendas de seda.

-No sirven. Fíjate en mi alforja, estas vendas más anchas son mejores. -Me cosió la herida con un hilo de plantas y me vendó.

 

-Vayamos al paso -me dijo después, cuando montamos los hoyumans-, es una herida pequeña pero conviene que vayamos despacio.

 

Y me di cuenta lo que es el destino, algo impredecible. De repente estaba solo buscando un rumbo, un camino y ahora estaba con una futura emperatriz, Noah, del imperio Atauro.

 

Llegamos al poblado, tratamos de no llamar la atención. De todos modos las ropas que en su momento dado eran blancas, ahora ya estaban todas sucias. No parecía una emperatriz, tampoco yo un príncipe, éramos simplemente dos forasteros del camino. Y entramos a la taberna, a un lugar apartado, a comer y tomar algo.

 

Gracias por escucharme.

 

 


Sesión del 29/03/2022
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de Sebastián H.

Había encontrado a quien con ella se sentía muy bien. Se conocieron. Ella estaba siendo perseguida por los soldados de un poderoso mento. Y la encontraron. Quizá ya no la vería más.

Sesión en MP3 (1.850 KB)

 

Entidad: Comencemos por la parte agradable.

Estuvimos muchos días solos con Noah conversando de mil temas, contándole parte de mi vida, la tragedia de mi madre, mi comportamiento impulsivo en muchas oportunidades.

 

Sentía como que con Noah había algo más que una amistad y de entrada quise ser sincero, no ocultarle nada de mi pasado. Le conté con todo lujo de detalles que en un momento había perdido la memoria, comencé a salir con una joven. Cuando recuperé la memoria le dije quien era se apabulló, se sintió intimidada ante el lujo del palacio de mi padre y la relación se cortó. Mi vida fue una lucha con mi propio ego, el tratar de manejar bien la espada. Y otra cosa no me interesaba. Le comenté lo que pasó con Marya, la esposa de mi padre, mi estupidez, mi tontería.

 

Noah me contó que en su enorme ciudad se sentía encerrada. Hablamos de cosas personales, de los gustos que tenía cada uno. Nos besamos por primera vez.

Recuerdo que se largó una fuerte tormenta y nos guarecimos en una posada, llovió toda la noche y ni nos dimos cuenta, hicimos el amor uniendo nuestros cuerpos y nuestras almas.

Por la mañana le dije:

-Fue la mejor noche de mi vida.

Me respondió:

-Espero que no sea la última.

-No -le dije-, no. Te encontré y no quiero perderte. -Me abrazó.

 

Y bajamos a tomar algo. Luego pensamos que no conviene estar tanto tiempo en un poblado, más si te están buscando.

 

Anduvimos por distintos caminos, recuerdo que había refrescado y encendimos una pequeña fogata. Y ahí fue cuando nos encontró Jimena, también del imperio Atauro, y nos comentó que un mento muy poderoso, Andreas, estaba en la búsqueda de Noah. Sometía a los aldeanos de la zona, usaba sus poderes para el mal.

Recuerdo que escuchamos el sonido de unos cascos y nos sobresaltamos, pero eran Ligor y Donk que se habían unido a nosotros. Donk era una persona medida, es como que dentro suyo ocultaba ese gran espadachín que había sido tiempo atrás, como que se reprimía, como que incluso reprimía su personalidad.

Ligor era lo opuesto, no era aquel guerrero serio, bromista pero serio, hoy se lo veía más burlón, irónico, quizá sarcástico, como que... como que se sentía traicionado por las circunstancias, no sé si por el tema de haberse divorciado de Núria o por alguna otra razón.

 

Yo mismo había madurado. Pensaréis que nadie madura en tan pocos amaneceres. Pero los golpes de la vida y las caricias de la vida, porque haber conocido a Noah fue una caricia, pero el que mi padre me haya mandado al exilio fue doloroso. Pero no tenía ninguna emoción de disgusto hacia mi padre, todo lo contrario, sentía culpa por mi torpeza. Que Marya de alguna manera no se negó a ese beso, ella tampoco era una persona madura si bien era más grande que yo. Pero me hago responsable por todo lo que pasó. Y cada noche le rogaba a aquel que está más allá de las estrellas que mi padre la perdone. De mí no importaba, pero que la perdonase a ella. Yo había encontrado a mi amor.

 

Ligor con su oído finísimo:

-Hagan silencio -pidió, del lado del bosque se escuchaban como movimientos.

Dije susurrando:

-No me imagino cascos de hoyumans, de caballos ni de soldados.

-No, no no no, son gente de a pie.

-¿Elfos?

-No, no Gualterio, no en esta zona. -Y de repente vimos decenas y decenas de aldeanos. Sonreímos aliviados.

-Estamos de paso.

 

Uno de ellos, sin mediar nada de por medio tensó su arco y lanzó una flecha que se clavó en mi muslo. No teníamos donde guarecernos y eran decenas y decenas con flechas.

Ligor dijo:

-No nos ataquéis, no somos enemigos.

-Andreas, somos leales a Andreas. Vosotros sois enemigos de Andreas. Buscamos a Noah, si no quiere venir la mataremos.

 

Todos teníamos espadas pero ninguno tenía arco y flechas, no podíamos acercarnos. Nos pudimos guarecer detrás de unas rocas, Donk también resultó herido. Cubrimos a las mujeres, a Noah y a Jimena. Me miraba desconcertado con Donk y con Ligor.

Ligor respondió:

-Deben estar bajo el efecto mental de Andreas.

-¿Pero cómo? Andreas no está aquí.

-Evidentemente tiene un poder distinto al de Fondalar, es como que les hubieran lavado la mente, es como que le hubieran implantado el propio pensamiento de Andreas. No puedes razonar con esta gente. Si nos hubieran atacado con espadas te aseguro que les hubiera cortado la cabeza a varios. Pero tenemos que estar tras las rocas.

 

Como no podían alcanzarnos giraron el arco a cuarenta y cinco grados y dispararon hacia arriba y las flechas caían sobre nosotros. Tres cayeron sobre mi espalda

 

Ligor palideció: ¡Gualterio!

 

Me salía sangre por la boca, quizás una de las espadas atravesaron mis órganos vitales. . Pero será posible, justo ahora, justo ahora, que había conocido a mi gran amor... Y sentía como que la vida se escapaba de mi cuerpo, ni siquiera teníamos escudos. Alcanzamos a soltar los hoyumans para que galopen fuera del alcance de las flechas, terminaríamos todos muriendo.

Noah se aferró de mi mano:

-No vas a morir, no vas a morir.

 

En ese momento se nubló mi mente y... y no percibí más nada.

 

 


Sesión del 23/04/2022
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de Sebastián H.

En una emboscada, aunque reaccionaron a tiempo, les habían caído multitud de flechas, que les dejaron muy heridos. Unos viajeros presintieron aquel ataque y se dirigieron allí. Lo primero era atenderlos, estaban muy malheridos. Eran mentos y sabían lo que hacían.

Sesión en MP3 (2.758 KB)

 

Entidad: Queridos hermanos voy a relatar, como thetán, la sesión de manera impersonal, ya que mi rol no lo puede hacer. Entonces voy a conceptuar para que este receptáculo lo relate en forma de tercera persona.

 

Estaban todos desesperados, el ataque de los aldeanos seguía. Por más que se refugiaran en las rocas los aldeanos avanzaban, eran torpes, la mayoría de las flechas caían en las rocas, pero tanto Ligor como Donk también habían caído heridos por la gran cantidad de flechas que disparaban.

En ese momento es como que los aldeanos se hubieran paralizado, Ligor miró y vio que retrocedían como si algún monstruo, algún ser invisible les causara pánico. Y retrocedieron.

En ese momento Ligor levantó la vista hacia donde miraban los aldeanos y lo vio a Geralt, el viejo maestro Geralt.

Una jovencita que estaba con él:

-¡Ezeven y la niña Ciruela!

 

La joven primero los pasó por alto a todos. Miró hacia a los aldeanos, algunos desconcertados querían volver a disparar flechas. La joven entrecerró los ojos y sacaron unos puñales que tenían y los que estaban en las primeras filas se degollaron entre ellos, los otros huyeron despavoridos. La joven miró a Ligor, miró a Donk y luego lo miró a mi parte encarnada.

 

Inmediatamente...

-Ven, Ezeven, ayúdame.

-¡No tiene pulso! -dijo Ezeven.

-Permíteme, alguna vez ya le salvé la vida. Hay que sacarle primero las flechas -dijo la joven.

Ligor preguntó:

-¿Quién eres?

-Me llamo Cirina, pero no hay tiempo ahora para presentaciones. Ezeven, sácale las flechas, ¡ya! -Ezeven le sacó las tres flechas de la espalda a mi rol y la del muslo-. Ponlo boca arriba. ¡Ponlo boca arriba!

Noah gritaba:

-Se está desangrando.

Ezeven dijo:

-No tiene pulso, no tiene pulso. Permitidme. -Le lanzó descargas eléctricas-. No reacciona.

-Permítanme a mí -dijo Ligor. Tanteó el cuerpo, a un costado del esternón y lanzó una descarga eléctrica más potente que la de Ezeven. Inmediatamente mi rol empezó a respirar.

-Y ahora permítanme -dijo Cirina.

-¿Qué haces?

-Todos vosotros conocéis a Ciruela. -Se refirió a Ligor y a Donk-. Tengo el mismo poder pero mucho más específico. Tiene dañados varios órganos. Vosotros podéis ver nada más las heridas externas en la espalda pero no la parte interna. Estoy enviando calor, un calor muy fuerte.

Noah dijo:

-Lo vas a terminar matando.

-Acabamos de salvarle la vida -respondió Cirina.

-¿Cómo haces?

-Estoy traspasando con mi vista y enviando calor absolutamente dirigido.

-No entiendo.

Mientras Cirina seguía trabajando con mi cuerpo, con el rol, a su vez hablaba:

-El calor que emito es el mismo calor que puede emitir la niña Ciruela, que puede hacer que un cuerpo se queme por dentro. Lo que yo hago es como un haz de luz pero en este caso de calor, voy enfocando mentalmente cada órgano dañado y lo estoy cicatrizando con mi calor.

-¿Cómo? -preguntó Noah.

-Es difícil de explicar. Dejadme trabajar, por suerte el corazón ahora está bien, gracias a... ¿Tú te llamas?

-Ligor.

-Gracias a Ligor y a Ezeven. Este está, este también, cinco, seis. Seis partes de órganos comprometidas. Ya está, no hay más hemorragia interna.

La propia Ciruela preguntó:

-Cuando yo envío esa energía de fuego el cuerpo se quema por completo.

-Claro, pero yo lo sé dirigir como si fuera un rayo específico del tamaño de un milésimo de línea y no salen de mis manos en este caso, salen de mis ojos. -Y le aclaró a los demás-: Porque aparte de tener los dones de Ciruela también soy menta. -La cuestión que mi rol dejó de sangrar, las heridas internas fueron cicatrizadas con el calor-. Esas eran las graves, ahora vamos a la parte externa.

-Tenemos hilo de plantas para coserlo.

-No, Noah, no. -Noah y Jimena se asombraron viendo como las heridas, por supuesto, se veían como se iban quemando, pero mientras tanto se iban soldando-. Lamentablemente le van a quedar cicatrices.

 

Finalmente las tres heridas de la espalda y la herida del muslo fueron sanadas. Mi rol respiraba no acompasadamente, había perdido bastante sangre. Habría que dejarlo descansar.

 

Cirina lo miró a Donk:

-Tú tienes una herida en la cadera y otra en el muslo, ¿quieres que te cosan? Porque una cosa es estar desmayado, esto duele, ¡eh!, es una quemadura muy fuerte lo que voy a hacer.

Donk dijo:

-Hazlo. -Cirina enfocó los ojos en la parte de arriba de la cadera y en el muslo de Donk. Donk cerró los ojos, apretó los dientes y soportó sin pestañear el dolor.

La joven lo miró a Donk:

-No tenías ningún órgano comprometido. -Levantó la vista, lo miró a Ligor-. Tú tienes una herida en el hombro, otra en el brazo y otra en el muslo. ¿Soportas?

Ligor sonrió:

-De ti, niña, soporto lo que tú quieras.

-Así que eres irónico. Bien, veamos si es cierto que soportas. -Ligor hizo una mueca de dolor pero no pestañeó, al igual que Donk. -Cirina logró cicatrizar todas la heridas.

 

Las más peligrosas eran las mías que eran internas, y de una manera que una persona común no lo entendería, cuando envió con sus ojos los rayos de calor no lastimaron la piel de mi rol, la traspasaron sin lastimarla, fueron enviados directamente a mis órganos lastimados. Explicar algo así es imposible porque de repente si existiera un rayo de calor hacia un órgano, obviamente que traspasaría la piel, la carne hasta llegar a ese órgano, pero hacerlo de una manera milimétrica como lo hizo ella y que el calor se enfoca adentro y no afuera, era algo que no creo que ni siquiera el maestro Fondalar lo pudiera hacer. Obviamente que no, porque no tenía el don de Ciruela.

En ese momento Ciruela preguntó:

-¿Podré aprender a hacerlo para el día de mañana sanar gente?

-Podemos practicar cuando veamos un animal herido en el bosque, no practiquemos con personas hasta que sepas. Ya sabes por qué, porque la cosa podría terminar mal.

Noah preguntó:

-¿Por qué huyeron los aldeanos si estaban bajo el influjo de un mento poderoso llamado Andreas?

-Porque yo también soy una menta poderosa. Enseguida percibí lo que pasaba y les creé terror. De todos modos, como la mente de Andreas era tan poderosa muchos se resistieron a mi influjo, entonces hice otra técnica de crear animosidad entre ellos y los de las primeras filas se degollaron entre ellos. Los de atrás, roto el enlace con Andreas huyeron despavoridos.

Noah se acercó a Cirina y la abrazó:

-Nos has salvado la vida a todos. ¿Quién eres?

-¡Je, je! Soy hija adoptiva de Geralt, que por lo que veo es amigo de estos dos, de Ligor y de Donk.

 

Ezeven se abrazó con Ligor, se abrazó con Donk.

-Hemos llegado justo.

Ligor preguntó:

-¿Vinieron para aquí exprofeso?

-No, pero tanto Cirina como yo intuíamos peligro de seres queridos, por lo menos de parte mía. Cirina no os conocía pero hizo caso a mi intuición y nos acercamos. Y bueno, la vida de ninguno de vosotros corre peligro por ahora. ¿Pero quién me cuenta quién es este Andreas?

Noah levantó la mano.

-¿Tú te llamas Ezeven?

-Así es. También soy mento y tengo otros dones, como hacer descargas eléctricas, al igual que Ligor, y el don de la levitación.

-Bueno -dijo Noah-, este Andreas tiene diez veces tu poder. Cuando se entere que los aldeanos fracasaron, vendrá él personalmente.

Cirina dijo:

-Ahora ocupémonos de este joven.

Noah dijo:

-Se llama Gualterio, es príncipe y es mi amado. No tengo cómo pagarte.

-No quiero recompensa -dijo Cirina-, salvar una vida para mí es la recompensa. -Geralt sonreía, sanamente orgulloso, su hija adoptiva era una enviada por aquel que está más allá de las estrellas, como decís vosotros en Umbro.

 

Mi rol seguía inconsciente pero viviría, se repondría perfectamente. Es más, había un órgano en la parte intestinal que tenía una gran irritación y la joven lo sanó. Me preguntaréis si tanto las descargas eléctricas de Ezeven como las de Ligor afectaron al corazón de mi rol: No, lo revivieron.

 

Cirina, siendo una menta, entró dentro de la mente de mi rol, recorrió mentalmente todo el cuerpo de mi rol y comentó:

-Va a estar bien pero está muy débil, perdió mucha sangre, como dije antes. Pero por lo menos están vivos. Lamento que hayan muerto los aldeanos porque creo que eran inocentes, estaban por el influjo de ese tal Andreas, que ya lo enfrentaré.

-No, no se te ocurra, Cirina. Andreas, con tu pensamiento puede hacer que cojas un puñal y te degüelles sola.

-Veremos. Pero por ahora estamos todos bien gracias a aquel que está más allá de las estrellas.

-No -dijo Noah-, gracias a ti. Y si eres un instrumento de él, sí, gracias a él también.

 

Y este es el relato de la vivencia que mi rol no pudo contar, y me tomé el atrevimiento de hacerlo yo como thetán de quien fue muchísimo tiempo atrás el rol de Gualterio junior y hoy es el rol de Sebas.

 

Gracias por permitirme conceptuar esta vivencia.

 

 


Sesión del 02/05/2022
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de Sebastián H.

Los viajeros curaron las heridas de todos ellos con unas plantas sanadoras. Más tarde decidirían buscar refuerzos para encontrar al poderoso mento Andreas, capar de dominar pueblos enteros. También alertarían al castillo del rey.

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Entidad: Recuperé el sentido y siento bastante dolor.

Noah me dijo:

-Me parece bien, mi amado, que sientas dolor, eso significa que estás vivo. -Traté de sonreír y la mueca me salió con un rictus amargo.

 

Me acordaba cuando nos secuestraron esos piratas que nos iban a vender como mercadería y tenía algo que se llama incertidumbre, que es lo que más hace daño al ser humano, el no saber qué va a pasar, el no saber si vas a vivir, si te van a matar o si vas a morir haciendo trabajos forzados. O te meten en un barco y le caes mal a alguien y te degüella y te tira como comida para los tiburones.

Pero lo de ahora, no la flecha en el muslo, las tres flechas en la espalda, y a medida que iba perdiendo mis sentidos en segundos es como que me recordé de todo y sentí una pena tremenda porque había conocido el amor y lo perdía.

 

Y recuperé la conciencia y me explicaron lo que había pasado. Una joven, Cirina, que todavía no capto los dones que tiene, me salvó la vida.

 

Me abracé con mi amor y le dije:

-Ya pasó todo.

 

Cirina, la joven que me había salvado, dijo:

-No, esto es recién el comienzo. Por lo que cuenta tu chica, Noah, ese tal Andreas es una persona tan peligrosa que puede dominar con su mente no a una persona sino a aldeas enteras.

Le respondí:

-Pero tú también tienes dones.

-Sí, pero mis dones son compartidos. Soy un poco menta y tengo el mismo don que tiene la pequeña Ciruela.

La miré y le dije:

-Lo que tú has hecho conmigo no lo entiendo, Ciruela manda con sus manos ondas de calor.

-No -me corrigió Cirina-, sus manos son una herramienta, es su mente. Sus ojos también son una herramienta, como son los míos.

-Lo que no entiendo -le dije-, cómo has hecho para enfocar mis órganos internos sin que mi piel exterior se queme.

-Hago foco interno mentalmente. Este intenso calor va directamente a determinado órgano para cicatrizar la herida y que deje de sangrar. Es más, tenías un pequeño problema, pequeñito, en tu parte cardiovascular.

-¿Cómo, qué es eso?

-Una parte interna del corazón. Puedo visualizar que se divide en cuatro partes, cuatro partes principales.

-Vaya. ¿Cómo sabes todo eso?

-Porque lo visualizo -respondió Cirina-, y una de las partes irrigaba mal y lo pude corregir. Y también debes agradecerle a Ezeven y a Ligor, pues tu corazón se había detenido.

Lo miré a Ezeven:

-Son dos que te debo ya. Y a ti, Ligor, gracias. Pienso que puedo andar, pienso que puedo montar... ¿Qué hacemos?

Ligor dijo:

-Iríamos con Donk al castillo de tu padre a avisarle de que estás bien y a comentarle lo de Andreas.

Geralt dijo:

-Pienso que todos, todos deberíamos ir para el lado del imperio atauro, hay que frenar el mal antes de que se llegue extendiendo, como pasa con un tumor en el cuerpo.

Donk habló y dijo:

-Quizá sería oportuno que por lo menos uno galope hasta el castillo del rey Anán, y aunque sea que venga Fondalar, es un mento a la altura de Andreas.

Habló Cirina y dijo:

-Bueno, Ligor tú te quedas entonces y va Donk. No comentes nada todavía de Gualterio, tengo entendido que hubo un problema entre ellos y piensa que... que está muerto. Yo diría que esperes. Ve y comenta que precisamos a Fondalar, no des tantas explicaciones.

-Haré eso -respondió Donk. Cogió su hoyuman y marchó.

 

Miramos, había dos hoyumans muertos.

Cirina cerró los ojos:

-En el bosque hay varios hoyumans sueltos, seguramente la retaguardia de los aldeanos vino montada. Utilizaremos esos hoyumans. Lamento por los que han muerto a flechazos. -Y marchamos para el este, marchamos hacia el peligro, un peligro real.

 

Comenté en medio de mis dolores:

-¿No sería conveniente acampar por lo menos un día más, un día, y esperar a Fondalar? -Se miraron entre todos.

Jimena, la amiga de Noah, dijo:

-Si vienen refuerzos está bien, quedémonos un día más. -Todos asintieron con la cabeza.

Cirina preguntó:

-¿Quién sabe disparar flechas? -Ligor levantó la mano, Noah levantó la mano, Jimena levantó la mano.

 

Lo miré a Geralt.

-No me mires a mí, príncipe, que vayan a cazar ellas pequeños mamíferos, así tenemos para comer. -Se adentraron en el bosque, tiempo después volvieron con varias presas.

 

-Donk tendría que haber esperado -dije-, por lo menos comía algo.

Ligor dijo:

-Ya comerá en el castillo, cuando llegue.

 

Un buen síntoma: tenía hambre. Me sentía débil, dolorido, pero tenía hambre. En una de las alforjas de Geralt había una manta, el veterano guerrero blanco me cubrió:

-Estás débil, príncipe, abrígate.

 

Comimos. Se hizo la noche y me dormí, envuelto en la manta, en los brazos de Noah.

 

 


Sesión del 14/06/2022
Médium: Jorge Raúl Olguín
Interlocutor: Karina González
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de Sebastián H.

La entidad repasa una vivencia en Umbro donde se le juntaron problemas con un ejército que le esclavizó, con sus amigos, con sus padres, con sus afectos personales. En poco tiempo le cayó todo encima. Soportó un gran desasosiego. Comenta con la interlocutora Karina detalles de las situaciones que le afectaron más.

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Interlocutor: Bienvenido.

 

Entidad: Tú dices bienvenido, quizá seas la única entidad que me dice bienvenido porque me encuentro no con rencor sino de alguna manera desorientado y quizá también, no sería despechado la palabra, pero uno de alguna manera tenía una ilusión. Hace tiempo atrás me raptaron a mí y a unos amigos, y a uno de los amigos al que habían raptado lo tuvieron como mártir.

 

Interlocutor: Coméntame. ¿En qué época fue esto?

 

Entidad: En Umbro, milenos. Un mundo salvaje. Un mundo donde un día estás bien y al día siguiente no sabes si vas a volver vivir. Es más, después de todo lo que pasé encontré a mi gran amor, Noah, que ella también escapaba de su padre que la obligaba a casarse con alguien que no quería.

 

Interlocutor: ¿Y cómo te hizo sentir esa historia a ti?

 

Entidad: ¡Ah, ja, ja! ¿Ella? Ella me hizo sentir como nadie, me hizo sentir una maravilla. Pero donde yo me crié, me crié con una madre que de casualidad no terminó de envenenarme a mí y a mi padre. Luego reconozco que tuve un error, que me dejé tentar por un impulso y me besé con la que era la esposa de mi padre. Pero no pasó de ahí, no pasó de ahí.

 

Interlocutor: Y qué te hace sentir eso culpa, bronca, ¿qué sientes?

 

Entidad: No sé si culpa, siento como que fui un tonto, pero siento como que el haberme desterrado fue demasiado. Y como yo salvé a la hija de un rey hubo un conflicto, que no voy a profundizar ahora, y fui condenado. Y el rey habló con su jefe de guardia que comente que me mató en el bosque y me enterró, para no quedar mal él de que era un rey flojo. Pero después nos atacaron a flechazos y él murió, ese hombre que me perdonó, el jefe de la guardia. Luego conozco a Noah, que escapaba de su imperio y comenzamos una relación lenta, lenta, con respeto, con amor. Y el destino me permitió, o quizás aquel que está más allá de las estrellas, me permitió conocer a una persona que para mí es el amor de mi vida.

 

Interlocutor: Y dime una cosa, ¿Noah ha encarnado en esta actual vida?

 

Entidad: No la percibo, no la percibo, pero en esa vida era mi amor. Y de repente nos enteramos por otra amiga de Noah, llamada Jimena, que también había escapado, que un tal Andreas, que era un mento muy poderoso nos perseguía. ¿Y qué hizo?, ¿qué hizo? Se apoderó de la mente de muchos aldeanos, que ya no era su voluntad, era la voluntad de Andreas, y nos atacaron a flechazos; aldeanos que ni siquiera sabían manejar un arco y una flecha, pero tuve la desgracia de que cuatro flechazos dieron en mi cuerpo, tres en mi torso y uno en una extremidad. Y honestamente yo pensaba que moría.

 

Interlocutor: ¿Cómo pudiste resolverlo?

 

Entidad: No sé cuánto tiempo pasó pero de repente abro los ojos y estaba vivo. ¿Y qué pasó? Me habían salvado la vida una joven llamada Cirina, que también era menta pero a su vez tenía poderes flamíferos. Ella lo que hizo fue entrar mentalmente en mi cuerpo y con ese poder, cicatrizar por dentro con un calor intenso mis heridas de mis órganos. No lo puedo entender porque de repente a ti te envían calor con el fuego de una antorcha y lo primero que te va a quemar es la piel. Pero Cirina tenía tal poder que el calor lo enviaba dentro del cuerpo sin que toque la piel y me pudo cicatrizar las heridas.

 

Interlocutor: Algo increíble seguramente, una habilidad única.

 

Entidad: Estaba con su papá adoptivo, Geralt, un maestro de la espada, un hombre grande canoso que yo ya había conocido. Una leyenda, Geralt y Cirina. Y luego aparecieron Ligor y Donk, pero eso es otro tema. Yo me siento, como thetán, y se lo transmito a mi rol actual en Sol III, como una especie de desgano.

 

Interlocutor: ¿Esa es tu emoción principal? ¿Puedes reconocer algún otro tipo de emoción en este momento?

 

Entidad: ¡Uf! Hay como una especie de bronca interna...

 

Interlocutor: ¿Frustración?

 

Entidad: Porque yo pienso que mi padre me ha mentido con su amor. Y honestamente yo detesto las mentiras, detesto las mentiras. Y te voy a explicar por qué. Detesto las mentiras porque yo trato de no mentir. No me considero una persona creída al que hay que respetar como a nadie, al fin y al cabo soy un muchacho, un ser humano, pero me pareció como que el destierro era demasiado. Estoy seguro que me creen muerto. En el fondo no me da pena. No me da pena, para nada. Y explico por qué no me da pena: Porque siento que no es la primera vez que me dejan de lado. Y cuando yo me quejaba de algo: "Bueno, tampoco es para tanto", me decían. Mi padre se pensaba que me conocía, mi padre se pensaba que él sabía todo de mí. ¿Qué sabía de mí? Cuando yo quería aprender espada: "Aún no eres maduro". Cuando yo quería ir a practicar con Aranet: "No, no, porque afuera hay muchos peligros". ¿Y qué me querían criar, entre sábanas de seda, me querían criar? Que no me dejaban hacer esto, que no me dejaban hacer aquello, que no me dejaban hacer nada. ¿Y tú me preguntas qué emociones tengo? Por qué no me preguntas al revés: ¿qué emociones no tengo? Porque tengo todas las emociones: tengo ira, tengo despecho, tengo recelos. Todas las emociones me embargan. Y tengo un desgano tremendo. Si me preguntas qué quiero hacer, nada. Nada. No quiero que me molesten, no quiero que me censuren, no quiero que me estén dando órdenes. Basta. Basta. No soporto ese tipo de cosas, no las soporto.

 

Interlocutor: Mira, tal vez podrías ver que esta encarnación es una nueva oportunidad para continuar o para volver a empezar. Y que, bueno, toma lo mejor de ti y ayuda a tu parte física para poder crear o recrear la mejor situación que puedas en esta vida. Aprovéchala, es una oportunidad.

 

Entidad: ¡Ja, ja, ja! Disculpa mi... No lo tomes como falta de respeto, pero me haces reír conceptualmente. ¿Cuál es la diferencia en esta vida, que en esta vida todo es técnico, hay adelantes científicos? Hay la misma barbarie que en aquella época de Gualterio, hay violencia, hay muertes.

 

Interlocutor: Tal vez puedas crear el mundo que tú deseas, el que a ti te gusta...

 

Entidad: ¡Ah!, ¡ja, ja!

 

Interlocutor: Pero debes empezar por ti mismo.

 

Entidad: Y por supuesto.

 

Interlocutor: Debes empezar por ayudar a tu parte física, debes empujarlo a soñar, a alcanzar ideales.

 

Entidad: Mira, a ver, en cada vida mi parte física lo que quiere es hacer su vida.

 

Interlocutor: ¿Y qué te impide en este momento?

 

Entidad: Que no se metan, que no se metan, que me dejen tranquilo, porque son todos censores, son todos censores, censuran todo. No no no, pero claro, como son mayores tienen razón. ¿Quién la da la razón? ¿Quién le da la razón al rey Anán, aquel que está más allá de las estrellas le da la razón? ¿Y por qué le va a dar la razón, porque es más grande? No, no, pero él pasó por mucho, él se crió en Krakoa, él no sabía que era príncipe, él era un mendigo y de repente lo encontraron, y le encontraron en una frazadita y entonces "¡Ay, no, no, es el rey, es el rey!", dijeron mis abuelos. Entonces tuvo todas las comodidades. Y no sé si las aprovechó porque yo estoy enterado de que un par de veces huyó del trono. Yo jamás huí, jamás huí. ¿Que mi padre estaba preocupado porque la vez pasada me secuestraron? No, porque el que vino como héroe fue el otro. ¿Y por qué vino cómo héroe? Porque claro, porque el jefe de la guardia de los secuestros, que era el segundo de Malacara, lo tomó como una especie de sirviente con cama. Entonces lo sometía sexualmente pero tenía las mejores comidas, tenía los mejores tratos. En cambio, yo y mi otro compañero nos agarraban a puntapiés, nos golpeaban las costillas, nos fracturaban los huesos, comíamos en el barro. Pero él tranquilo. Y él eso no lo comprendió. Él decía "¿Por qué no te pones en mí lugar?". ¿Tu lugar? Estoy comiendo basura, estoy comiendo deshecho de los caballos, como les llamábamos a los hoyumans. Y bueno, después lo degolló y nos escapamos. Me dolían todos los huesos. Pero claro, a él lo recibieron bien; "Pobre, lo sometieron". ¿Y a mí no, o solamente hay una manera de someter?, el que te den bazofia para comer, el que comas en el barro, el que de agarren a puntapiés y te rompan las costillas. Claro. Pero después por un impulso de joven, un pequeño beso, "Afuera. Fuera de este reino. Fuera. No te queremos más aquí. Fuera. Vete. Ya". ¿Y tú quieres que no esté emotivo y que a ver en esta vida qué pienso? Todas las vidas son iguales. En todas las vidas, cuando tu creces no eres nadie porque tienes que hacer la voluntad de la persona mayor, como si la persona mayor supiera tanto: "Levántate, haz esto, haz aquello, haz lo otro". Basta, basta.

 

Interlocutor: Está muy bien que puedas ser capaz de reconocer tus emociones, de darte cuenta cuales son las que priman en ti, eso es un buen inicio. Ahora bien, yo simplemente te sugiero que tal vez puedas pensar si es que a ti te conviene poner toda tu energía en aquellas cosas que sucedieron hace tanto tiempo, ¿porque puedes cambiarlas acaso? No te sería más provechoso poner esa energía en el presente, en el único momento en el que puedes cambiarlo todo.

 

Entidad: No. No. Para nada. No. Enseñan que el repasar una vida hace que los engramas se vayan eliminando, pero te has olvidado de hacerme una pregunta, la más importante.

 

Interlocutor: ¿Cuál?

 

Entidad: ¿Qué te enseño esa vida? Esa vida me enseñó a defenderme, esa vida me enseñó a desconfiar, esa vida me enseñó a darme cuenta quien era el verdadero amor porque en esta vida también encontré un amor, y sin embargo me lo reprueban. Entonces, ¿qué tengo que hacer? porque no tengo las herramientas adecuadas. Porque sí, en Umbro era todo más difícil porque al día siguiente te podían matar.

 

Interlocutor: ¿Y cuáles serían esas herramientas que tú desearías tener?

 

Entidad: Algo que se dice economía.

 

Interlocutor: Bien, a por ello.

 

Entidad: ¡Ja, ja, ja!

 

Interlocutor: A buscarlas, a construirlas. Las respuestas no se alcanzan solas.

 

Entidad: Las cosas que yo podría hacer, las cosas que yo podría hacer. Mira, el tema es así: Yo quiero resolver todo aquello que llevo acumulado como Gualterio junior, y yo creo que Noah es la que me llena esos vacíos. El problema, que no lo tenemos resuelto, es que tenemos un peligro gigantesco, vencimos a los aldeanos, los vencimos gracias a Cirina. Pero este Andreas, este mento monstruoso, gigantesco que se va acercando a nosotros, arrasa pueblos no con armas, con su propia mente, y los manda para adelante para que nos exterminen. Entonces qué es, ¿un juego de aquel que está más allá de las estrellas, que de repente encuentro un gran amor y no sabemos cuánto tiempo vamos a vivir? Porque lo otro sería escaparnos, huir bien al sur, a otros lugares. ¿Pero cómo sabemos que de repente nos establecemos en una cabaña y tenemos hijos y ese monstruo nos ve y quizá me deje vivo, y quizá mate a Noah y a mis hijos? ¿Y por qué? Esto es una hipótesis, por supuesto. Entonces al mal hay que cogerlo de raíz y arrancarlo, destruirlo. Pero si ese enemigo tuviera una espada, yo no soy el mejor, pero podría vencerlo o no; ¿pero cómo puedo vencer a alguien que tiene un poder mental?, imposible. Entonces, si me sientes agitado, si me sientes agitado, si me sientes nervioso, si me sientes desahuciado, obviamente es por todo lo que está pasando a mi alrededor, y no puedo hacer otra cosa. Tú debes pensar: "El receptáculo ha canalizado a un thetán que se vive quejando por medio de su rol Gualterio" ¡Ja, ja, ja! Pero no es para menos, no es para menos: Un padre que te da la espalda, amigos que te dan la espalda, encuentras el amor y no sabes cuánto tiempo vas a vivir. Sí, le agradezco a Cirina, si no fuera por ella ya estaría con aquel que está más allá de las estrellas, pero estoy vivo, siento, pienso, y hay que idear algo para seguir adelante. Pero ¿sabes qué?

 

Interlocutor: Dime.

 

Entidad: Es como que a veces no tengo ganas, es como que a veces quisiera estar en un lecho tirado y dejar que las cosas pasen, dejar que los acontecimientos ocurran y punto, y se acabó.

 

Interlocutor: Está muy bien que puedas expresarte y desahogarte, espero que te haya servido esta sesión para sentirte más aliviado...

 

Entidad: ¡Ah!

 

Interlocutor: Al menos un poco porque seguramente han sido difíciles las situaciones por las que has tenido que atravesar. Yo haré todo lo posible de mi parte para que recibas toda la luz, y poco a poco puedas ir saliendo adelante. Yo lo único que te voy a pedir es el compromiso de que le pongas un poco de empeño en eso.

 

Entidad: Mira, yo siempre voy con la verdad. No voy a decir "Haré lo posible", voy a decir "Veré que hago". Gracias.

 

Interlocutor: Toda la Luz. Hasta todo momento.

 

 


Sesión del 16/07/2022
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de Sebastián H.

Iban confluyendo aquellos que desde tiempo se preparaban para una batalla con un poderoso mento, cuyo ejército era regiones que tenía apropiadas mentalmente. Enajenaba la mente de pueblos para conseguir sus fines. Uno era encontrar una princesa desaparecida hacía tiempo.

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Entidad: ¿Qué ironía, no? ¡Qué ironía que tiene la vida! Había encontrado a mi amor, a Noah. Nos llevábamos tan bien... A veces ella me cogía del brazo, me miraba a los ojos y me decía:

-Gualterio, eres mío. -Por momentos es como que me corría un escalofrío por la espalda, como pensando "Soy su propiedad".

Y le respondía:

-Tú también eres mía.

 

Y después hablábamos de nuestras libertades.

Pero Noah era... Noah era muy inteligente. Me decía:

-Nos pertenecemos por amor, y el hecho de que nos amemos nos permite ser una pertenencia del otro. Pero no en el sentido de objetos, no; somos seres humanos que tenemos un sentimiento uno por el otro y ese sentimiento nos permite ser libres, tomar decisiones, podemos acordar cosas, porque si alguien nos escucha nos puede malinterpretar. Porque ser de alguien..., un esclavo es propiedad de alguien. Nosotros ni siquiera somos esclavos del amor, porque el amor no esclaviza, el amor libera. -La miraba a Noah, pasmado de su manera de expresarse.

Y le decía:

-Esto parece una jugarreta del destino. Este ser tan poderoso, esbirro de tu padre, puede poner fin a nuestras vidas justo ahora que nos conocemos y nos compenetramos uno con el otro.

 

Nos interrumpió Jimena.

-Mirad, se acerca Donk. -Levanté la vista.

-¡Fondalar, Fondalar! Ervina, la mamá de Ezeven. ¡Vaya! Núria con Soledad, su jefa de guardia. Y hay otro guerrero que no conozco. Lo miré a Ligor-: ¿Tú lo conoces?

-No. -Se acercaron. Fondalar se abrazó con todos, especialmente con Geralt.

-¿Y esta bella joven?

-Cirina. -Fondalar la miró.

-Tienes dones, eso es bueno. -Se abrazó con la pequeña Ciruela.

 

Le pregunté:

-¿Te encuentras bien?

-Me encuentro perfectamente. -Lo miré a Donk.

-¿Le habéis dicho a mi padre que estoy vivo?

-No -negó Donk-, Fondalar dijo que esperemos.

Fondalar tomó la voz y preguntó:

-Contadme bien, ya me adelantó Donk sobre ese tal Andreas. ¿Es tan así como dicen?

Habló Noah:

-Es peor, es peor. Si no fuera por Cirina mi amado estaría muerto.

Fondalar me miró, sonrió, la miró a Noah.

-Os felicito. -Ambos sonrieron, por un lado Noah, por el otro Fondalar.

-¿Puedes leer la mente? -preguntó mi amada.

-No; sí controlar la mente de las personas y de los animales. Pero no, leer no. Puedo, sí, presentir una intención. Contadme más de Andreas, ya prácticamente está cerca.

 

Comimos algo, bebimos agua, pero estábamos todos alerta. Ligor impaciente, expectante.

Se presentó el desconocido:

-Mi nombre es Burt, soy un errante, me gusta la aventura. -Ligor, picante como siempre, le preguntó:

-¿Y qué más te gusta aparte de la aventura, te gusta mi exesposa? -Burt lo miró y miró a Núria.

-¿Este es el guerrero del que hablabas? -Núria asintió.

-La verdad, felicitaciones.

-He oído hablar de ti, Ligor.

Él respondió:

-Lamentablemente yo de ti no. -Burt sonrió, se encogió de hombros.

-Bueno, sólo espero sumar.

Geralt dijo:

-Lo importante no es ahora un duelo de egos, lo importante es que contamos con un mento muy importante, Fondalar, con Ezeven, otro mento importante, y con mi hija adoptiva, Cirina, que no sólo es mento sino también tiene dones similares a los de la pequeña Ciruela.

Ervina levantó la mano:

-Yo también soy menta, quizá no tenga el don tan desarrollado pero puedo ayudar. Pero nada comparado con Fondalar, el mento más poderoso que conozco.

 

Cirina lo miró a Fondalar, midiéndolo.

Fondalar la miró sonriendo:

-Puedes, puedes leerme, puedes probar mi fortaleza mental.

-Voy a tratar de leer tu interior, pero quiero que te blindes. -Fondalar asintió. Cirina hizo toda la fuerza mental para leer su interior y dijo-: No, no puedo.

Fondalar dijo:

-¿Lees el interior de la gente?

-No solamente leo el interior sino que gracias a ese don pude cicatrizar las heridas internas de Gualterio.

-¡Vaya, vaya! Bien, le has salvado la vida, eres una buena joven.

 

En ese momento se escucharon pasos que venían del bosque.

-Dejadme a mí -dijo Fondalar.

 

Nuevos aldeanos armados con arco y flechas. Fondalar se puso adelante, los aldeanos huyeron despavoridos en distintas direcciones.

-¿Qué has hecho? -pregunté.

-Muy sencillo, Gualterio, les hice ver visiones pavorosas.

-Pero estaban bajo el influjo de Andreas.

-Evidentemente pude hacerlo. Con los que siguieron me costó mucho más -dijo Fondalar.

Cirina dijo:

-Andreas se está acercando.

 

Hasta que llegando a cien pasos de distancia vimos una figura de cabello rubio casi blanco con una capucha cubriéndole la cabeza, ojos malévolos. Y se puso a treinta líneas de Fondalar:

-Quiero evitar muertes -exclamó-. Lo único que deseo es llevarme a Noah y a Jimena. Si no os oponéis podéis salvar vuestra vida, de lo contrario os mataré uno por uno.

Ligor, quizás apresuradamente, no dominando su ego, sacó su espada.

-¿Qué impide que te hunda mi metal en el pecho?

 

El villano hizo un gesto que era mitad sonrisa y mitad mueca de desprecio, y Ligor no podía dominar su mano, llevando su espada a su propio cuello. Hasta que intercedió Fondalar mirando fijamente a Andreas. Ligor cayó exánime, despierto, pero agotadísimo de luchar contra esa fuerza mental. Fondalar lo había frenado.

-Vaya -dijo Andreas-, eres un mento poderoso, estás a mi nivel.

Fondalar entrecerró los ojos:

-Te arrodillarás. -Pero no, no se arrodilló. Fondalar se sorprendió.

Y aprovechó esa sorpresa, Andreas, para decirle:

-Tú arrodíllate. -Y en ese momento Fondalar, distraído, no tuvo la fuerza mental para sostener el poder de Andreas y cayó de rodillas. Inmediatamente hizo foco y volvió a levantarse emparejando la fuerza mental de Andreas, quien miró a Ervina, a Ezeven y a Cirina. Y les dijo-: No os gastéis, vosotros sois poco para mí, y una vez que venza a este mento os mataré a todos. Pero les advertí que no hagáis oposición.

 

Hubo una lucha mental que parecía eterna pero sólo fueron instantes.

 

Y en ese momento percibí algo que me sorprendió. Donk me dijo:

-Gualterio, ¿ves lo mismo que yo?

-Sí.

 

Había como una especie de nube o de mancha de color negro, como transparente pero negruzca, flotando a una línea por encima de la cabeza de Andreas, y es como que esa mancha, nube o lo que fuera, le potenciaba su poder haciendo que Fondalar se retuerza de dolor.

Cirina, Ervina, Ezeven utilizaron todos sus dotes mentales pero no perturbaban para nada a Andreas.

Retorcido de dolor, caído otra vez de rodillas, Fondalar cerró sus ojos, su rostro se serenó, se fue levantando de apoco.

Y otra vez mi sorpresa: a una línea, flotando sobre la cabeza de Fondalar había como una especie de nube, como una especie de mancha transparente, como intangible, porque no era una nube real, era como una mancha que se dejaba visualizar. Pero no era algo físico, tenía color violeta.

 

Y el sorprendido fue Andreas:

-¡Cómo!, ¿tú también puedes hacer eso? -Fondalar se había recuperado y estaba más firme.

-No sólo puedo hacer eso, y te aclaro que es la primera vez que lo hago. En instantes me di cuenta qué era eso que flotaba sobre tu cabeza, me bastó instantes para percibirlo y obviamente que te iba a dar más poder. Por eso lo emparejé. Y ahora te voy a demostrar que puedo vencerte.

 

Pasaron instantes, instantes que eran eternos. Fondalar, inmutable, habló sin darse vuelta:

-Guardad fuerzas, pequeña Cirina, lo mismo tú, Ciruela, Ervina, Ezeven. Dejadme a mí, no os agotéis.

 

Es como que esa mancha violeta se agrandaba y se veía más intensa que la mancha negruzca que tenía Andreas sobre su cabeza. Andreas sudaba, temblaba. Me sorprendí cuando vi que le salía sangre por la nariz.

Y lo miré a Fondalar, pero no dije nada. Lo miré a Donk, puse mi índice sobre mi boca diciéndole que haga silencio.

Seguía manando sangre la nariz de Andreas, y de repente salió algo negruzco.

Y Fondalar habló:

-Me considero un ser compasivo, pero no lo puedo ser contigo, no se puede ser compasivo con el mal.

-¿Qué me está pasando?

-Tu cerebro, tu cerebro, eso te está pasando. Tu cerebro, en este momento está perdiendo los dones porque lo estoy transformando en una masa informe. En momentos vas a dejar de pensar. Ya no tienes los dones. En momentos vas a solamente tener los sentidos básicos. Momentos después tu vida te dejará.

 

Ya había desaparecido esa supuesta mancha negruzca, los ojos de Andreas se volvieron oscuros y también le salía como un líquido oscuro de los ojos, igual que de la nariz. Hasta que finalmente cayó tendido sin vida.

 

Esparcidos por el bosque había aldeanos que se miraban unos a los otros, como despertando de una pesadilla.

 

Me abracé con Noah, y le pregunté a Fondalar:

-Tu mancha violácea también desapareció. ¿Puedes explicarlo o estás muy agotado? -Fondalar sonrió.

-Quedaos tranquilos, la amenaza ha desaparecido, Andreas está muerto. Estuvo a punto de vencerme.

-¿Cómo -pregunté-, qué era esa mancha que veíamos?

-Todos tenemos un alma. Esa mancha que habéis visto era parte de su alma que se había manifestado.

-No entiendo. ¿Cómo parte de su alma? -Fondalar no me miró a mí, nos observó a todos.

-¿Pensáis acaso que lo que nos anima es nuestra alma completa? No, sólo una pequeña parte. El resto está con aquel que está más allá de las estrellas. Y Andreas era un mento tan poderoso que logró que parte de ese alma se manifestara para potenciar su poder, y en décimas de segundo hice exactamente lo mismo. Pero evidentemente esa porción de alma que yo canalicé estaba más cerca de aquel que está más allá de las estrellas y era más potente, por eso logré vencerlo. Es la primera vez que lo hago, y espero que sea la última. Y ahora, si me permitís, me voy a sentar en una roca a descansar mi mente.

 

Me volví a abrazar con Noah y luego todos nos abrazamos con Fondalar.

Dejamos pasar un buen rato, bastante tiempo, ya casi había anochecido. Calentamos algo que teníamos en las alforjas y bebimos un poco de agua. Nos abrigamos con frazadas y dormimos.

 

Al amanecer Fondalar dijo:

-Volveremos al castillo de tu padre, ¿vendrás?

-No, no. Podéis decirle que estoy vivo pero me voy con Noah y con Jimena al imperio Atauro.

Cirina y Geralt dijeron:

-Iremos contigo.

Geralt lo miró a Ligor:

-¿Vienes?

-Por supuesto, esto no me lo pierdo.

-¿Donk? -asintió con la cabeza.

 

Fondalar, Ervina, Ezeven, Ciruela, Núria, Soledad y Burt volvían al castillo de mi padre. Geralt, Cirina, Ligor y Donk vendrían con nosotros.

 

La amenaza de Andreas había terminado, ahora me enfrentaría al padre de mi amada.

 

Gracias por escucharme.

 

 


Sesión del 14/09/2022
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de Sebastián H.

Ya el poderoso mento vencido se dirigían al imperio Atauro, cuyo emperador era el padre de su amada. Pero este había muerto en extrañas circunstancias y su tío ejercía como emperador. La entidad relata con qué temple la hija del fallecido rey enfrontaba la situación.

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Entidad: Miraba hacia atrás y sentía como una angustia que me apretaba la garganta, no me dejaba respirar, no me permitía siquiera expresarme.

 

Se había terminado el enorme peligro de Andreas, ese cruel mento, y ahora mirando hacia atrás veía a Fondalar, a Ezeven, a su mamá Ervina, a la pequeña Ciruela que quería tanto, a Núria, a su segunda, Soledad, y a Burt, el extraño que marchaban al castillo de mi padre.

Miré a Noah, me sonrió. Miré a Jimena, Geralt, también sonreía. Cirina concentrada mirando hacia adelante. Y mis viejos compañeros Ligor y Donk, todos ellos conmigo marchando hacia el imperio Atauro.

¿Si me sentía nervioso? Sí, absolutamente, el verme cara a cara con el emperador Masón, el dueño de todo el imperio Atauro, en una ciudad gigantesca donde había cien veces mil personas y que terminaba en el mar del este, un mar desconocido para todos.

 

Estuvimos marchando un par de jornadas.

Noah me decía:

-Tranquilo, Gualterio, tranquilo. Me preocupaba Andreas, pero ya no está.

-Sí, mi amor -respondí-, pero tu padre sigue teniendo todo el poder. Recuerda por qué huiste, porque te querían casar con una persona que tú no querías. ¿Qué cambió?

-Cambiaron muchas cosas, mi amor -me dijo ella-. Me siento más madura, más segura al estar en tu compañía. -Sonreí irónicamente.

-Mi amor, ¿segura conmigo? Si no fuera por Cirina no estaría cabalgando a tu lado. Ella me salvó la vida. No tengo dones como tiene Cirina, no manejo la espada tan bien como Geralt ni como Ligor ni como Donk, y a veces es como que no me termino de sentir maduro. Te conté lo que pasó con la actual mujer de mi padre y todavía no entiendo como pude ser tan infantil.

Noah acercó su montura, me tomó de la mano y me dijo:

-Ya me lo has contado varias veces. Conmigo no te tienes que justificar, tienes que aprender a justificarte contigo. Todos los seres tenemos impulsos.

La miré:

-¿Acaso tú los has tenido?

Se encogió de hombros y me dijo:

-Mira, cuando aún era una adolescente había un joven que me gustaba, y de causalidad, porque nos vieron un par de guardias, nos besamos y no continuamos porque salí huyendo para el palacio. Era una niña consentida y arrebatada, hoy me siento una mujer madura, firme. Y si bien es cierto que tú estuviste a punto de morir, ahora estás bien, y tu apoyo me hace sentir bien. Pero más que tu apoyo tu amor, que para mí es lo más valioso.

La miré y le confesé:

-Tal vez me ha gustado más de una persona y por distintas circunstancias las situaciones no se dieron, pero lo que siento por ti Noah es mayor que lo que siento por mí mismo.

-Explícate.

-Daría mi vida por ti, Noah, daría mi vida por ti. Y no es que nos conocemos hace tanto tiempo y no tiene que ver con congeniar con todo, es algo que no puedo terminar de explicarlo.

 

No hablábamos en susurros; Donk, Ligor, Cirina, Geralt, hasta Jimena escuchaban nuestras conversaciones, pero no teníamos secretos. Ligor, generalmente burlón, estaba serio. Geralt atento, como Cirina, a que no hubiera enemigos en los caminos.

 

Finalmente llegamos a la gran muralla. Los guardias reconocieron a Noah, abrieron uno de los portones de las decenas de portones que rodeaban la inmensa ciudad. Cuando entramos me asombré, era más grande de lo que yo pensaba, era una inmensidad de calles, de ferias, de gente, de carros, de hoyumans; un gigantesco mercado con animales.

Y seguimos avanzando. A pesar de que Noah estaba vestida con una ropa común muchos la reconocían, pero notaba que bajaban la cabeza, tal vez por respeto.

Pero Noah me dijo:

-Gualterio, hay algo.

 

A lo lejos se ve una gigantesca figura, una estructura enorme con varios picos, torres: era el palacio del imperio. Allí la guardia era mucho más cerrada. Cientos de guardias, nos pararon.

Noah se sacó la capucha:

-Abrid, soy la hija del emperador.

Uno de los guardias dijo:

-Puedes pasar tú, los demás que esperen afuera.

Habló Cirina mirándolos a todos. Los guardias le prestaron atención mientras ella decía:

-Somos todos invitados, y vosotros os han ordenado dejarnos pasar a todos.

-Así es -dijo uno de ellos-. Pasad. -Y pasamos.

Noah la miró a Cirina.

-¿Qué has hecho?

-Les ordené mentalmente para que pasemos todos.

-Me siento aliviada con el don que tienes, Cirina. -Y avanzamos-. En el imperio Atauro había algunos cultos religiosos en honor a aquel que está más allá de las estrellas -me explicaba Noah-, pero veo a varias facciones.

 

La principal, la que obedecía directamente al emperador Masón, el padre de Noah, tenía un representante todo vestido de negro, delgado, un hombre muy mayor, que la miró tristemente a Noah:

-Tengo malas noticias para ti. -Todos desmontamos.

Noah, antes de seguir hablando con el hombre, habló con el encargado de la caballeriza:

-Cuidad todos los caballos, todos, y enviad a dos ayudantes a que ayuden a cargar las mochilas y el resto de los arreos porque tenemos cosas de valor.

-Así se hará.

Noah se dio vuelta y le prestó atención al religioso:

-Cuéntame.

-Tu padre, hace algunos amaneceres atrás...

-Continúa.

-Falleció por la noche. El día anterior estaba perfectamente bien de salud y no despertó, es como que murió en circunstancias misteriosas. -Me asombré al ver el temple de Noah: no lloró, no vertió ninguna lágrima. Es cierto que su rostro estaba apenado, pero a su vez se la veía desconcertada.

-O sea, que ahora soy la emperadora de... de todo Atauro. Habla.

-No, tu tío Gastón, el primo de tu padre, Masón, es el nuevo emperador.

-¿Por orden de quién?

-Tú no estabas, no hay otra familia. Y, entre nosotros, tu padre era una buena persona, estricta, dura, reconozco que a veces caprichosa pero justo, nunca mezquinaba el sueldo de los soldados y el pueblo podía comer, no era un pueblo pobre. Ten en cuenta que tenemos una ciudad dentro de decenas de ciudades del imperio, que tiene cien veces mil personas y todas trabajan, todas comen. Pero tu tío Gastón ha subido los impuestos y quiere más poder, reforzó su guardia personal. Lo puedes hallar en el trono, pero tienes que pasar la guardia personal. Y veo otros extraños que no sé si los dejarán pasar.

-Por eso no te preocupes -dijo Noah-, vamos a pasar igual. Y vamos a ver lo que tiene mi tío para decirme, hay mucho para explicar. Y además hay una costumbre, una costumbre de miles de amaneceres en este imperio, en este vasto imperio. Llegado el caso haré uso de esa costumbre.

Le pregunté a Noah:

-¿De qué hablas?

-Ya te enterarás, mi amor. -Y seguimos avanzando.

Noah la miró a Cirina:

-Si nos imponen que vosotros os quedéis, ya sabes lo que tienes que hacer. -Cirina hizo una mueca:

-Quédate tranquila, Noah, pasaremos. Y si quieres que me encargue de tu tío...

-No no no no, déjame primero hablar, y llegado el caso impondré esa costumbre milenaria, que es una tradición. La revelaré en su momento.

 

Aprendí a no presionar a Noah y me di cuenta de que desde que la conocí, que en realidad fue tan poco tiempo, su carácter estaba quizá más endurecido, más templado, pero en una posición mucho más débil. Su tío era, dicho por el religioso, prácticamente un tirano. Su fallecido padre era una persona de mucho carácter pero más justo. Veríamos cómo se desarrollarían los acontecimientos. Estaba expectante.

 

Y  nos dirigimos a la entrada principal.

 

Gracias por escucharme.

 

 


Sesión del 19/10/2022
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de Sebastián H.

Llegaron al castillo del padre de su amada, usurpado por el hermano de él. Su hija reclamo su propiedad vía duelo público. Todo fue muy rápido, fue herida.

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Entidad: Por un lado estaba impresionado por lo enorme que era la ciudad, por el otro consternado por Noah. Y a su vez intrigado para saber qué hablaría con el primo de su padre, ella no le quería decir tío a Gastón, era un familiar y nada más.

 

Habló con Cirina quien se puso a la par de Noah y les ordenó a los soldados que abrieran el portón principal del palacio. Obviamente el influjo mental de Cirina permitió que todos pasemos. En el salón del trono, un salón con adornos, candelabros con decenas y decenas de velas, mucho más lujoso que el salón del trono de mi padre. Y ahí había un hombre delgado de bigotes finos, nariz fina y ojos perversos. Lo noté enseguida.

-¿Qué haces en el trono de mi padre? -le inquirió Noah.

El hombre, en lugar de responderle ordenó:

-Arrodillaos ante mí, el nuevo emperador. Y tú, sobrina ya no eres hija de emperador, eres simplemente un familiar al que por cuestión de afectos te tendré consideración en tanto y en cuanto me guardes respeto. -Miré a los costados, había dos docenas de guardias, algunos con espadas, otros con hachas todos con armadura liviana prestos a cualquier ataque que pudiera tener su actual emperador. Pero Noah sonrió.

-¡Ay, ay, ay, Gastón! No te voy a llamar tío ni tampoco te voy a llamar emperador.

-¡Guardias, apresad a todos! -No se movían, Cirina los tenía controlados-. ¡Obedecedme! -No se movían.

Habló Noah:

-Me vas a conceder llevar a cabo una costumbre, una costumbre milenaria.

-¿De qué hablas? -dijo Gastón, despreciativamente.

-Sabes de qué hablo. Tengo el derecho a reclamar el trono por ser hija de mi padre y además acusarte de alta traición y crimen, porque mi padre fue asesinado y no tengo ninguna duda de que tú has sido el responsable. Puedo ordenarles a estos soldados que te ejecuten inmediatamente. Pero no voy a hacer eso, vamos a llevar a cabo la costumbre milenaria. Yo te desafío en el patio de armas delante de todos los soldados en un combate a espada. A muerte -Le hablé al oído a Noah.

-¿Qué haces? ¿Y si te vence?

-No me va a vencer, lo voy a matar. Y voy a vengar la muerte de mi padre. -Noah la miró a Cirina-. Te ruego que no intervengas.

Cirina le dijo:

-¿Y si Gualterio tiene razón? ¿Y si te vence?

-Si me vence os pido a todos que os marchéis, no toméis venganza. Esto es una costumbre milenaria y debo hacerlo yo. Y si me vence es porque yo así lo quise, me arriesgué. Pero no os preocupéis. -Gastón estaba pálido, no entendía por qué los soldados no le obedecían, desconocía los poderes mentales de Cirina.

 

Noah se dirigió a seis soldados:

-Vosotros seis no dormiréis, lo custodiaréis hasta mañana al amanecer. -Obviamente estaban bajo el inflijo de Cirina.

Noah lo miró a su tío:

-El sillón del trono es bastante cómodo, dormirás allí si es que puedes dormir. Nosotros estamos cansados del viaje, comeremos y descansaremos. A primera hora te vendré a buscar. -Y salimos del salón principal.

 

Estaba más que preocupado.

-No conozco a tu tío, pero parece bastante ágil dentro de lo malévolo que es.

-No me va a vencer. Soy buena con la espada, he practicado mucho con la guardia de mi padre, he practicado bastante. Sé que lo voy a vencer.

 

Esa noche casi no dormí. Ninguno de los demás comentó nada, ni Geralt ni Ligor, que siempre era tan hablador tampoco dijo nada. Ni Donk.

Jimena estaba apesadumbrada. Le dije:

-Tú lo conoces al primo del padre, ¿es bueno?

-Sí, Gualterio, es muy bueno con la espada.

-¿Mejor que... mejor que Noah?

-Noah practicaba siempre, pero este hombre es un demonio. Pero no quiere que Cirina intervenga.

 

Prácticamente dormitaba, me despertaba, dormitaba, me despertaba. Una de las doncellas me trajo un recipiente con agua tibia, me higienicé como pude, me calcé las botas y nos encontramos todos en el patio de armas.

-Quédate aquí -me dijo Noah-. Acompáñame tú. -A Cirina.

 

Al rato apareció Gastón escotado por seis soldados. Había cientos de soldados y civiles, nobles, plebeyos, todos en el patio de armas, que era como una especie de coliseo con escalones.

-Os digo a todos -habló Noah-. Este impostor, que me enteré que ha subido los impuestos, es el responsable de la muerte de mi padre. Y como reza la costumbre de este imperio lo reto a muerte en un combate de espada. Si me vence nadie tomará ninguna medida contra él.

 

A Gastón se le veía nervioso, se tocaba los bigotes. Y de repente sonrió pérfidamente sacando su espada y moviéndola ágilmente:

-¡Ay!, sobrina, te atravesaré, no tendré piedad contigo.

-Deja de hablar.

 

Noah sacó su espada y cruzaron los metales. A Gastón se le veía más ágil, a Noah más segura. Me empecé a preocupar porque Gastón esquivaba todas las estocadas de Noah. Y con una rapidez tremenda la lastimó en el brazo izquierdo, leve, pero ella empezó a manar sangre, pero no se inmutó siguió el combate. En determinado momento él lanza una estocada, ella da un paso hacia la izquierda y deja su brazo extendido: prácticamente la espada de Noah atravesó el pecho de su tío hiriéndolo mortalmente.

 

Los miró a todos.

-Yo soy vuestra emperatriz. Los impuestos volverán a bajar como cuando vivía mi padre. A este canalla que yace aquí muerto no lo entierren, directamente quémenlo. Quemen su cuerpo y esparzan sus cenizas al viento, que no quede nada ni el recuerdo. -Hubo un silencio.

 

Y de repente uno, dos, diez empezaron a vitorearla a Noah hasta que finalmente se hizo un coro de cientos de personas vitoreándola:

-¡Viva la emperatriz!

Levantó la mano haciéndolos callar:

-Este joven que está aquí conmigo -me señaló-, acércate -Me puse a la par-, es un príncipe, es hijo de un rey de un reino lejano, él va a ser mi futuro esposo. Pero no va a ser un emperador consorte, vamos a gobernar a la par. Así que de la misma manera que me respetáis a mí lo respetaréis a él. Se llama Gualterio. Programaremos la boda, y cuando ésta se lleve a cabo él va a ser al igual que yo, vuestro emperador. Les parecerá raro, pero en este caso ambos gobernaremos por igual con equidad, con justicia, y por sobre todas las cosas con bondad. Pero sí les advierto, no tendré piedad con aquellos que abusen de su poder. No habrá bodas programadas, como mi padre quiso hacer conmigo. Las bodas serán por amor. Es un decreto inamovible. -Todos agacharon la cabeza aceptando la orden.

 

Yo estaba pasmado. Me miró:

-¿Por qué esa cara de asombro?

-Me siento contento, me siento satisfecho. Primero alivio, al ver que has vencido. Me preocupa tu herida.

-Es un raspón, es un rapón que manó sangre pero no es nada, en poco tiempo cicatrizará. Pero tu cara de asombro no era por eso.

-No.

-Lo de la boda, ¿te parece bien?

-Mi amor -le dije-, lo de la boda me parece lo más maravilloso que me ha pasado en la vida.

-¿Te sientes importante siendo emperador de todo esto?

-Es lo que menos me interesa -le dije. Y era franco-, me interesa tu amor y que el día de mañana tengamos hijos y los criemos educadamente, que no tengan apetito de poder sino como tú has dicho de equidad, de igualdad, de fraternidad.

-Por supuesto, esto no es una democracia, es un imperio -Noah me dijo-. Eso no quita que no haya igualdad. Obviamente los nobles seguirán siendo nobles, los plebeyos seguirán siendo plebeyos, pero no habrá malos tratos de nobles a plebeyos, no permitiré malos tratos de las supuestas clases altas a las clases bajas porque todos respiramos el mismo aire.

 

Me sorprendía la sabiduría de Noah, su madurez y su seguridad con la espada. Empezaba una nueva época.

Noah finalmente me dijo:

-Y el día de mañana, si a ti te parece bien, visitaremos a tu padre.

-Me parece bien -le respondí-, me parece muy bien.

 

La abracé y nos besamos, Noah correspondió al beso. Había cientos de personas, pero ella no tenía pudor, al fin y al cabo estaba besando a su futuro esposo.

 

Hasta todo momento.

 

 


Sesión del 17/11/2022
Médium: Jorge Raúl Olguín
Entidad que se presentó a dialogar: Thetán de Sebastián H.

Visitaban amistosamente pueblos del imperio que con su futura esposa gobernaría. Pero en una aldea habían prendido a alguien que había cometido abusos y asesinatos a mujeres. Por cómo lo describía la gente pensaron que lo conocían. Lo conocían.

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Entidad: Me sentía extraño, extasiado, ansioso, expectante, feliz. Por sobre todas las cosas, feliz. Se estaba planificando la boda con mi amada Noah.

 

Y me di cuenta que no era tan sencillo para ella ser emperatriz del imperio Atauro, se pasaba los días firmando tratados con los distintos reinos de la periferia bajando impuestos, permitiendo que las distintas aldeas puedan servirse de los arroyos y de los ríos que atravesaban los distintos reinos sin que ninguno de ellos ponga diques o aproveche el agua en desmedro de los demás. No era sencillo.

 

Recuerdo que nos juntamos en el salón principal y mi amada me dijo:

-Gualterio, normalmente lo que hacía padre era ver si había disconformidad en distintas aldeas, porque si bien el imperio abarcaba todo hasta el mar del este, había aldeas que estaban tan aisladas que podían sufrir vandalismo de algunas hordas, ya sea de guerreros o de bandidos aislados.

 

Geralt habló con Ligor y Donk, y dijo:

-Vamos a ir a conocer distintos lugares, faltaremos tres o cuatro amaneceres.

 

De verdad que tenía ganas de ir con ellos porque mi amada estaba todo el día firmando tratados, no aceptando algunos términos de algunos reyes que querían imponer su ley, una ley que los beneficiaba únicamente a ellos. Mi amada trataba de ser equitativa.

 

Me miró, sonrió y me dijo:

-¿Quieres ir con ellos? -Me encogí de hombros-. Dilo.

-Sí, amor. Si no te incomoda que falte cuatro días. -Noah se acercó, me tomó de las mejillas.

-Me incomodaría si no me extrañaras.

-Mi amor -le respondí-, te extraño a cada segundo. -Nos dimos un beso y marché.

 

Geralt se dio vuelta:

-¿Cirina?

La poderosa joven dijo:

-Me quedaré con Noah y con Jimena.

 

Montamos los cuatro hoyumans y marchamos.

Jimena le dijo a Geralt:

-¿No sería conveniente que os llevéis una escolta?

Geralt le dijo:

-No, no, no la precisamos, es para visitar unas aldeas. Además estamos con ropa de viajeros. -Me miro a mí, me señaló-. Mira Gualterio, vestido como un forastero más, nadie sabe que va a ser el esposo de la emperatriz. Mejor así, perfil bajo. -Jimena sonrió.

-¿Perfil bajo? Con esas espadas que portáis cualquiera os temería. -Geralt se encogió de hombros.

-Tenemos rostro de gente pacífica. Mirad a Ligor, su rostro es de un ser templado, tranquilo.

Ligor lanzó una carcajada.

-Eso no se lo cree ni el más ingenuo.

 

Azuzamos los hoyumans y salimos por la puerta este, hacia la zona del mar, donde había aldeas que apenas conocían el imperio Atauro y ni sabían que eran parte del mismo. No tuvimos ningún problema en el camino.

 

Recuerdo que llegamos a una aldea bastante bastante grande, era un pueblo pequeño, prácticamente. Obviamente lo primero que hicimos es ir a la taberna a pedir bebida espumante. Nos miraban con precaución, pero al ver que no buscábamos problemas dejaron de mirarnos.

El cantinero:

-¿Comeréis algo?

Nos miramos. Geralt dijo:

-Vendría bien un buen guisado.

Ligor agregó:

-Y con bastante picante el mío. -Yo sonreí y tomé un trago grande de mi jarra.

 

¡Ah! Unos días de descanso, ya me veía en el futuro sentado en un sillón en un escritorio firmando tratados.

Donk, como si me adivinara el pensamiento, dijo:

-Sé lo que estás pensando, pero no va a ser así.

-¿A qué te refieres?

-A tu futura esposa, tu novia, que ha quedado firmando tratados con distintos reinos. Esto va a ser por unos amaneceres. Cuando esté todo acordado muy esporádicamente habrá alguna queja de algún reino que le cortaron de otro reino el acceso a un rio. Pero bueno, no, vas a poder disfrutar.

Lo miré a Donk, le dije:

-Sí, eso es exactamente lo que pensaba. Y te agradezco tu aliento porque me gusta galopar, practicar con la espada, conversar, tener amigos. Lo cotidiano. Y por qué no, hacer de vez en cuando alguna fiesta.

-Y lo harás, lo harás.

Lo miré a Ligor:

-¿Y tú qué dices?

-¿Qué digo? Qué buena que está Jimena.

-Ligor, es joven para ti. -Frunció el ceño.

-¿Me estás llamando viejo?

-Ligor, ¿cómo dices eso?, ¿piensas que yo podría llamar viejo a un anciano? -Me miró y lanzó una fuerte carcajada.

-Me encanta tu sentido del humor, eras tan pequeño tan pequeño y ahora vas a ser emperador... ¡Vaya!

-Bueno, ¿acaso tú no eres un noble?, ¿la difunta Samia no te nombró caballero?

-No me la recuerdes, no me la recuerdes. -Me llamé a silencio.

 

Al amanecer siguiente visitamos otra aldea más pequeña. La gente, con miedo al vernos.

Nos presentamos, dijimos que veníamos del imperio Atauro. Se quedaban tranquilos.

La tercera aldea era enorme, era prácticamente un pueblo, cientos y cientos y cientos de personas. Y había un tremendo tumulto.

-¿Qué pasó aquí?, preguntó Geralt.

 

Desmontamos los cuatro.

-¿Qué sucedió?

-Nos rodearon como quince personas, con sus espadas:

¿Quiénes sois vosotros?

-Parad, parad -dijo Gerald-, somos representantes del imperio Atauro.

-¿El imperio Atauro? ¿El imperio Atauro que nos ha dejado olvidados?

Hablé yo:

-No los ha dejado olvidados, es que estáis apartados, casi llegando al borde del mar del este. ¿Habéis mandado en algún momento algún representante?

-No. Tampoco vosotros.

-Bueno, aquí estamos. ¿Qué está pasando?

-Un violador, un asesino, al que vamos a colgar. Espero que no os opongáis y disfrutéis de este castigo.

Ligor dijo:

-¿Qué sucedió, exactamente?

-Desde hace más de cuarenta amaneceres, cada dos o tres noches aparecía una joven violada y estrangulada. Pensábamos que era alguien extranjero, que se escondía en la zona de las rocas o en los bosques, pero no, era uno de los nuestros.

-¿De los vuestros?

-Sí. Llegó hace más o menos treinta amaneceres.

-Entonces no era de los vuestros.

-Ha hecho mucho por nosotros en esos treinta amaneceres. Ayudaba a los débiles a sembrar, a otros a construir casas de madera. Siempre colaboraba y no quería metales a cambio porque tenía metales. Y ayudaba porque era muy fuerte.

-¿Fuerte?

-Sí, nunca había visto un hombre tan fuerte, tan alto. Y con esa cabellera rubia parecía como un representante de aquel que está más allá de las estrellas, de cómo ayudaba y de cómo se ponía mal cuando veía los cadáveres de esas jóvenes ultrajadas. Hasta que el viejo Matías, que prácticamente nació con este pueblo, no sabemos siquiera qué edad tiene, una noche lo vio ultrajando a una joven. Inmediatamente pegó el grito. Este gigante rubio sacó su espada para matar al testigo, al viejo Matías. Pero salimos varios de las casas, aún no estaba tan de noche, teníamos los faroles encendidos. Luchó, llegó a matar a tres de los nuestros hasta que pudimos vencerlo y lo atamos con las manos a la espalda. Le dimos una golpiza tan grande tan grande que su cara quedó completamente desfigurada, irreconocible. Hasta creo que le rompimos unos dientes y apenas puede hablar. Pero sigue teniendo su cuello, y mañana le pondremos una soga y en el sol del mediodía lo ahorcaremos.

 

-¡Vaya!, bien merecido está -dije.

Ligor dijo:

-¿Dónde está?

-En la prisión del poblado, detrás de unas rejas.

-¿Me dejas verlo?

-¿Para qué?

-Bueno, este joven va a ser vuestro futuro emperador. El emperador Mason falleció, y su hija, Noah, heredó el legado y se va a casar con este joven. Puede hacer mucho por este pueblo. Pero a su vez, este joven, es el príncipe Gualterio, hijo del rey Anán, en un reino que está bastante más al sur y al oeste. Y allí tenemos un amigo, casi un hermano con esa descripción, pero obviamente jamás, jamás haría una cosa así. De todas maneras, permitidme verlo. -Asintió con la cabeza, el hombre.

 

Abrió la puerta de la pequeña prisión, había solamente dos calabozos. En uno había un borracho tirado, y en el otro había el gigante rubio, con su cara completamente desfigurada, los ojos inflamados que apenas se veían.

Lo miré y me sorprendí. Ligor me miró.

-No puede ser, ¡es Aranet! ¡Es Aranet!

 

Salí:

-¡Donk, Geralt, venid, por favor!

Entró Donk y palideció. Geralt no podía creer lo que veía.

-¿Piensas como yo? -dijo Ligor.

-Sí, es Aranet.

-¡Pero cómo, cómo?

 

Lo miramos al hombre:

-¿Seguro que no hay un error?

-Cuando el viejo Matías pegó el grito salimos varias familias y lo pescamos in fraganti, en el momento. La mujer con la ropa desgarrada y él sobre ella. Alcanzó a acomodarse la ropa y a sacar su espada. Llegó a matar a tres de los nuestros, hasta que le caímos encima.

-¿No hay un testigo?

-Somos más de veinte testigos.

 

Nos miramos entre nosotros. Pregunté:

-¿Puedes hablar?

Estaba tan lastimado y con los dientes y hasta la mandíbula fracturada que se escuchaba algo así como:

-[Sonidos guturales]. -No, no le entendíamos nada.

-Asiente con la cabeza: ¿Tú has hecho eso, de lo que te acusan? -Puse la mano sobre la reja-. ¿Tú has hecho eso?

 

Me tomó la mano, me la estrechó.

-¿Eres tú? ¿Por qué has hecho eso?

Y aún con el rostro desfigurado se vio su gesto de furia: Se echó para atrás, tiró de mi brazo y golpeé con mi rostro y mi cuerpo con las rejas. Entre todos me soltaron. Me manaba sangre de la nariz y tenía el pómulo inflamado.

 

-¿Lo habéis visto? -dijo el hombre-, ¿ese es vuestro amigo? Ven. -Me llamó a mí-. Hay una curandera que te atenderá. Tiene un líquido para la nariz y un polvo de hongos, que te desinflamará el pómulo.

 

Salimos los cuatro, desalentados.

-¿Aranet ultrajando jóvenes y asesinándolas? Cuando me estrechó la mano pensé sentir una vibración de amistad, pero su rostro desfigurado mostró una furia, un odio y me tiró a propósito contra las rejas para golpearme. -Me dolía enormemente la nariz, el pómulo.

Geralt me dijo:

-Esto por lo menos te va a doler más de cinco amaneceres.

-No -dijo la curandera-, en dos amaneceres se le va a pasar, le vamos a preparar un brebaje. Pero si este es vuestro amigo no vale la pena que os angustiéis. El joven lo ha comprobado, el que decís que va a ser el futuro emperador lo ha comprobado. Aquí tenemos un espejo de agua, en el abrevadero de los hoyumans, ven, mírate.

 

Miré el espejo de agua. Mi rostro estaba bastante lastimado. Pero me quedé en manos de la curandera, me dolía mucho el rostro, la nariz, el pómulo. Pero más me dolía el alma, porque no aceptaba ese cambio en Aranet. No, no lo aceptaba.

Y mirando los rostros de Donk, de Ligor y de Geralt, sé que ellos tampoco. Pero había veinte testigos.

 

Es todo. Por ahora.