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Psicoauditación - Sourav |
Sección Psicointegración y Psicoauditación - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección |
Si bien la Psicoauditación es la técnica más idónea para erradicar los engramas conceptuales del Thetán o Yo Superior de la persona, la mayoría de las veces se psicoaudita a thetanes que habitan en planos del Error y sus palabras pueden no ser amigables y/o oportunas para ser tomadas como Mensajes de orientación, algo que sí se da cuando se canaliza a Espíritus de Luz o Espíritus Maestros.
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Sesión del 05/09/2024 Gaela, Kiran Sesión del 10/09/2024 Sargón, Kamal Sesión del 02/10/2024 Sargón, Kamal Sesión del 09/10/2024 Gaela, Kiran Sesión del 21/10/2024 Sargón, Kamal Sesión del 29/10/2024 Sargón, Kamal Sesión del 30/10/2024 Sargón, Kamal
Sesión 05/09/2024 A pesar de las veces que habían hablado acerca de la procrastinación, la postergación de lo que debe hacerse no acababa de ver cómo empezar ni por donde, le llevaría mucho tiempo.
Entidad: Honestamente, no extrañaba nada de Bihor, me sentía muy bien en Plena. Pero era muy monótono en El Pregón buscando notas, me hubiera gustado más estar en la oficina del diario armando las notas que traen otros, caminar la calle, andar todo el tiempo, entrevistar a gente que nadie los conoce, actrices que estuvieron en algún programa mediático. Me interesaba entrevistar a políticos, pero el jefe en El Pregón mandaba. Y te dice: -Entrevista a tal modelo, entrevista a tal escritor nuevo. -¿Escritor nuevo?, habrá vendido diez libros. -No, pero con la entrevista se va a hacer conocido. -¿Conocido? Mi nota va a tener ocho centímetros por una columna, una columna de cuatro centímetros la ignoran.
Por la tarde hablé con Jorge Clayton. No me quejé, obviamente, le debía el favor de estar en el diario, pero de alguna manera le comenté: -Las entrevistas que hago, que en el diario les llaman reportajes, para mí no son reportajes, hablo con gente ignota. Clayton me dice: -¿Pero qué esperas? Hay periodistas que tienen años en el diario y pueden entrevistar al ministro de economía, al propio presidente, a algún embajador de otro país. Pero cuéntame cuánto sabes de política. -Lo miré. -Bueno, tengo que ponerme al día con el tema de política. -¿Y entonces? Supón que te mandan a entrevistar al ministro de seguridad, ¿qué le preguntarías? -Bueno, los robos en las calles, los asaltos. -¿Qué más? -Eeh, eso, eso que te dije. -¿No le preguntarías si tienen radio patrullas, si se comunican por radio entre la policía y el ministerio de seguridad, si hay combinación entre Ciudad del Plata y la provincia? -No. -Para que te envíen, Kiran, a hacer notas que se destaquen más en el diario con foto incluida, porque ni siquiera llevas un fotógrafo contigo. -Me gustaría hacer de notero de televisión. -Mira, tú te piensas que los noteros de televisión ganan más que tú. Quizá sí, pero a veces los mandan a trescientos kilómetros de distancia a una provincia donde hubo un secuestro, ponle, pero no vas a encontrar a la persona secuestrada o a quien lo secuestró, vas a encontrar decenas y decenas de vecinos indignados que se van a quejar a ti. Si te tienes que quedar un día vas a estar en un hotel dos estrellas, algunos incluso con baño compartido. ¿O te piensas que los noteros van a un hotel cinco estrellas? Siempre, Kiran, por una razón o por la otra, postergas los proyectos. -Clayton, yo no estoy postergando nada, al contrario, pongo afán en hacer las cosas, pero me dan notas inútiles. -¿Qué acabo de decirte antes?, ¿qué acabo de decirte? -Me has dicho un montón de cosas. -A ver, ¿a dónde quiero llegar? Mira, Kiran, para entrevistar a alguien primero tienes que averiguar sobre esa persona, incluso sobre ese escritor que tú dices que no ha vendido nada. Averigua sobre su vida o pregúntale cómo se le dio el anhelo de escribir, qué escribe, novelas, ensayos, cuentos o libros de instrucción cívica, de historia, de música. Ya sé, no se te había ocurrido. O sea, prejuzgas a la persona y te preguntas para qué lo voy a entrevistar, es un fracasado más. Pero no conoces su vida, qué fue lo que le pasó antes, qué tipo de trabajo hacía antes, por qué se dedicó a escribir. Mira todas las cosas que puedes preguntar. Y a su vez coge libros de economía, de política exterior, a veces vienen ciudadanos ilustres de otros países, puedes estar en el aeropuerto y aunque sea cinco minutos hacerle un reportaje. -¿Y qué le pregunto? -Por supuesto no qué le parece el país, porque recién llega, salvo que no sea su primera visita. Y eso lo tienes que saber antes de viajar al aeropuerto. Le preguntas qué expectativa tiene en su país de acuerdo a qué cargo cumple. Si fuera un economista le preguntas si la economía de su país es acorde a la de Plena, si le interesa el socialismo, si le interesa el capitalismo; qué ve de bueno en uno, qué ve de malo en otro o viceversa. Qué recomendaría usted que se practique en Plena con respecto a la economía... -Pero Clayton, tendría que estudiar mucho. -Y sí, y sí, de eso se trata. Todo lo que no haces se transforma en una rutina. -Eso no lo entiendo, la rutina es hacer cosas que no nos gusta. -No, ese es el error de interpretación de muchos. Todo lo que no estudias, todo lo que no comprendes, en cualquier materia que sea, eso hace que tu vida se transforme en rutina, por eso te mandan a entrevistar a un supuesto ignoto escritor o a una niña que recién salió de un programa de reality, que quizá lo único que hace es mascar chicle y ni siquiera sabe donde está parada. Entiendo que quieres entrevistar a actrices que ganaron premios, pero tienes que saber de su vida, de su historia pero no preguntarle cuántas veces se separó o las discusiones con su última pareja, eso es chisme. Pregúntale por su vida, por sus anhelos, qué obras le gustaría hacer, qué cosas la frustraron. ¿Entiendes, Kiran, la diferencia? -Eso me va a llevar tiempo. -¿Cuánto hace que estás trabajando en El Pregón?, ¿te has empapado en algún libro de política o de economía?, ¿has leído alguna historia de alguna actriz conocida o de algún actor que haya hecho una muy buena película? De eso se trata. Y quieres estar en televisión... Ponle que en vez de ser notero te mandan a la mesa central de un programa de una hora importante, "Diecinueve horas", y viene una persona que es un político del interior y tú lo conoces únicamente por foto, ¿de qué vas a hablar con él? -No, dejaría que otro hable. -¿Entonces para qué servirías en una mesa central? La manera de lograr un buen puesto es empaparte de los temas a preguntar. Mientras tanto seguirás postergándote, y eso no te sirve, no te sirve para nada. -¿Y cuándo podría empezar a estudiar todo eso? -Ayer. -¿Cómo ayer, es un chiste?, ¿es una broma? -Cuando tú me preguntas cuándo comienzo y mi respuesta es ayer, significa que ya tendrías que haber empezado. Pon manos a la obra en eso y después vas a ver el resultado, si no serías como un alumno que quiere sacar la mejor nota y nunca cogió un libro. No puedes.
Me quedé pensando en las palabras de Clayton, me sentía abrumado. ¿Cómo hacía para estudiar todo eso? No me atreví a preguntarle, le tenía demasiado respeto o temor de que se molestara, aunque eso era imposible porque Clayton tenía una empatía tremenda. Lo que pasa que cuando orientaba muchas veces se ponía serio y yo me sentía como con..., como con cierto temor. ¿Cómo comenzaba?
Esa noche no pude más y lo llamé por teléfono: -Hable... -¿Jorge? -Sí. Kiran, ¿qué pasó? -Puede ser una pregunta tonta, pero... -Habla. -¿Por dónde comienzo? -Bueno, vas mañana en el momento del almuerzo a una librería importante, compras un par de libros de economía, de política exterior y empiezas por la primera carilla. Hablamos mañana, estoy cenando.
Y me quedé pensando, ¿por dónde empiezo? «Compra un libro y empieza por la primera carilla».
Sesión 10/09/2024 Se sentía atraído por una capitana pero ella no le daba pie. Se sentía ofendido, usado. En un viaje se encontró con su amigo y confidente, Alexis, que le sugirió dejarse fluir, elevar el ritmo de sus actividades, trabajar en sí mismo.
Entidad: Me encontraba con muchas dudas en distintos aspectos, todavía tenía cierta indefinición con respecto a ser más valiente en el sentido de encarar a la capitana que me gustaba, por otro lado siempre postergaba mis estudios.
Pero la vida no es casualidad en muchos aspectos, es más bien una causalidad porque ese día me encontré con Sophía, ahora capitana, quien me saludó efusivamente: -Kamal, primero que todo felicitaciones, estás nominado para capitán. -Muchas gracias. -Y le dije-: Tenemos algo pendiente. -Sophía frunció el ceño. -No me recuerdo. -Fue antes de la guerra contra el imperio Mordon, donde me habías comentado que me ibas a instruir. -¡Ah!, sí sí sí sí sí sí, sucede que tengo mil cosas. -No entiendo. -Misiones. Soy delegada en el sistema Prima, llevo agendas, tengo mil cosas. Pero me agrada, me agrada estar ocupada. -Sentí como que buscaba excusas para alejarse de mí. Y le dije: -Bueno, mi capitana, no la interrumpo más. -No no no no no, hablemos de tu. -Me sorprendió. -Como tú desees, Sophía. -Ven, tomemos algo aquí en el bar del espaciopuerto. -Me sorprendí más todavía-. Quería preguntarte algo. -Dime. Lo que tú quieras. -¿Tú tienes confianza con algunos capitanes? -Sí, más que ahora ya prácticamente tengo el nombramiento y otros tenientes ya me dicen 'mi capitán', si bien todavía me falta la tercera estrella en el uniforme. -Bien. ¿Ubicas a Furt? -¿Furt? -El capitán Furt, fue ascendido hace poco el hijo del comandante Jon. -¡Ah! Sí sí sí sí, incluso hice varias misiones con él, es un joven muy seguro de sí mismo. ¿Pero me preguntas por algo en especial? -No no no no, un par de veces conversamos. Te cuento cómo nos conocimos. Yo venía de Sargón a Ferro y hicimos una misión, yo tengo el oído muy fino y escuché que él le preguntaba a su padre: "¿Quién es esta teniente?". -Yo era teniente en aquel entonces, él también, como si yo fuera una intrusa. Y después me di cuenta qué pasó, se había esparcido un rumor de que yo era la preferida del primer ministro Will. Y luego cuando Will dejó el mando, la primer ministro Nubia es como que me tuvo a su cargo. Y encima quedé como segunda de la capitana Kirana. Entonces pensaban como que yo estaba acomodada. -No entiendo la palabra, Sophía. -Claro. Como que yo estaba..., como que era la preferida de todos, por alguna razón. -Lo que yo sé, que yo me recuerdo que quien te quiere muchísimo es Alexis, que renunció a la flota. -Fue mi instructor, mi guía. Muchos se pensaban, Kamal, de la manera que hablábamos, como que había algo entre nosotros a nivel amoroso, pero nada que ver, él ama a la que actualmente es su esposa, Kirana. Y yo el hecho de ser ascendida me dio muchas posibilidades, aparte de tener una delegación tengo incluso otros capitanes a mi mando. Pero me interesaba saber de Furt, si sale con alguien... ¿Tú sabes? -Me encogí de hombros. -No, que yo sepa, no. Disculpa mi intromisión, ¿pero te interesa? -Sophía se encogió de hombros. -No digo que me interese, pero parece alguien interesante. -Entonces te interesa. -No en el sentido de querer salir, nada más era curiosidad. Tómalo de esa manera. Bueno, tengo que partir a las mil seiscientos, tengo que cambiarme, tengo que preparar mi maletín para llevar mi hololaptop. Bueno, estamos en contacto, apreciado Kamal. -¿Y cómo quedamos con la instrucción? -¡Ay, Kamal! Puedes practicar con cualquier otra persona. -Pero me lo habías prometido tú. -Sí, pero tengo infinidad de tareas. -Me abrazó y se marchó. Y me sentí vacío completamente vacío, esa pequeña luz de esperanza se había apagado por completo. Yo pensaba que podía tener alguna chance con Sophía, pero no fue así.
Diez días después viajé a Prima por una comisión, tuve dos días de descanso y lo fui a ver a Alexis. -¿Cómo estás, Kamal? -Con muchos altibajos. -Kamal, ¿has seguido estudiando? -No. -¿No?, ¿qué pasó? -Mi apreciado Alexis, la confianza que tengo contigo me permite expresarme: Había nacido en mí un sentimiento por Sophía. -Continúa -pidió Alexis. -Bueno, me preguntó por el capitán Furt, como si estuviera interesada por él. Recuerdo que me iba a instruir en combate y ahora como tiene una delegación aquí mismo en Prima no tiene tiempo para nada. -Eso es cierto, no te mintió en nada. -Lo sé. Jamás dije que mintiera, era yo el que tenía la esperanza de conquistarla. -¿Pero en algún momento se fijó en ti, Kamal? -Bueno, se preocupaba por mí porque decía que en algunas cosas caía en procrastinación, que lo ideal sería que trabajara con un mapa galáctico y que me iba a preparar en combate cuerpo a cuerpo. Bueno, en mi cabeza me hice mil ideas. -A ver, Kamal, has dicho que tenías un sentimiento; para tener un sentimiento tienes que conocer a la persona. -Y la conozco. -No, no la conoces, yo puedo decir que la conozco. Ella es una persona, no que tenga pretensiones, pero si algún día se le cruza alguien que la deslumbre seguramente formará pareja. -Entiendo. Estás diciendo como que yo no deslumbro a nadie. -No, esas son tus palabras, no las mías. Primero, la conoces superficialmente. Que te guste está perfecto. Si tu le gustas a ella no lo sé, pero de ahí a tener un sentimiento es un largo largo trecho. Ella tiene en su cabeza cientos de cosas, misiones, encomiendas, el trabajo de la delegación, mucha responsabilidad, digamos que no tiene tiempo de entablar una relación afectiva. -Está bien, Alexis, pero preguntó por Furt. -Sí, quizá curiosidad. -Alexis, no me la hagas tan sencilla, demostró interés. -A ver, te voy a comentar como es Sophía. Sophía es una persona directa, si te tiene que decir algo te lo dice. Mira que mi esposa es brava, Kirana es muy muy brava. Bueno, Sophía es más directa todavía. Si tuviera algún interés en Furt lo encara directamente y conversan. -¿Tú me dices, Alexis, que sería directa al punto de decirle a Furt que está interesada en él? -No no no no, es directa pero es diplomática, asertiva. Hay muchas maneras de ser frontal con otra persona, pero no precisa un tercero, en este caso tú, que le hable de él, va y le habla directamente. -Y entonces, ¿a qué vino esa conversación conmigo? -Honestamente, no lo sé. Sí te puedo decir que Sophía es una persona frontal: le interesa saber algo, va a la fuente. No sé si se entiende. -Sí, entiendo perfectamente. Y eso me descoloca, me desconcierta, porque si va directamente a la fuente no entiendo la conversación conmigo. Y por otro lado me pongo muy mal, como que no le intereso a nadie. Además, me siento humillado. -Kamal, te trabaja mucho mucho la cabeza. ¿Humillado por qué? -¿Te parece poco? Me dice de tomar algo para preguntarme por una tercera persona, como si yo fuera un primo o un hermano. Me siento ofendido, usado. -Kamal, eres un exagerado, eres un exagerado. Déjame que averigüe. ¿Te quedas un día más? -Sí. No no no no no, sé lo que piensas hacer, piensas hablar con Sophía y preguntarle. -Kamal, no insultes mi inteligencia, nunca te voy a poner en evidencia Veme al día siguiente. -Voy a ser una pila de nervios... -Quédate tranquilo. Y ten en cuenta que no te pondré en evidencia, no hablaré de ti.
Ese día se me hizo larguísimo. Fui en una nave biplaza a recorrer satélites del sistema. Y al día siguiente me encontré de vuelta con Alexis. -Mira, tenemos una fuente con frutos vamos a disfrutar. -¿Has hablado con Sophía? -Sí. -¿Cómo..., como ha sido? -Kamal, Kamal, tranquilo. Yo le dije, hablándole sobre el comandante Jon, la gran oportunidad que había perdido cuando Nubia era primer ministra y le iba a dar un ascenso y una posición superior a la que él se negó porque no se sentía capaz, y que me enteré que su propio hijo, su propio hijo, Furt, se molestó con el padre por no haber aprovechado esa oportunidad de ascenso. Y dejé que hablara ella y me comentó: -Yo tenía razón; quería saber eso, cómo se llevaban el capitán Furt y su padre porque hay una próxima misión de investigación de una nueva raza y me habían propuesto trabajar con ambos, con el capitán Furt y con su padre, el comandante Jon. Y no me parece conveniente. Le pregunté: -¿Por qué? -Porque si bien entre ellos las cosas se pusieron en claro, siempre hay como una pequeña grieta que no ha cerrado. Y yo soy impecable en mis misiones, así que no voy a aceptar la misión con ellos, con ninguno de los dos ni siquiera por separado, porque siento que no están al cien por ciento aplicados en las misiones, les afecta más lo personal entre ellos, y eso a mí no me conviene. Seré egoísta, pero yo quiero que todos los que estén bajo mi mando, o bien si hay un superior en mi nave, que esté con ojos y oídos puestos en la misión. Esa fue, Kamal, la conversación que tuvimos, así que nada que ver con lo que tú pensabas. No tiene ningún interés afectivo en Furt, simplemente como había una misión conjunta quería saber sobre ellos. Y evidentemente no acepta esa misión. -Bueno, me quedo más tranquilo. -De todos modos, Kamal, no des nada por supuesto, pero tampoco te hagas ilusiones. No..., no apuestes las fichas a nadie, si se entiende la expresión, porque te puedes frustrar. -Bueno, Alexis, creo que soy la persona que más se frustra en la flota. -Yo creo que eres responsable de ti mismo, Kamal, si te frustras es porque eres amante de la procrastinación; postergas y postergas y postergas. De la misma manera que Sophía puede hacer muchas cosas a la vez, haz tú también muchas cosas a la vez. No tengo ninguna duda, y no soy adivino, ¿eh?, de que has postergado estudios, de que has postergado misiones pensando en un posible encuentro con Sophía, y cuando lo has tenido, has interpretado todo mal. -Sí -respondí-, como le hubiera pasado a cualquiera. Si tú no hubieras aclarado las cosas hubiera seguido pensando que estaba interesada en Furt. -Déjate fluir, déjate estar. -Pero a ver, ¿no te contradices Alexis? ¿Dejarme estar no es procrastinar, no es delegar? -No, de la manera que yo digo, dejarse estar es dejarse fluir. Pero eso no te tiene que impedir el estudiar, el seguir practicando. Mira, hagamos una cosa, tenemos la tarde libre, tenemos un jardín de una hectárea, vamos a practicar. -¿Con los Bō?, ¿con los palos cilíndricos? -Sí. -Pero a ti nadie te vence. -No te preocupes, voy a ser leve, quiero enseñarte movimientos de defensa y de ataque. Sophía es buena, pero yo soy el mejor. -¿Eso no es ego? -No, es lo que veo. En este momento en la flota no hay nadie que me venza, a pesar de que soy civil.
Practicamos toda la tarde, aprendí bastantes movimientos. -He progresado bastante. -No -me dijo Alexis-, has progresado un poco, bastante sería si estuvieras conmigo treinta días practicando cada día como mínimo dos horas. ¿Quieres que hable con la flota? -¿Y qué le dirías?, eres un civil. -Tengo infinidad de contactos, Kamal. Te diría que te preciso en Prima y estaríamos treinta días practicando, haciendo dieta de comida, fortaleciéndote y fortaleciendo tu mente. Eso por las tardes. Por las mañanas trabajarías en tu holoordenador con los mapas galácticos y trabajarías en un nuevo modelo de informática. Tienes que trabajar tu cuerpo, tienes que trabajar tu mente. -Entonces, ¿qué hago, me quedo? -Sí. Yo mismo me encargaré de hablar directamente con Sargón y te pediré que te quedes aquí, al alto mando. -Vaya, admiro que sigas teniendo tantos contactos. -Sí, por supuesto. Incluso con el actual primer ministro de Sargón tengo una tremenda confianza. Tienes que trabajar en ti mismo, Kamal. -Lo haré. -Empezamos mañana.
Sesión 02/10/2024 Ascendió a capitán y lideraba una misión a un mundo que había multitudes callejeras debido a unas lecciones políticas. Debería olvidar temas como postergación y procrastinación, debería contar consigo mismo. Allí conoció a una teniente que deseaba conocer Sargón central.
Entidad: Llegué en misión al sistema de Cándor, era un sistema bastante alejado de Sargón pero que formaba parte de la Federación. Había una revuelta por problemas de poder político.
Era la primera vez que iba de capitán en una nave, Había tenido una conversación muy larga en Prima, con Alexis, quien me dijo: -Kamal deja de postergarte, basta de procrastinación. Hay una revuelta que parece inofensiva en el sistema de Cándor, tratan de obtener el nuevo puesto de gobernador porque el anterior falleció. Y el problema son los civiles, hay multitud en las calles de la capital. -Pero Alexis -Me costaba no decirle capitán, pero ya era civil-. Alexis, no se puede sofocar una rebelión civil con violencia, no es lo que yo quiero. ¿Qué me aconsejas? -Alexis me miró. -Te he aconsejado muchísimas veces cuando eras teniente, no voy a aconsejarte. Y es por tú bien. Tú tienes que tomar la decisión, tú tienes que saber qué hacer. Has llegado a capitán, vas a dirigir una nave con ochocientos tripulantes a bordo. Ve y me cuentas. De todas maneras mi visor ultralumínico siempre va a estar abierto, pero espero que sepas lo que hacer.
Me fui impaciente por llegar lo más rápido posible al sistema de Cándor, pero por otro lado pensaba: "Me hubiera dedicado a la vida civil, no tendría conmigo esta responsabilidad".
Recordaba que en una conversación con Alexis él me decía, cuando yo era teniente: -Mira, el tema es así, no es la primera vez que te lo digo, a veces da la impresión de que te gusta estar en un lugar de confort. No era la primera vez que me lo decía y yo le respondía: -Quizá porque me sienta seguro el evitar misiones difíciles.
Recordaba que cuando yo le acompañaba a Alexis estaba tranquilo porque confiaba en él, me respaldaba en él. Una vez me amonestó, me dijo: -No es así, teniente Kamal. Todos vosotros, como tenientes, estáis aquí para apoyarme a mí. Sí bien yo tomo la decisión final, no sólo sois mi apoyo sino también consejeros. Yo decidiré después qué consejo cabe más en lo que yo pienso. Una vez, en confianza, le dije: -Pero así, capitán, siempre va a decidir independientemente de lo que le digamos. Me miró y me dijo: -Eso es lo que espero de ti el día de mañana. Pero no te confundas, no es que las sugerencias las pase de largo, de lo contrario sería un necio. El día de mañana tú serás capitán y vas a escuchar el consejo de los tenientes. Si te empacas en una idea podrás ser un necio e irás a una derrota segura en cualquier misión que sea. Eso no significa que no tengas tu propia iniciativa. Y ahora iba en la nave a Cándor.
Por supuesto que vieron la nave en órbita. Bajamos en una pequeña nave doce tripulantes. Era yo, cinco tenientes y seis alféreces. Y fui directamente a la gobernación de la capital de todo Cándor. Hablé con los dos candidatos principales. Ambos me dijeron: -Con todo respeto, capitán, pero Sargón no puede interferir en votaciones de cada mundo. -Obviamente que no -les respondí-, pertenecéis a la Federación pero os manejáis en forma independiente. Lo que no deseamos son esas revueltas callejeras, la gente se exalta al punto tal de incendiar holocoches o romper marquesinas de negocios... eso no está bien. Y eso lo provocáis vosotros dos. Mi recomendación es que hagáis una declaración conjunta que los simpatizantes de aquel que pierda estas elecciones las acepte pacíficamente. Cándor va a andar mejor con una oposición amistosa que apoye al que gana. Leí el currículum de ambos. Ambos son buenos, no tienen porqué ser enemigos. -No lo somos. -Tampoco rivales. Directamente tenéis una manera distinta de hacer la política, pensad que Cándor es una unidad.
Hablaron por la cadena planetaria y cada holovisor tenía a ambos candidatos explicando al pueblo que el que perdiera iba a apoyar al ganador. Se estrecharon la mano y en las calles hubo vivas y se detuvieron todas las revueltas. Me quedé para la votación, fue pacífica y ganó uno de los candidatos por bastante diferencia, sesenta y cinco a treinta y cinco por ciento. Al día siguiente tranquilidad y toda la población trabajando a full.
Recuerdo que se acercó a mí una teniente de Cándor, llamada Albera. -Permiso, mi capitán, ¿usted es Kamal? -Sí, teniente. ¿Y tú? -Albera, mi capitán. Me gustaría el día de mañana conocer Sargón central. -Mira, puedo hablar con tu capitán. -Capitana es. -Puedo hablar con tu capitana y decirle que te entrenaremos en Sargón. -¿Haría eso por mí, mi capitán? -¿Por qué no? -¿Se quedará mucho tiempo aquí en Cándor? -Una semana. Durante estos siete días observaré que todo vaya bien, que se haya resuelto de verdad pacíficamente, que la oposición haya aceptado la derrota y que no haya disputas políticas entre los civiles. -Admiro la manera que manejó el conflicto. -Era lo más coherente -le respondí. -Disculpe mi atrevimiento, mi capitán, ¿pero tiene tiempo de tomar algo?, le puedo mostrar algunos lugares interesantes de Cándor. -Está bien. -Hablé por radio a mi tropa y les dije que se teletransporten a la nave madre, que dejaran mi nave en el espacio-puerto de Candor.
Esos siete días estuve conversando con la teniente Albera, que me mostraba lugares interesantes e incluso ruinas. -¿Y esto? -le pregunté. -Son ruinas de siglos atrás. -¡Vaya! -Miraba el aspecto de las columnas, de un idioma antiguo que ya estaba en desuso en ese mundo.
Me respondió la teniente que tenían tratados de historia de Candor. Había habido luchas, batallas y hasta una guerra siglos atrás que abarcó todo el planeta, hasta que comenzaron los viajes interplanetarios y luego se descubrió la velocidad ultralumínica, y un siglo después se unieron a la Federación Sargón. Conversamos de cosas personales, me decía que era hija única, que sus padres no querían que estuviera en la milicia pero que eran abiertos mentalmente, simplemente tenían miedo que en una misión bélica corriera riesgo de muerte.
La capitana le dio permiso para visitar Sargón. Al contrario, me agradeció a mí el que pueda preparar a la teniente porque era muy valiosa y próximamente iba a ser ascendida a capitana.
Pero los momentos más valiosos fueron los que visitamos jardines interesantes, palacios antiquísimos de siglos atrás que los mantenían permanentemente modernos respetando lo clásico de la construcción. Yo procrastinaba hasta los afectos porque la teniente me gustaba mucho; pero no sé si era... Honestamente, no sé si era coherente y oficialmente permitido cortejar a un subalterno, que quizá acepte porque el que está cortejando es un superior, entonces me abstuve.
Pero cuál fue mi sorpresa cuando ella, Albera, me dijo: -¿Me permites tratarte de tú? -Sí, ¿por qué no?, pero no cuando estemos en la nave. -Eres una persona muy interesante, ¿te lo han dicho anteriormente? Iba a mentir para alardear, pero no era mi estilo. Le dije: -No, honestamente, no. -Pues de verdad lo eres. -Me tomó de la mano-. Es una pena que estemos tan lejos radicados porque me gustaría verte seguido. -Allí sí me atreví. -¿En función de qué, de amigo? -¿Por qué no?, eres una persona muy interesante. -Se acercó a mí y me tocó la mejilla. La tomé de ambas mejillas y le di un suave beso en los labios. Se quedó pasmada, miró fijamente y luego bajó la vista. Me sentí muy incómodo y le dije: -Disculpa este atrevimiento. -No, no, no, todo lo contrario, me ha gustado. -Lo que pasa que te vi así, como paralizada, y pienso que fui demasiado atrevido. -No. -Fue ella entonces la que me dio un suave beso. En ese momento iba a darle un beso más apasionado, me puso suavemente su mano en mis labios y me dijo: -Tendremos tiempo de conocernos. -Así es. ¿Sabes, Albera?, me gustas mucho.
En ese momento me sentí distinto, más seguro, más firme, pero todavía no había nada dicho. Ahora iríamos a Sargón, y le volví a repetir: -Que la tropa te vea como una teniente que va de visita. Comeremos juntos, pero te trataré de teniente y tú de mi capitán. No tendremos acercamiento en la flota para que nadie saque una impresión apresurada. ¿Te parece bien? -Sí, Kamal, me parece bien.
Cuando terminó la semana la teniente Albera preparó su equipo y fuimos en la pequeña nave a la nave madre que estaba en órbita, se sintió apabullada de ver lo enorme que era la nave. Le digo: -Hay ochocientos tripulantes, iremos a velocidad ultralumínica. -Me siento nerviosa, no he conocido nunca Sargón a pesar de que he hablado tanto y he estudiado tanto tanto de Sargón. -Es un mundo como muchos otros. -No, Sargón Central es el principal mundo de la Federación. Pero me sentiré segura contigo, Kamal, por supuesto adelante de la tropa hablaré con ceremonia y evitaré el tratarte de tú. -A las cero seiscientos partimos para Sargón. La misión se había cumplido más que satisfactoriamente.
Sesión 09/10/2024 Se cruzó con un importante político, directamente lo abordó y obtuvo una interesante entrevista. Entendió que se podía ser frontal y atrevido pero educado. Y que llevar la iniciativa, como Clayton le recomendaba, era más fructífero.
Entidad: Estuve mucho tiempo pensando en las causalidades. Recuerdo que hablaba con Jorge Clayton y me decía: -Kiran, no te postergues, toma iniciativas, iniciativas coherentes. -Y fue lo que hice.
Justo buscando notas me crucé con un político bastante malhumorado en su vida cotidiana. Tuve la fortuna de encontrarlo en un día en el cual las cosas le habían ido bien. -Señor Vayastorga... -Dime. -Le quería preguntar por el nuevo tema del voto que están desarrollando en el Senado. -¿Para qué diario trabajas? -Para El Pregón. -¡Ah, bien! El Pregón apoya a mi partido. Quería tomar algo, ven te invito. -Le agradezco mucho señor Vayastorga.
La cuestión que encendí mi grabador y tuvimos una conversación de poco más de media hora, eran casi todas primicias. Le pedí permiso para sacarle un par de fotos. Me agradeció, me pidió mi nombre, se lo di y me marché para el diario.
Hablé con el jefe de edición y le pasé la grabación. Me dijo: -Esto va para tapa, Kiran. No sé como lo has logrado, esto va para tapa principal de Pregón. -Me dio un plus extra y me dijo-: Quédate siempre por la zona del Congreso, verás a varios políticos, te harás conocer. No siempre tendrás la misma suerte que has tenido hoy, pero has logrado una tapa, y eso es excelente.
Por la tarde hablé con Clayton, le comenté la noticia. Me dijo: -Tranquilo, ¿eh? -No entiendo... -Claro. O sea, quizá pasen muchos días hasta que logres otra entrevista similar. -No me desalientes. -No, todo lo contrario, todo lo contrario, esto que has logrado es magnífico, pero puede pasar que te encuentres con otros políticos que te ignoren, tenlo en cuenta. Pero no dejes de atreverte porque esa es la idea, evitar todo tipo de procrastinación. Como te dije la vez pasada, la sociedad tiene un mal concepto de la persona atrevida, lo toma como sinónimo de insolente, y no es así, el atreverse es tener arrojo, se puede ser atrevido y cortés, se puede ser atrevido humilde, educadamente. -Lo entiendo, lo entiendo perfectamente. Además, surgieron dos cosas más: estoy saliendo con una chica. -Sí, eso me lo habías contado. -Pero ahora una secretaria de El Pregón me dijo que cuando quisiera podríamos encontrarnos a la mañana temprano para desayunar juntos. -A ver... Lo frené. Le digo: -Clayton, no me ponga pálidas, o sea como dicen en vuestro lenguaje coloquial de plena, no me ponga cosas negativas. -No, no se trata de cosas negativas, se trata de que seas honesto. O sea, con la chica que me habías mencionado hace cuatro días atrás, ¿en qué relación están? -En relación de amigos. -¿Sólo amigos? -Sí. Ahora, esa secretaria es una belleza. -Conócela, desayuna con ella, conversa. No te quedes sólo con la belleza externa, fíjate en su humanidad, fíjate si comparten algunos gustos. De todas maneras no es obligatorio que tengan gustos similares pero pueden tener amplitud de criterio y compartir las cosas igual. Ahora, puede pasar lo opuesto, que tengan gustos incompatibles y por más bella que te parezca la persona no te servirá, ni le servirás tú a ella. Entonces, conoce a la persona. -Nos conocemos de hace tiempo y te trataré de tú -le dije-. Tú tenías una novia... -Ven, ¿qué piensas hacer ahora? -No, no tenía nada en firme. -¿Quieres ir un rato al Náutico?, tengo mi coche aparcado. -Está bien, vamos.
Subí a su deportivo y fuimos para el Náutico. -Retomo la conversación... ¿Tenía una novia? -Sí, Chiara. -Pero se llevaban más que bien, ella ya en el diario estaba considerada una de las mejores periodistas. ¿Qué sucedió, hubo un problema entre ustedes? Disculpa, Jorge, por ser tan entrometido, pero te cuento mis cosas, puedes contarme las tuyas. -Clayton se rió sin desviar la vista del frente, era buen conductor. Me respondió: -No, no nos peleamos, ni discutimos, simplemente ella no se lleva muy bien con su familia, pero quería ver cómo estaba su gente, por dos motivos: uno para ver si todavía seguían distanciados porque la forma de pensar de ellos, fanáticos pero mal mal mal, fanáticos de la Orden del Rombo, y Chiara es una libre pensadora y eso fue lo que les distanció. Y bueno, nos hablamos, nos hablamos por teléfono y me dijo que ya se sacó la duda. -¿La duda si habían entrado en razón? -Sí. -¿Y te lo comentó? -No, no hace falta. -¿Eres adivino? -¡Ja, ja, ja! No, Kiran, no soy adivino, ¡je, je! A una persona que es fanática, pero fanática mal, esas personas que no entienden, esas personas que cualquier cosa que les digas o que quieras hacerlas entrar en razón te saltan a la yugular. -No entiendo esa frase. -Claro. Imagínate un lobo rabioso que te encuentra desprevenido en el bosque y te salta a tu yugular. Bueno, las persona fanáticas, figurativamente hablando, hacen lo mismo. -Pero, Jorge, no sirve darles la razón, porque tú te quedas con esa bronca por dentro, con esa ira. -No, no, Kiran, ¿por qué?, tomas a la persona como es. O sea, si sabes que la persona es así y después de mucho tiempo la vuelves a ver y ves que sigue en la misma tesitura, ¿para qué gastar energías y por qué enojarte? Es como si te enojaras si un perro te ladra, es un perro, no te va a maullar. -Entiendo.
Llegamos al club y apenas llegamos al bar miré la transfiguración en el rostro de Jorge Clayton. Vi su mirada, miré hacia dónde él veía, y una joven de cabello largo, muy muy atractiva sonreía con sus dientes blanquísimos. Él se acerco a ella, ella bastante alta, de todos modos Clayton le llevaba media cabeza. Ella le susurró algo al oído y él le respondió susurrándole a su oído. A los diez segundos se dieron un beso larguísimo. -Kiran -Se acercaron a la mesa-, te presento a mi novia. -Le estreché la mano y me dio un suave abrazo. -Cuando llegué al aeropuerto he leído el diario de la tarde, y te felicito, Kiran, porque mañana vas a salir en primera plana. -¡Vaya! O sea, ¿que en el diario de la tarde salió un adelanto de mi nota? -Sí, y mañana vas a estar en plena plana. Te felicito. -Gracias, Chiara. ¿Piensas volver al diario? -No. -¿No? -No, Kiran. Uno de mis problemas por lo que me fui es que me sentía un poco sola. Fui a ver a la familia y no me fue bien... -Algo me contó Jorge con respecto a la Orden del Rombo. -Y el problema era mío -dijo Chiara-, no de Jorge, en el sentido de que él viaja para inaugurar o nuevos pabellones en hospitales o nuevas oficinas en Saeta para hacer ordenadores personales y yo me quedaba trabajando aquí y daba la impresión como que Jorge era una visita, viajaba muchísimo. Y entonces decidí lo siguiente... Habló Clayton: -Cuéntame que has decidido porque esto también es una primicia para mi primera plana del corazón. A ver, Kiran está de testigo. -Me sonrojé. Chiara dijo: -No voy a trabajar más en el diario y te acompañaré a todo lugar que vayas. Aclaro, lo aclaro para Kiran, no para ti Jorge, no por celos porque sé quién eres, eres leal a ti mismo por lo tanto leal a todos los demás, simplemente porque quiero estar contigo todo el tiempo posible salvo que tú no lo desees. -Clayton la miró y le dijo: -Lo deseo con toda mi alma. Si nos permites, Kiran, enseguida viene Luís Alberto, Ferenc... Yo voy afuera a conversar un rato con Chiara. -Por supuesto. -Vi que salían abrazados y me quedé pensando.
Yo quiero un amor así. En este momento estoy saliendo con una chica y hay una secretaria que aparentemente gusta de mí, pero como dijo Clayton, no tengo que mirar sólo la belleza, tengo que mirar también su belleza interna. Y no todo el mundo la tiene porque lo de afuera es fácil. Hay mujeres que con maquillaje parecen más bellas, pero para la belleza interna no existe ni va a existir ningún tipo de maquillaje. Puedes camuflar, actuar, pero a la larga se nota cómo es la persona, saca a relucir sus roles del ego.
Entonces le voy a hacer caso a Jorge, obviamente. A veces pasaré por tímido, pero yo tonto no soy. Me interesaría también un equilibrio, que tenga belleza externa y también belleza interna. ¿Por qué no?, ¿por qué no voy a merecerlo?
Basta de procrastinación en el tema afectivo porque conozco una chica nueva y quizá mañana conversemos y me defraude yo o se defraude ella. Sí aprendí una cosa de Jorge: a ser frontal, sutil pero frontal. La mentira tiene patas cortas. Eso lo dicen en el lenguaje coloquial de Plena y concuerdo con ello. Frontal y sutil a la vez. Pero basta de procrastinación.
Sesión 21/10/2024 Tuvo la oportunidad de acompañar al capitán Alexis a un mundo de humanos que se esmeraban en sus cálculos para lograr la velocidad lumínica. También se habló de la diferencia entre firmeza y capricho a la hora de encarar un objetivo.
Entidad: En este momento no estaba haciendo misiones. Se contactaron conmigo Alexis y quien fuera una especie de padre del excapitán, Luber. Y me preguntaron: -¿Quieres conocer algo dónde vas a aprender muchísimo? -¿Esto es algo oficial? -pregunté. -No, Kamal -me dijo Luber-, no, a pesar de que tenemos quinientos cincuenta y cinco sistemas estelares en vuestra Federación Sargón, tenéis a veinticinco años luz un mundo llamado Árus y a veinte años luz un mundo que sí pertenece a la Federación. Me entró curiosidad y pregunté: -¿Por qué Árus no pertenece, hay alguna rebelión? -No, es mucho más sencillo, han comenzado hace más de medio siglo de Sargón los viajes espaciales pero dentro de su sistema estelar, puesto que no conocen la velocidad ultralumínica. Por los tanto por las directivas tanto de Prima como de Sargón no podemos darnos a conocer. -¿Y entonces, Luber? -Entonces, estimado Kamal, iremos en una nave pequeña nosotros tres acompañados por doce tripulantes que trabajen en la conducción de la nave, en la velocidad ultralumínica y en los holoordenadores. Y, obviamente, un ingeniero para sostener el sistema de vida dentro de la nave. -Es una pequeña nave -comenté-, ¿pero es segura? -Tanto como el más grande de los navíos, tiene triple capa de protección con ultracarbino en el medio y tiene armas de primer nivel que obviamente no usaremos, salvo que por el camino se cruce algún enemigo importante, lo cual no creo posible. -Pregunto, ¿no? -exclamé-. ¿De qué sirve llegar a Árus que está a veinticinco años luz? -Estudiar a la gente. -¿Hay que camuflarse? -Son humanos. Solamente visualizar, obviamente, con capa de invisibilidad, sus costumbres, sus vestimentas. Tenemos traductor universal en un pequeño chip que pasa absolutamente inadvertido aún ante escáneres. Solamente teletransportarnos con la ropa que estén usando ellos, según usos y costumbres. Hay muchos ingenieros espaciales, todavía no conocen los holoordenadores. Sí tienen ordenadores muy potentes, telescopios absolutamente potentes. Su idea es viajar a otro sistema, el más cercano está a cinco años luz, pero claro, pertenece a la Federación. -De todos modos -pregunté-, cuál sería el motivo, ¿enriquecernos con sus costumbres? -Seguramente. Nuestra idea no es ayudarlos en nada, no podemos interferir, no podemos dar ninguna pista de cómo descubrir la velocidad ultralumínica. Primero queremos conocer sus costumbres. -Acepté, por supuesto.
Y al día siguiente fuimos. Si bien yo era el único capitán en actividad en la nave, los demás eran tenientes y alféreces, como la tripulación era de Prima tenían un enorme respeto primero por Luber y después por Alexis, lo cual no me incomodó, todo lo contrario, me quitó responsabilidad.
Cuando llegamos finalmente a Árus, era el tercer planeta de una estrella pequeña amarilla, más pequeño que Sargón, pero su órbita era casi similar, o sea, que el año era un poco más corto que el de Sargón y la rotación diaria era apenas minutos más corta. Llegamos a una ciudad, falsificamos de una manera que era indetectable que entiendan que eran falsos nuestros documentos, nuestras identificaciones, todos éramos ingenieros en astronáutica e investigadores en astronomía. Fuimos a una universidad donde enseñaban astronáutica y también el estudio del universo, el estudio de las ondas gravitacionales y cómo podían usarlas para viajar más allá de la velocidad de la luz.
Hablamos con uno de los más afamados ingenieros, un ingeniero que era muy conocido en todo Árus, el profesor Admante. Admante era uno de los más defensores explicando en sus cátedras que una de las maneras de viajar más allá de la velocidad de la luz era a través de las ondas gravitacionales. Cerca de los agujeros negros esas ondas gravitacionales se acercan y permiten cortar camino para viajar más rápido en la galaxia. Nos presentamos como tres ingenieros de otro país, no muy aliado al país de este profesor llamado Admante, pero como en el mundo reinaba paz y armonía fuimos bien recibidos. Es más, nuestros traductores estaban preparados para que cuando hablemos imitemos el acento de esa ciudad que hipotéticamente veníamos. El profesor Admante nos invitó a la próxima cátedra donde podíamos intervenir. Alexis explicó: -Con todo respeto y afecto, alumnos, estudiantes, profesores disiento con el profesor Admante. El tema es muy sencillo y lo voy a hacer de una manera muy básica. Haced de cuenta que viajáis en una barca en un mar calmo pero que sí hay un oleaje. Comparemos ese oleaje con las ondas gravitacionales. ¿Qué hace la barcaza, atraviesa el oleaje? No, acompaña a las olas, sube y baja, sube y baja de acuerdo a las olas. Eso es lo que pasaría con una nave tan veloz que quisiera aprovecharse de las ondas gravitacionales. Por otro lado las ondas gravitacionales no son iguales a las olas de un mar, son prácticamente indetectables dentro de una nave. Y actualmente la más veloz de nuestras naves de Árus tardaría tres mil generaciones en llegar al sistema estelar más cercano que está a cinco años luz. Por más que podamos armar el mayor de los cruceros que pueda tener hasta diez mil, doce mil tripulantes y que puedan procrear dentro de la nave, ¿podemos sostener un sistema de vida que pueda soportar setenta y cinco mil años de viaje?, porque no tenemos idea cuándo vamos a descubrir la velocidad ultralumínica, con nuestras naves actuales tardaríamos setenta y cinco mil años. Y en este momento, salvo el cuarto planeta que si bien su atmósfera es muy pobre puede sembrarse y hacer un segundo Árus, pero tened en cuenta que en este momento es el único mundo que tenemos.
Me quedé sorprendido por la disertación, pero me quedé mucho más sorprendido por los abucheos del público, tanto alumnos como profesores, que eran más que admiradores del profesor Admante y no podían permitirse que vengan tres desconocidos, aunque yo no hablé ni diserté, de otro país a desmerecer los adelantos de Admante. Por supuesto el profesor, una persona genial y muy diplomática nos agradeció la disertación, pero nos dijo de manera frontal y sutil a la vez: -Gracias por la participación, pero me habéis parecido muy muy pesimistas, muy muy pesimistas. Alexis comentó: -En nuestro país tenemos ordenadores iguales a los vuestros y tenemos los mejores técnicos de informática y no están dando con la tecla. Traducido significa: No están viendo ninguna posibilidad de ir más allá de la velocidad impulso que tenemos actualmente, habrá que esperar generaciones. -No -dijo el profesor Admante-, estoy convencido que en esta misma vida yo tendré el gusto de viajar a otros sistemas. Porque sé que hay vida, hemos captado ondas, señales con nuestros radiotelescopios, estamos bastante adelantados, hemos llegado a nuestros dos satélites, hemos llegado a tres planetas de nuestro sistema y el día de mañana vamos a llegar a otros sistemas.
Por supuesto nos invitaron a comer y luego volvimos, hipotéticamente, a nuestro país. Ya lejos de la ciudad fuimos teletransportados a nuestra nave y le pregunté a Alexis y, obviamente, también a Luber: -¿Cuál fue mi aprendizaje? Alexis me dijo: -¿Te acuerdas, Kamal, las veces que hemos hablado de procrastinación? -Por supuesto que lo recuerdo, pero yo no veo que en el planeta Árus procrastinen, los veo esmerados en avanzar y en avanzar y en avanzar. -¿Sabes qué pasa, Kamal? Que hay una manera de procrastinar cuando encaras algo... -Explícate. -Claro. Cuando proyectas algo y de entrada lo haces mal. Ellos están haciendo mal los cálculos y van a pasar cientos de años hasta que alguien encuentre cómo viajar a velocidad ultralumínica, mientras tanto seguirán así. El problema de los mundos, Kamal, que no viajan a otros sistemas estelares, corren el riesgo de eliminarse a sí mismos en guerras internas. La ventaja de conocer otros sistemas, obviamente también se puede entrar en guerra con otros sistemas, pero hay millones de mundos en la galaxia, Árus es su único hogar. Y sí, el encarar mal las cosas también es procrastinación, Kamal, es importante que entiendas eso. -¿Tú ves, Alexis, que yo encaro mal las cosas? -No te voy a dar todo servido Kamal, tienes que pensar qué encaras bien y qué no. -¿Tú qué opinas? -le dije a Luber. -Opino lo mismo que mi querido hijo adoptivo. Tienes potencia, mucho potencial, te falta todavía algo de confianza, Kamal, te falta un poco más de estima en ti mismo, te falta más seguridad. Y cuando te dicen no a algo, titubeas. Una de las cosas importantes en cada ser humano es la firmeza; no confundir firmeza con empacarte en un tema, con encapricharte en hacer algo. A veces la línea es muy sutil. Y eso también es una materia pendiente -me dijo Luber-, diferenciar el capricho de la firmeza. -Me quedé pensando. -Es como que me dieron mucho de golpe, como que me hubieran dado para estudiar un manual entero y que lo termine en dos días. -No, no, no hay un plazo, en realidad sí hay un plazo, pero no tiene porque ser un plazo corto, pero no te aproveches de lo que te decimos, no te dejes estar porque volverías a caer en la procrastinación. Y basta, basta ya de ello. Nos quedamos con el tema de la firmeza y no confundirlo con el capricho, que es algo relacionado con el ego. -¿Pensáis que tengo ego? -pregunté. -Sí, pero no el ego del capricho, el ego de cierta inseguridad inconsciente. -Pero soy capitán. -Qué tiene que ver, conocemos un comandante que no se atreve a aceptar puestos mayores porque piensa que no va a tener capacidad para desempeñarse en el cargo. -¿Estáis hablando del comandante Jon? Alexis me dijo: -Puede ser Jon o pueden ser otros comandantes. Preocúpate por ti. Imita las cosas buenas pero tampoco te conviertas en alguien que vive emulando a otros. Tienes que tener tu propio criterio, tu propia personalidad, tu propia manera de ser. Eres el capitán Kamal.
Sesión 29/10/2024 Se sentía a salvo en un mundo que tenía la posibilidad ultralumínica de emigrar a otro si por guerras internas fuese destruido. Quizá su inquietud de ahora fuera por tener tan cerca el vasto y profundo espacio. Y que en Prima hasta podía jugar con grandes mamíferos.
Entidad: Es cierto lo que me había comentado Alexis, con quien tengo una gran confianza de la misma manera que le tengo un muy gran respeto. A Luber le tengo un afecto tremendo, pero le conozco mucho menos, obviamente.
Y me quedé pensando en aquel mundo donde todavía no hacían viajes a velocidad ultralumínica, y por momentos me sentía salvo. A salvo en el sentido de que hoy no podría vivir en un mundo donde es su único hogar. Como decían nuestros antiguos de hace milenios en Sargón, es como estar montado arriba de un barril de pólvora y que haya muchos que traten de encender la mecha y otros que lo impidan. Y uno mientras tanto piensa quién ganará, ¿el que impide que se encienda la mecha o aquellos que vienen con la llama? En este caso el barril sería el mundo entero porque no hay otro mundo en aquellos planetas que no tienen velocidad ultralumínica.
Por eso me sentía a salvo, porque aquí gracias a la velocidad ultralumínica podemos ir, no digo a donde queramos, porque también hay batallas, guerras de sistemas estelares, los lacerta, los mordon, que todavía no sé si se rearmaron, si sobrevivieron muchos. No hablo de los fungos porque en este momento se dieron cuenta de que les conviene más ser aliados de Sargón porque los mismos mordon les hicieron dar cuenta de lo vulnerables que son. Además si bien explotan otros mundos a nivel de no utilizar a la gente como esclavos, porque les pagan con mejorías en la salud, con aparatos más modernos que los hace adelantar décadas y hasta siglos, a la larga sería un intercambio beneficioso para aquellos mundos donde los fungos intentan sacar ventaja.
Pero por otro lado me sentía con mucha baja estima. Cuando volvimos estuve dos días en mi habitáculo, no volví a Sargón, me quedé en Prima, y no tenía ni ganas de salir. Seis veces me vino a buscar Alexis: -¿Estás procrastinando? Me defendí: -¿Por qué?, lo tomo como unas minivacaciones. -No, no es así, estamos en una época donde no hace tanto calor pero todavía no hay un cambio de estación para que venga el frío, puedes disfrutar de la campiña, de los pequeños mamíferos, como hago yo.
Me dolía el estómago, de los nervios, porque de alguna manera me sentía presionado. Pero era una idea mía, absolutamente mía, porque Alexis jamás me iba a presionar, su manera de hablar era una manera asertiva, sutil, además sonreía. Era yo el problema. Y le pregunté: -Me quedé con curiosidad, Alexis, ¿qué otros mundos hay?, ¿qué otras cosas hay?, ¿estamos seguros aquí? -No entiendo, somos una Federación de quinientos cincuenta y cinco sistemas estelares y no contemos a Prima, donde yo estoy viviendo ahora, que es una tremenda potencia. -Sentía como que mi piel se erizaba y se lo mostré. Alexis me dijo-: Tu habitáculo es cálido, tienes la piel como si hiciera mucho frío. -¿Y por qué? -le pregunté. -Porque es psicológico no tiene que ver con el frío, tiene que ver con tu estado mental, como que hubiera algún peligro imaginario en tu mente. Hay mamíferos salvajes en la propia Prima, en bosques, en selvas, que las hay afortunadamente, donde animales depredadores que luchan contra otra manada de depredadores se les eriza la parte del cuello o todo el lomo, ya sea por peligro de lucha o huida, pero en tu caso, como ser humano, ¿qué riesgo de lucha o huida tienes en una civilización avanzadísima, confortable? -No lo sé. En este momento hablo contigo y me duele tremendamente el estómago, de los nervios. -Mira... -Fue al botiquín y sacó una especie de aparato. -No no no no, no soy amigo de los tranquilizantes o ansiolíticos. No. -Esto es inofensivo, es directamente para quitarte el malestar estomacal. Y mañana con Luber vamos a dar un paseo largo. -¿No dice nada tu esposa o la esposa de Luber? -No, mi esposa está en misión y la esposa de Luber estudia. Además, es una persona más que comprensiva, sabe que Luber ama recorrer la galaxia. -¿Y yo en función de qué voy?, ¿qué tengo que aprender? -Recorreremos cien años luz a la redonda, para que veas lo tranquilo que está todo. -Me quedé pensando. -Está bien, descansaré un rato, se me pasó el malestar estomacal. Pero quiero... Ahora sí, quiero viajar, vosotros para mí sois una gratísima compañía. No tengo tanta confianza con Luber, pero es una persona tan carismática... -Y me quedé descansando. Alexis volvió a jugar con sus pequeños mamíferos.
De curioso me asomé por la ventana y había un mamífero grande de los que yo no me acercaría, con unos dientes enormes y que pesaba más de la mitad de lo que pesaba un humano, y lo veía a Alexis revolcándose en el césped jugando con ese bicho que le podía desgarrar con su mandíbula la garganta. Yo, honestamente, no me animaría, pero Alexis es Alexis. ¿Cómo lo voy a describir?... Es él. Veríamos mañana qué pasaría.
Sesión 30/10/2024 Viajaba en una nave de Prima hacia la periferia del brazo de la galaxia y divisaron una gigantesca nave. Evaluaban las distancias siderales y dedujeron que era de otra galaxia, como a un millón de años luz. También encontraron tres mundos con vida.
Entidad: Había amanecido. Me di una ducha de vapor, me puse mi uniforme. Me pasó a buscar Alexis y me preguntó: -¿Qué haces?, viaja cómodo. Sácate los Borceguíes, ponte unas deportivas. Sácate el uniforme, ponte algo más informal... -Pero Alexis, -exclamé-, van a ir más tripulantes -Deja que se encargue el teniente, el teniente Sanies. Nosotros nos vamos a ocupar de lo nuestro, estudiar sistemas estelares, mostrarte que dentro de cien años luz a la redonda no hay ningún peligro, para que veas que estamos en una época de paz, de tranquilidad, de armonía. Y es momento que te ocupes de lo tuyo. Estudia historia, principalmente historia de Sargón. -Estudié mucho, prácticamente no dormí. -Ahora nos contarás en el viaje.
Pasó Luber y subimos al pequeño navío. Pequeño pero con triple capa de protección con ultracarbino y con sistema de invisibilidad y con sistema para que no puedan detectar el calor, ya sea de la vida dentro de la nave, ya sea de los motores. Y, obviamente, teníamos borraestela de luz ultralumínica, como si fuera un gran navío.
Nos acomodamos, tomamos algo en el comedor. Y les comenté: -Me quedé pensando en ese mundo donde no van más allá de su sistema estelar y le pueden poner meses de un planeta a otro dentro de su sistema. Estuve estudiando prácticamente toda la noche, pero no estoy cansado, para nada. No sé si es cierto o si es una leyenda, pero hace mucho mucho tiempo llegó a Sargón un ser humano, de piel prácticamente blanca, sin cabello, que se hacía llamar con la "v", Vox-El. Y se comenta en los libros de historia que a los científicos de aquella época les indicó cómo armar un superordenador cuántico para poder viajar más allá de la velocidad de la luz. Y comentó, en aquella época, que eso lo hizo en muchos mundos, estudiando primero que su gente fuera pacífica. En el mismo Sargón le preguntaron a Vox-El, "¿Por qué nos enseñas esto? ¿Es nuestro momento?". "Es para evitar peligros externos, porque los mundos que aún no dominan los viajes interestelares son víctimas de depredadores".
Le pregunté a Alexis y a Luber: -¿Qué hay de cierto en eso? Luber me respondió: -Mira, también figura en los libros de historia del sistema Prima. Le dije: -Me parece algo muy fantasioso, porque no puede ser que un sólo hombre se recorra cientos de sistemas estelares para enseñar los viajes ultralumínicos. Tenía entendido que cada mundo, con su progreso, lo descubría por su cuenta. -Bueno, en nuestra superenciclopedia de Prima no se toma como una historia real, como esos viejos libros religiosos que hablan de creacionismo, etcétera, etcétera. Está. El que lo quiere leer, como lo has hecho tú, lo lee. Pero queda en una incógnita. -Ahora -pregunté-, si fuera una leyenda, ¿por qué no está el nombre real de él o los científicos que milenios atrás, por ejemplo, descubrieron cómo activar una bomba nuclear? ¿Por qué no figura ningún científico o un grupo de científicos que haya descubierto el poder viajar a velocidad ultralumínica? -Lo miré a Luber-. ¿En Prima figura? -No. -Bueno, en Sargón tampoco. -Tal vez -dijo Alexis-, quedó todo perdido en la historia. Honestamente, los libros de historia son muy exactos. Alguien se tomó el trabajo de ocultar detalles por alguna razón o lo de Vox-El no es una leyenda.
Finalmente pasó el tiempo, hicimos una circunvalación que llevó tiempo. Íbamos a velocidad ultralumínica siete y se percibía todo tranquilidad en sistemas incluso ajenos a Sargón, a Prima y a otros sistemas.
-Vayamos más a la periferia del brazo galáctico -pedí. Alexis se miró con Luber, se encogieron de hombros. Luber le pidió al teniente: -Vayamos a la periferia galáctica.
En un momento dado nos alarmamos, aproximadamente a seis horas luz detectamos un objeto gigantesco que era prácticamente cien veces el tamaño del mayor navío de Sargón. -¿Nos pueden ver? -No, estamos con el sistema de invisibilidad física y de temperatura. Somos invisibles absolutamente. No hay ninguna manera que nos capten, ni con infrarrojos ni con ultravioletas ni con otro tipo de rayos. Al telescopio óptico, directamente, imposible visualizarnos. Pero, evidentemente, este objeto está emitiendo calor. No tenemos dudas de que es una nave. -¿Una nave tan grande en la periferia galáctica? ¿Puede venir de la galaxia vecina? Alexis me miró: -La galaxia vecina está a un millón de años luz, es imposible, porque de alguna manera, nuestro sistema de velocidad ultralumínica se basa en las gravedades espaciotemporales de nuestra galaxia, pero de una galaxia a la otra hay un vacío total. Les dije: -Salvo que hayan creado una manera de viajar mucho más veloz que la nuestra. Alexis me miró y me dijo: -No deja de... no deja ser una distancia enorme un millón de años luz. Aun a velocidad ultralumínica diez, que es el máximo de nuestras naves y en el caso de que pudiéramos atravesar el espacio intergaláctico sería imposible llegar.
En ese momento vimos un sistema estelar muy extraño. Le dije a Luber: -Fíjate, un sol amarillo con tres mundos en zona habitable. Lo cual es extraño.
Nos acercamos. En los tres, inmensos bosques, montañas, ríos, mares... Dejamos el pequeño navío en órbita y nos teletransportamos a la superficie. Llegamos, y con nuestros detectores buscamos vida. Había vida vegetal, pero lo que más abundaba en ese mundo, y suponíamos que en los otros también, la atmosfera era incluso respirable para nosotros. La analizamos. De todas maneras fuimos teletransportados con trajes de ultraprotección.
Y vimos una enorme construcción protegida con vidrios ultrablindados pero podíamos ver hacia dentro; incluso teníamos lentes especiales porque los vidrios de afuera eran espejados, pero con nuestros lentes especiales podíamos ver hacia dentro. Era como un gigantesco criadero, como de diez quilómetros de largo por dos quilómetros de ancho. Luego nos enteramos de que había cientos de criaderos.
Lo miré a Alexis: Se quedó pálido: -¿Ven lo que yo veo? -Asentí con la cabeza, sin hablar.
Había embriones de langar. No había langars adultos ni langar que no fueran embriones, solamente embriones. Todos cuidados y conectados a una máquina que era de soporte de vida. Y tenían una pequeña máquina con un tubo que se insertaba en el cerebro de los langar.
-¿Qué es esto? -pregunté. Alexis no hablaba, estaba pálido. Luber dijo: -Me da la impresión que es un criadero de langars. Lo miré e irónicamente le respondí: -¡Vaya!, ¿Qué has descubierto, algo obvio? -No, no -dijo Luber-. Alguien, alguien los está criando. Y estoy seguro que vamos a visitar los otros dos mundos y también va a estar lleno de criaderos. Obviamente, en cualquier momento vienen los criadores y cuando vean que los embriones ya están en condiciones de liberarse les darán libre albedrío. -Pero esto qué significa- pregunté-, ¿que los langar no se reproducen por sí mismos? -Supongo que los langar pondrán huevos, y quizá sean tan básicos que no sepan cómo cuidarlos para que las crías salgan sanas. Lo miré a Luber y le dije: -¿Estos seres tan estúpidos comandan naves a velocidad ultralumínica y depredan mundos? No entiendo. ¿Quién me lo puede explicar? Alexis levantó una mano: -Tengo una hipótesis... -Por favor, dila. -Luber también lo escuchaba. -Pienso que hay alguien, a los que llamaremos "ellos" que evitan tener bajas, entonces crían a los langar para que depreden mundos y luego "ellos" se apoderan de esos mundos. -Tu hipótesis es falsa, Alexis -le comenté-, hemos visto centenares de mundos depredados por los langar, hemos visto langars sobrevivientes que han muerto de hambre porque no saben sembrar, cosechar... solamente matan, y cuando no tienen qué comer, mueren. -Bueno -dijo Alexis-, más a mi favor. Los "ellos" llamémoslos así, utilizan a los langar para que depreden esos mundos, y luego "ellos" se instalan.
-Insisto -comenté-, hemos visto infinidad de mundos depredados por langars pero no hemos visto ningún "ello" o ninguna raza de "ellos". ¿Cómo sabemos?... ¿Como sabemos que no hay miles de sistemas estelares donde viven los "ellos", donde hay ciudades, si ni siquiera sabemos cómo son, si son humanos, humanoides? -Respondí-. Hay una cosa que me extrañaba. Los langar son como esas pequeñas langostas que vi en muchos mundos que se comen el maíz, el trigo y dejan los campos yermos y se van a depredar otros campos. Bueno, los langar hacen lo mismo con mundos, ¿pero dónde están los "ellos"? Luber comentó: -¿Y esa nave gigantesca no será de los "ellos"? Una nave tan gigantesca con un soporte vital tan grande, ni siquiera sabemos qué tipo de armas tendrán. Comenté: -Si estuvieran tan avanzados tecnológicamente quizá esa nave sí pudiera venir de la galaxia vecina. Ahora bien, ¿tan llena está su galaxia que vienen a conquistar la nuestra? Lo que ellos no saben -agregué-, es que tenemos miles de sistemas estelares con armamento poderosísimo. Alexis dijo: -Una cosa es lo que hizo Vox-El, que compartió la idea de la velocidad ultralumínica, pero hay mundos que no están preparados. Imagínate que le dé a los lacerta la fórmula de la bomba de vacío... ¿Quién los frena después? Hay cosas que no podemos compartir. Ni siquiera con los antiguos, que viven en un mundo de castas donde después de los humanos están los reptiloides, los félidos y por último los cánidos. Un sistema de castas es un sistema de egos. ¿Cómo darles bombas de vacío? Sólo las tenemos Sargón y Prima, por lo menos que nosotros lo sepamos. -¿Y qué hacemos, los destruimos a todos los criaderos de estos tres mundos? -No. No. Pongámoslos, sumémoslos al mapa galáctico para saber dónde se encuentran. Vimos tres mundos habitables en un sistema estelar, lo cual es raro; generalmente suele haber dos en zona habitable de una estrella. Y a veces, cuando hay un tercero, o está con temperatura altísima o está casi helado o sin atmosfera. Pero tres mundos, con bosques... honestamente, es la primera vez que veo. -Asentí con la cabeza. -Quizá por esta zona de la galaxia, en la periferia puede haber otros mundos, ¿pero por qué no exterminar a los embriones langar? -Para que los "ellos" no se den cuenta. Esperemos. Volvamos, avisemos a Sargón y todos sus sistemas estelares, a Prima y todos sus sistemas estelares. Avisemos a los antiguos, que dentro de todo están muy bien armados. Avisemos a aquellas civilizaciones que sean compatibles con nosotros. Cuando hablo de compatibles no me refiero a razas, me refiero a forma de pensar. Todos queremos la paz. ¿Y que de repente aparezca un enemigo extragaláctico? Primero estoy desconcertado -dijo Alexis- porque no comprendo cómo pueden viajar de una galaxia a la otra en un millón de años luz de vacío total exento de gravedades. Salvo que haya otra manera que hayan descubierto. Ojalá en el presente hubiera otro Vox-El que pudiera saber, pero no lo hay.
En ese momento de iluminó mi mente y le dije a Alexis: -Tienes que tener en cuenta una cosa, Vox-El parecía un ser supremo, ultrainteligente pero perteneciente a una raza. Y no me imagino que la raza de los Vox-El se haya extinguido. Luber dijo: -Pero como decían nuestros ancestros, encontrar la raza "Vox-El" sería como buscar una aguja en un pajar. Volvamos.
En el viaje de vuelta le dije a Alexis: -Te acuerdas que te decía: "¡Qué suerte que somos un mundo con velocidad ultralumínica, si viviéramos en un mundo que no tuviera viajes espaciales nos podríamos exterminar en cualquier momento!". Pero ahora, al saber que estos "ellos" pueden ser más poderosos que nosotros me volvió ese síntoma en el estómago, como si tuviera un nudo gigantesco, e incluso se me cierra la garganta, que no puedo respirar. -Sentí como un mareo y me tuve que recostar en un camastro.
Con los ojos semicerrados vi que Alexis cogía un aparato, me tocó el cuello: -Esto te va a sedar y te va a calmar. -A los diez segundos estaba dormido.
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