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Psicoauditación - Chemotasol

Grupo Elron
Sección Psicointegración y Psicoauditación - Índice de la sección - Explicación y guía de lectura de la sección

Si bien la Psicoauditación es la técnica más idónea para erradicar los engramas conceptuales del Thetán o Yo Superior de la persona, la mayoría de las veces se psicoaudita a thetanes que habitan en planos del Error y sus palabras pueden no ser amigables y/o oportunas para ser tomadas como Mensajes de orientación, algo que sí se da cuando se canaliza a Espíritus de Luz o Espíritus Maestros.
El hecho de publicar estas Psicoauditaciones (con autorización expresa de los consultantes) es simplemente para que todos puedan tener acceso a las mismas y constatar los condicionamientos que producen los implantes engrámicos.
Gracias a Dios, esos implantes son desactivados totalmente con dicha técnica.


Atte: prof. Jorge Olguín.

 

 

Sesión del 16/5/08

Sesión del 19/5/08


 

Sesión 16 de Mayo de 2008
Médium: Jorge Olguín
Interlocutor: Ligor.
Entidad que se presentó a dialogar: Chemotasol

 

Se agregó la sesión del 16/5/08 realizada por Jorge Olguín y Ligor como interlocutor al Thetán de “Chemotasol”. Recordó vivencias y descargó engramas en los roles de Julio Cesar, Oryus (un monarca de Aldebarán IV que manejaba energías eléctricas) y Jesse James.

 

 

Chemotasol: La mayoría de vosotros no sabéis los límites entre el bien y el mal, la mayoría de vosotros no tenéis la más mínima idea de lo que es el amor, de lo que es el odio, las distintas circunstancias que uno atraviesa en distintas encarnaciones.

Os las dais de sabios, tratando de dar consejos, tratando de dar orientaciones y lo único que lográis es confundir más todavía. Creo y sin ninguna humildad que uno debe vivir determinada situación para luego poder opinar porque hay muchos de vosotros que opináis sin haber paladeado el sabor de esa vivencia, sin haber sufrido una traición, un engaño, un abandono, sin haber vivido una victoria, sangrienta pero victoria al fin, sin haber comandado 10.000 mil hombres como he comandado yo; entonces es muy fácil opinar desde los planos altos, mirando, observando… Hay que vivirlo, hay que sentirlo en la piel, hay que sentir en la piel el amor, hay que sentir en la piel las traiciones.

Yo encarné en Roma, tuve muchísimos amores, llegué a tener una relación amorosa con Cleopatra, que comandaba la región de Egipto. Era una mujer más moderna de lo que cuentan los libros de historia, que no saben nada. Era una mujer muy sensual, pero muy traicionera. Se rodeaba de áspids, pero el áspid era ella

Estuve creído estando encarnado de que por fin había logrado poder engendrar un hijo. Recién cuando desencarné, que eso lo contaré después, visualizo el Thetán de los roles que me rodeaban y me doy cuenta de que ese hijo era de un soldado y no mío. Yo adopté un hijo al que quise mucho, de una de mis amantes, ella fue la madre de Octaviano. Octaviano era como si fuera mi sangre, y lo admiraba, porque me respetaba, pero no me temía, me molestaba la gente que me temía; me molestaba porque eran empalagosos, halagaban por halagar, si bien yo no permitía que en presencia de mis esclavos y de mis criados me llevaran la contra; muchas veces le tuve que frenar a Marco Antonio por eso, porque me llevaba la contra.

Siempre me sentí con un complejo de inferioridad porque a pesar de todas las conquistas y todo lo que hice por Roma, en el senado nunca me quisieron, ¡NUNCA! Cicerón está considerado en la historia como un ser grande, ¡ESTÁIS ABSOLUTAMENTE EQUIVOCADOS! Era un ser ruin, traicionero, hablaba con unos, hablaba con otros, conspiraba, conspiraba con Pompeyo. Cuando lo decapitaron a Pompeyo venía a lamerme los pies a mí, pero yo no confiaba en él. Con Brutus es distinto, yo en realidad amaba a la madre de Brutus, entonces era como una cuestión de transferencia, quiero que se me entienda a que quiero llegar, era como si tuviera dos hijos, Octaviano por un lado y Brutus por el otro, y ambas madres eran las amantes mías. Mi esposa la tenía simplemente para figurar en la sociedad o con la plebe, pero nunca me interesó, era para aparentar nada más una seriedad.

Tuve que ir a la guerra a mostrar que yo era verdaderamente un gran emperador, que nunca se me reconoció como tal. Decían que yo era un dictador, dictador porque yo traía prosperidad, dictador porque traía justicia, dictador porque repartía comida entre la plebe, dictador porque no era duro con los esclavos porque les permitía sus libertades, les permitía tener pareja, pero por eso me decían dictador, porque el senado era toda una banda de bisexuales, como la gran mayoría que se acostaba con sus esclavos jóvenes o se hacían mamar el miembro para tener una satisfacción. ¡No me hablen de Roma!, ¡Nadie sabe más que yo de Roma!, ¡NADIE! Y a veces el ángel se transforma en DIABLO, a veces el bien se transforma en mal.

La madre de Brutus que tanto me adoraba, cuando voy a la guerra, ella piensa que yo la abandonaba y empezó a acercarse a gente del senado y a conspirar en contra mía, le llenó la cabeza al propio hijo. Estaba tranquila porque nadie daba una moneda por mí, pero no sabía de mi estrategia, creo que yo era mejor estratega que el propio Marco Antonio, hasta que con la mitad de hombres pude vencer.

Luego de la parodia de amante con Cleopatra que a parte estuvo muy pocas veces, vuelvo a Roma y la madre de Brutus dice al hijo de que si sigue queriendo su amor como madre que tenía que conspirar contra mí, obviamente con el aval de Cicerón. Me da pena el receptáculo porque le estoy transmitiendo a este médium terribles dolores de cabeza porque el médium tiene la capacidad desde hace un año y medio de sentir lo que siente el rol, en este momento estoy con un ataque de epilepsia, cuando abro los ojos está Octaviano a mi lado, le tomo del cuello y le digo:

-¡Nadie se tiene que enterar de lo que me pasa porque eso debilitaría mi imagen ante el pueblo y ante este senado de bisexuales!

Octaviano me dice:

-¡Yo sé guardar un secreto!

-¡Pero no me hables en ese tono, niño consentido!

-¡No soy ningún niño!

Era el único que se atrevía a contestarme porque ni siquiera Brutus que era mi predilecto se atrevía a contestarme. Hicimos varias cruzadas con Marco Antonio, y si bien no estaba de acuerdo con muchas cosas me apoyaba en todo y compartía mis ideales, él también despreciaba al senado, él tuvo encuentros negativos, le llegó a zamarrear a Cicerón, no se llevaba bien con Brutus, y él me lo decía:

-Brutus te va a traicionar.

-¡NO DIGAS ESO, NO TE LO PERMITO!

-Brutus no te quiere, ¡él está aliado con su madre!

-¿Y que hay de Octaviano?- Le digo.

-Octaviano es un crío. Es muy orgulloso, pero lo veo leal, pero es orgulloso…

Lo que yo no sabía en ese momento y supe al desencarnar era que Marco Antonio tenía desde siempre relaciones íntimas con la madre de Octaviano, y la madre de Octaviano lo permitía porque sabía que yo tenía o había tenido intimidad con la madre de Brutus. ¡Qué locas que son las mujeres que ninguna de las dos era celosa de mi esposa, ninguna! ¡Eran celosas entre ellas! Pero fijaos, la más perversa era la madre de Octaviano, y Octaviano era un hijo ejemplar. La madre de Brutus no era perversa, estaba despechada porque pensaba que yo la había abandonado, ella directamente me ignoraba, si bien cuando yo me acercaba se inclinaba objeto de respeto de sumisión, pero yo sabía captar la mirada de la gente, ¡Yo sé captar la mirada de la gente! ¡Sé cuando se someten por miedo o se someten por falsedad! ¡Y que luego te clavan el puñal por la espalda, cuidado con eso, yo sé muy bien de lo que hablo! Más de una vez he muerto desangrado por una arma de filo, no es cierto que cuando Brutus me clava el puñal yo digo ¡Tú también! Eso es una leyenda, jamás dije eso, a parte no fue el primero, hubo varios del senado que participaron menos el cobarde de Cicerón que estuvo como espectador.

Desencarnado me entero que Marco Antonio lloró por mí y me satisfizo como espíritu ver que no me había equivocado, que él siempre me fue leal, en ese sentido fue leal, su odio no era contra mí, era contra Octaviano porque cuando yo desencarno lo dejé heredero de todo lo mío porque mi instinto a lo último me decía de que algo raro había en la conducta de Brutus. Él en realidad apoyaba a Pompeyo y lo perdoné, pero en el fondo siempre dudé de él a lo último, y a Marco Antonio le molestó que Octaviano fuera nombrado mi único hijo, le molestó muchísimo. La madre de Brutus se suicidó gritando en todo el pueblo que la culpa la tenía la madre de Octaviano, llegó a odiarme en vida. 

 

Interlocutor: ¿La madre de Brutus es Vicky?

 

Chemotasol: Sí. Porque no era mala como la madre de Octaviano, era muy despechada y llegó a tener relaciones íntimas cuando yo estaba en campaña con la hermana mayor de Octaviano. O sea que se permitía todo tipo de placeres. Así y todo se sentía víctima, se sentía despechada, pero a la vez se sentía con mucha baja estima, me veía como a alguien importante, pero después decía que yo era una persona acabada, muy mayor, que era un falso emperador. Destilaba veneno, pero no por maldad, porque no se sintió querida, tú me entiendes, no se sintió querida. Y al final mi instinto tuvo razón porque ese niño fue un gran conquistador. Octaviano se cambió su nombre, primero se puso Octavio y luego adoptó mi nombre de Cesar, y estando yo desencarnado fue un prospero emperador. En la historia quizás no llegó a ser tan famoso como yo, pero fue el emperador que vivió en la época de Jesús y le dio mucha prosperidad a Roma, la prosperidad que yo quise darle y no me dejaron.

 

Interlocutor: ¿Me permites unas preguntas?

 

Chemotasol: Solamente quería decirte que pudo vencer Octaviano sus tendencias homosexuales y llegó a tener una buena esposa y varias amantes, en esa época todos tenían esposa y amantes, incluso amantes varones también… Dime por favor.

 

Interlocutor: Tu parte encarnada tiene la intuición de que fui un maestro suyo en esa época…

 

Chemotasol: En realidad no eras un maestro mío, no eras un maestro directo, había tenido charlas, debates,… con alguna gente del senado que lo que admiraba de mí era mi conocimiento de filosofía, yo tenía un tremendo conocimiento de filosofía, de filósofos griegos…

Yo no despreciaba a Cicerón porque él tenía mucho conocimiento, pero su carácter era ruin. De ti aprendí a debatir, aprendí a ser estratega. Tú te preguntarás, ¿qué tiene que ver la estrategia con la filosofía? Pero si tú te pones a pensar, la filosofía y las matemáticas son las que gobiernan el mundo porque todo está regido por las matemáticas y todo está regido por la filosofía, ¡una táctica, una estrategia de combate, cómo llevar un ejército, cómo indiciar a cada centurión, cómo indicar al general! La obediencia es filosofía; de dónde obtener el dinero para pagar los dados, para que no se dispersen, para que no sean desertores, para que no causen rebeliones ¿me entiendes? La filosofía es astucia. Si los esclavos están con la panza llena, gordos y alimentados y les permitas que tengan su pareja, te van a adorar; los soldados te van a respetar si han comido, ellos aman a sus caballos y a sus espadas, si tienen la piedra para afilar (suspiro) ese filo que te corta y tú te lames la sangre, no me quiero ir del tema, pero tú tienes que vivir, sé que lo has vivido porque percibo a tu Thetán.

 

Interlocutor: Somos muy afines por lo que veo.

 

Chemotasol: Y sabes manejar la espada tan bien como yo. Estoy haciendo llorar al médium de la emoción, estoy llorando de contento, estoy… en este momento quisiera revertir, volver a esa época y estar en una batalla, AHORA EN ESTE MOMENTO, ardo en deseos de estar en una batalla ¡Y ABRIR ESOS VIENTRES! porque si tú permites que el enemigo crezca, el enemigo después no te respeta; esa es la filosofía y tú me dirás no, porque la filosofía Socrática, la filosofía de Platón no hablaba de humillaciones… porque no sabéis leer entre líneas, no sabéis leer entre líneas, no sabéis. Hay una parte que tú has escrito, donde habla de que el hombre debe prepararse para lo mejor, pero a su vez debe estar preparado para lo peor, tener la mente abierta porque todo los ciclos son cambiantes pero son repetitivos, entonces tú tienes que esperar, preparar la espada y el sujeto va a asomar la cabeza y tu bajas y se la cercenas. Son ciclos, los pueblos también tienen ciclos, eso lo he aprendido de la filosofía, cada cierto tiempo, los pueblos cambian y aquel que gobierna tiene que cambiar, debe ir con la corriente, pero siempre teniendo las riendas, no.

 

Interlocutor: ¿Y qué rol era yo exactamente? ¿Apolonio de Molón?

 

Chemotasol: Sí, pero hay una cosa que tú has dejado escrita que no ha pasado a la historia. Tú hablabas de lo que se llamaba neuma, el neuma era similar a lo que hoy se conoce como alma, como espíritu. En aquella época había muchas supersticiones, se adoraba a muchos dioses, incluso a dioses con forma de animal, se hacían ofrendas de sangre, pero yo aprendí tu sutileza; y sabía que dentro nuestro teníamos el neuma, y que ese neuma era inmortal y me daba el valor de combatir porque en esa encarnación podía tener esos impulsos, pero no era estúpido, era bastante listo. ¿Sabes cuándo perdía los sentidos? Cuando me debilitaba por una mujer y ese es uno de mis engramas porque no tengo debilidad, yo tengo que ser fuerte, ¡una mujer no puede contra mí! Por eso ahí en esa época tenía varias amantes, y la que yo quise se sintió despechada, al final todas terminaron odiándome. ¿Y yo qué podía hacer? ¿Dejarlas vivir? ¿Cortarles la cabeza? ¿Acallarlas? ¿O permitirles que tengan sus amantes, varones o mujeres para que se consuelen? ¿Qué otra cosa podía hacer? Yo quería seguir viviendo, me cercenaron la vida antes de tiempo, estaba debilitado por el problema de la cabeza, a veces me retorcía en el piso, me retorcía y me retorcía. Todos sabían que había un secreto y le querían sacar a Octaviano mi secreto, lo sabía mi esclavo y Octavio, nadie más; también las comadres, pero no se metían…

 

Interlocutor: ¿Esto te venía del rayo, de Aldebarán?

 

Chemotasol: Sí, el espíritu tiene más poder sobre la parte física de lo que el ser humano cree, mucho poder, MUCHO MÁS PODER. A veces tenemos muchos engramas de cosas que manejamos en otros mundos y esos engramas afectan a la parte física.

 

Interlocutor: ¿Qué rol tenias ahí?

 

Chemotasol: Amo Aldebarán, pero estoy ensimismado, metido en el rol de Julio y me cuesta dispersarme. Me llamaba Oryus, manejaba el rayo también, teníamos en nuestro cuerpo como una especie de magnetismo que podíamos dominar la fuerza magnética y no es una cosa extraña, vosotros mismos tenéis en este planeta Tierra ciertas anguilas que tienen destellos eléctricos, no veo nada raro que en otros mundos haya seres similares a los dragones de vuestra SUPUESTA mitología que en realidad no lanzan fuego, sino que es un vapor candente para poder defenderse de ataques.

 

Interlocutor: ¿Fuiste contemporáneo a Ligor?

 

Chemotasol: Sí.

 

Interlocutor: ¿Y cómo combatías? ¿Eras idealista o eras “más oscuro”?

 

Chemotasol: Yo tenía mi comarca, no permitía que nadie invadiera mi comarca, defendía a mi gente, no era dictador, mi comarca estaba al norte como los seres blancos similares a los vikingos terrestres, pero más para oriente, estaba al lado de los orientales, pero más al norte. Éramos una raza de piel oscura, cobriza, era raro porque generalmente los cobrizos estaban en el centro del planeta lo que en la Tierra se llamaría la línea ecuatorial, pero llamada así por una región de vuestro mundo…

 

Interlocutor: ¿Y de esa vida te viene el engrama de violencia o es de antes?

 

Chemotasol: He combatido muchísimo en esa vida.

 

Interlocutor: Pero yo quiero saber de dónde te viene el impulso que te hace perder los papeles.

 

Chemotasol: Yo creo que es más de Roma que de Aldebarán; lo de Aldebarán fue anterior, nosotros nos hemos encontrado varias veces en Aldebarán, tres veces como mínimo.

 

Interlocutor: ¿Varias vidas hemos estado?

 

Chemotasol: Sí, sí, vidas que hemos estado juntos también.

 

Interlocutor: En la época de Jesse James, estoy seguro de que yo era tu primo, “Wood” Hite.

 

Chemotasol: Sí.

 

Interlocutor: Los dos corrimos la misma suerte a manos de “Bob” Ford.

 

Chemotasol: Sí, pero fíjate que en cada vida, siempre me ha traicionado alguien querido, alguien cercano, Brutus era…, en un comienzo lo quería más que a Octaviano. Octaviano era muy crío, muy niño todavía, prácticamente es como que lo hubiera criado yo; Brutus no, en la época de Jesse James, conversábamos con muy pocos porque estaban los que nos halagaban por miedo, los que no se acercaban por temor, los que nos perseguían, los que querían nuestras cabezas…

 

Interlocutor: Era igual que Roma, pero diferente…

 

Chemotasol: Había un comisario que cuando yo me ocultaba en una de mis identidades vino un par de veces a tomar café a casa y un día llega y yo no estaba y se queda conversando con la quien era mi esposa, y cuando yo entro:

    -Qué tal – me dice.

    -¡Bien! -me saluda cortésmente, era un comisario muy hábil con su arma, era tan    hábil como yo, y admiraba de él que me miraba a los ojos sin temor, pero sin odio y tampoco con esa admiración desmedida como me miraban algunos, me miraba normal como si fuera… y eso me hacía sentir cómodo, y en un momento cuando se va, voy hasta él y me toma del brazo, yo me quedo como amparado y me dice:

    -No, quédate tranquilo, solamente quiero decirte que hay una partida de cazas que  sospecha donde se encuentra ese tal James así que si yo estuviera hablando con él le diría que recoja sus cosas y se vaya, pero claro es una charla de amigos, si tu fueras él qué harías – me dijo, le respondí:

   -¡Uy!, sí yo fuera él, le haría caso al comisario y me iría.

No nos dimos la mano porque él representaba la ley y yo no, pero tratamos con un respeto tremendo y al día siguiente con una carreta nos íbamos con los pequeños. Fue uno de los pocos momentos que conocí a alguien que no era de nuestro grupo y me respetó y fíjate lo extraño que siendo comisario y hablando muy sutilmente me advirtió de que me vaya. ¿Por qué? Me podría haber matado mil veces, yo entré a mi casa desprevenido, podría haberme disparado, podría haber tenido a mi esposa de rehén, ¡no! Entré y siguió tomando café… porque se ve que admiraba al hombre que yo representaba y que muchas veces le llevaron las circunstancias de la vida a emprender esa vida y me quedó grabado para bien. Hemos tenido muy pocos amigos en todas las épocas que hemos encarnado, por eso a veces me siento muy solo ¡Y A LA GENTE MALA HAY QUE ACABARLA! 

 

Interlocutor: A veces te crees que los otros son muy básicos y no te comprenden.

 

Chemotasol: ¿Y no es cierto? ¿NO ES CIERTO? Te pido piedad, dejame retirar porque estoy haciendo trizas a este médium que le estoy afectando su… Tu querido Thetán quiere hacer unos comentarios así que le dejo paso.

 

Interlocutor: Hacemos una pausa para que descanse el médium…

Chemotasol: ¡No, no, soy yo, soy yo! hasta todo momento.

Parte posterior de la sesión

 


 

Sesión 19 de Mayo de 2008
Médium: Jorge Olguín
Interlocutor: Ligor.
Entidad que se presentó a dialogar: Chemotasol

 

Se agregó la sesión del 19/5/08 realizada por Jorge Olguín y Ligor como interlocutor al Thetán de “Chemotasol”. Recordó vivencias y descargó engramas en los roles de Vlad Tepes (Vlad Draculea, en quien se inspiró Bram Stoker para crear el personaje del Conde Drácula), Artábilis (un alumno de Platón) y un joven ciudadano de Lemuria.

 

Chemotasol: Todos vosotros tenéis una idea conceptual errada en cuanto a que creéis prenderos de la verdad como si fuerais los únicos dueños de ella. Os aseguro que en distintas vidas he pasado por situaciones extremas, a veces es cierto que me he comportado de manera violenta, y si bien no me interesa justificar nada, comprendo que muchas veces me vi empujado a ello, me vi empujado porque no tenía otra alternativa, eran ellos o era yo. He paladeado el triunfo en batallas, he visto los cadáveres de mis enemigos, he sufrido muchas angustias, he pasado por traiciones de amigos… No me interesa hacer ningún rol de víctima porque yo no quiero la lástima de nadie, la lástima guardadla. Yo quiero el respeto, por sobre todas las cosas me interesa que me miren de frente y yo poder mirar de frente a la persona porque daría la impresión que en cada encarnación se repiten las circunstancias, muy poca gente verdaderamente es leal y la mayoría de los que son traidores, son traidores en la oscuridad porque NO SE ATREVEN a DAR LA CARA, NO SE ATREVEN, porque saben lo que les espera después.

Si deseas preguntar, pregunta.

 

Interlocutor: ¿Tienes una vida como Vlad Tepes?

 

Chemotasol: Sí, fue una vida bastante conflictiva, sé conceptualmente que hay una historia escrita, sé que hay muchas leyendas, sé que han desfigurado la realidad, me han tildado de cruel, me han tildado de infinidad de cosas, la mayoría de las cosas son reales, pero nadie, nadie se ha preguntado los porqués o que querríais? Si alguien invade tu hogar, tratan de entrar en tu castillo, ¿tú le pones la alfombra roja? ¡No, yo salgo con mi ejército y acabo con todos! Es decir, no acabo con todos, a los que son más débiles, a los que sé que luego van a contar, a esos les dejo con vida y les digo:

  -¡Mira esos cadáveres empalados, la sangre corriendo, el palo clavado en la tierra, mírala! ¡Haz lo mismo!- Y lo fuerzo a probar:- ¡Bueno, ahora ve y cuenta y que nadie más venga por aquí! No soy expansionista, yo quiero tranquilidad, que no se metan conmigo. Me decís cruel, hay otros que fueron mucho más crueles, yo sólo doy ejemplos…

 

Interlocutor: Y sufriste mucho por amor en esa vida, ¿no?

 

Chemotasol: Hay tantas cosas que podría contar, tantas cosas que podría contar… ¡Nunca feliz! Tenía queridas, queridas que buscaban estar al lado del personaje, no de la persona porque yo en realidad era una persona sensible, me diréis ¿qué sensible? Has empalado a cientos… No comprendéis, no sabéis nada de la época, no sabéis nada de mi vida. La gente sabe del personaje, no sabe de la persona. Aquellos espíritus que están por allí dicen que cuando uno encarna somos roles, pero hay roles dentro de roles, yo era un rol como persona y tenía otro rol que era el personaje que conocían mis enemigos o en otros condados… ¿Qué puedo decir? No me interesa justificarme, no me interesa, yo sólo puedo decir que en cada encarnación uno tiene que hacerse respetar, si viene aquel que te ataca sin ninguna justificación, no voy a tener piedad con él, ¡NO VOY A TENER NINGUNA PIEDAD CON ÉL! le voy a torcer el cuello (suspiro).

 

Interlocutor: ¿Y tienes más encarnaciones “reconocidas”?

 

Chemotasol: fui un emperador en la antigua China, el territorio era otro, otros eran los nombres, otro era el nombre del rol también. Me llamaba Chon Tau, goberné durante 30 años, era una región próspera, próspera, hasta que nos trataron de invadir los del Sur y os aseguro que no tengo ninguna piedad con nadie.

 

Interlocutor: ¿Más de lo mismo?

 

Chemotasol: ¡NO TENGO PIEDAD! Cuando buscan socavar los cimientos de algo que está creciendo entonces es como si tú tuvieras termitas comiéndote los cimientos, tienes que acabar con esas termitas, Bueno PARA MÍ SON TERMITAS.

 

Interlocutor: ¿Y de qué te viene el origen?

 

Chemotasol: Tuve una vida en Lemuria, me llamaba Urkan, había castas, mi padre era de casta guerrera y a mí me gustaba lo que muchos milenios después se le denomino filosofía, me gustaba estudiar la conducta de todos los seres de Lemuria, sus actitudes, mi padre me golpeaba desde pequeño.

 

Interlocutor: En esta vida también sucedió algo similar, y ¿a qué es debido?

 

Chemotasol: A que son seres crueles, son seres que no se merecen mi amor, ni mi respeto, no mi afecto, ni mi comprensión, ni mi tolerancia ni mi paciencia, (suspiro), ¡NADA! Cuando cumplí 20 años mi padre desde pequeño me forzó a que yo tenía que ser soldado:

-¿Contra quién voy a combatir?-Mi padre:

-Hay luchas internas aquí en Lemuria, hay castas que se revelan.

-Por supuesto-le decía yo, idealista –Porque son castas sometidas.-Me daba vuelta la cara con su mano, bofetón y sangraba y yo ya empezaba a saborear la sangre:

-Hoy saboreo la mía, ¡mañana será la tuya!

Y a los 20 años con un arma similar a las espadas actuales le hice un tajo gigantesco y mientras lo tomaba del cuello y veía como su vida se iba apagando. Me condenaron, decían que había matado a un gran patriota, los defensores que eran similares a lo que hoy serían abogados decían que yo no tenía uso de razón lógica y que tenía que ser por ello excluido de una muerte, le grite al jurado, le grité a aquellos que me condenaban:

  -Estoy absolutamente lúcido y lo que hice lo haría mil veces, ese no era un patriota, ese era un ser perverso que se abusaba de los débiles. Patriota es un ser que pone el pecho sin importar las circunstancias. Me condenaron, me pusieron en la sangre algún veneno y cuando desencarné, desencarné con un montón de engramas. No me interesó nunca hacer rol de víctima porque yo sabía que la lástima te DEBILITA ¿Qué te crees que te fortifica? ¡EL ODIO TE FORTIFICA! No el amor, el odio te fortifica. Si quieres preguntarme algo…

 

Interlocutor: En la época de Platón sé que estuviste encarnado y estoy seguro de que yo era el rol de Platón, ¿así es?

 

Chemotasol: Así es.

 

Interlocutor: ¿Y tú qué rol tenías?

 

Chemotasol: Trataba de encontrar la verdadera filosofía y era afín a lo que se llamaron los cínicos posteriormente, actuaba con verdadero cinismo, lo que pasa es que mucha gente confunde cinismo con hipocresía.

 

Interlocutor: Sí, lo sé… ¿Y cuál era tu nombre?

 

Interlocutor: No era el que tu piensas, era Artábilis, estudiaba todo lo de los más grandes maestros anteriores a tu encarnación en esa época; me interesaba la teoría de Sócrates, me interesaba como tú profundizabas la teoría de que había algo más allá que te había dictado tu maestro y tú lo habías hecho crecer, pero a mí me interesaba el aquí, el ahora; me interesaba el entender, ese neuma, el saber por qué el hombre actuaba de esa manera como que nada le importara. Entonces yo con mis ideas era quien los tomaba del cuello, los agarraba y los SACUDIA:

 -Despierta, no eres eterno, no aquí, serás eterno, allí, pero no aquí, despierta, te quedan, te quedan pocas horas, no vives, no disfrutas, no saboreas y no era permisivo en esa encarnación, pero cuidado, respetaba, apreciaba, amaba la lealtad más que a una mujer. Mi amante era la lealtad, la fidelidad de un amigo, no perdonaba al traidor que lo tuve ¡EN CADA VIDA! He tenido mis historias amorosas, pero no confiaba en ninguna mujer, ¡EN NINGUNA!

 

Interlocutor: Tienes engramas amorosos, ¿no?

 

Chemotasol: ¿Y qué te parece, qué te parece?

 

Interlocutor: Quien es tu talón de Aquiles actualmente es la chica llamada Vicky y sé que en otras vidas te ha hecho daño...

 

Chemotasol: ¡A mí no me importa si tiene su karma! Que lo tiene, pero ¿quién me quita mi sufrimiento, los abandonos, las traiciones? En una vida en Francia, trepando hacia su alcoba, abro despacio la puerta del balcón y los veo en su cama disfrutando con Alan, en esa vida los atravesé a los dos con mi florete.

 

Interlocutor: ¿Quién eras tú?

 

Chemotasol: Jean de le Crone.

 

Interlocutor: ¿Qué siglo?

 

Chemotasol: En el siglo XV. Desencarné joven, desencarné a los 23 años, ella tenía 4 hermanos, yo nunca oculté lo que hice porque dejé mi florete como prueba, los dos cuerpos juntos, apareados, ATRAVESADOS. ¡No sabes el placer que me causó! ¡No SABES EL PLACER! Ja, ja, ja,.. ¡Y lo haría de vuelta! Y luego me batí con los 4, ¿Quieres uno a las 5? ¿O a las 6? uno las 7, ¿uno a las 8? Eso es fácil para mí, ¡venid los 4! Estuve con los 4, el segundo me causó una herida, logré batir al primero, al segundo, ya estaba bastante desangrado cuando combatí con el tercero y el cuarto quedó con vida, le di un puntazo al estomago y atravesó mi corazón, pero bueno, morí con las botas puestas y el orgullo intacto, el honor es importante así como la lealtad, no te olvides de ello. Voy a dejar a este receptáculo.